Capítulo O8
— ¡Hey! ¡Buenos días! —Entró YuGyeom al departamento como pedro por su casa. Al no ver a nadie por el salón, caminó a las habitaciones.
Entró a la habitación del mayor, donde encontró a los dos jóvenes acostados en la cama profundamente dormidos.
— Ay, que bonitos... —Murmuró. Se acercó a ellos, sonriendo.— ¡A DESPERTAR! —Gritó fuertemente, haciendo que los jóvenes despertaran exaltados.
— Pero, ¿Qué mierda? —Se quejó JeongGuk, frunciendo el ceño. Por la parte de HoSeok, solo murmuró incoherencias.
— Agh, ¿Qué pasa? —Preguntó HoSeok, pasando sus manos por su cara intentando despertarse por completo.
YuGyeom suspiró y se sentó en la silla que estaba junto al escritorio.— Se veían muy lindos durmiendo juntos, pero debo informarles de algo. —Tomó el celular de JeongGuk, entregándoselo. El dueño del celular frunció más el ceño, confundido.— Llama a Jung YoonGi, necesito que el también escuche.
JeongGuk desbloqueó su celular, empezando a llamar a YoonGi. HoSeok mientras tanto se acomodó en su lugar, sentándose y apoyándose en el respaldo de la cama.
— Cuando YoonGi respondió, solo pudo alcanzar a saludar y nada más.— Bueno, ahora que están todos ya puedo hablar. —Aclaró su garganta y prosiguió.— Rompieron una de las reglas que se les dio al volver a la vida, la cual es decir quienes eran. Cuando JeongGuk le dijo a YoonGi quien era, el líder de nosotros se molestó claramente, —YuGyeom se rascó su nuca avergonzado.— Bueno... más conmigo, pero da igual, conseguí calmar la situación. Vengo porque debo avisarles las consecuencias que puede traer esto.
— No entiendo, ¿Quién está hablando? —Preguntó YoonGi, sin entender nada.
— Uh, me presento rápido: Soy Kim YuGyeom, la persona encargada de que este par no cometan acciones que vayan en contra del contrato que firmaron al volver a la vida. —Habló rápido YuGyeom. YoonGi quedó sin palabras, intentando analizar lo dicho.
HoSeok impaciente habló.— Sí, bueno, ¿Qué va a pasar ahora?
— Cierto. Tomando en cuenta el error que se cometió, tendré que entregarles las reglas del contrato nuevamente. Además de eso, involucraron a una persona que no pertenece a los demás que volvieron a la vida, por lo cual tendrá que saber algunas cosas también... —Les entregó un papel que estaba doblado y guardado en su bolsillo de su chaqueta.— el hecho de que se conocían antes no se puede volver a mencionar, a no ser que sea con familiares que los hayan conocido antes de su muertes. Pero eso me lleva a otro punto.
— ¿Cuál? —Preguntó JeongGuk.
— No pueden decirles a sus cercanos que ustedes son HoSook y JeongGaek, a no ser que se den cuenta por si solos. En el caso de que sus familiares se enteren, ahí recién podrán contarles lo que les pasó.
— Tengo una duda, —Habló YoonGi.— ¿Qué pasa si lo dicen directamente? ¿O si yo lo digo?
Eso me lleva a las consecuencias que podría traer esto, como el hecho de que, si vuelven a hacer algo por el estilo, o en si rompen las reglas, se les quitará la oportunidad que se les dio. —HoSeok y JeongGuk lo miraron expectantes.— a lo que me refiero es que si vuelven ha romper una regla, morirán definitivamente. —Dicho esto, a los que estaban escuchando se les secó la boca.— En el caso de YoonGi u otra persona que le diga a los demás quienes eran, se les va a borrar cualquier recuerdo con ustedes, como si nunca se hubieran conocido.
Tanto YoonGi que estaba escuchando a través de la llamada, como los otros, se quedaron en silencio.
(♡)
JeongGuk revisó el ramen que estaba cocinando en una olla, agregando un poco de salsa picante. HoSeok sacó dos pequeños bowls, además de sacar del refrigerador unas latas de cerveza.
Ya era hora de almorzar, por lo tanto, estaban preparando todo para poder comer un poco de ramen picante.
YuGyeom ya se había ido, y YoonGi luego de la llamada quedó sin poder emitir alguna palabra, analizando todo lo que escuchó.
— Así que... —Empezó a hablar HoSeok.— ¿me contratarás en la cafetería?
JeongGuk apagó el fuego, el ramen ya estaba listo. Se volteó mirando a HoSeok, quien lo miraba expectante.— Por supuesto, trabajaremos juntos hasta que YuGyeom consiga tu título de administración de empresas y puedas conseguir otro lugar donde trabajar, aunque sabes que no me molestaría seguir trabajando contigo en la cafetería.
— Gracias, Yoon, te debo una.
Empezaron a comer y beber cerveza de vez en cuando. JeongGuk se veía ansioso, como si estuviera reteniendo mucho algo que decir. HoSeok lo miró, lo conocía, tarde o temprano JeongGuk soltaría la bomba.
— Anda, habla. ¿Qué quieres decir? —dijo burlón, sonriendo.
— Quiero ayudarte a que superes tu miedo a manejar. —Habló rápido. La sonrisa de HoSeok se desvaneció.
— No, no lo haré. —Negó sin pensar. JeongGuk iba a reclamar, pero HoSeok le dedicó una mirada fría que lo hizo callar.
Siguieron comiendo, pero JeongGuk no podía quedarse callado sin antes decir lo que pensaba.— HoSeok, sé que no quieres volver a manejar, pero no quiero que por un idiota irresponsable le tengas miedo a algo que amabas. —El pelirubio removió el poco ramen que quedaba en la fuente, sin atreverse de levantar la mirada.— ya hemos perdido varias cosas, no quiero que también pierdas tu amor por conducir. —Suspiró, por fin había logrado decir lo que tanto guardó.— No te obligaré si no quieres, pero en el caso que quieras intentarlo te ayudaré.
JeongGuk esperaba una respuesta o una mirada por parte de HoSeok, pero no recibió nada. Rendido, se levantó y empezó a tomar los platos usados junto con los utensilios.
Cuando estaba dirigiendo a la cocina, HoSeok habló.— Lo voy a pensar. —Aunque esa respuesta no le afirmaba nada, se sintió satisfecho.
JeongGuk asintió con una leve sonrisa. Incluso si la respuesta final fuera un "no", lo había intentado.
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