⠀⠀ ⠀⠀𝐩𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞. the danielle paradox
❛⏱ 𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄 ❰ la paradoja danielle ❱❜
📌 En algún lugar de California, EE. UU.
fecha indefinida ── 1980s
¿CÓMO ES POSIBLE QUE QUERER DISFRUTAR DEL VERANO EN UNA DE LAS PLAYAS MÁS FAMOSAS DE CALIFORNIA PODÍA CAUSAR UNA PARADOJA? Ni siquiera Danielle Buckley terminaba por entender aquella pregunta, tampoco estaba segura de si existía una respuesta clara después de todo. La línea de tiempo era complicada y la verdad de la historia era que Danielle jamás debería haber pisado esa playa en primer lugar, ni siquiera tenía que estar portando un maletín que no le pertenecía, pero ella no lo sabía, o bueno no le importaba, al menos no hasta ese momento. Lo único que Danielle sabía era que había causado una paradoja y que ahora La Comisión la buscaba para detenerla.
Y no precisamente de una manera pacífica.
Lo que habían parecido unas tranquilas vacaciones en California en el apogeo de los ochentas, se había transformado en una cacería. Danielle recordaba todo el camino hasta la locación donde se encontraba, tampoco había sido muy complicado, llevaba viajando por diferentes lugares y tiempos desde hacía algunos años, pero parecía que La Comisión tenía cosas más importantes respecto a su trabajo y Danielle sólo era una mancha diminuta en el perfecto equilibrio del tiempo-espacio, nada relevante. ¿Qué había cambiado entonces? Hasta donde Danielle sabía, el fin del mundo se acercaba y La Comisión se había puesto en búsqueda de todas las posibles paradojas que estuvieran por causar el apocalipsis y eso la incluía a ella.
Desde el punto de vista de La Comisión, bajo el mando de La Encargada, Danielle Buckley no debía existir en ninguna línea de tiempo. La joven había nacido en una familia amorosa, completamente contenida y amada, con una infancia normal que había disfrutado en plenitud, pero la realidad era que sus padres jamás debieron conocerse y por ende, Danielle no debió existir. Era una noticia demasiado impactante cuando Danielle se enteró por primera vez a manos de La Encargada que su existencia no podía ocurrir y no dejaba de serlo, tal vez porque no dejaban de repetirle lo mismo, ella era una paradoja, un error que ahora parecía importante ante los ojos de los hombres y mujeres que trabajaban en La Comisión. Sentir las miradas de todos en aquel lugar la hacían querer salir corriendo una vez más, pero esta vez, La Encargada parecía haber tomado todas las precauciones posibles para evitar que nuevamente Danielle escapara de la incompetencia de las autoridades y enfrentara su destino, si es que realmente tenía uno. El maletín le había sido arrebatado, Danielle lo había robado la primera vez que estuvo en La Comisión, se negaba a creer las palabras de La Encargada y se había dispuesto a alejarse lo más posible de aquel lugar y lo había logrado de no ser por el apocalipsis.
Una vez que la llevaron a la oficina de La Encargada, la castaña dejó escapar un suspiró con todo el aire retenido, pasó la mirada por todo el lugar buscando una salida que claramente no existía. La Encargada la recibió con una sonrisa desde su escritorio una vez que la joven ingresó en la habitación, Danielle quiso devolverle el gesto pero de sus labios solo se formó una mueca de disgusto. Usualmente, cuando escapaba, jamás regresaba al lugar de donde se había ido y La Comisión era el último lugar al que querría volver.
──Danielle, que alegría me da volver a verte ──la castaña asintió levemente, sabía que aquello era una mentira. La Encargada le indicó que tomara asiento frente a ella y tras un bufido Danielle así lo hizo. Se dejó caer en la silla de manera desordenada, casi como si fuera una muñeca de trapo que dejaban caer en el asiento.
──¿Por qué presiento que la palabra alegría no es realmente lo que sientes al verme? ──preguntó la joven, había aprendido a poner de los nervios a La Encargada y ver la sonrisa desvanecerse de su rostro era lo más satisfactorio del momento. Sin embargo, la mujer no respondió y en el silencio Danielle podía ver los engranajes en la mente de la mujer trabajando antes de darle alguna respuesta que le hiciera cerrar la boca.
──¿No te cansas de hacer más difícil mi trabajo, verdad pequeño insecto? ──Danielle le mantuvo la mirada de forma desafiante──. Tres meses, tres meses donde haz estado en cualquier parte del espacio-tiempo haciendo de las tuyas.
──Que eficiente tu personal si no pudieron encontrarme antes ──murmuró la castaña, aunque sabía que La Encargada la había escuchado y en parte esa era la idea──. Tenía entendido que había personas o sucesos más importantes que mis vacaciones por la línea del tiempo.
──Bueno, pasaste a ser relevante cuando el fin del mundo se presentó ──La Encargada buscó en su escritorio y le entregó a Danielle una carpeta que la castaña tomó dudosa──. Existen muchos supuestos desencadenantes y sabes que mi deber es procurar que la línea de tiempo se mantenga en su correcto curso.
──Dejame ver si lo entiendo... ──Danielle sonrió mientras se enderezaba en su asiento mirando a La Encargada fijamente──. ¿Quieres asesinarme para evitar el fin del mundo?
La Encargada sonrió.
──No querida, quiero asegurarme que el apocalipsis suceda ──los ojos de Danielle se abrieron como platos, ¿Por qué dejar que el fin del mundo suceda cuando ella podía hacer que este no ocurriera?──. Verás tesoro, tu existencia de por sí jamás debió suceder, pero aún así aquí estás y aunque me encantaría dejarte viajar por el mundo sin consecuencias, tu exasperante presencia es algo que hay que evitar para que el fin del mundo suceda.
Danielle quería reír de lo ridículo que eso sonaba, tampoco estaba segura de cuanta verdad había en aquellas palabras, ¿De qué forma su presencia podía impedir el fin del mundo? No comprendía como esas dos cosas tenían relación en la mente de La Encargada. Danielle pensaba que quizá podrían llegar a un acuerdo, ella se apartaría de todo el tema del apocalipsis y evitaría cualquier relación con ello, pero parecía que esta vez no podía escapar del problema, uno que ella ni siquiera había causado. Antes de que pudiera siquiera decir algo más, los guardias que la habían escoltado a aquella oficina ingresaron a la misma esperando indicaciones de La Encargada. La mujer se acercó a la silla de Danielle mirando fijamente con una sonrisa mezclada con desprecio.
──Fin del viaje, querida ──cuando la mujer se apartó, Danielle pudo ver un arma en sus manos antes de que esta la levantara para apuntar a la cabeza de la castaña. Danielle amagó a levantarse del asiento, pero las manos de los guardias la retuvieron en su lugar haciéndola sentarse nuevamente de golpe. La joven se removió en su asiento siendo sujetada mientras La Encargada mantenía el arma apuntándole a ella, un disparo y todo acabaría, la paradoja sería eliminada y el fin del mundo se mantendría tal y cómo debía pasar.
El disparo resonó como un eco en la habitación, el cuerpo de Danielle dejó de luchar en manos de los guardias. Todo había acabado para la joven, aunque... ¿Qué relación podía existir entre la muerte de Danielle Buckley y la aparición de Cinco Hargreeves de nuevo en la Academia Umbrella tras la muerte de su padre?
📌 En algún punto dentro de la línea de tiempo.
en algún lugar del mundo ── xxxx
DESPERTÓ DE REPENTE TOMANDO UNA GRAN BOCANADA DE AIRE. Se sentó en la cama un momento sintiendo su pulso acelerado y su respiración agitada, tras unos segundos, miró todo a su alrededor tratando de situarse para saber dónde se encontraba. El lugar le parecía conocido, una vieja habitación de hotel donde se estaba hospedando. Rápidamente, se incorporó de la cama buscando de alguna forma saber en qué tiempo estaba o al menos en qué momento y lugar de la línea de tiempo. Buscó por todos lados, pero el maletín que creía que portaba no se encontraba por ningún sitio. Tratando de relajarse, volvió a sentarse en la cama suspirando, pero entonces lo recordó. Paseando su mirada nuevamente por la habitación encontró sus cosas amontonadas a un costado y se acercó empezando a revolver todo.
Sonrió cuando se encontró con un viejo calendario que portaba antes de robar el maletín de La Comisión, al menos así podía llevar anotado las fechas y los años. Se sorprendió al revisarlo puesto que la fecha en la que se encontraba era el pasado, pero no un pasado inmediato, sino uno alejado del último presente que recordaba. Dudosa, se levantó nuevamente analizando el calendario, ¿Cómo era posible que el futuro del que provenía todavía no había ocurrido?
El disparo.
Rápidamente, Danielle corrió al baño de la habitación para verse en el espejo el cual estaba desgastado y un poco roto y oxidado, pero el reflejo era suficiente para ver su rostro, no había rastro alguno de ningún disparo. Pasó sus dedos por su frente, ni siquiera existía una cicatriz, ¿Cómo había regresado al punto de partida antes de que La Comisión supiera de su existencia? No tenía ningún sentido, aunque, si era sincera, todo había dejado de tener sentido y lógica mucho tiempo atrás. Lo único que llegaba a comprender ahora era que estaba viva. Mirándose todavía al espejo, Danielle dejó escapar una risa que fue acompañada por un suspiro de alivio y algunas lágrimas bajando por sus mejillas.
Abrió la canilla para mojarse un poco el rostro antes de secarse con la toalla, volvió a mirarse en el espejo todavía analizando la situación. Si estaba en el pasado, sólo quedaban unos días antes de que La Comisión fuera por ella por primera ──o sería tercera── vez, y ahora tenía la oportunidad de cambiar todo. Necesitaba un maletín si quería alejarse de todo y todos, pero sabía que no podía perder más tiempo. Esta vez, ella tenía las cartas sobre la mesa, o al menos eso creía. Sabía que La Encargada no descansaría hasta volver a asesinarla, así que esta vez, debería moverse más rápido. No tardarían en buscarla en esta ocasión.
Cuanta razón tenía.
Danielle apoyó las manos sobre el lavabo cuando escuchó un par de golpes en la puerta de la habitación. Levantó la vista hacia el espejo manteniendo su propia mirada en el reflejo, había sido más rápido de lo que recordaba la última vez. Aún mirándose en el espejo, Danielle sujetó su pelo un poco en una colita desordenada apesar de tener el pelo corto, los golpes se repitieron en la puerta mientras ella terminaba de prepararse y suspiraba.
──¡Abre la puerta, niña! ──desde afuera, sólo se escuchaba silencio. Luego de unos segundos, tiraron abajo la puerta para ingresar a la habitación. La misma se encontraba a oscuras por la madrugada, la cama desordenada y el lugar en pleno silencio──. Será mejor que salgas ahora ──el hombre siguió avanzando por la habitación, pero no había ningún rastro de Danielle por ningún lado, al menos no hasta que vio que la ventana de la habitación estaba abierta. Se acercó a la misma para comprobar que las escaleras de emergencia se encontraba al otro lado y pudo ver la silueta de Danielle alejándose por el callejón──. Mierda...
Danielle sonrió escuchando los gritos de aquel hombre de La Comisión, sabía que no era el mismo de la primera vez, pero sin duda la ocasión se había repetido. Sin más, avanzó a grandes zancadas por las calles de la ciudad, había pocas personas, las almas fiesteras de la noche, pero ignorando las miradas, ella siguió su camino aún sin estar segura de a dónde podía ir. Sin embargo, para sorpresa de ella misma, pudo ver que el hombre de La Comisión parecía estar pisándole los talones. Danielle lo vio a la distancia cruzando sus miradas, pero haciéndose la distraída, avanzó por otra calle sin mirar atrás, pero eso tampoco la ayudó.
──Alto ahí o el próximo disparo será por la espalda ──Danielle detuvo su andar, cerró sus ojos un momento entre cansancio e irritación, apenas despertaba de la muerte y tenía que seguir corriendo. Aún cuando eso estaba en ella, a veces estaba cansada de hacerlo. Escuchó los pasos del hombre acercarse por detrás hasta que quedó de pie frente a ella. Danielle lo observó atentamente, estaba lista para escapar, pero sabía que la última vez había terminado con un disparo entre los ojos──. La Encargada había dicho que eras más difícil de atrapar.
──Tal vez me subestimó demasiado, o quizá no ──sonrió de costado. Había reconocido al hombre frente a ella como Hazel, el mismo que había sido mandado a buscarla la primera vez, pero Cha-Cha había visto la bondad en la mirada de Hazel y ella había tomado el caso en sus manos para llevarla a La Comisión.
──Debes parar con los juegos, niña ──Hazel suspiró bajando su arma un poco, no necesitaba admitirlo en voz alta, pero desde el primer momento que Danielle y él se habían conocido Hazel simplemente no había podido cumplir con la misión──. Ni siquiera deberías estar aquí ahora.
──Bueno, hasta donde sé no debería estar en ninguna parte ──respondió la joven de manera irónica puesto que ni siquiera debía existir──. Pero parece que no puedo evitar mi existencia ──se encogió de hombros apretando sus labios un momento.
──Sabes que La Encargada quiere deshacerse de ti.
──Que sorpresa... ──susurró la joven rodando los ojos mientras se cruzaba de brazos mirando a Hazel. El hombre bajó el arma por completo dejando claro que su intención no era lastimarla después de todo.
──El fin del mundo debe suceder ──la joven levantó la vista del suelo para encontrarse con la mirada de Hazel──, pero el costo del mismo... ──Hazel negó lentamente, aún cuando para Danielle había pasado sólo un par de horas o minutos, para él llevaban días en los que había encontrado un motivo para querer detener el fin del mundo, alguien mejor dicho.
──Ella jamás lo permitiría, Hazel ──Danielle sabía que, sin importar el momento, La Encargada la buscaría para detenerla. La joven todavía no podía entender porque no retrocedía incluso antes de que Danielle naciera, pero parecía que, sin importar cuantas veces trataran de asesinarla, ella reaparecía en la línea de tiempo.
──Tal vez no... pero hay una forma ──la joven lo observó con confusión y curiosidad, ¿Por qué la ayudaría después de todo? No comprendía porqué Hazel la trataba como si fueran familia cuando ni siquiera se conocían demasiado. Sin embargo, Danielle pudo ver como Hazel le entregaba otro maletín similar al que ella portaba antes──. Creeme cuando te digo Dani, tu destino no termina con una bala en la cabeza.
Danielle tomó el maletín en sus manos observándolo antes de volver a ver a Hazel a los ojos, había un brillo especial en ellos y Danielle no pudo evitar sonreír ante el gesto. Era divertido pensar en una relación entre la joven que vivía viajando entre tiempos y el hombre que debía encargarse de cuidar el continuo espacio-tiempo, pero la había dejado con libertad de crear el caos que ella quisiera, eso si, sin meterse en las cosas más importantes de la historia que si debían suceder. Pero ahí estaban de nuevo, Hazel dándole una llave para escapar, aunque sabía que esta no era una despedida después de todo.
──¿Dónde y cuándo? ──preguntó la joven con una sonrisa. Hazel correspondió el gesto antes de tomar su maletín también. Hazel no respondió, sólo le indicó con la mirada el maletín que ella ahora portaba antes de que él utilizara el suyo para desaparecer.
Danielle cerró sus ojos un momento ante el destello y los volvió a abrir para darse cuenta que Hazel ya no se encontraba frente a ella. Suspirando con cierta sonrisa de alivio, Danielle bajó la mirada al maletín observándolo, el mismo ya tenía un tiempo y ubicación, un lugar donde Danielle todavía no había estado en toda la línea de tiempo y junto a esta una pequeña frase.
Dallas, Texas. 1963. No llegues tarde.
GIULY AL HABLA. . .
¡Aquí el prologo de SKYFALL! *grita de emoción* Lamento desde ya si resultó muy largo de leer, pero no quería cortarlo de forma abrupta y que luego no se entendiera nada de la historia de Danielle. Ya quiero mostrar la relación con Viktor uwu son mi comfort ship de la saga jsjsjs
Quiero dedicar este primer capítulo a hadeston -harrington frnkcqstle -goldmaximoff edits44456 ♥
¡Espero les haya gustado! Nos leemos prontito amores ♥
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