𝟢𝟣 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ 𝗆𝖾𝗅𝗈𝖽𝗒'𝗌 𝗅𝖺𝗇𝖾

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Era viernes en horario escolar, Samantha se había saltado las dos primeras clases por problemas, logrando llegar a la tercera que compartía con Needy. Ellas salieron hablando, se conocían desde niñas siendo mejores amigas junto a Jennifer Check. 

Ni una sola persona entendía porque ambas eran tan cercanas a la chica más popular de aquel pueblo o del mundo. Needy era considerada la pelotilla de la pelinegra y Samantha como un caso perdido. Para ellas la amistad de la infancia era más poderosa que todos esos rumores y que las diferencias personales. En ese momento no podrían separarlas ni con los colgantes que solían usar las mejores amigas, era un vínculo eterno.

Mientras charlaban apareció finalmente el nombre más nombrado por aquellos pasillos. Jennifer Check, apoyándose contra las taquillas de forma juguetona.

- ¿Que tal, idiotas? -

- Hola, vagisil. - Las dos contestaron a la vez en tono burlón.

- Está noche salimos, hay un concierto en el Melody Lane y no os podéis negar. -

Samantha soltó un suspiro, ella odiaba ese sitio, solo había borrachos y personas con las que no te gustaría encontrarte. Una parte de ella necesitaba ir con ellas, como si de un instinto se tratase.

- Vale, estaré allí. - La pelinegra se trago una sonrisa mirándola de arriba a abajo.

- Le prometí a Chip salir con él. -

- Eres una aburrida. - Jennifer le miro de forma suplicante, convenciendola.

- ¿A que hora és? -

- Os recojo a las ocho y media. -

Ambas asintieron pero está puso morritos pensativa como si hubiese algo malo con ellas.

- Poneos algo bonito. - Sonrió alejándose de ambas como un rayito de luz.

Samantha se quedó algo pensativa viendo como Chip se acercaba, besando a Needy. Sam a veces quería algo como lo que tenían ellos, una relación dulce pero apasionada. Su mente vagaba a Colin Gray, posiblemente el único chico por el que había tenido sentimientos fuertes.

Colin la trataba como si fuese una princesa y lo único malo era que no eran nada. Si supiese las veces que ella había soñado sobre él, posiblemente la odiaria. Ella dudaba incluso de que fuesen amigos como tal, cada uno tenía su grupo de amigos diferente al del otro y solo a veces se veían a solas.

Había una amiga de Colin que parecía odiarla, siempre que se quedaba muy sola con éste esa tal Chloe se llevaba al pelinegro agarrado. Podía entender el porque, en Devil's Kettle cada uno tiene su grupo social, era una mierda pero era una realidad aunque ella pudiese camuflarse un poco al no tener un estilo  fijo.

Cómo si lo hubiese invocado, Colin apareció a su lado haciéndola sonreír como una imbécil. Needy y Chip se alejaron un poco entre ellos viendo al pelinegro.

- Hola... -

- Hola, Colin, ¿Vienes a secuestrar a Sam? - Needy continuó divertida sabiendo los sentimientos de su amiga hacia él.

- Si ella me lo permite... -

- Vamos, Cole. -

Sam se armó de valor, tenían algo de tiempo libre hasta que sonase el timbre, ni siquiera sabía el efecto que causaba en Colin cuándo lo llamaba de esa forma. La espalda de Colin sentía un escalofrío que se le subía a las mejillas, su mente se disparataba y sus rodillas se doblegaban.

Llegaron a un árbol localizado en el patio del instituto, antes de que ella pudiese sentarse Colin estaba poniendo su chaqueta sobre el césped, para que ella pudiese sentarse.

- No hacia falta pero gracias, Cole. - Sam beso su mejilla convirtiendo estás en ardor rojizo.

Nerviosamente el tomo la prenda, tomando su mano para ayudarla a sentarse. Posiblemente fuese el chico más caballeroso en ese lugar a pesar de todos los ataques que recibía.

- ¿Estás cómoda? - Él la miro con los ojos muy abiertos con un tono de preocupación.

La chica término asintiendo con una sonrisita. Ninguno se había dado cuenta de lo cerca que estaban con sus hombros totalmente pegados.

- ¿Hoy vas a hacer algo? - Sam dijo curiosa queriendo sacar tema de conversación, no quería irse de su lado tampoco ni aunque estuviesen en silencio.

- No, ¿Y tu? -

- Iré al Melody Lane está noche con las chicas a una especie de concierto. -

- Melody Lane... Ten cuidado. - Éste se repitió algo más para sí mismo en un tono inaudible.

- Podrías venir antes de que vengan a por mi, pasar tiempo juntos... No lo sé. -

Su mente estaba deseosa de ser tragada y su rostro no parecía ocultarlo en absoluto. Colin sé quedó pensativo jugueteando con el piercing de su labio, se había bloqueado un poco.

- Claro. - Soltó de la nada jugueteando un poco con las manos.

Ellos se miraron un poco, sin tardar en quedarse en silenció por la timidez. Colin movió un poco su mano junto a la suya, Sam distraída acarició un poco los anillos de Colin.

Los corazones de ambos latian a gran velocidad, sin notar la mirada molesta perteneciente a Chloe. Según está Sam solo quería a Colin por llamar la atención, todos en el pueblo sabían que su madre la había abandonado por otro hombre y para Chloe, Sam era como un imán a Colin por esa razón.

- Cole, tenemos clase. - Chloe repitió con velocidad, en los labios de ella no se sentía igual el apodo y Colin lo sabía.

- Ve, cielo. - A ella se le escapó un poco para ver su reacción, al instante se puso roja sin creer que hubiese dicho eso.

Colin reaccionó de la misma manera, casi colapsando por ella mientras que Chloe se lo tomó horrible tirando de éste.

Samantha solía ser cariñosa de esa forma con sus amigas, llamarlas de esa manera pero nunca había sido así con nadie más. Sus tobillos se torcian al intentar levantarse, si no fuese por las circunstancias y su rubor ella hubiese sido más dulce con él. Tal vez si no fuese por esa chica, lograría hablar más con Colin. Todo en su cabeza eran situaciones diferentes, sin saber si algún día tendría una oportunidad con él.

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La noche era perfecta, tan hermosa como él alma misma. Había avisado de que tardaría un poco por tener a Colin allí. Cuándo él llego ella sonrió dejándolo pasar.

- Hola otra vez, Cole. -

- Estas muy... Yo, hola. - Éste tragó en seco costándole ser abierto con ella sobre lo que quería decir.

- Ojalá pudieses venir con nosotras está noche, pero es noche de chicas creo. - Sam sonrió un poco, ella amaba a sus amigas a pesar de desear escuchar esa música y poder tener una oportunidad de tomar su mano aunque fuese por unos segundos.

- Está bien, hay más veces, cielo. - Colin dijo algo burlón pero jugando angustiadamente con su rosario.

Samantha se quedó sorprendida por eso, asintiendo divertida.

- Bien... Por lo menos te pareció gracioso. -

Ella le dejó entrar con su cerebro totalmente bloqueado, ambos subieron a su habitación. El padre de Sam trabajaba hasta tarde así que estaba vacío.

- En verdad fue lindo. - Colin aclaró derrepente sobre como ella le había llamado.

Ellos se miraron un poco en silenció hasta que ella se movió para poder cambiarse en el baño.

- ¿Enserio lo crees? - Un gritó pequeño sonó desde el baño.

Colin respondió con un sonidito. Cuándo ella salió del baño, él se quedó anonadado, ella iba vestida diferente. Sam llevaba ropa como la que les indicaba siempre Jennifer a ella y a Needy. Se describía en vaqueros de cintura baja, un escote bonito pero que no opacase al de Jennifer y poco maquillaje.

- ¿Me veo mal? - Ella se giro torpemente.

- No... Digo, te ves hermosa como la luna. -  Colin no se callo por primera vez sonriendo.

Sam no entendía como podía decir algo tan hermoso, ella llevaba posiblemente lo más simple que existía y lograba verla como si de una joya se tratase.

- Así creo que te ves todos los días. - Ella susurro casi inaudible, pero logró oírlo.

Está se movió rebuscando sus cosas, Colin observo la habitación con atención. Cada pequeño detalle guardado en sus ojos, desde su cámara de fotos hasta los posters de películas en su pared.

Samantha se acercó a él sentándose en la cama, ellos hablaron de cosas triviales como hacían normalmente. En ese pueblo se sabía todo lo personal así que técnicamente es como si ya supiesen lo personal.

- Colin... Te gustaría algún día...- Sus palabras temblaron lista para algo más.

Ellos fueron interrumpidos por el grito de Jennifer desde fuera, siempre interrumpiendo en los momentos más inoportunos.

- Lo siento. - Ella susurro, él le dio una sonrisa dulce.

Ambos bajaron juntos, Jennifer al verlos se mordió su cortante lengua divertida teniendo ya algo que decir en mente.

- Huele a comida tailandesa, ¿Habéis estado follando? -

Colin se quedó paralalizado riendo nerviosamente. Sam agachó la mirada incómoda.

- No... ¿Que? - Colin fue lo único que dijo avergonzado, imaginandose esa situación.

- Jen. - Ella le dió una mirada de advertencia.

Ella solo se río tomando la mano de Sam para abrazarla después por la cintura dirigiendola hacía su coche.

- Lo siento Cole, adiós, ten cuidado al llegar a casa. -

- Tú también, adiós. - Él le dió un movimiento de cabeza de despedida con una sonrisa subiéndose a su coche.

- Dos tontos enamorados, que asco dais. - Jennifer hizo una mueca aunque en el fondo estuviese algo celosa.

Sam subió en el coche en la parte de atrás saludando a Needy al entrar. Las chicas estaban listas para vivir aquel concierto que cambiaría sus vidas.

El viaje en coche fue con algo de música en una noche tranquila, desde lejos se podían ver las luces neón iluminando los árboles, ya estaban cerca del infierno.

Al poner un pie allí, ellas entraron rápidamente sin querer quedarse fuera. Ya había bastantes ebrios en la entrada y personas que claramente las conocían por ser un pueblo con pocos habitantes. Nada más entrar Jennifer fue recibida por un futuro policía llamado Román, era basura pero como decía Jennifer, un buen polvo de una noche. Segundos después la pelinegra ya estaba dominando al más mayor agarrandolo por su zona más débil.

Una vez que se alejaron pudieron ver a la banda, Jennifer se dirigió a coquetear con ellos y llevarles bebidas. Needy y Sam se quedaron juntas para jugar con alguna máquina, sin poder evitar escuchar al líder de la banda insinuar que Jen era virgen.

- ¿Estáis seguros de que es la elegida? - Susurraba apenas el bajista.

- Claro que sí, es la típica chica de siempre, seguro que está intacta. - Continuó el líder, llamado Nikolai.

- ¿Y qué hay de las otras dos? -

- ¿Betty la fea y la bajita? Ni de coña. -

Ellas se miraron al escuchar como insinuaban sobre Jennifer de esa forma tan ofensiva. Ambas se acercaron a la banda.

- Perdonar, hemos podido escuchar que hablabais sobre nuestra mejor amiga. Es virgen y deberías alejaros de ella. - Needy contestó con tono amenazante.

- Idiotas... - Sam susurro mientras la chica regresaba con las bebidas.

- Jen, deberíamos irnos. - Needy advirtió.

- ¿Porque? - Ella pregunto confusa, parecía gustarle realmente el líder por lo tímida que se ponía. Jennifer era la persona menos tímida del planeta.

- Piensan que eres virgen. - Sam aclaró con las manos en sus bolsillos.

- ¿Que? Ni siquiera soy virgen por atrás, se lo debo a Román y tuve que estar días con una bolsa de hielo en el culo. -

Ellas suspiraron pero la música empezó a sonar, la banda ya estaba lista. No les quedó más remedio que beber, callarse y acercarse después a ver la actuación, todo por Jennifer.

Sam estaba más cerca de Needy pero pudo notar como Jen la tomaba de la mano. Sam sintió un escalofrío al sentir el calor de su mano hacía la suya congelada. Los ojos brillosos color azul de la pelinegra no dejaban de sonreír tan ilusionada por el chico, algo hizo que Sam soltase su mano y se apartase un poco, sintiéndose algo celosa por alguna extraña razón.

Pasada la segunda canción el escenario empezó a incendiarse junto al local entero. Needy se alarmó mientras ellas seguían en shock.

- ¡Venir! ¡Por aquí! - Ella grito guiandolas hacía el baño.

Las tres chicas salieron por la ventana cada una en un estado diferente, Jennifer fuera de sí, Sam noqueada y Needy al borde del llanto. Al tocar la tierra lejos de las llamas que cubrían finalmente todo, Sam salió de su estado dándose cuenta de que Jennifer no se veía bien.

- Cariño, Miranos... - Sam susurro tomando su rostro lloroso junto a la respiración acelerada de Needy en su oído.

- ¿Qué a pasado? - Jennifer susurro con lentitud casi babeandose.

- Todo está bien. - La voz del líder de la banda resonó al lado de ellas, tan tranquilo como si nada y bebiendo un vaso de Whisky. Los gritos de fondo eran horribles, eran casi alaridos estridentes.

- Deberías irte. - Needy observo de forma sospechosa al más mayor.

- Oh, vamos, debéis ver mi furgoneta os va a encantar. -

- ¿Que? ¡No! - Sam fruncio el ceño.

Jennifer observo a Nikolai y después a sus amigas asintiendo. - Chicas, vamos a ver su furgo. - Casi siendo arrastrada por aquel chico.

- ¡Jen, no! -

- ¡Joder Sam, siempre eres como una madre corta rollos! - Jennifer grito con voz medio débil sentándose en el suelo plano de la furgoneta, donde debían estar los asientos.

Sam se quedó en silenció sin saber que hacer, Needy estaba de la misma manera. Ambas se quedaron paralizadas viendo como se la llevaban. De un momento a otro Sam empezó a correr detrás pero fue incapaz de alcanzarlos además de su debilidad por todo lo ocurrido.

Sus piernas se arrastraron hasta Needy, ambas parecían cadáveres llenas de humo y muy débiles. Ambas iban tosiendo encontrandose horribles, eso era lo menos preocupante, lo más preocupante era Jennifer. ¿Qué le harían a su mejor amiga? Esa noche podría ser la más tranquila hace unas horas, pero se convertiría en la peor de sus vidas para siempre.

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