Ben me invitó al juego del día de hoy, me dijo que me podía poner en el palco pues es el único lugar donde admiten algunas personas a ver los partidos gracias al confinamiento.

Salí de mi casa unos 30 minutos antes y pasé primero a los vestidores pues Ben me pidió que fuera allá primero, y mientras lo esperaba, me encontré con Audrey pegada a Timo.

-Buena suerte, amor- ella lo besa en los labios y a mi sólo me quedaba abrir los ojos.

No es hasta que veo que Timo nota de mi presencia y se aleja de Audrey sumamente molesto de verme -Qué haces aquí?- cuestiona.

-Ben me invitó al partido- respondo enojada, pero la verdad no podía seguir enojada con él.

-No deberías estar aquí- aquello me dolió.

-Amor, qué pasó...?- Audrey calla al verme y me lanza una mirada feroz, aquello me saca de onda -Timo tiene razón, no deberías estar aquí- acaso escuché bien lo que dijo? Y por qué está enojada conmigo?

-Hey! Ahí estás- Ben llega por detrás mío. Yo desvío la mirada de ambos para ver a Chilwell. -Te tengo un regalo- este deja ser sus manos que sostenían una jersey suya.

-Aww, gracias- estaba a punto de tomar su jersey, pero en eso Timo se interpone entre nosotros y se lo arrebata de las manos de Ben.

-Yo no lo creo, Chilwell- ya me acostumbre a escucharlo con la voz tan grave estos últimos días.

-Werner, vamos- Ben le sonríe arrogante.

-Ya basta!- yo ahora intervengo entre esto y pongo un punto final -Yo puedo hacer mis propias decisiones!! No necesito un guardaespaldas para toda la vida!!! Por favor déjame hacer todo lo que yo quiera!- le grito a Timo y este retrocede un poco.

-Tienes razón, Tess. Yo... perdona...

-Déjalo pasar, Timo- Audrey pone una mano en el pecho de Timo y aquello me da rabia -No merece tu perdón. Tú tratas de protegerla y ella te paga de esta manera: llenándote de engaños y mentiras- pero qué le había pasado a Audrey estos últimos días. Se había estado comportando como una perra desde que está con Timo.

Me iba a defender, pero no contaba con las fuerzas para aquello -Y por qué crees que jamás quise formalizar algo contigo?- Ben sale a mi defensa y Audrey solo pega un grito ahogado. -Werner, controla tu mujer, quieres?- pide burlonamente.

-No gastes tu energía en ellos, Ben- me acerco a él -Gracias por el regalo- le sonrío mientras admiro su jersey.

-No es nada, Tess- se atreve a llamarme así y deposita un beso en mi frente para después irse.

Ignoro las miradas de ambos tórtolos y me dispongo a ir a los palcos para ver el partido. Me puse su jersey mientras el partido tomaba forma, apoyaba al número 21, jugaba increíble, no podía quitarle los ojos de encima, excepto cuando se cruzaba el número 11.

Me dolía que Timo estuviera con Audrey pero me duele aún más que ella se haya comportado tan grosera. Por qué me tiene que pasar todo a mi. Quisiera perdonar a Timo y estar bien, pero sé que eso jamás pasará y nuestra relación probablemente esté rota.

Hasta que Ben anotó gol, me levanté del asiento y grité a más no poder, alcancé a visualizar que hizo una T con sus manos. Siento como mi corazón palpita a mil por hora y una boba sonrisa se forma en mi rostro. Me había dedicado su primer gol con el Chelsea. Gracias a eso, logré enamorarme de él, pero lamentablemente mi corazón le seguía perteneciendo a Timo Werner.