𝐡𝐨𝐫𝐭𝐞𝐧𝐬𝐢𝐚𝐬

No es como si Jisoo hubiese pedido enamorarse de su vecina, de la chica que toca a su puerta a horas imperdonables de la madrugada porque su horneado ansioso terminó siendo un desastre y necesita ayuda antes de que la alarma de incendio del edificio despierte al resto de los habitantes o la que siempre espera a Jisoo con una sonrisa en el elevador cada vez que la mayor va tarde al trabajo.

No lo pidió pero no pudo evitarlo, es como si Roseanne en cuanto apareció se convirtió en el centro de gravedad de Jisoo, gira alrededor de ella y estar cerca es la única forma. Le parece tan patético que se haya enamorado de esa forma cuando Rosé solo ha sido amable y cortés. Un amor no correspondido que lo único que ha traído ha sido problemas.

ㅡDéjeme decirle, señorita Kim, que su caso es una rareza. ㅡel doctor Jung dice impresionado al revisar la radiografía de la mujer. ㅡLo normal es vomitar solo los pétalos, y con pocas probabilidades, flores pequeñas completas, la cuestión es que tienden a estar dañadas y manchadas de sangre. Pero sus flores, señorita Kim...

Con su bolígrafo golpea repetidamente la bolsa llena de hortensias que Jisoo ha traído como prueba del avance de su enfermedad. ㅡSus flores son perfectas, no parecen haber sido sacadas de unos pulmones.

Jisoo no sabe si tomar la sonrisa y palabras del hombre como un halago o sentirse ofendida de que alguien consiga tan fascinante el hecho de que está muriendo, pero por el bien de sí misma y el de no asesinar al doctor, ella prefiere la primera opción.

Además, el hombre no está tan equivocado. Sus flores rayan en la perfección de parecer haber sido cortadas esta mañana de un arbusto joven, los pétalos son firmes y mantienen su ondeada gracia al igual que de ellas un color vibrante maravilla al ojo que las ve; son dolorosas, inevitablemente, pero por un segundo por la cabeza de Jisoo corre la idea de que valen el sufrimiento.

ㅡPero hay algo que me preocupa, ㅡdejando caer su sonrisa a una expresión más seria, el doctor detiene el tren del pensamiento de Jisoo. ㅡel hecho de que sean tan grandes y salgan enteras pueden traer complicaciones si dejamos la enfermedad avanzar. La etapa de malnutrición podría ser más fatal de lo que podríamos tratar.

La enfermedad de Hanahaki se resume en tener flores en los pulmones y corazón gracias a un amor no correspondido, las flores son las respuestas a todos los sentimientos embotellados y como cualquier exceso, una vez se supera el límite el cuerpo también cede.

Como cualquier otro padecimiento, este tiene etapas: la primera es la tos y expulsión inicial de flores, la segunda son pequeños problemas respiratorios por la intromisión en los pulmones, la tercera es la malnutrición y fallas respiratorias mayores; esta es la etapa más peligrosa. A causa del crecimiento de flores y raíces en el pecho las vías respiratorias y el tubo gastrointestinal superior se contraen ante la presión, la persona no podrá comer y entrará en estado de malnutrición lo cual acompañado con la falta de aire terminará en uno de los dos esclarecimiento de la enfermedad: la muerte.

Hay dos salidas a la enfermedad de Hanahaki, la primera es simplemente morir en el intento de olvidar ese amor o hacer que se enamoren de regreso, y la segunda es someterse a una cirugía para retirar las flores y consigo cualquier sentimiento por la persona que las ha causado.

Aunque actualmente existen tratamientos para aliviar los síntomas, su función se limita a extender el padecimiento hasta que algún milagro pueda sucederles.

ㅡLo mejor es que se someta a la cirugía.

Jisoo sabe eso, lo ha sabido desde un principio porque no hay forma de que su aflicción por Roseanne termine antes de que sea muy tarde o que su milagro sea que ella deje a Lalisa. Las probabilidades son inexistentes de que alguna de las dos suceda.

El problema es que no tiene el dinero para cubrir los gastos de la cirugía; dentro de su economía a duras penas ha podido soportar para pagar su colegiatura y la renta del apartamento con el trabajo de medio tiempo en la cafetería del campus. Reconoce que la cirugía es indiscutible, pero no está siquiera cerca de su alcance.

ㅡNo puedo permitirme eso en este momento, ¿Podría comenzar el tratamiento hasta que tenga el dinero para la cirugía? ㅡla pelinegra ofrece recibiendo a cambio una sonrisa y un récipe con los medicamentos que necesitará.

Jisoo deja el hospital con una deuda más a la lista y más dinero que deberá conseguir, su bolsa de hortensias guindando de sus dedos al igual que su voluntad de siquiera intentarlo.

Tal vez pedirle un préstamo a Jennie no sería mala idea, la menor incluso olvidaría que le prestó dinero pero eso va contra todo valor con los cuales Jisoo fue criada, y tampoco quiere que alguien más sepa que está en medio de esta enfermedad, tiene suficiente con Seulgi llamándola todos los días hecha un mar de llanto porque piensa que Jisoo podría morir cualquier día y ella no está lista para perder a la que le explica las obvias señales que Wendy le da.

Ni siquiera recuerda cuándo demonios fue que le dijo a Seulgi que estaba muriendo de amor... Ew, qué cursi.

Navegando en mares de opciones y probabilidades Jisoo no se da cuenta que ha llegado a su edificio hasta que una voz delante de ella le pide que se apure.

ㅡ¡Vamos unnie, no te estaré esperando todo el día!

Eso es suficiente para que Jisoo sienta como los pétalos hacen cosquillas detrás de su garganta y sus músculos intercostales se aprietan alrededor de pulmones afligidos. Con habilidad y disimulo, la pelinegra usa su enorme abrigo para ocultar su rostro mientras tose y otro ramo de hortensias consigue lugar en la bolsa.

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