Capítulo: 5
𝔏a suave brisa peino nuestros cabellos mientras nos seguíamos mirando, ya había perdido la noción del tiempo, era como si sólo existiesemos nosotros, su sonrisa nunca desapareció, seguía intacta, mirándome directamente a los ojos sin ninguna pizca de miedo o vergüenza, antes de darme cuenta empezó a caminar hacia mí, instintivamente di dos pasos hacia atrás ¿Qué debía de hacer? ¿No me estará confundiendo con Sana?
— ¿Q-Que te s-suced—
No pude terminar mi oración a causa del asombro, sus grandes brazos estaban rodeándome, casi cubriendo por completo mi rostro solo dejando a la vista mis ojos, su cuerpo se sentía tan cálido, mis manos colgaban sin saber qué hacer, todo parecía tan extraño, el vibrar de su pecho me alarmo ¿acaso estaba riéndose?
—No sabes lo feliz que estoy luego de no verte por tanto tiempo—pronuncio cerca de mi oído mientras soltaba una delicada risa, su fresco aliento chocaba contra mi mejilla logrando que se me erizara la piel—, he estado esperando tanto tiempo para volver a verte, he orado a Dios cada noche para que este día por fin llegará.
—Jimin—susurre en un hilo de voz—, creo que deberíamos de tomar un poco más de distancia—dije nerviosa, nunca nadie antes me había demostrado esta clase de afecto, ni siquiera sabía responder a un abrazo, inhale fuertemente y me aleje de él a una distancia más considerable—, que pensarán mis padres si me ven así—mentí, estaba segura que ellos aún ni siquiera estaban aquí. En esos momentos realmente estaba feliz de que nadie nos notará, la multitud estaba ensimismada en la hermosa ornamentación y cada uno vestía sus mejores prendas, así era más fácil perderse de las miradas de chismosos.
—Oh, tienes razón—gracias a Dios creyó mi mentira, poco a poco fue soltandome como si tuviera miedo que corriera y lo evitará—, lo siento—se disculpó ubicándose unos centímetros más lejos de mi.
—Jeongyeon, ¿Dónde estabas? Te estuve buscando...—sus palabras fueron cayendo mientras notaba quien estaba a mi lado—, ¡Jimin!—el nombrado no esperaba un abrazo por parte de ella, el impacto fue tan fuerte que lo hizo retroceder mientras la sostenía de la cintura—, te estuve esperando todo este tiempo...
La mirada de Jimin era de asombro, no sabía cómo reaccionar, en parte me sentía mal por ello, me sentía incómoda ante la situación.
—Señorita Jeongyeon—la voz de una de las empleadas de mi padre me saco de mis pensamientos, voltee hacia ella y la vi cabiz baja temblando de los nervios—, sus padres las están esperando en la mesa— levantó la mirada por unos segundos para luego bajarlos rápidamente, suspire bajo, no presentía nada bueno, espero que Jimin no sea ningún obstáculo en esta velada.
...
—¿Y cuéntanos como están tus padres?—las antorchas y velas ubicadas en cada esquina daban un toque espectacular, brillaban en todo su esplendor logrando un hermoso contraste con los utensilios y las joyas que cargaban cada uno, mientras mis padres entablaban una cálida conversación en el recién llegado yo estaba concentrada en terminar mi plato, sinceramente las manos de Nayeon son mágicas, cocina de maravilla.
Al parecer no era la única que pensaba eso, los aldeanos desfrutaban de la misma manera que yo, era pacífico ver cómo todos compartían y se divertían juntos, por eso, este día es tan especial, no existe clases, ni rangos, todos son tratados de la misma manera y pueden compartir sin miedo.
Mi atención volvió a la conversación que compartían mis padres y los invitados, mientras tragaba el pedazo de filete que acompañaba mi ensalada.
—Están de maravilla, pero un tanto tristes por no poder asistir a la cena, la presentación de los nuevos caballeros es largo y cansador para ellos, pero es un deber necesario, y no puede retrasarse, aunque trataron de terminarlo a tiempo pero les fue imposible y temían decepcionarlos, así que decidieron enviarme solo a mí como representante—su sonrisa era tan sincera y cálida que me llegaba a conmover, pero dudo que la sensación que yo sentía se comparara a la de mi amiga, aunque los asientos ya estuvieran guardados para cada uno, ella no dudo en pedirme el mío, así es, estoy sentada frente a él y ella está a su lado.
—Diles que no se preocupen, siempre hemos estado al tanto de todo y nos alegra que hayas llegado para esta gran ocasión—en un gesto muy maternal mi madre acaricio sus mejillas—, Jihyo no nos perdonaría si algo le pasase a la luz de sus ojos— él solo sonrío con las mejillas teñidas de rosa, aunque lo viera miles de veces dudo mucho que me acostumbré a la textura que su piel mostraba, la fría nieve jaja dejado su piel tan tersa y de un color blanco tan etéreo que era imposible pensar que se tratara de un simple ser humano.
—¿Tienes prometida?—pregunto Sehun mientras cortaba su gran trozo de filete, ni siquiera había levantado la mirada, como de costumbre su voz sonaba plana y desinteresada.
— Aún no pero ansió ya tener una—al terminar aquella oración me observo de reojo—, pero todo a su paso.
Eso ocasionó que me atragantara con mi comida, busque con la mirada por todos lados mi copa, no era fan del vino, pero en esos momentos lo necesitaba, mis mejillas se tornaron calientes, de seguro en esos instantes cargaba con un sonrojo.
—Es lo que siempre le digo a mi padre, siento que pensamos igual—sonrió en grande y posicionó su codo sobre la mesa para luego cargar su mejilla sobre la palma de su mano.
—Bien, bien, cambiemos de tema—Nancy levanto su copa—, hay que brindar por esta hermosa ocasión, y señorito Park aunque tus padres no estén aquí, puedes pensar en nosotros como una familia.
Luego del brindis más conversaciones salieron a flote, como no soy muy habladora solo asentía o negaba a las preguntas que me eran lanzadas. Solo esperaba el momento de lanzar las linternas volantes, mire el cielo y todo se veía despejado, las estrellas se veían magnificas acompañadas con la luna llena que nos brindaba luz en esta noche, no hay nada mejor que la tranquilidad que transmite aquel paisaje, cerré los ojos para poder sentir mejor el fresco aire de la noche, sin haberme dado cuenta los minutos pasaron volando e incluso Jimin había desaparecido, solo se encontraban mis padres junto a mí.
—Jeongyeon, ¿Por qué no vas junto a Sana a preparar sus linternas?, el momento se está acercando.
Respondí con un simple "sí" y me aleje de ellos, tenía suerte de haber preparado el mío desde ayer, incluso le había puesto mis iniciales por si me perdía buscándolo.
Aunque el tiempo pase aún me seguía sintiendo como una niña cada vez que debía prender las linternas, son tan bellas y siempre creí que tenían algo mágico en su brillo.
Solo espero que está noche sea tan mágica como mis padres siempre me han contado.
...
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