CAPÍTULO 6: CHEATING

—— CHEATING ——

—Necesito hablar contigo.— Dijo Klaus abriendo la puerta, haciendo que Astrid pusiera los ojos en blanco mientras dejaba sobre la mesa el vaso de naranja.

—Ya te he hecho que no consigo controlarlo cuando duermo, no es tan sencillo.— Respondió la chica cansada de que constantemente la dijeran que debía de aprender a controlar su nueva naturaleza, ya lo había intentando y las cosas no habían salido muy bien, sobretodo por algunas cosas que había incendiado, para su suerte nadie se había dado cuenta de ello.

—No es sobre la magia, aunque terminaré por optar a no reparar las ventanas de tu habitación.— Afirmó Klaus sabiendo que no reparar las ventanas que la chica rompía acabaría por evitarse una gran pérdida de dinero en algo que al parecer constantemente iba a reparar.

—Entonces, ¿que es lo que quieres?— Preguntó la híbrida mientras se cruzaba de brazos queriendo saber que era lo que quería decirla.

—El hechizo de Sophie no llegó a ser realizado.— Empezó a decir el híbrido haciendo que la chica le mirase confundida al no comprender lo que podía estar insinuando, ya que era evidente que la bruja había muerto. Gracias a ello Elijah iba a regresar, aunque eso parecía que todavía no había sucedido.

—Mataste a Katie, te adelantaste y creo recordar que Marcel aún no te ha devuelto a Elijah, ¿o es que ahora se ha vuelto invisible y hay que contactar con él mediante un tablero de ouija?— Comentó Astrid sarcásticamente sin saber muy bien cuál era el plan de Klaus, y cual la moralidad de Marcel, ya que si era como la habían descrito que era, aquel vampiro era fiel a su palabra como Elijah y despiadado como Klaus, una combinación bastante peligrosa y destructiva.

—Muy graciosa, pero quiero saber si serias capaz de realizar ese hechizo.— Comentó Klaus mientras ponía una mueca de burla, al mismo tiempo que Astrid le miraba sorprendida por lo que había sugerido.

—¿Enserio crees que lo más sensato es que haga magia con una niña por ahí extremadamente sensible a ella?— Preguntó Astrid sorprendida por la insinuación de Klaus, ya que la infundia un gran respeto una bruja capaz de sentir hasta el más mínimo resquicio de magia en todo Nueva Orleans.

—Tu no eres una bruja del barrio francés.— Le recordó Klaus sabiendo que Astrid era lo suficientemente lista y poderosa como para engañar a Davina a la hora de hacer magia.

—Puedo intentarlo, pero necesitaré tiempo.— Cedió Astrid sin saber como lo llegaría a hacer, hacia mil años que no hacía algo como lo que estaba teniendo en la mente, y teniendo en cuenta el poco control que tenía, las consecuencias que veía en todo ello parecían ser desastrosas.

—Es un simple hechizo de rastreo.— Alegó Klaus sin entender porque iba a necesitar tiempo para preparar algo tan sencillo como ese hechizo, el cual había visto realizar a cientos de brujas en mil años. Sobretodo después de que Astrid se marchara con Katerina.

—Tiempo para poder realizar dos hechizos al mismo tiempo, genio.— Respondió Astrid con obviedad sabiendo que el reto y el peligro que eso suponía era demasiado grande, iba a arriesgarse solo para encontrar a Elijah, pero eso era un motivo de peso, era parte de su familia y no podían darle la espalda.

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—¿Quieres que me pase por el barrio para una ecografia rápida? ¿Una mujer lobo embarazada acompañada de una bruja? No es muy buena idea.— Comentó Astrid, sabiendo que tras la última vez las cosas no salieron muy bien. En especial por qué Klaus casi mata a Hayley y en su defecto a ella y de momento preferiría seguir con vida y lejos de todas las personas que querían verla muerta solo por estar embaraza.

—Muchas mujeres matarían por tener un hijo, me sorprende que no cuides mejor del tuyo con lo sobreprotectora que llegaste a ser con Eliana.— Comentó Rebekah mientras miraba el ordenador haciendo que Astrid la mirase con una expresión de pocos amigos por la insinuación que había hecho, ya que sabía que tenía razón, pero sino salía era por qué tenía miedo a lo que podía suceder. Su cabeza era como si tuviera puesto un precio, y ya no solo era su vida, sino también la de Hayley y la del bebé, más todos los vampiros de su línea de sangre.

—Conozco a una doctora en el pantano, en un sitio apartado. Me he tomado la libertad de concertarte una cita para esta noche, de madrugada. Sólo nosotras, los vampiros no tienen por qué enterarse.— Insistió la bruja sabiendo que convencer a la híbrida no iba a ser nada complicado.

—Vale, esta bien. Iremos esta noche al pantano.— Cedió Astrid mientras se marchaba en busca de Hayley o de Taylor.

—Iré contigo, y tu Hayley te quedarás.— Sentenció Taylor, la cual había escuchado todo, y sabía que no podía dejar a ambas por ahí solas como la última vez, esta vez se iba ella con Astrid. —Y no es discutible, no confío en las brujas, y menos aún en que nos pillen.— Sentenció al ver la expresión de las dos sobrenaturales, mostrando que ambas no estaban nada de acuerdo con la sugerencia de la mujer lobo.—Además de que tu si mueres arrastraras a Astrid contigo, o a la inversa.— Las recordó mirando a ambas con obviedad, y sabiendo que ninguna de ellas podía decir lo contrario, porque tenía razón.

—Genial, excursión al pantano en grupo.— Respondió la híbrida sarcásticamente llevándose una mala mirada por parte de Taylor por su comentario.

—Uy, parece que alguien tiene un humor de perros.— Comentó Hayley al ver la actitud de Astrid, ya que llevaba varios días que parecía estar enfadada, aunque era difícil deducirlo, porque todos los problemas que había eran motivo de enfado así que no sabían si era el bebé o todo lo demás.

—Todo esto me irrita, en profundidad. En especial vampiros y brujas, si pudiera todos estarían muertos en menos de media hora o bajo mi mandato. Pero que se le va a hacer, si salgo se desatará la tercera guerra mundial.— Comentó Astrid con frustración, ya que lo que más la enfadaba era el hecho de que debía de estar encerrada allí en todo momento y no podía salir, no podía hacer nada. Solo ver las horas y los días pasar a la espera de que pasarán los nueve meses.

—¿Lo dices por Klaus? ¿Desde cuando te importa su opinión?— Inquirió Taylor confundida, ya que sabía perfectamente que su hermana siempre había hecho lo que había querido, incluso antes de casarse con él lo hacía. Astrid era la clara definición de que nada ni nadie la ataba, aunque estaba claro que el bebé sí iba a atarla y eso tampoco parecía importarla mucho.

—No, de hecho es mi hermano el que se ha vuelto muy paranoico. Ahora entiendo todas las quejas de mis hermanos cuando les sobreprotegia.— Admitió Astrid mientras reía, pensando que tal vez debía de dejar a un lado su terrible instinto sobreprotector y centrarse un poco en si misma, a fin de cuentas nadie más sabía cómo matar a un Original, únicamente como dejarle en una profunda siesta.

—En esas quejas, ¿puedo entrar yo?— Quiso saber Hayley mientras levantaba la mano. —Esto de estar vinculadas no es nada divertido. Principalmente por el detalle que si una muere la otra va detrás y esas cosas.— Añadió con obviedad mostrando que a ella tampoco la agradaba aquella situación.

—Créeme que lo se, he estado vinculada con criaturas sobrenaturales desde que Silas entró en escena y no es nada divertido.— Garantizó Astrid mientras comprendía el desagrado de Hayley con respecto a todo lo que estaba pasando.

—Dejar de quejaros las dos, es desesperante.— Las pidió Taylor mientras las miraba con una expresión de pocos amigos.

—Fue a hablar la que está vinculada a un vampiro que no conoce.— Comentó Hayley mientras ponía los ojos en blanco.

—El vampiro puede morir si le clavan una estaca en el corazón, así que no es divertido de pensar.— Afirmó Taylor sabiendo que a Astrid no la gustaría nada saber la verdad, una verdad que lamentablemente debía de saber tarde o temprano.

—Bueno, cualquier vampiro si es listo puede mantenerse con vida. El problema viene cuando no lo es o cuando se mete en los problemas equivocados.— Aseguró la Original mientras las miraba con obviedad, en señal que ellas no habían sido nada inteligentes, sobretodo por el problema en el que se habían metido

—Como nosotras.— Afirmó Hayley apoyando el comentario de la rubia.

—Exacto, no teníamos que haber venido a Nueva Orleans.— Garantizó Astrid negando con la cabeza.

—Apoyo tu opinión aunque la decisión fuera mía.— Admitió Hayley mientras ponía una mueca de duda.

—Y nosotras dos las idiotas que decidimos seguirte solamente por qué compartimos la misma marca de nacimiento.— Añadió Taylor admitiendo que ambas tenían razón, las tres habían sido demasiado estúpidas.

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—¿Esta es la clínica de la doctora?— Preguntó Taylor al ver la cabaña a la que la bruja las había llevado para el chequeo de Astrid.

—La doctora Paige esta tan lejos porque los hombres de Marcel atemorizaban a sus pacientes.— Las explicó mientras miraba a Astrid la cual estaba en silencio y miraba hacia la cabaña con algo de desconfianza. —Entra, no te mordera.— Insistió la bruja mientras las dos mujeres lobo se bajaban del coche, haciendo que la Original mirase a todas partes sabiendo que no debían de estar allí, su intuición la advertía de que no lo hiciera.

—Esto no me gusta.— Comentó Taylor mientras llegaban a la puerta.

—Deja de emparanoiarte, Taylor, por favor. Entre todos, con las advertencias de peligro, me estresais.— Alegó la Original mientras abría la puerta y ambas entraban en el interior de la pequeña clínica. —Hola, buenas noches.— Sonrió Astrid a una mujer rubia de mediana edad.

—Tu debes ser Astrid, tumbate en la camilla y súbete un poco la camiseta.— La pidió haciendo que esta obedeciera para después darla en el vientre una especie de crema viscosa y empezar a examinar al bebé. —El ritmo cardíaco del bebé es perfecto.— Aseguró mientras ambas miraban la pequeña pantalla.

—Lo sabía, es fuerte como su mamá.— Sonrió Astrid orgullosa de algo que hasta hace unas semanas quería haberse deshecho de ello.

—Esperemos que herede también su paciencia y todas sus virtudes.— Añadió Taylor haciendo que Astrid la mirase con una expresión de pocos amigos por su comentario, aunque razón no la faltaba.

—Esa marca de nacimiento es única.— Observó la doctora haciendo que las dos mujeres lobo se mirasen, para después Astrid taparla rápidamente.

—Ya hemos terminado, ¿no?— Quiso saber la Original mientras se quedaba sentada en la camilla a la espada de una respuesta por parte de la doctora.

—Tienes la tensión un poco alta, tengo algo para tratarlo.— Afirmó mientras se marchaba y ambas escuchaban un aullido que las hizo acercarse a la ventana y ver como llegaba un coche.

—Esto no me gusta.— Garantizó Taylor desconfiando en todo aquello.

—¿Otra trampa?— Preguntó Astrid en señal de queja, justamente cuando la doctora regresaba. —En realidad no llevo bien lo de tomar pastillas.— Admitió al verla las pastillas.

—¿No? A decir verdad yo tampoco.— Rió la mujer algo nerviosa justamente cuando Taylor detenía la inyección que iba a clavarla a Astrid en el cuello, para clavarsela a la mujer al mismo tiempo que la Original cerraba la puerta.

—Mierda, sabía que era una trampa.— Se quejó la mujer lobo mientras intentaba abrir la ventana para que ambas pudieran escapar.

—Venga, date prisa.— La pidió Astrid mientras empleaba todas sus fuerzas para que no abrieran la puerta. —¿Una carrera nocturna?— La preguntó a la mujer lobo en tono de sarcasmo mientras las dos se metían entre los árboles.

—Huye, yo les distraere.— Dijo Taylor mientras se detenía con la intención de hacerles frente.

—Soy un Original, puedo con tres vampiros y contra un ejército.— La recordó Astrid con obviedad, y eso que no había tenido en cuenta ni su lado de mujer lobo ni el de bruja.

—Se que quieres protegerme, a mi y a ese bebé, pero la prioridad es lo que llevas en tu vientre. Marchate, estaré bien, he sobrevivido a mucho, sobreviviré a unos vampiros que creen que son más fuertes que una mujer lobo rabiosa.— Afirmó, haciendo que Astrid la mirase desconfiada para después agarrarla de la mano y llevársela a velocidad vampirica aún más adentro del pantano.

★★★

Empieza la diversión.

No os niego que la escena del próximo capítulo es con respecto a Klaus de las más bonitas.

Pero a un margen con lo que ocurrirá en el próximo capítulo, en este hay muchas cosas que destacar.

Primero, la escena del principio, el gif le hecho yo como dato, pero creo que es algo... divertido el hecho de ver a estos dos interactuar, ya que Klaus intenta acercarse a ella y Astrid esta cada vez más deseosa de mandarle a freír monas. Jajajaj.

Lo segundo, la escena entre las tres mujeres lobos, sin duda creo que es lo que mejor se ve en esta parte la estrecha relación que ambas tienen que se fortalece cuando los media luna entran en juego.

Tercero, de verdad las brujas son un poco estúpidas, aunque bueno ya se ve que las brujas son las más traicioneras, así que nada me sorprende ya.

Por último, cada vez queda menos para que TODOS sepan el pequeño secreto de Taylor. Astrid se enterara algo más tarde, pero se entera de la mejor manera. A fin de cuentas Taylor también está vinculada a ella, y lo que la pasa a una la pasa a su hermana. Así que... creo que podéis imaginar cuando se enterara.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️


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