15 • 𝑴𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 •

Jungkook era dulce y tierno, muy caliente y sexy, dominante y controlador, y un total amor de persona.

Realmente cada que hacía algo, lo hacía buscando el bien de los que quiere. Desde proteger a su hija y mantener la imagen de su ex esposa hasta  no traicionar a mis padres y no hacerme sentir un objeto.

Entendí, con el correr de los días, que su resistencia a follarme, pasaba por ese lado más que por otra cosa. Creía que me dañaría el usarme a mi para correrse, cuándo él seguía teniendo el corazón ligado a otro lado.

Si lo entendía, realmente costaba horrores no ser empático con alguien que había perdido al amor de su vida sin poder estar con él,  sin embargo, sentía que se olvidaba que estaba hablando conmigo.

El orden de los factores no afecta el producto y yo quiero sexo ¿Y que si no lo enamoraba luego? Necesitamos, ambos, follar y sacarnos toda esta necesidad acumulada en nuestros cuerpos.

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Estaba de pie, frente a él, en ropa interior.

Jungkook estaba sentado con la camisa algo desabotonada y el cinturón desabrochado, mirándome desde la cama con expresión ilegible.

-No haremos nada que no quieras- Dije acercandome a él para tomar su barbilla y hacerlo verme a los ojos. -Si no te sientes bien, solo dimelo-

-¿Sabes que yo te follaré a ti, verdad?- Preguntó con una leve sonrisa mientras me sentaba en sus muslos.

-Sabes a lo que me refiero- Dije con una sonrisa triste mientras comenzaba a desentonar su camisa, pero él me detuvo con sus manos tomando las mías.

-Quiero hablar contigo antes- Dijo con mirada seria que me hizo asentir respirando pesado.

Tenía ojos que no eran solo marrón oscuro, eran completamente negros. No había distinción alguna entre la pupila y el iris, lo que provocaba que cuando tenía los ojos cristalizados, se notase demasiado.

Mordí mi labio inferior apenado y dejé mis manos sobre su vientre cubierto, entrelazando mis dedos y sintiendo sus manos en mis muslos.

-¿Que ocurre?- Pregunté con la voz suave.

-Una vez, cuando eras bebé, me estaba yendo de tu casa...- Dijo sin mirarme. -Corriste para detenerme y te caise de cara al suelo-

Solté una risita entre dientes hasta que noté que a él no lo divertía en lo absoluto, haciendome preocupar y fruncir el entrecejo.

-Te salió sangre de la nariz y tu madre te tomó en brazos y salió corriendo para curarte mientras gritabas- Continuó con su vista en mis manos. -Tu padre me dijo que debía venir más seguido para que no me extrañes al irme, así que dejé de verte de a poco-

-¿Por qué?- Susurré, logrando que alce la mirada.

-No quería que sufras por mi culpa- Admitió haciendome tragar duro. -Y tus padres siempre estarían ahí, impidiendo que pueda fingir ser feliz delante tuyo-

Apreté mis labios en una linea fina y lo abracé con fuerza dejando que sus grandes brazos me rodeen con cuidado.

-No quiero que salgas lastimado de esto porque yo no pueda olvidarlos- Dijo escondiendo su rostro en mi hombro. -Quiero que seas feliz y tengo miedo de tener que irme por no aguantar esto y te lastime en ek proceso-

¿Como carajos iba a responder a eso?

¿Que debía hacer? ¿Que podía hacer?

Estaba en una situación que yo jamás podría vivir, no sé que hacer o decir que realmente lo pueda reconfortar porque evidentemente no puedo simpatizar con sus sentimientos.

Dios, solo quería besarlo y decirle que estaría bien. Así que lo hice.

Lo tomé de las mejillas y junté nuestros labios en un lento beso, suave y profundo, logrando que sus manos pasen a mis caderas y presionen la tela de mis boxers.

Olía a loción y tabaco.

Me separé intentando ser lo más suave posible, no estaba intentando ser caliente o sensual, solo quería que sienta que estaba ahí para él.

-No sé que deciete, Kook- Susurré apoyando mi frente en la suya y pasando mis manos por su camisa. -Puedo jurarte que no me hará daño, pero no me creeras si no quieres-

-Quiero hacerlo, Yoon- Murmuró cereando los ojos. -Pero en serio quiero follarte y no confío en mi propia mente-

-Kook- Llamé pasando mis manos por su cuello hasta su nuca.-He tenido demasiada vida sexual para la edad que tengo- Admití haciendo reir entre dientes. -Fue la única forma que tuve de sentir algo por mucho tiempo-

No quería hacerlo sentir mal, pero era la verdad. Luego de la muerte de mis padres, la tristeza duró unos meses y luego fue reemplazada por vacío.

Perdí la virginidad joven y desde entonces no he parado, es la manera que tuve por años de sentirme vivo, de sentir algo.

Ahora puedo decir que estoy mejor, realmente. Siento felicidad, trsiteza, emoción, nervios, ansias, miedo, amor, y ya no necesito que el sexo sea el motor de mis emociones.
Pero era una verdad innegable que pasé por eso, y dejó secuelas evidentes en mi.

-He follado en estos años más veces de las que tu en toda tu vida- Solté sin dudarlo. -El sexo no significa nada para mi ya- Expliqué tomándolo de pa barbilla. -Si te vas porque ya no puedas con esto, voy a sufrirlo que te pierdo a ti, no porque lo hayamos hecho antes de eso-

Me miró a los ojos con el entrecejo alzado y los labios apretados. Lo besé superficialmente antes de abrazarlo y pegarme a él todo lo que pueda.

-Soy vulnerable contigo porque te quiero, no porque quiera tener sexo contigo- Solté antes de que él me empuje a la cama lentamente.

-Prometeme algo- Dijo desde arriba mío mientras yo pasaba mis manos a su camisa para desabotonarla.

-¿Que cosa?- Pregunté viéndolo a los ojos.

-No te entregues por completo- Pidió hacendome fruncir el ceño. -Quiero que puedas salir de esto si no estás bien, y no que tengas que esperar a que yo decida acabarlo-

-Entiendo- Admití asintiendo. -Te lo prometo-

Sus labios se juntaron con los mios mientras yo me deshice por completo de su camisa. Toqué con gusto los músculos que esta cubrían y disfruté de mi paraíso personal de tener a este hombre sobre mi.

Sus besos no eran rudos o desesperados, eran suaves y cariñosos, casi con miedo de pasarse.

Era increíble que fuese el mismo que me estuvo torturando con un vibrador por horas, y ahora parecía tener miedo de romperme mientras bajaba sus besos por mi cuello.

Solté un jadeo, moviendo mi cadera mientras sus labios pasaban por sobre mi botón rosado y mi miembro se pegaba a su pecho al bajar hasta mi vientre.

Alcé la cadera y dejé que me quite los boxers, abriendo las piernas para dejarlo entre estas mientras lamía mis labios al ver el bulto en sus pantalones.

-Ya estoy preparado- Le recordé haciéndolo asentir. -Solo entra-

Mordió su labio inferior y tragó duro antes de acomodarse nuevamente entre mis piernas, separando mejor mis muslos  para llevar su boca a mi entrada.

Solté un gemido y cubrí mis labios con mi mano, cuando sentí su lengua trabajar mi interior lentamente.

Calor y humedad era lo único que podía sentir a demás del placer que se extendía por mi cuerpo.

Jungkook pasó sus manos por mis piernas y las alzó dejandolas contra mi pecho, para poder adentrar su lengua y comenzar a lamerme en lo más íntimo de mi.

-Dios- Jadeé contrayendo los dedos de mis pies al sentir la saliva cayendo entre mis nalgas. -Kookie, por favor-

Chupó con fuerza y sentí como el calor subía a mis testículos antes de que se ponga de rodillas y me vea desde arriba.

Estaba agitado y sonrojado mientras veía como sus ojos pasaron de estar cristalizados y llorosos a opacos y llenos de lujuria.

-Follame, por favor- Supliqué separando las piernas pero dejandolas alzadas.

Comenzó a bajar la bragueta de su pantalón, pero lo detuve tragando duro y viendo su vientre duro perderse bajo sus boxers.

-Quitate todo- Pedí con mirada suplicante.

Se puso de pie y se deshizo de su ropa por completo, dejandome ver sus duros musculos y su gran miembro palpitante por poder entrar en mi.

Dios, nunca había sentido tanta excitación como en este momento.

Sentí mi interior contraerse mientras él se acomodaba nuevamente tras de mi, acercándose y apoyandose sobre una de sus manos para tomar su miembro con la otra.

-¿Estás seguro de esto?- Preguntó viéndome desde arriba.

-Si tu estás bien, yo también- Admití haciéndolo asentir.

Tenía los muslos pegados a los costados de mi pecho, mis manos bajo estos para mantenerme firme y mi miembro pegado al cuerpo ajeno.

Jungkook presionó su glande húmedo de sudor contra mi entrada y cerré los ojos soltando un suspiro al sentirlo abrirse paso en mi interior lentamente.

Cada centímetro que entraba en mi, era bien recibido, como si estuviera hecho para tenerlo dentro mío. 

Arqueé la espalda y abrí más las piernas para dejarlo apoyarse contra mi pecho, mientras llegaba lentamente a la base.

Ardía, pero se sentía increíblemente satisfactorio estar lleno de él, sentirlo hondo en mi, hasta donde nadie había llegado.

Jadeé dejando que mis piernas se traben con sus brazos para poder llevar mis manos a sus mejillas.

Lo jalé con el cuerpo tembloroso y caliente ñara pider besarlo. Ya no podía disimular mi hambre y mi necesidad. Adentré mi lengua a su boca y chupé sus labios mientras contraía mi interior para incentivarlo a moverse.

Entre besos húmedos y toques calientes, sentí como iniciaba un vaiven lento y suave, haciendo que mis paredes sensibles envíen cargas de placer a todo mi cuerpo.

Podía sentir cada pliegue moverse dentro mío y cada vena acariciando mi interior, mientras su glande golpeaba mi próstata para senguir entrando en mi.

-Joder- Gemí sobre sus labios, pasando mi mano a su omóplato y la otra a su cabello. -Más, por favor-

Mordí su labio inferior cuando sentí el vaivén volverse más rápido y duro. Sus embestidas eran a cada segundo más rudas, como si estuviera soltandose sin dejar de verme a los ojos más que para besarnos.

Dios, no quiero que esto se acabe...

Sus besos bajaron por mi cuello, mordisqueando y lamiendo la extensión mientras yo gemía y veía como mis pies seguían el movimiento del vaivén golpeteando con su cuerpo.

-Kookie- Gemí subiendo mis pies a su espalda dura, apoyando la planta de uno en los tatuajes que la cubrían. -Por favor-

Cuando un golpe dio duro contra mi punto, no pude resistirlo más. Lo empujé a la cama y me acomodé sobre él, conenzando a saltar en su miembro lo más rapido que mi cuerpo lo permitía.

Bajé la mirada cuando sentí las manos ajenas en mi trasero y como sus dedos separaban más mi entrada.

Sus manos estaban por debajo mio, sus brazos bajo mis muslos y su mirada puesta en mi.

Sonreí pasando mis manos hasta sus muslos para poder sentarme mejor, alzando mis piernas y manteniendome firme mientras él comenzaba a embestirme con fuerza desde abajo.

Todo se empañó de lujuria, neceidad y pasión.  Tan sucio y caliente que los gruñidos y gemidos de Jungkook resonaban en mi cabeza más que la cama chirriando bajo nosotros, pese a que estuviera tan lejos de mí.

Tan lejos de sus labios y tan hondo dentro mío.

-¡Así, así!- Gemí cerrando los ojos y abriendo los labios con la espalda bien arqueada y las uñas clavadas en sus muslos. -¡No pares, mierda!-

Sentí sus uñas clavandose en mi trasero, casi en mi entrada, haciendo que la sensación de apertura donde su miembro se empujaba dentro mío.

Abrí los ojos al comenzar a sentir las contracciones en mi vientre y los espasmos en mis piernas, encontrandome con la imágen del techo blanco y perfecto.

Bajé la mirada a Jungkook, viendo sus músculos tensos y sudados, su mandíbula apretada y sus ojos oscuros y opacos en mi, viendo mi miembro subir y bajar a causa de sus empujes.

-Kook- Llamé entre gemidos. -No aguanto-

Subió su vista a mis ojos y aunentó la velocidad, haciendo más notorio el sonido de nuestros cuerpos chocando y la humedad pegandose entre nuestra unión.

Las contracciones se volvieron electricidad y una ola de placer se extendió por todo mi cuerpo, haciendome temblar y gemir con fuerza, llevando mi diestra a mi miembro para acelerar el orgasmo, viniendome en su pecho y manchando su barbilla de mi semen espeso.

No había acabado mi climax cuando sentí su escencia caliente llenarme por completo, haciendome abrir la boca de par en par, gruñiendo y jadeando de satisfacción, sintiendo como mis último espasmos me hacían caer a su lado intentando respirar bien.

-¿Estás bien?- Pregunté aún agitado y sintiendo mis mejillas rojas.

Estaba igual o más agitado que yo, sudado y notablemente cansado mientras llevaba su mano a su frente para limpiar su transpiración con el dorso de su mano, asintiendo lentamente.

-¿Tu?- Preguntó viéndome de reojo.

Sonreí y llevé mi pulgar a la prqueña mancha de semen que dejé en su barbilla, limpiandola para llevarla a mi boca con una mirada pícara.

-Mejor que nunca-

⊰᯽⊱┈ ── 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐  ── ┈⊰᯽⊱

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