Capítulo 6.
Simon miraba con atención a la mujer rubia, sabía que la conocía, pero no comprendía de donde la conocía.
Simon sintió como su sangre se helaba al reconocer aquel collar de piedra. Era ella, era Julianna Andrews, su primer amor... ¿Cuanto tiempo había pasado para que ella se viera tan hermosa como desde el último día que la vio?
–Nos vemos, mis niñas –la mujer se despidió de ambas chicas –recuerden que si me necesitan, toquen la puerta.
–Ella se ve que le gusta hacer asada los sábados por la tarde –habla Reggie con una sonrisa.
–No lo sé, pero si quieren hablar con Jules y conmigo, tenemos que hacerlo en el estudio. ¡Mi tía y el sr. Molina ya están muy preocupados por nosotras! –respondió Kendall con cansancio.
–Se ven amables, yo digo que les cuenten –la rizada y la azabache alzaron una ceja al escucharlo. Reggie y Alex lo apoyaron.
–Es broma, ¿verdad? –dice la rizada cruzada de brazos y suspiro con frustación –este año todos nos han cuidado, son super amables como si esperarán que nosotras dos explotemos. Si le digo a mi papá que veo fantasmas volveré al consultorio del doctor Turner inmediatamente.
–Si mi tía Julia se entera que veo fantasmas, es capaz de enviarme con la psicologa Anna nuevamente –habla la azabache con molestia.
–Si, mejor que sea un secreto –hablaron al unísono Luke y Simon subiendo otra vez al banco para observar la caja.
–Kendall...
–¡Oh por dios! ¡Les dije a los dos que dejarán eso en paz! –se queja la chica, enojada.
–¡Ya sé! No hubieran dicho nada, ahora no puedo dejar de pensar en eso –contesta Simon alzándose de brazos y después la señaló –¿que hay en la caja, Kendall?
–Es mi caja de sueños que me regaló mi padre antes de morir, cuando pienso en algo, lo escribo para no olvidarlo.
–¿Como canciones? –dice el castaño con curiosidad.
–Podría ser si escribiera música con mi madre y mi tía como antes... Ahora son solo cosas que no me hacen llorar o extrañarlos –Reggie observaba con ternura a la morena. Había algo en ella que le atraía como un imán y no sabía que era.
–¡Pero tocan muy bien! Las escuchamos hace rato –Julie y Kendall voltearon a verse después de eso.
–¿¡En el garage!? –dijo Julie enojada.
–¿¡En la sala!? –se queja con enojo Kendall, Simon bajo del banco donde estaba y le dio un golpe a Alex en el brazo –¿¡estaban escuchando!?
–Ehh... –dijeron los cuatro al unísono, nerviosos.
–Estábamos, estábamos, estábamos –habla Reggie con nerviosismo.
–Entonces... ¿Donde está la cocina? –dicen Luke y Simon acostandose boca arriba en la cama de Kendall y ambos observaron a las morenas con una mano en su barbilla.
–Okay, tenemos que empezar a poner límites –dice Julie acercándose al rostro de Luke y provocando que el castaño se sonrojara levemente.
–Para empezar... ¡Alejense de nuestra habitación! –los cuatro chicos rápidamente acataron la orden de la chica y salieron de la habitación.
–Si, ya nos íbamos –dice el de chaqueta negra un tanto nervioso.
–Reggie, tranquilo. No podría enojarme contigo, eres muy dulce como para enojarme contigo –dice Kendall viendo al azabache, aquello provoco que Reggie se sonrojara ante ese comentario.
–Oigan, chicas, lo lamento, no quería molestarlas –habla Alex atravesando la puerta –diganme, ¿pudieron volver al programa de música?
–No, no pudimos –contesta Julie algo apagada.
–Suena horrible, lo siento en serio. Ambas tienen mucho talento –habla Alex, aquello pareció subir el ánimo de las dos chicas.
–Gracias.
–¿Es todo?–.
–Alex, antes de que te vayas. No creas por favor que estoy molesta contigo. Yo no tengo motivos para molestarme contigo, eres muy dulce –ese comentario causo que el rubio sonriera más animado y se despidió de las morenas.
–Tengo que irme a casa, Kall –dice Julie observando a su mejor amiga –nos vemos en la escuela mañana.
La rizada beso la mejilla de su mejor amiga y se marcho a su casa.
Kendall tomo una foto que se encontraba en su mesita de noche y sonrió con nostalgia al dicha foto, en ella estaban su hermana mayor Lía y ella, estaban de espalda mientras que Lía tomaba la mano de Kendall.
–Te extraño mucho, Lía –dijo la azabache con la voz rota y dejo la foto en su lugar –ya me dio hambre.
Kendall se dirigió a la cocina buscando que hacer de cena para ella.
Vaya que se llevo un susto al ver a Simon Hyland enfrente del refrigerador, saboreando la comida.
–¡Ay! Por favor, deja de hacer eso –dijo Kendall y se coloco detrás de él –¿en serio tienen que comer?
–Solo quería ver que hay –la azabache tomo una nutella y cerro el refrigerador, aquello causo que Simon soltará un quejido con molestia.
–¡Hey! ¿Sabes cuanto me costo abrir ese refrigerador? –dice el rizado, llamando la atención de Kendall.
–Uy, perdón. Pero a mi tía no le gusta gastar energía –dijo la morena colocando sobre la mesa la nutella.
–Muy bien, por que es justo de lo que quería hablar –dice el chico de rizos observando a la azabache.
–¿De nuestro consumo de energía? –pregunta Kendall confundida mientras abría la nutella y tomo una cuchara.
–¡No! La energía que ambas tienen, tu voz, como tocas el piano, eres como una bala de cañón –dice Simon mirando a la chica.
–¿Me estás alentando?
–Lo que digo es que tienes el poder de mover a las personas, de hacerlo sentir. ¡Es imposible que tu maestra no te deje regresar a la escuela si te escuchara tocar así! –dice Simon alzándose de brazos.
–Jules y yo se lo pedimos y nos dijo que debíamos esperar al próximo semestre –respondió Kendall untando nutella en su pan.
–Ese fue su primer error, pedirlo –habla Simon con desagrado –Sunset Curve lo hacía con acciones, todos los días dabamos conciertos sorpresas, tocábamos frente a clubes, a lado de clubes. ¡Incluso en clubes de lectura!
–¿Club de lectura? –habla la morena extrañada.
–Si, no tuvimos mucho éxito con eso, pero tenían mucha comida deliciosa –comenta Simon con una mueca –solo quiero decir que no pidan permiso. ¡Golpea la cabeza de tu maestra con esa bala de cañón y sacale esas tontas reglas de la cabeza de una vez!
–Esto no es un club. Es una escuela y tu plan suena muy violento.
–La puerta esta cerrada y tienes que tirarla para entrar –respondió Simon mirando a Kendall mientras atravesaba la puertita donde la morena sacaba un vaso –lo siento, Luke me pego esas tontas métaforas del club de lectura.
Kendall saco un envase de leche y atraveso a Simon, eso le causo un escalofrío.
–No me van a dejar regresar.
–Si lo que quieres es regresar a la música, tienes que intentarlo, aprende mi, tu hot dog envenenado puede estar a la vuelta de la esquina –Kendall estaba por morder su sándwich, pero lo dejo de lado dudosamente y suspiro con frustación.
–Pero no tengo nada preparado –respondió algo desanimada Kendall.
–No tienes excusa –habla el rizado sacando una hoja de papel de su bolsillo –se llama Bright, Luke y yo la escribimos para Sunset Curve, solo que nunca pudimos grabarla. Es perfecta para tu voz y la de Julie, fíjate en el momento del coro, imagina si la acompañas con el piano
And rise throught the night, you and I
We will fight to shine together, Bright forever
Kendall se animo y comenzo a cantar con él.
–And rise throught the night, you and I
We will fight to shine together, más arriba
Bright forever –Simon y Kendall soltaron una risa al escucharse coordinados.
–Gracias –dice la azabache con una sonrisa de lado.
Ambos chicos se observaron por varios segundos, hasta que Kendall rompio el contacto visual.
***
Kendall y Julie se adentraron al salón de música, en donde estaban Daphne y Flynn, las cuales tocaban la trompeta de una manera graciosa.
–¿Que están haciendo? ¿Y en donde estan los demás? –dijo Julie observando a sus dos mejores amigas.
–En la reunión de ánimo, estábamos evitandolo por que no nos sentíamos con mucho "ánimo" –dice Daphne con tristeza.
Jules y Kendall suspiraron con decepción, llamando la atención de Daphne y Flynn.
–¿Se encuentran bien?
–No mucho, teníamos un plan para tocar frente a la Srta. Harrison para que nos dejarán volver, pero creo que ya perdimos nuestra oportunidad –respondió la azabache desanimada.
–Nop, no es cierto –Daphne y Flynn dejaron la trompeta de lado y las cuatro chicas corrieron hacia el evento.
–Pero miren quien gasto todo su dinero en linda ropa y el coreógrafo de Katy Perry –dice Flynn cruzándose de brazos.
–Bueno, al menos les salio bien –contesta Julie con una mueca.
Kendall y Julie observaron a Luke, Reggie, Alex y Simon con sorpresa al verlos ahí.
–¿¡Que están haciendo aquí!? –pregunta Julie con sorpresa.
–Queríamos verlas desafiar la autoridad, ¿no es cierto, chicos? –dice Luke emocionado.
–Vaya, si que extraño la escuela –Kendall observó a Reggie con molestia cuando escucho aquello, sentía una punzada de fastidio en su pecho cuando noto como el chico veía a las chicas bailar.
Alex comenzo a imitarlas un poco divertido, molestando a Simon y Luke, quienes con "disimulo" señalaron a Julie y Kendall.
–Es ahora o nunca, vayan a decirle. Las vemos en clase –el pánico comenzo a correr por sus cuerpos.
–¿Que esperan? ¡Haganlo ahora!
–Si, aunque ambas se miran muy nerviosas, son un manojo de nervios–.
–No tuvimos demasiado tiempo para ensayar la canción –dice Julie con el pánico dibujando sus ojos.
–Simme y yo no les hubiéramos dado la canción si no pensaramos que no pueden con ella. Miren, el piano y el escenario son todo suyos –habla Luke mirando a ambas chicas...
HEEYY, capítulo seis por fin terminado! :D
Espero que les este gustando la historia, recuerden que su opinión es importante es para mi<3
¡Las/os/es quierooooo! 🧚🏻♀️✨️
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