27. TORRE DE ASTRONOMIA 

𝐂𝐀𝐑𝐈𝐍𝐀 PUSO LOS OJOS EN blanco con ira, estaba enojada porque su primo logró convencerla de ir a una estúpida fiesta en la salas común de Gryffindor.

Aunque pasaba la mayor parte de su tiempo con ellos, y la casa de los leones estaba un poco más acostumbrada a ella allí, no significaba que quisiera que la confundieran con un grifo, tenía ganas de vomitar de sólo pensarlo.

Pero al fin y al cabo Carina ya había dicho que lo haría, y puede que no sea muchas cosas pero es una persona que cumple su palabra.

Estaba en la puerta de la casa de sus amigos, esperando que alguien le abriera la puerta.

—¡Carina!—gritó Sirius, ligeramente borracho, abrazándola mientras la arrastraba hacia el lugar.

—Hey—dijo la chica, un poco incómoda por la proximidad y oliendo la bebida de Sirius mientras hablaba.

James se rió y la saludó besándola en la mejilla, cerca de su boca, y dándole una sonrisa típica de Potter.

Los dos se habían estado besando en el pasillo desde hacía unos días, y fue mucho más fácil hacerlo una vez que todos lo supieron. Los dos se gustaban pero sería un poco complicado hasta que lo admitieran.

Carina le dio a Mary un fuerte abrazo, ella era su favorita allí y fue un poco sorprendente para ambas cómo encajaban tan bien.

Pero en cuanto vio a Pandora, detuvo todo y corrió hacia ella, abrazándola, haciendo que los demás fruncieran el ceño.

—Lo sabía que ella era amiga de Lovegood—dijo Lily y el resto estuvo de acuerdo.

—Lo sabia—dijo James convencido.

—¡Oh no!—exclamó Sirius—¡No me digas que estaba tomando cuando te enteraste!—hizo una señal de que iba a vomitar.

—Tranquilo, canuto—le dio una sonrisa pícara, sin tranquilizarlo—Voy a buscar un trago—dijo al ver que Black iba a buscar uno también

Carina estaba sirviendo ponche en su vaso cuando un chico se acercó a ella gritando.

—¡Hola!—gritó sonriendo mostrando sus hoyuelos.

—¡Hola!—le gritó Carina, algo confundida.

—Sabes, siempre te encontré atractiva—explicó el chico y ella permaneció en silencio—¡Pero desde que estás más aquí, he tenido el coraje de hablar contigo!—sonrió mostrando los dientes—¿Aceptarías ir a hacer hogsmade conmigo?

—Hm...—la chica sonrió avergonzada, sin saber qué decir pero sintió un tirón en su cintura.

—Tiene novio—afirmó James con firmeza, intentando intimidarlo.

—Ah-ah—tartamudea el chico—N-No lo sabía—movió sus manos nerviosamente—Lo-lo siento—salió de allí rápidamente.

—¡James!—fingiste estar enojada con él—Me costaste una cita que podría haber sido muy divertida—lela sonrió.

—Bueno, puedes tener una cita conmigo—dijo con las manos aún en su cintura—¿Qué te parece? ¿Mañana? Te recogeré en la sala común a las cinco—sonrió coquetamente.

—Ya sabes...—desvió el tema—Novio, ¿eh?—wlla lo miró divertida.

—Sí—dijo, intentando no parecer nervioso.

—No recuerdo una solicitud de cita—se rió débilmente.

James le quitó las manos de encima con mal humor y la miró algo indignado.

—¿Entonces? ¿Mañana?—volvió al tema mientras se cruzaba de brazos.

—Por supuesto—el sonrió abiertamente, acercándose a su rostro—Hasta luego—se acercó a un centímetro de su boca y se fue, yendo a buscar a su amiga, dejando atrás a Potter, atónito.

El resto de la fiesta no fue nada divertida para Black, ya que no tenía ganas de beber mucho, terminó sin emborracharse, pero sus amigos definitivamente sí, excepto James, claro, era su trabajo como jefa del grupo para mantenerse sobria.

Y Sirius con encima de ella todo el tiempo no era divertido y ella no lo disfrutaba.

—¡Bueno! ¡Ya es suficiente!—empujó a Sirius apenas cayó por vigésima vez sobre su hombro—¡Es hora de que me vaya!—ella sonrió irritada y se fue, escuchando los pasos de Potter corriendo hacia ella.

—¡Espera un minuto!—gritó—Ahora si, adiós—le dio un beso, haciendo que la chica se sorprendiera y se sonrojara.

Black regresó rápidamente a su dormitorio, temiendo ser atrapada después del toque de queda.

Al día siguiente, se encontró parada en la puerta de su sala común esperando al animago. Y estaba arreglando su vestido cuando lo vio caminando hacia ella.

—Hola—dijo sonriendo un poco sonrojada al notar que él la miraba de arriba abajo con una pequeña sonrisa.

—Hola—dijo devolviéndole la sonrisa y ofreciéndole la mano.

—¿A dónde vamos, Potter?—preguntó mirándola a los ojos.

—Pronto lo descubrirás—dijo misteriosamente, haciéndola reír débilmente.

En el camino, los dos no dejaron de hablar ni un minuto, era como si nunca faltaran los temas, y a ambos les encantó.

—Por aquí, madame—dijo el bromista, inclinándose para poder pasar delante de él.

—¿La torre de astronomía?—dijo emocionada al darse cuenta que lo trajo a ver las estrellas.

—Te conozco bien, Black—sonrió, tratando de mostrar su encanto pasándose las manos por su revuelto cabello.

El chico señaló al suelo y ella sonrió levemente al ver el picnic que había montado, cerca del telescopio, donde podían ver las estrellas.

—Impresionante—ella lo miró sonriendo con los ojos, para luego sentarse a comer una fresa que había visto allí.

Pronto vio que él se estaba riendo y lo miró con el ceño fruncido.

—¿Tanto amas las fresas?—el se rió sin dejar de mirarla.

—Me encantan—habló con la boca llena, colocando su mano para tapar su boca—¡Mira!—señaló al cielo y corrió hacia el telescopio—¡Una estrella fugaz!—la miró y sintió las manos del chico en su cintura indicándole que se volviera hacia él—¿Hm?

—Carina—la miró a los ojos—Tengo una pregunta que hacerte—sonrió nerviosamente.

—¿Cual?—volvió a mirarlo.

—Me gustas—suspiró—Mucho.

—Esa no es una pregunta—bomeó pero se detuvo al ver su mirada seria.

—¿Quieres salir conmigo?—el la miró casi temblando de nerviosismo.

— Lo pensaré—dijo seriamente y vio como su rostro se rompía en una sonrisa triste—¡Estoy bromeando, Potter!—el sonrió—¡Por supuesto que acepto!—lo besó en un largo beso haciéndolo sonreír en medio del beso.

—¡No hagas más eso!—dijo conteniendo una risa cuando se separaron.

—Está bien—ella sonrió y esta vez el chico la besó, con ella apoyada en la tela del picnic y él encima de ella.

Y en ese momento, a los dos les gustaría que eso durara para siempre, solo ellos dos y las estrellas.