Capítulo 11
Storybrooke
Luego de las imágenes que habían visto, todos estaban algo intrigados, pero nadie se atrevió a decir nada, todos se fueron del lugar sin decir una sola palabra.
Robín acompaño a Zelena a su cabaña y luego de despedirse de su hija se retiró, Zelena estaba un poco confundida, su hermana era o parecía feliz, años atrás ella lo único que deseaba para su pequeña hermana era la desgracia y quizás poder matarla o lanzarle alguna poción u hechizo, la culpa la había comenzado a invadir, ella había planeado hacerse pasar por Marian para lastimar a Regina, ahora nada parecía lo que una vez ella había planeado, Robín se miraba triste y sabía que jamás la miraría de otra manera que no fuera la madre de su hija y hermana de la que es o fue su alma gemela, Regina se había ido del pueblo y estaba más que segura que una parte de las cosas que la habían llevado a tomar esa decisión era que su relación con Robín estaba más que fragmentada, ¿Qué debía hacer ahora? se cuestionaba la bruja.
Casa de los Charmings
—David ¿Creés que estuvo bien que de cierta manera espiáramos a Regina y Gold?— le preguntaba Snow a su príncipe
—Tal vez no, pero los dos sabemos que te morías por saber cómo se encontraban— respondió él recordando las tantas veces que Snow le preguntaba ¿Cómo creía él que estarían Gold y Regina?
—Puede que tengas razón, pero ahora deberíamos ir por ellos, o ¿Creés que están bien y debemos respetar su decisión?— comentaba ella mordiéndose el labio inferior
Entonces David se acercó a su esposa, la tomó por los hombros y la besó, luego le dijo
—Se que quieres ir por ellos, pero todo a su tiempo— respondió antes de ir a ver a su pequeño hijo Neal.
En la planta baja de la casa Charming
Emma y Hook estaban viendo una película, Henry estaba ahí también sentado en el sillón con un gran tarro de palomitas, Emma había estado algo inquieta y distraída Hook lo había notado, entonces le pidió a Emma que salieran un rato, ella le dijo a Henry que irían a fuera un rato, y el chico solo asintió con la cabeza.
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—¿Qué pasa amor?— le preguntó Hook a Emma
—Nada— respondió ella, pero Hook podia notar en sus ojos que no era cierto
—¿Es por lo de Regina cierto?— cuestionó él
—Tal vez— dijo ella tratando de restarle importancia
—Se que sientes que debes encontrar el final feliz de Regina, pero Emma hay cosas que estas fuera del alcance de nuestras manos, viste las mismas imágenes que yo vi, notaste como ella sonreía, ambos se veían felices, tal vez estén bien— dijo él tomándole las manos
—Yo le prometí que haría todo lo posible para ayudarla a obtener su final feliz y ni siquiera me di cuenta que desde que regresamos del inframundo había cambiado, ella se sentía tan infeliz que tuvo que irse del pueblo, no puede ser una buena amiga y ahora ni siquiera podré cumplir una promesa— finalizó la salvadora
—Amor no tienes porque decir eso, fuiste una buena amiga, pero Regina no está acostumbrada a compartir sus sentimientos con los demás y la Emma Swan que conozco no se rinde tan fácil, se que encontrarás la manera de cumplir tu promesa, yo confió en ti— expuso Killian
Los Ángeles California
Casa de Gold & Regina
Luego de ese lindo momento que habían compartido, estuvieron viendo televisión y haciendo comentarios sobre la película, luego de 1 hora decidieron que lo mejor sería ir a dormir, al día siguiente tenían que ir a sus respectivos trabajos.
Día Siguiente
Ambos se levantaron a la hora habitual y luego de compartir un buen desayuno cada uno partió a su trabajo
Regina se encontraba revisando unos papeles y llenando algunos formularios de ventas, el trabajo de oficina no se comparaba con salir y mostrar las casas, pero no se sentía agobiada realizándolo, la verdad se sentía a gustó con cada cosa que hacía, era como si se sintiera libre de hacerlo, ella había escogido este trabajo, pudo decidir, por ello se sentía tan bien, cuando fue Reina todo era gracias a que su madre lo había deseado para ella, luego fue alcaldesa y aunque ella lo había escogido (o eso creía) nunca sintió que eso fuera lo suyo, a parte que tenía ese puesto solo por el poder, aquí era simplemente Regina, una trabajadora más de una compañía inmobiliaria y se sentía bien, había comenzado a notar que su tono serio poco a poco iba desapareciendo, en cambio una sonrisa adornaba su rostro, cada día que pasaba pensaba en que había tomado la decisión correcta al alejarse de Storybrooke, pero la culpa de alejarse a su hijo seguía presente.
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Gold estaba en su oficina, su asistente Brooke una chica de unos 25 años, rubia y de ojos azules acababa de informarle que un nuevo cliente había llegado, Gold se acomodó la corbata y aliso su traje, estaba listo para recibir a su cliente y comenzar con un nuevo caso, su mal humor se veía remplazado la mayoría de las veces por la satisfacción de ganar un caso catalogado como "difícil" o "imposible" sabía que haberse alejado de ese pueblo es algo que debió haber hecho hace mucho tiempo atrás, pero justo ahora todo parecía marchar de la mejor manera, como bien dicen "todo tiene su tiempo"
La semana transcurría, sin ninguna novedad, Regina y Gold en sus respectivos trabajos, Keyla y Rodrigo llamándolos o visitándolos, el jueves Gold había llamado a Regina para que se reunieran y almorzaran juntos, ella había aceptado, contaba con 1 hora para almorzar, así que tenía tiempo para llegar y que fueran a algún lugar, cuando la hora del almuerzo llegó ella tomó su auto y condujo hasta el lugar donde se encontraba el bufete de abogados, estacionó su auto y al llegar a la recepción una no tan amable señora la atendió, luego de que Regina le informará que buscaba al Sr. Robert Goldsmill la señora le dio indicaciones de cómo encontrar su oficina, Regina caminó por el pasillo para luego subir al ascensor y llegar al tercer piso como se lo habían indicado en recepción, llegó a la oficina, ahí se encontraba una chica rubia en el escritorio, en cuanto vio a Regina rodo los ojos (acto que no paso desapercibido para la Reina) luego le saludo y le preguntó ¿En qué podía ayudarla?, Regina le dijo que buscaba al Sr. Goldsmill, la chica le dijo que él estaba ocupado y había dejado en claro que no quería que lo molestarán, Regina comenzaba a perder la paciencia, esa secretaria tenía muy mal genio, se alejo de ahí y pretendía llamar a Gold, cuando él salió de su oficina, escuchó como Brooke le decía a Regina que "No podía pasar" esto le molesto mucho
—¿Me explicarías porqué ella no puede pasar a mi oficina?— cuestionó él con un tono molesto
—Bueno señor, usted me dijo que estaba ocupado y que no quería que lo molestaron— explicó ella con tono inocente (aunque Regina sabía que era falso)
Gold solo le dedicó una marida furiosa y le indicó a Regina que pasará
Dentro de la oficina
—Que geniecito se trae tu secretaria—dijo Regina
—La verdad nunca se había comportado así—explicó Gold
Entonces la mente de Regina comenzó a procesar todo, desde que había puesto un pie en ese lugar y se había referido a Gold con tanta familiaridad, todos la habían visto de manera un poco desaprobatoria
—Creó que solo esta celosa— dijo ella mientras merodeaba por la oficina
—Disculpa— habló él sin comprender
—Como lo escuchas querido padre— dijo ella graciosa
— ¿Porqué mi secretaria estaría celosa?—dijo él con curiosidad
—Y no es la única— expresó mientras mordía su labio inferior intentando no reír
—¿Podrías explicarme que es lo que pasa?—pidió
—Bueno creo que tienes a todas las mujeres de aquí cautivadas con tu encantó y tal vez esos trajes tuyos si son tú arma secreta, estoy segura que la mayoría o mejor dicho todas han pensado que soy tu novia o amante y por ello me ven así y Brooke ah de estar también enamorada del señor encanto Goldsmill— terminó diciendo Regina mientras reía
Él solo la veía expectante
— ¿Recuerdas el martes que mi auto se arruino al salir del trabajo y Sarah me trajo aquí y nos fuimos juntos a la casa?—preguntó ella
—Sí lo recuerdo— respondió Gold aunque aún no acababa de entender a donde quería llegar su hija
—Bueno tú te habías preocupado cuando te comenté que algo andaba mal con los frenos y los cambios de mi auto por ello lo había llevado al taller mecánico, y cuando baje del auto de Sarah me estabas esperando en las bancas frente al estacionamiento, en cuanto me viste corriste a abrazarme y charlamos casualmente, recuerdo haber visto a un grupo de mujeres observando todo desde la entrada del lugar, supongo que desde ese día piensan que tú y yo mantenemos una relación— explicó ella
—Ahora que lo mencionas, al día siguiente de ese suceso, Nancy (la de recepción) me dijo que era una lástima que yo ya tuviera dueña, lo que me pareció ridículo, no le respondí nada y seguí mi camino, entonces Hayley me estuvo coqueteando pero ignore todo eso— dijo él
—Bueno al parecer todas me odian ya que creen que estás conmigo— dijo ella
—Es bueno saber que me están locas por mí, sabes cuanta diversión podría traerme—alardeó mientras reía
—Ya no quiero saber nada más— dijo tratando de borrar esas imágenes mentales subidas de tono que se habían formulado gracias al comentario anterior de Gold
—Pero aclararemos todo, tú eres mi hija y mereces respetó, además vendrás en otras ocasiones y no quiero que te sientas incomoda— afirmó
Regina solo lo observó
—Vámonos se hace tarde— dijo él
Ambos se disponían a salir de la oficina, cuando Gold detuvo a Regina y se paró frente al escritorio de su asistente
—Cada vez que Regina venga, no importa si estoy ocupado y afirmé que no quiero que nadie me molesté, quiero que la hagas pasar y no quiero que ella vuelva a recibir un mal trato de parte tuyo o de alguien más en este lugar, es mi hija y quiero que se le respete—habló seriamente
Brooke solo asintió y dirigió su vista a los papeles que tenía en su escritorio tratando de enfocarse en algo
Regina lo miraba sin poder creer lo que había escuchado, se sentía contenta, esta es la clase de cosas que alguna vez deseo que la persona que considera su padre (ósea el Sr. Henry) hiciera por ella, tal vez no en estas circunstancias, pero sí que la defendiera, aunque sea de su madre, una vez leyó que las hijas consideraban a sus padres como sus mayores héroes, aunque pareciera tonto en este punto creía que eso podría ser posible
Llegaron al ascensor y él solo le dedicó una sonrisa, luego salieron y Nancy se despidió amablemente de ambos, Gold estaba más que seguro que Brooke ya había regado el chisme de que Regina era su hija a toda la empresa, siguieron caminando para luego ambos dirigirse al auto, fueron a un restaurante que había cerca y ordenaron el plato del día, la comida había estado de maravilla y ambos se habían divertido, era extraño como ellos podían charlar como dos grandes amigos, hablaban de cosas triviales o de alguna cosa que les hubiera ocurrido en el trabajo, Gold siempre reía de los chistes de Regina, faltaban unos 15 minutos para que la hora del almuerzo finalizará, y ya que ambos habían terminado de almorzar salieron del restaurante, Regina dejó a Gold en su trabajo (ya que habían ido en el auto de ella) y luego se dirigió a su trabajo, llego puntual y luego de unos minutos su amiga Sarah llegó y le notificó que había una casa que debía mostrar, ella salió de su oficina y condujo hasta la propiedad que le asignaron, realizó su trabajo y aunque no logró venderla, había sido un muy buen día.
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