Capítulo 17: "Épale, vaquero"
☆♛☆ 17. "Épale, vaquero" ☆♛☆
«Me niego.»
—... el doctor Charles insiste en que acepte una reunión telefónica con usted.
«Me niego.»
—... con la remodelación y lo retomarán la semana que viene.
«Me niego.»
—¿Jefe? ¿Desea que me retire?
Despego la vista del lienzo en blanco para dirigirla a mi asistente, quien ha llegado hace menos de una hora.
Tanto Rei como Jack están fuera por trabajo y quise aprovechar en pintar, pero por alguna razón no he podido realizar ni el primer trazo.
—No. —Bajo el pincel y me levanto para dirigirme hacia el ventanal—. Continúa.
—No hay ningún asunto del cual requiera su atención, puede leer mi informe cuando esté desocupado.
Me giro hacia ella.
—En realidad sí hay un asunto que requiere mi atención.
Vuelve a quitarle el protector a su tablet, lista para tomar nota.
—Investigue entre mis contactos si alguno puede facilitarme la compra de una editorial.
—¿Quiere comprar una editorial? —cuestiona mientras teclea.
—No, voy a obsequiar una editorial.
Detiene sus dedos y levanta la mirada hacia mí.
—Con todo respeto... es una estúpida idea.
—Me parece que ya le aclaré que iniciar la oración «Con todo respeto» no elimina la ofensa que dirá después —digo en tono serio.
—Con todo respeto... me vale —imita mi seriedad.
Se levanta y da dos pasos hacia mí.
—Siempre y cuando no lo difame o ataque verbalmente de forma directa tengo la libertad de expresar lo pienso...
Aquí vamos de nuevo.
—Y lo que pienso, con todo respeto, es que si quiere hacer las paces con Amelia no lo conseguirá regalándole una editorial.
—Nunca dije que se lo regalaría a ella.
—¿Planeaba hacerlo? —Eleva sus cejas.
Doy los pasos suficientes para que estar a un metro de distancia de mi asistente, y a pesar de la exagerada diferencia de alturas entre ambos, tal hecho ya no le intimida tanto como antes. En realidad, ya no parece intimidarle en lo absoluto.
—He trabajado para usted por más de cuatro años —prosigue ante mi mudez—, y de todo lo que aprendí de usted es que cuando planea hacer algo irracional e impulsivo es porque involucra a la señorita Thompson.
—¿Qué está insinuando? —Inclino la cabeza para poder mirarla a los ojos.
—Con todo respeto... si le regala una editorial puede olvidarse de amistarse con ella.
—No planeo amistarme con ella porque nosotros no somos amigos. —Me vuelvo y camino hacia la ventana—. Nunca lo fuimos —murmuro.
Me negaba a serlo por tantas razones, razones que ahora no puedo recordar.
—Eso es. —De nuevo me giro para encarar a mi asistente.
Si quiero acercarme a ella la mejor ruta es convirtiéndonos en amigos.
—En vez de elegir qué edificio regalarle, podría terminar el regalo que le dará a Lía.
—Ese ya lo terminé. —Saco el celular del bolsillo y voy a la listad de contactos.
—¿Y qué es lo que intentaba pintar con tanto esfuerzo que ni ha logrado empezarlo?
—Solo un proyecto pendiente. —Pego el teléfono a la oreja mientras le doy un vistazo al lienzo intacto—. Pide comida italiana para tres personas —le ordeno.
Asiente y saca su celular de inmediato.
—Rei, ¿ya comiste?
—Hola, Frank, aún no, aún me falta revisar...
—Ven a tu departamento, te invito el almuerzo.
—No creo que pueda, aún tengo que...
—Pedí comida italiana.
—Voy enseguida. —Cuelga al instante.
—¿Rei vendrá? —Mi asistente se me aparece a pocos centímetros de distancia.
—Sí, ¿pediste la comida?
—Sí... bueno, como ya no me necesita me retiro. —Se apresura en llegar a la puerta de la habitación.
—Quédate a almorzar —le indico.
Frena en el marco de la entrada y exhala hasta encogerse de hombros.
—¿Hace cuánto no hablas con ella? —Entorno los ojos ante su extraño comportamiento.
Porque si algo entendí de la señorita Rojas es que nada le pone nerviosa. Una vez que se lo mencioné se vanaglorió que es uno de los pocos beneficios de vivir en un barrio lleno de ex y futuros presidiarios.
—Depende de qué día sea hoy. —Vuelve a suspirar y se acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja—. Iré a preparar la mesa. —Se va.
☆♛♛♛☆
—Entonces... ¿quieres que te ayude a ser amigo de Amelia?
—Ese es un resumen infantil, pero aceptable.
Rei se me queda mirando, lo que me indica que intenta leerme la mente.
—Te ayudaré si respondes tres preguntas. —Ladea su boca, lo que me advierte lo que ya esperaba, porque ya sabía que no aceptaría así de fácil.
Bebo un gran sorbo de agua para prepararme a responder.
—¿Por qué ahora?
Dejo el vaso y miro mi plato.
—No tengo una respuesta oficial para esa pregunta, así que solo te diré lo que encuentro coherente por el momento.
—Te escucho. —Apoya los brazos sobre la mesa y se inclina hacia mí, poniendo toda su atención a lo que estoy por decirle.
—Por Lía.
Arruga la frente, mostrando que no esperaba tal respuesta.
—Estuve bien sabiendo de ella mediante fotos o videos que me mandabas, pero ahora que estoy aquí y que tuve la oportunidad de conocerla en persona...
—Lo sé, es un encanto. —Sonríe.
—Esa es solo una burda descripción para alguien tan inteligente, hermosa, tierna, empática y divertida como lo es Lía.
Y me quedo corto con los calificativos. Si solo me bastaron estos días para deslumbrarme por su forma de ser, no imagino cómo terminaré luego de convivir con ella por semanas o meses o años.
—Ya no creo me sea posible volver a saber de ella mediante fotos, no me bastará.
—¿Significa que te quedarás? —Eleva las cejas, entre sorprendida y animada.
—La señorita Rojas encontró varios departamentos aptos para mí y hoy iremos a verlos.
Rei desvía su atención hacia mi asistente, y le dedica una suave sonrisa que podría decir es bastante tímida en comparación a sus usuales sonrisas.
En cambio, mi asistente se esfuerza por evitar mirarla a la cara y se limita a apreciar su plato vacío.
—Te queda una pregunta. —Miro a la ex modelo.
—¿Tu asistente también se quedará? —Sonríe ampliamente.
—Rei. —La miro con completa seriedad—. Ustedes ya terminaron y rechazo la opción de que retomen lo que sea que hayan tenido.
—¿Por qué? —Ladea su cabeza, fingiendo inocencia.
—La distraes.
—¿En serio? —Vuelve a sonreír.
—Lo prohíbo —le advierto.
—Parece que olvidaste que esa palabra tiene un efecto contrario en mí. —Se apoya en el respaldar y se cruza de brazos.
—Y parece que tú olvidaste que fue la señorita Rojas quien decidió terminar su interacción virtual.
—¿Y? Eso no significa que no podamos iniciar una interacción física. —Sacude las cejas.
—¿Pueden dejar de hablar de mí como si no estuviera aquí? —Mi asistente se levanta.
Cruzamos miradas solos los dos porque sigue evitando la de Rei.
—Jefe, con todo respeto... si mi católico padre no pudo evitar que me acueste con mujeres, usted menos lo hará.
La ex modelo se cubre la boca para aguantar la risa.
—Y usted... —Mira a cualquier lado menos a quien debería mirar—. Mi jefe tiene razón, lo que sea que hayamos tenido de manera virtual me distraía, y por eso decidí cortar el contacto. Y si no contaba con el tiempo para... hablar con usted mediante mensajes, mucho menos lo tengo para iniciar algo de manera presencial. —Respira hondo—. Así que le pediré que, mientras siga siendo asistente de su amigo, se abstenga de intentar acercarse a mi persona. Con permiso. —Se retira con su plato.
Ahora soy yo quien está aguantando la risa.
Pero en cuanto miro a Rei las ganas de reír se esfuman.
—No —vuelvo a advertirle.
—¿Qué? No dije nada. —Alza las manos fingiendo inocencia.
—Acaba de rechazarte, acéptalo y búscate a alguien más.
—No quiero a alguien más. —Gira la cabeza en dirección a la cocina, hacia donde mi asistente ha desaparecido.
—No me obligues a despedirla, será difícil encontrar a otra persona tan eficiente como ella.
—La despides y no te ayudo. —Me apunta con su índice.
—Ese no era el trato —digo con menos paciencia que antes.
Detesto que no cumplan con su palabra.
—¿Quieres mi ayuda o no? —Se ha puesto seria—. Conserva a tu actual asistente y te ayudaré con Amelia.
—De acuerdo. —Me levanto—. Pero será lo último que aceptaré. —La miro—. Veamos a quién convences primero, a mi actual asistente o a mi antigua asistente.
—¿Para qué elegir? —También se levanta y extiende su brazo hacia mí—. Siempre es un gusto hacer negocios contigo.
—Lo mismo digo. —Estrecho su mano.
☆♛♛♛☆♛♛♛☆
¡Hola!
Deshonor a mí por tardar tanto en actualizar u.u
Han pasado tantas cosas estas semanas que debo acomodar una y otra vez mi planificación en cuanto a actualizar u.u
Solo quería comentarles que seguiré actualizando al conde cueste lo que me cueste, y estoy considerando si dejar la saga MVDH en Wattpad o probar también en otros lados con mejores oportunidades u.u
De todos modos les iré chismeando lo que decido (claro, si es que queda alguien vivo T.T)
Días de actualización: Por verse
♛PREGUNTAS♛
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Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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