Hey, Johnny boy
☆☆☆
Johnny tomaba un poco de cerveza de los típicos vasos rojos que daban en las fiestas, de hecho justo en ese momento estaba en una.
La escuela por fin había terminado, toda su clase se había graduado y estaban en la casa de uno de sus amigos, Dutch, celebrando el inicio de las vacaciones. Estaban casi todos los de su año, personas que jamás había visto en su vida y alguna que otra cara conocida de la escuela.
Estaba bebiendo en una esquina de la cocina, mientras veía a los idiotas de sus amigos tratar de hacer trucos raros mientras bebían diferentes licores, aunque casi todo se derramaba en el piso, Dutch tendría mucho que limpiar en la mañana antes de que sus padres llegaran.
Fue entonces que vio entrar a una de las chicas más lindas de su año, Ali Mills, habían salido una que otra vez, pero jamás llegaron a ser algo más, entonces vio que alguien venía detrás de ella.
Fue por unos segundos que sintió como todo se movía en cámara lenta; vio por el rabillo del ojo como su vaso caía al suelo, derramando lo que quedaba de cerveza, la gente caminando frente a él de forma lenta, la música y las conversaciones de la gente las escuchaba como si estuvieran lejos de él.
Sintió todo eso solo al ver a ese chico que había entrado con Ali.
Era castaño, piel morena, ojos grandes de un café claro, no traía algo que fuera convencional en un chico, un top rojo sin mangas, shorts de mezclilla ajustados y tennis blancos.
¿Había dicho que Ali era la más linda en algún momento? Pues eso cambió en solo unos segundos.
Fue entonces que todo lo percibió a una velocidad normal de nuevo, escuchando todo de manera normal también. Johnny se dio cuenta que seguía con su mano alzada como si aún sostuviera el vaso que se le había caído, bajó su mano.
Se pasó ambas manos por su pantalón, de repente sudorosas.
No podía escuchar la conversación que estaban teniendo Ali y ese chico, pero parecía que se estaban divirtiendo, pues veía como ambos reían casi todo el tiempo.
- ¡Johnny! Ven y ayúdanos a traer más cerveza- le gritó Bobby
Johnny vio a su amigo y solo le asintió, volvió su vista al chico y vio que él también lo miró un segundo y Johnny pudo jurar que le había guiñado un ojo sonriendole.
Volvió con sus amigos con más paquetes de cerveza, vio que Ali ya no estaba, pero el chico seguía ahí, sus amigos salieron de la cocina al ver que estaban jugando uno de esos juegos de beber afuera en el patio, Johnny se quedó ahí sacando las cervezas de los paquetes.
- Hey- dijo alguien al lado de él
Johnny se volteó y vio al chico acercarse.
- ¿Puedo tomar una?- dijo señalando una botella de cerveza
- Claro- susurró, sin saber como un chico podía verse tan bien con ese tipo de ropa- ¿Eres amigo de Ali?- quiso empezar conversación
También sacó una cerveza abriendola con el destapacorchos que había en la mesa, a lo mejor con un poco de alcohol en su sistema dejaba de sentirse tan nervioso.
- Sí, somos amigos desde que éramos niños- dijo bebiendo de su cerveza recargandose en la mesa
- ¿Por qué jamás te he visto antes entonces?
- Voy a una escuela diferente, aparte yo no vivo por aquí- le dijo siempre haciendo contacto visual con Johnny
- ¿Dónde vives?
- En Reseda- dijo viendo de pies a cabeza a ese lindo chico, lo vio al entrar a la cocina con Ali, también notó como se le había caído su vaso mientras tenía su mirada puesta en él, le pareció tierno de cierta manera- soy Daniel- le dijo su nombre viendo esos lindos ojos azules
- Johnny, mucho gusto
Ambos se quedaron viendo mientras bebían de sus cervezas, hasta que oyeron a Ali llamar a Daniel desde la sala.
- Bueno, fue un gusto hablar contigo, nos vemos, Johnny boy- dijo Daniel mientras salía de la cocina
Johnny lo vió alejarse, sintiendo su corazón latir fuertemente mientras veía como el chico se iba con Ali.
- Johnny boy- recordó como le dijo, sintió sus mejillas sonrojarse y sabía que no era por el alcohol, era por ese chico
Tomó de su cerveza, pensando cuanto le había gustado Daniel.
Solo habían pasado tres semanas desde la fiesta de Dutch, cuando Johnny recibió una llamada de su amigo Jimmy de que daría una fiesta en su casa ese fin de semana, pues sus padres saldrían el Viernes y no volvieran hasta el Lunes por la noche, Johnny obviamente aceptó y esperó hasta el Viernes para ir hasta la casa de su amigo en su Firebird.
En la fiesta fue básicamente lo mismo que la anterior, saludó a varias personas que conocía, aunque la mayoría eran extraños, y fue hasta donde estaban sus amigos para pasar el rato.
Fue hasta la cocina a servirse un poco de cerveza en su vaso y decidió ir a la sala donde la gente estaba bailando, se quedó en una esquina, viendo a la gente bailar y escuchando la música.
- Hey, Johnny boy
Johnny se volteó al ver a Daniel al lado suyo.
- Daniel, hola- lo saludó con una sonrisa, viendo al chico quien también lo veía con una sonrisa
- ¿Te pasas todo el tiempo en fiestas?- le preguntó bromeando recargandose en la pared poniéndose al lado de Johnny
El rubio sólo negó con la cabeza divertido viendo lo lindo que se veía Daniel, como en la fiesta anterior, traía un top y shorts con algunas pulseras en ambas de sus manos.
- ¿Quieres bailar?- le preguntó Johnny terminandose su bebida dejando el vaso en el piso
- Claro- le dijo con una sonrisa mientras tomaba la mano de Johnny y lo llevaba hasta donde estaba la gente bailando
Daniel se acercó a Johnny bailando cerca de él, ambos bailaban al ritmo de la música siempre con la mirada en el contrario.
Bailaron durante bastante tiempo, hasta que Johnny se acercó al odio de Daniel preguntándole
- ¿Quieres ir afuera?- Daniel solo asintió y ambos salieron al patio
Había varias perosnas ahí, algunos en esquinas besándose, otros tomando o fumando. Fueron hasta una esquina donde no había tanta gente.
Se la pasaron hablando por un buen rato sobre cosas triviales, algunas cosas que tenían en común, entre otras cosas.
- ¿Por qué vienes a estas fiestas?- le preguntó Johnny
- Ali siempre me pide que venga con ella, aunque no conozca a nadie más
- Bueno, ahora me conoces a mí- le dijo viendo los lindos ojos de Daniel- oye... se que sonará un poco extraño, pero, ¿Quisieras salir conmigo? Ya sabes para poder conocernos mejor, y no solo vernos en fiestas- siempre trataba de verse confiado cuando invitaba a alguna chica a salir, pero con Daniel era algo diferente
- Me encantaría- dijo mordiéndose un segundo su labio- espera aquí
Daniel volvió adentro de la casa y Johnny esperó, sintiendo su corazón latir fuertemente como la primera vez que lo vio. El castaño regresó con una pluma y tomó la mano de Johnny.
- No encontré algún papel, pero cuando quieras que nos veamos, llámame- dijo dándole la pluma y soltando la mano de Johnny donde había escrito su número de teléfono
- Lo haré- dijo Johnny viendo el número de teléfono recordandose a si mismo que lo anotará después para no perderlo
- Debo irme ya, pero fue lindo verte de nuevo- dijo pasándose un mechón de cabello atrás de la oreja, para después acercarse a Johnny y darle un beso en la mejilla- nos vemos, Johnny boy- y se fue
Johnny tocó su mejilla sintiendo como se empezaba a sonrojar viendo por donde se había ido Daniel, sintiendo mariposas en su estómago y el latir de su corazón.
Fue hasta la cocina y buscó algo en donde anotar, al final encontró un pequeño trozo de papel y anotó el número de Daniel, dobló el papel y lo guardó en su pantalón, en ese momento sus amigos lo vieron diciéndole que lo habían estado buscando en todas partes.
- De seguro se fue con alguna chica- dijo Bobby, claramente borracho
- Lo que digas, Bobby- le dijo Johnny para irse con ellos y divertirse por el resto de la noche
Siempre palpando su bolsillo de su pantalón para saber que el papel seguía ahí.
☆☆☆
Daniel leía en su cuarto cuando de repente el teléfono sonó, se llevó su libro y fue hasta la cocina y tomó el auricular.
- Residencia LaRusso- dijo mientras seguía leyendo
- ¿Daniel?
- ¡Johnny boy!- dijo mientras dejaba el libro- ¿Al fin te decidiste a llamar?
Habían pasado unas dos semanas desde que se habían visto en la fiesta de Jimmy, desde entonces Daniel esperaba alguna llamada de Johnny, creía que tal vez había escrito algún dígito mal de su número por los nervios y por eso Johnny aún no le llamaba.
- Sí, no quería molestarte, pensaba que tal vez estuvieses ocupado o algo
En realidad cada vez que Johnny se decidía a llamar a Daniel terminaba por colgar antes de que atendieran pues se ponía nervioso al pensar que no sabría que decir.
Pero después de mucho decidió que quería ver a Daniel y para eso tenía que llamarlo.
- Johnny, son vacaciones, no tengo nada que hacer- dijo recargandose en la pared enredando el cable del teléfono en su dedo
- En ese caso, ¿Quieres ir al arcade este Sábado?
- Seguro, ¿Qué te parece a las cuatro?
- Esta bien por mí- dijo Johnny- pasaré por ti
- Entonces déjame darte mi dirección
Daniel colgó después de darle su dirección a Johnny y despedirse.
- Nos vemos el Sábado
- Hasta entonces, Johnny boy
Suspiró mientras se pasaba sus manos por su rostro, vaya que le gustaba ese chico.
- Ok, Johnny, tranquilízate, es solo una salida al arcade...- decía mientras veía el papel en donde había anotado la dirección que le había dado Daniel y manejaba viendo el nombre de las calles- con el chico que te gusta
Paró el auto enfrente de un edificio con algunas palmeras.
- Es aquí- dijo mientras salía del auto y esperaba afuera de este
No pasó mucho para que viera que Daniel salía de los departamentos. Esta vez traía una playera de color azul cielo, un poco grande para su complexión, por eso la tenía dentro de su pantalón de mezclilla, y traía también tennis blancos.
- Hola- lo saludó Daniel
- Hola- dijo Johnny con una sonrisa embobada por lo lindo que se veía
Daniel lo vio un segundo, Johnny también se había arreglado, traía una chamarra de cuero roja, una playera negra, pantalones de mezclilla oscuros y botas negras.
- Te ves bien- le dijo Daniel
- Tú igual
Ambos se quedaron en silencio unos segundos, hasta que Johnny habló
- Bueno, ¿Listo para irnos?
Daniel solo asintió y Johnny fue hasta la puerta del copiloto para abrirla para el castaño. Daniel entró y Johnny fue hasta el asiento del conductor, ya con sus cinturones puestos, Johnny arrancó el auto y se dirigió al arcade.
Johnny prendió la radio y una canción de Led Zeppelin se empezó a escuchar, Daniel golpeaba su pierna con su mano al ritmo de la música mientras veía por la ventana.
- Lindo auto- dijo de repente
- Gracias, fue un regalo de cumpleaños
- Ja, lo más que me han dado es ropa nueva- bromeó Daniel, ambos rieron un poco
- ¿De dónde conoces a Ali?- preguntó Johnny ya más tranquilo al hablar con Daniel
- Nuestros padres se conocen desde que éramos niños, y desde entonces somos amigos, aunque no la veo mucho pues vamos a diferentes escuelas, ¿Tú hablas con ella?
- No tanto la verdad, salimos un par de veces, pero no fue nada serio
Johnny había llegado al estacionamiento del lugar, aparcó el auto y apagó la radio.
- Aunque me alegra que te haya traído a las fiestas- dijo Johnny guardando las llaves del auto
- A mi igual- le dijo con una sonrisa
Salieron del auto y fueron hasta el arcade.
El lugar estaba un poco a oscuras con luces neón de diferentes colores por todo el techo y estaba más lleno de lo normal por las vacaciones.
Fueron a los diferentes juegos, jugaron y pasaron un buen rato, al final obtuvieron bastantes boletos para comprar un regalo.
- ¿Qué quieres?- le preguntó Johnny
Daniel veía todos los pequeños regalos que había, algunos juguetes, peluches y dulces, entonces vio un lindo peluche de un tigre.
- Quiero ese- dijo señalandolo
Johnny fue hasta la chica del lugar y le pidió el tigre dándole los boletos.
- Aquí tienes
Daniel tomó el tigre y empezaron a caminar.
- Gracias, Johnny boy- le dijo dándole un beso en la mejilla
Johnny abrió los ojos sorprendido pero luego sonrió embobado con un sonrojo en sus mejillas.
- Demonios- dijo Daniel viendo la hora en un reloj en la pared del lugar
- ¿Qué pasa?- preguntó Johnny, aunque aún seguía un poco atontado por el beso
- Tengo que irme, mi mamá debe de estar esperándome para cenar, ¿Podrías llevarme a mi casa?
- Claro, vamos- dijo Johnny, aunque hubiese querido que se quedaran un rato más
Johnny aparcó el auto, le abrió la puerta a Daniel y ambos se quedaron en la entrada de los departamentos.
- Me alegra haber salido contigo- le dijo Johnny
- Sí, fue una linda cita- dijo Daniel acariciando el peluche del tigre
Johnny se sonrojó y se pasó su mano atrás de su cuello.
- Sí, una cita...- susurró
- Bueno, debo irme, pero...
- Daniel, espera- dijo tomando su mano- yo...- Johnny se quedó callado un segundo pero respiró profundo soltando la mano de Daniel- me gustas, mucho, y quisiera salir contigo de nuevo
Daniel se le quedó mirando unos segundos y después se acercó a Johnny y le dio un beso cerca de los labios.
- A mi también me gustas mucho- dijo riendo un poco, mordiéndose el labio por los nervios- y me encantaría salir contigo de nuevo- dijo empezando a caminar hasta la entrada de los departamentos, sin dejar de ver a Johnny- ya tienes mi número, llámame para vernos de nuevo- dijo entrando a los departamentos- adiós, Johnny boy
- Adiós Daniel- dijo viendo al chico subir las escaleras al segundo piso entrando a un departamento
Tocó donde Daniel le había besado, nunca creyó que se pondría tan nervioso al decirle que le gustaba, pero le alegraba que ambos sintieran lo mismo, salió de ahí pensando en que podía planear para su próxima cita.
☆☆☆
Las semanas pasaban y Johnny y Daniel tuvieron más citas, iban a diferentes lugares; a patinar, a jugar mini-golf, al cine, al arcade, a la playa.
Siempre se alegraban de verse y pasar el rato juntos, hablaban de sus vidas, sus amigos, familia y cosas que les gustaban.
A veces se tomaban de la mano, o se plantaban besos en las manos, mejillas, cerca de los labios, pero fue su primer beso algo que ambos jamás olvidarán.
Estaban en un autocinema, viendo una película de ciencia ficción, Johnny veía a Daniel más que a la película, pasó sus manos por su pantalón y con toda la valentía e ignorando los nervios se acercó a Daniel.
Claro que éste, en el mismo segundo en que Johnny se acercó, había volteado, lo que hizo que se pegarán en sus frentes.
Johnny estaba más que avergonzado y Daniel solo reía sobandose su frente.
- Lo siento- dijo Johnny poniendo sus manos en su rostro
- Está bien, Johnny boy
- ¿Te he dicho cuánto me encanta que me digas así?
Ambos se vieron y sin decir más, se acercaron cerrando los ojos, escuchando la explosión de algo en la película en el mismo momento en que se besaban.
Aunque ambos se hubiesen conocido desde hace solo un mes, sentían que se conocían de toda la vida, siempre reían y pasaban un rato agradable cuando estaban juntos.
Cuando se veían sentían cosquillas en sus estómagos y que sus corazones se aceleraban. Después de un rato ambos se dieron cuenta que no querían que lo que tenían fuese algo temporal, querían estar juntos por más de un verano, se habían enamorado.
Estaban en una cita en la playa, en donde ambos estaban tomados de la mano viendo el atardecer con sus pies en el agua, sintiendo la brisa fresca, Daniel se estremeció.
- Toma- dijo Johnny dándole su chamarra roja de Cobra Kai
- Gracias- le dijo volviendo a tomar la mano de Johnny, entrelazando sus dedos- debes enseñarme algún truco de karate algún día- le dijo mientras veía el parche de la cobra en la chamarra
- Creo que serías bastante bueno- le dijo con una sonrisa
Ambos se vieron y Johnny se acercó para darle un beso en los labios, Daniel posó sus manos en el cuello de Johnny y él puso sus manos en la cintura de Daniel.
Se separaron y se quedaron viendo los ojos del contrario, sin importarles nada más.
- Oye- le dijo Johnny- ¿Quieres ir a mi casa y drogarnos?
Daniel sacó una risa, que le pareció tan linda a Johnny.
- Claro, porque no- dijo alzando sus hombros
La música del disco favorito de Johnny sonaba por el tocadiscos que tenía en su buró, mientras que ambos adolescentes estaban en la cama de Johnny fumando un cigarrillo que había hecho el rubio.
Daniel estaba recostado de cabeza al final de la cama de Johnny, con sus pies descalzos en la pared y sus brazos extendidos en la cama, Johnny estaba recostado con su espalda en su cabecera, viendo lo lindo que se veía Daniel con ese top morado y sus shorts de mezclilla, tarareando la canción que se escuchaba, mientras movía sus dedos al ritmo de la música.
Le dio otra calada al cigarrillo y se lo pasó a Daniel, quien le dio una calada y se lo devolvió a Johnny sacando el humo. Johnny lo tomó y lo dejó en un plato en su buró poniendo el otro lado del disco.
Se puso al lado de Daniel, también poniéndose de cabeza juntando sus pies con los de Daniel.
El castaño tomó la mano de Johnny y lo volteó a ver, el rubio hizo lo mismo. No dijeron nada, en ese momento no querían hablar, solo querían estar juntos, las palabras en ese momento no eran para nada necesarias.
Se besaron empezando un vaivén lento, Johnny puso su mano atrás del cuello de Daniel acercandolo a él. Se acomodaron para que quedaran recostados en la cama frente a frente con sus piernas entrelazadas siguiendo con los besos.
Esa fue su primera vez.
Johnny se puso encima de Daniel, dejando de besarlo un segundo para preguntarle
- ¿Está bien? Ya sabes...
- Sí, Johnny- le dijo tomando sus mejillas acercandolo de nuevo a él para besarlo, poniendo sus piernas en la cintura de Johnny para acortar aún más la distancia entre ambos
Fue lento, delicado, ambos siempre diciendo como se sentían, diciendo sus nombres entre jadeos, la música paró en algún punto que ninguno de ellos recuerda, pues estaban más concentrados en hacerse sentir bien; besándose, tocándose, estando juntos de una manera más íntima, desnudos de más de una manera.
Johnny acercó a Daniel, rodeandolo con su brazo mientras que el castaño reposaba en el pecho desnudo de Johnny.
- Daniel- le llamó viendo al techo
- ¿Qué pasa?- dijo alzando su mirada mientras hacía figuras en el pecho de Johnny
- Eres lo más importante que me ha pasado
Daniel dejó su acción y lo miró con atención.
Johnny se incorporó, con su espalda recargada en la cabecera de su cama, Daniel se puso igual, aún al lado de Johnny.
- Yo... creía que tenía todo planeado- empezó a hablar Johnny- graduarme, ir a alguna universidad, tratar de seguir con el karate, hacer alguna carrera, conocer una chica, casarme, tener hijos... pero no quiero eso, por lo menos no la parte de conocer a alguien más, porque...- paró de hablar un segundo viendo a Daniel, quien lo veía con esos grandes ojos que le parecían tan hermosos- desde la primera vez que te vi me gustaste, y cuando te conocí supe que serías alguien especial para mí, eres muy importante para mí y creo que yo... te amo, Daniel
Daniel se le quedó mirando, sintiendo que algunas lágrimas saldrían de sus ojos, pero se contuvo y le dedicó una pequeña sonrisa al rubio.
- Johnny, tú también eres muy importante para mí, creo que eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida- tomó su mano y le dio un beso pequeño en los labios- yo también te amo, Johnny boy
Johnny se acercó a él y le volvió a besar.
- No quiero que esto terminé, quiero seguir estando contigo, que esto no solo sea algo de un verano
- Yo también quiero eso- le dijo Daniel abrazandolo- quiero estar contigo hasta el final, Johnny
- Yo igual, Daniel
☆☆☆
Al parecer sus planes de que su relación funcionará, aunque fueran a la universidad, no fueron algo difícil de cumplir.
Daniel había sido admitido en su primera elección de universidad y Johnny había sido admitido en otra universidad a solo media hora de camino de la de Daniel.
Por lo que ambos decidieron que la mejor opción era mudarse juntos.
Consiguieron rentar un departamento que quedara cerca de ambas universidades, no era el más lujoso, pero con el salario de sus trabajos de medio tiempo era lo único que podían pagar en esos momentos, pero estaban juntos y eso era lo único que les importaba, no necesitaban un gran departamento para estar felices, se tenían el uno al otro después de todo.
Fueron a la universidad durante cuatro años, Daniel había hecho una carrera en empresas, pues tenía la idea de poner su propio negocio de autos, Johnny al final no obtuvo la licenciatura en ninguna carrera, pero si se graduó de la universidad.
De cierta manera estaba triste por no poder lograr acabar una carrera.
- Siento que no hice nada en cuatro años- decía mientras ambos estaban recostados en el sillón de su sala
Daniel lo vio mientras tomaba la mano de Johnny.
- No te sientas así, sabes que no debes ser perfecto en todo lo que hagas, hacer una carrera no es para todos, se que hay algo ahí afuera que te hará feliz
- Tú ya me haces feliz- le dijo ya más tranquilo, dándole un beso en los labios
No pasó mucho para que el negocio de Daniel empezará a crecer, por fin se pudieron mudar a una linda casa en All Valley, Johnny en ese tiempo trabajó en varios lugares, pero nunca se quedaba mucho tiempo, pues no se sentía feliz.
Daniel siempre le decía que no había problema si dejaba de trabajar, que con su negocio podían mantenerse bien, pero Johnny no quería eso, quería poder levantarse en las mañanas y prepararse para ir a un trabajo que le gustará.
- ¿Y por qué en vez de trabajar para alguien no empiezas tu propio negocio?- le dijo Daniel pensando en el problema de su pareja
- ¿De qué hablas?
- Piénsalo, podrías empezar tu negocio de lo que tú quieras y no trabajarías para alguien en un trabajo que no te gusta
Johnny lo pensó un segundo, era una buena idea.
- ¿Pero de qué sería mi negocio?
- Piensa en algo que te guste mucho, que pienses que a la gente le gustará y que te haga feliz- el teléfono de Daniel sonó- tengo que atender, es del trabajo, piénsalo, Johnny boy- le dijo dándole un beso en la mejilla yendo a atender la llamada
El rubio se quedó pensando en lo que le dijo Daniel, pensó en las cosas que le gustaban, y entonces tuvo una idea.
Cobra Kai, su viejo dojo al que iba de adolescente.
Cuando le dijo a Daniel que quería volver a abrirlo, ahora con él como dueño, le pareció una gran idea, Daniel sabía cuanto había significado el karate para Johnny, por lo que no dudó en ayudarlo a conseguir un lugar.
Cuando por fin obtuvieron un buen lugar en un pequeño centro comercial, Johnny y Daniel se dedicaron a comprar las cosas para volver el lugar en el dojo que Johnny recordaba de cuando era adolescente.
- Creo que ya quedó- dijo Daniel mientras quitaba la cinta de la pared, ya con la pintura seca de la frase "Strike first, strike hard, no mercy"
- Aún creo que falta algo
Daniel se volteó y vio a Johnny arrodillado, con una pequeña caja en sus manos, se tapó la boca sin creer lo que estaba pasando.
- Daniel, hemos estado juntos por ya casi seis años, han sido los mejores años de toda mi vida, y quiero compartir el resto de mi vida contigo, entonces, ¿Te casarías conmigo?
- ¡Sí!- dijo emocionado mientras que Johnny se paraba y ambos se abrazaban felices dándose un beso en los labios
Daniel sacó el anillo dorado de la caja y se lo puso en el dedo anular de su mano izquierda.
La boda se celebró al final de ese año, y unos meses después, Johnny abrió oficialmente Cobra Kai.
Aunque los planes de Johnny no hubiesen resultado como los planeó al principio, estaba feliz por como resultaron las cosas. Daniel había sido lo mejor que le hubiera pasado, lo hacía sentirse de 18 años de nuevo, cuando lo vio por primera vez.
Ya habían pasado 30 años desde esa primera fiesta, cada año, mes, semana y día que pasaban juntos eran felices.
- ¡Papá vamos a llegar tarde!- gritó Sam a Johnny
- ¿Por qué papá no nos puede llevar?- preguntó Robby
- Porque tiene una junta importante y no puede llegar tarde- dijo Johnny tomando las llaves de su auto saliendo con sus hijos de la casa
En el trayecto a la escuela escuchaban la radio.
- Robby, ¿Crees que puedas pasar al dojo a ayudarme un poco?
- Claro- dijo con una sonrisa que no pudo evitar
- Seguro que irá, para ver al chico que le gusta- lo molestó su hermana
Sam se refería a un lindo chico ecuatoriano que iba a las clases de karate de Johnny, y que desde que lo vio, Robby había quedado embobado con él.
Robby solo le golpeó el hombro a su hermana mientras ella reía, Johnny los veía desde el espejo retrovisor negando con la cabeza divertido.
Dejo a ambos chicos en la escuela y se despidió de ellos.
Daniel entró al dojo viendo a los niños y niñas calentando, vio a su hijo hablando con uno de los alumnos de Johnny, se veía que Robby le hablaba bastante nervioso y que el chico solo lo veía con diversión.
Fue hasta la oficina de su esposo y tocó la puerta. Oyó un "Pase" y Daniel entró, viendo a Johnny poniéndose una cinta negra en la cabeza.
- Creo que a nuestro Robby le gusta alguien- dijo cerrando la puerta
- Sí, el chico se llama Miguel, es uno de mis mejores estudiantes- dijo acercándose a Daniel dándole un pequeño beso en los labios como saludo
- Deberíamos invitarlo a cenar uno de estos días- dijo mientras veía una foto en el escritorio del rubio, era él y Johnny en su adolescencia, estaban en la playa, recordó que fue de sus primeras citas
- Tal vez, aunque creo que Robby no podrá decirle nada por los nervios
- Lo dice el que se puso nervioso cuando me invitó a salir por primera vez- lo molestó Daniel
Johnny solo rio y se acercó a Daniel dándole un beso en los labios, poniendo sus manos en sus mejillas y Daniel en su cuello. Johnny agradeció que siempre tuviera las persianas de su ventana cerradas.
- Te amo, Daniel- le dijo juntando sus frentes
- Y yo a ti, Johnny boy
☆☆☆
Al principio creía que este One-shot estaba quedando muy monótono)? Por decirlo de alguna manera y no me estaba gustando mucho, pero conforme iba escribiendo le empecé a agarrar cariño y creo que al final quedó bastante bien, más las escenas finales que me gustaron mucho escribir :D
Que por cierto tengo muchas ganas de escribir algo de Robby × Miguel, pero no tengo ideas :") si tienen alguna que crean que le quede bien al shipp díganme para que me inspiré.
¡Espero que les haya gustado!
Sin más que decir
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