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Dos chicos entraron a la habitación del príncipe, notando como el mencionado tenía su vista en el ventanal que daba directo a la isla, metido en sus pensamientos, pero saliendo de estos en cuanto los miro entrar.
—. ¿Mi padre los envió?—preguntó Ben, al mirar las siluetas de Hugo y Helena caminar en su habitación.
—. Tu papá se escuchaba sorprendido y un poco asustado, creo que hasta se iba a convertir en bestia—respondió Helena, sentándose en uno de los sillones.
—. Pero tu mamá lo tranquilizó—dijo Hugo, recostandose en la cama del chico—. ¿No era broma lo de tu primera proclamación?
—. Yo nunca bromeó Hugo, y esos chicos si vendrán a Auradon—respondió Ben—. Y ustedes me ayudaran a que se sientan integrados.
—¿Nosotros?—preguntó Helena, alzando su mirada de su cuaderno de dibujo—. Me lo veía venir.
Ben sonrió—. Tu eres la indicada para hacer que ellos se sientan cómodos Helena, confío en ti.
—. Me deberás nuevos materiales de arte Ben—dijo Helena, devolviéndole la sonrisa al chico.
—. Ya que estamos, yo también necesitaré nuevos ingredientes y un nuevo batidor— comentó Hugo, levantando la mano.
—. Material de arte, ingredientes y batidora nueva, anotado— Ben anoto eso en su pequeña libreta—. Les prometo que todo saldrá bien.
— ¿Estará Audrey en la llegada de los nuevos?—preguntó Hugo, intentando no hacer una cara de disgustó que hizo reír a la chica.
—. Es mi novia, debe estar ahí—respondió Ben, mirando hacia su ventanal, directo a la Isla de los perdidos.
—. Cordelia debe saber de esto— comentó Helena, caminando hacia el escritorio de Ben y sacando todo lo necesario para escribirle una carta a la Hija de Ariel.
Ambas chicas eran amigas y a pesar, de tener sus diferencias lograron entablar una amistad. Mientras que con Hugo y Ben, eran los mejores amigos de la chica, exactamente creciendo junto con ellos dos.
— ¿No sabes cuando va a regresar?—preguntó Ben, mirando a Hugo.
El moreno solo se encogió sus hombros—. Posiblemente regrese después del viaje de sus padres, ella y Melody están al cuidado del Reino.
Ben asintió—. Esperemos que no sea mucho tiempo.
—. Listo—musitó la rubia, terminando la carta y guardándola en un sobre con el sello del Reino.
—. Bien, es hora de darle la bienvenida a los chicos—habló por último Ben, agarrando su saco del perchero de su habitación y esperando a los otros dos.
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Helena se encontraba del lado derecho de Ben, junto con Hugo, los cuales miraban como la limusina llegaba y se estacionaba enfrente de ellos.
La música paró en cuanto miraron a dos chicos bajar peleando por lo que parecía ser un dulce, seguidos de dos chicas, la más alta mirando todo con admiración, mientras que la más baja tenía una mueca de disgusto en su rostro.
—¡Bienvenidos a Auradon!—habló la Hada Madrina, minutos después de que los dos chicos dejaran de pelear—. Soy el Hada Madrina, la directora de esta escuela.
— ¿La que hace bidibi badibi bu?—preguntó la chica de cabello morado, mirando a la mujer con curiosidad.
—Esa misma, es un gusto tenerlos aquí queridos—musitó por último dando un paso atrás y dándole la palabra a Ben.
El chico se acercó a los cuatro, examinándolos con la mirada—. Es un gusto conocerlos, Yo soy Ben-..
—. Principe, Benjamin—interrumpió una chica de cabello castaño, tomando a Ben del brazo con una sonrisa— Nuestro próximo Rey.
—¡Soy Evie! Hija.. de la Reina Malvada, eso me convertiría en una Princesa—hablo la peli-azul, sonriendo risueña y mirando a Ben.
La chica de cabello castaño rodó los ojos—. La Reina Malvada no tiene ningún título aquí, asi como tu.—dijo con burla.
—. Ella es Audrey—presentó Ben, intentando cambiar el incómodo momento.
—. Princesa Audrey—corrigió la chica—. Su novia y próxima Reina ¿Cierto Bennyboo?
Hugo tapó su boca intentando aguantarse la risa, mientras que Helena solo negó su cabeza con una sonrisa.
—¡Ella es Helena! Hija de Rapunzel y Eugene—hablo Ben, soltándose del agarre de Audrey y caminando hacia Helena para acercarla a los chicos.
—Es un gusto conocerlos y bienvenidos —habló Helena, alzando su mano y saludandolos.
—. Y él es Hugo, hijo de Tiana y Naveen.—dijo por último Ben, jalando al moreno.
—. A sus órdenes chicos—habló Hugo, sonriendoles en saludo.
—. Evie—se señaló la peli-azul—. Mal, Jay y Carlos—dijo señalando a los otros tres.
Jay solo sonrió, Carlos saludó con un movimiento de manos y Mal sonrió forzosa.
—¡Hey! ¿Tu madre es Maléfica cierto? —hablo Audrey, intentando obtener la atención de los demás.—¿Sabes? No te culpo por el hecho de que tu madre intentó matar a los míos, cierto... ¡Soy la hija de la Bella durmiente y el Príncipe Philip!
—. Si, me acabo de dar cuenta—musito con incomodidad Mal, fulminando a la castaña.
Hugo tosió en incomodidad, codeando a la rubia para que cambiara de tema y así poder irse rápido.
—Bien, creo que es hora de un paseo—habló Helena avanzando hacia el castillo e invitando a los demás a avanzar.
Los demás la siguieron, escuchando hablar a Ben y a Hugo sobre la preparatoria, él gritó de Carlos después de haber aplaudido cerca de la estatua de Bestia, hizo que pararan la caminata.
—¡Hey! Tranquilo, el Rey pidió que la estatua cambiará cada vez que alguien aplaudiera— explicó Hugo, ocultando una sonrisa—. Listo—dijo después de haber aplaudido y que la estatua vuelva a su forma humana.
— ¿Tu padre se sigue convirtiendo en Bestia?—preguntó Carlos con temor.
—. Tiene prohibido subir al sillón—respondió Ben con una sonrisa.
Siguieron avanzando hasta entrar al castillo, notando como el vestíbulo era demasiado grande y adornado de colores amarillos y azules.
— ¿Tiene mucha magia aquí?—Preguntó Mal—. Ya saben, varitas y eso.
—. Si existe, pero ya no lo usamos actualmente—respondió Ben—. Somos simples mortales sin sangre.
—. Solo son pocos los que tienen magia en su sangre, como el hijo de Peter Pan o el hijo de Princesas con mágica— hablo Audrey mirando de reojo a la rubia.
Helena ignoro esto, fijandose en la vestimenta de cada uno, sonriendo al notar como este era parte de su personalidad.
—¿ El hijo de Peter Pan asiste a esta preparatoria?—preguntó Jay—. Pensé que estaría en.. Nunca Jamás como su padre.
—. El asiste por temporadas, puede que en una de estas lo conozcan—dijo por último Ben, llamando a otro chico, el cual portaba el uniforme de Banda.
—. El es Samuel, hijo de Kristoff —el mencionado alzó su mano saludandolos—. Él les ayudará con lo que necesiten, ya sea algo de sus clases o otra cosa, los veré luego, si necesitan algo pueden llamarme o llamar a Helena, quien también estará a sus ordenes.
Ben terminó por despedirse de los cuatro chicos, alejándose por uno de los pasillos, siendo seguido por Audrey.
—. ¡Por Fin se fue! —exclamó con alegría Hugo, haciendo reír a los cuatro chicos.
—. Hola chico, soy Samuel —hablo el de lentes—. Un gusto conocer nuevas caras, ya me aburrida de las mismas—bromeó ante los chicos.
—. Soy Evie, hija de la Reina Malvada—dijo la chica, acercándose al chico, Samuel asintio.
El rubio examino con la mirada a los otros tres, moviendo su cabeza y reaccionando—. Respecto a sus clases... Les puse algunos requisitos— menciono mientras les entregaba a cada uno un horario—. Historia de leñadores y piratas, Artes, geografía de los países.. Y bueno, Bondad correctiva.
—. Adivinare— hablo Mal fingiendo pensar—. ¿Es una nueva clase?
—. Ordenes de la Hada Madrina—añadió por último Samuel, dandoles el horario a cada uno.
Se formo un silencio incómodo entre los chicos de la isla y los de Auradon, siendo Helena quien rompa este silencio.
—¡Sus habitaciones esperan! ¡Yo las llevare a ustedes dos!—hablo señalando a Evie y Mal—. Y a sus otros dos amigos, los acompañaran Hugo y Samuel.
—. Ya que—dijo Hugo caminando hacia una de las escaleras—. ¿Qué esperan?—preguntó mirando a Carlos y Jay, los cuales corrieron para alcanzarlo.
—. Les recomiendo llegar temprano a las clases—comentó el chico, avanzando con Hugo.
—. No es nada—dijo Helena, volteando hacia las chicas—. Siganme, les enseñaré sus habitaciones.
Las tres subieron por las escaleras más cercas a ellas, caminando por un largo pasillo con varias puertas, algunas con diversos carteles con los nombres de quienes las habitaban.
—. Así que... ¿Tu madre es Rapunzel?—preguntó Evie—. ¿Cómo es que tienes el cabello rubio?
Helena sonrió sabiendo que una pregunta así le esperaría—. Mamá dice que debió ser una suerte que yo saliera con el cabello rubio, pero mi padre dice que es un regalo del Sol.
— ¿Y curas con tu cabello?—preguntó Mal, pasando su mano por el cabello de la chica, Helena solo sonrió con timidez al acercamiento repentino de la chica.
—. Por suerte, no salí con los poderes curativos de mi madre—respondió Helena, llegando a una de las puertas y abriendola—. Esta será su habitación en adelante.
Las tres entraron a la habitación, Helena solo miro con curiosidad las caras de desagrado de Mal e Evie.
—¿Algo que quieran cambiar?—preguntó la rubia.
—. Las sábanas, el color ¿No tienen cortinas que oscurezca más la habitación?—preguntó Mal, caminando hacia las ventanas y cerrándolas.
—. Un tocador más grande, este no será suficiente para mi—siguió Evie, encogiéndose de hombros en cuanto sintió la mirada fulminante de Mal.
Helena asintió—. Bien, yo me encargaré de que cambien todo eso ¿Morado y Azul?—preguntó mirando el asentimiento de cabeza de ambas—. Bien, las dejo, siéntanse en casa... creo.
—. Adiós—dijeron las dos chicas mirando como la rubia salía y cerraba la puerta de la habitación.
[...]
— ¿Cómo te fue?—preguntó Hugo al mirar entrar a la rubia a su cocina personal.
—. Mejor de lo que esperaba, solo pidieron que se cambiaran algunas cosas—respondió Helena, agarrando uno de los cupcakes que Hugo terminaba de decorar—. ¿Y a ustedes?
—. Peor no pudo haber sido—respondió con una risa—. Son más amigables de lo que pensaba, solo que apenas se abren ante los demás... Ya sabes, nuevo lugar y nuevas personas.
—. Eso es obvio pero pareciese que se acostumbraran a ese lugar más rapido de lo que piensan—comentó Samuel, mordiendo un cupcake que se robo—. O capaz es mi imaginación.
Helena asintió ante las palabras del chico, sabiendo a lo que se refería—. Esperemos que todo siga en calma.
—. Calma es lo que no habrá de ahora en adelante, solo que los problemas no sean tan grandes esta vez—Hugo terminó de decorar los cupcakes y limpiándose la mano con un trapo—. Es una suerte que los hijos de los villanos de nuestros padres no hayan sido los elegidos.
—. La hija del villano de tu madre, recuerda que la Madre Gothel murió… o bueno, eso me cuenta papá—respondió Helena señalando al chico con su cupcake.
—. Eso, como decía, si las cosas avanzan con esos cuatro, Ben en cuanto sea Rey, querrá traer a más hijos de villanos—Hugo solo miro de reojo a la isla, que desde su cocina se daba una vista de esta.
—. La pregunta sería a que otros hijos de villanos podrian venir a Auradon— dijo por último Helena.
★;; no se asusten, estoy subiendo los capítulos editados, nos vemos ;).
—
Barbs.
Muak, besos.
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