⚜️ O1

JiMin siempre creyó que el amor era perfecto, que ignoraba los defectos, rasgos o la posición social de las personas. Algo puro, irrompible.

-Yo, Kim NamJoon te tomo a tí Park JiMin como mi esposo y compañero de vida. Y juro ante la Diosa Luna, amarte y protegerte hasta el último día de mi vida.

No pudo evitar sonreír emocionado por las palabras del Alfa y rápidamente enredó sus brazos en su cuello para acercarlo para darle un beso.

Su primer beso.

Su primer beso de esposos.

JiMin creía tontamente que viviría feliz y así se mantuvo durante algunos meses, donde Namjoon lo amaba con gran pasión, donde lo tomaba con delicadeza y lo marcaba como suyo. Hasta que seis meses después llego su celo.

Vio por la ventana de su cuarto que un carruaje se aproximaba hacia el área donde el Alfa estaba pasando su celo. Lejos de él.

Bajo corriendo las escaleras para dirigirse a ese lado de la mansión, pero fue detenido por la Escolta personal de su Alfa.

-Joven JiMin, por favor...

Repetia tratando de detenerlo, pero él apuraba el paso y se detuvo frente al carruaje de color negro

-Se te ordenó vigilar el edificio hasta que termine el celo de NamJoon. -reclamo- ¿Por qué no detuviste el carruaje?

El Escolta se mostró nervioso.

-Eso... Lo siento.

Cuando estaba dispuesto a reprenderlo, la puerta del carruaje se abrió dejando ver a un Alfa de cabello rojo con una gran cicatriz en el ojo. El Hombre bajo con elegancia y con una postura altiva. Sus ojos rojos cruzaron con los del Beta y mostró una sonrisa de lado.

-Es un gran honor conocerlo, Conde Park -dijo haciendo una reverencia.

JiMin volteo hacia su Escolta.

-Ya no soy Conde de Park. Ahora soy Kim JiMin, miembro de la familia Ducal. ‐Informó.- ¿Quién eres, tú como para entrar y salir de esta área restringida?

El Alfa de cabellos rojos no dejaba su sonrisa de lado y eso ponía nervioso al Beta.

-Discúlpeme. Yo soy uno de los encargados de traer un omega al Duque NamJoon. -Soltó una risita- Pensé que todos estaban al tanto, pero supongo que el Señor Kim no estaba informado de esto.

JiMin soltó un jadeo impresionado.

-¿Qué?

No podía creerlo, su Alfa solicitó un omega para pasar el celo con él. JiMin se había ofrecido a pasar su celo con él, pero fue rechazado con la excusa de que no quería lastimarlo. Si bien es verdad que un Beta no puede ayudar ni por lo menos aliviar en el dolor del celo el lo ayudaría y daría lo mejor de él por su esposo y Alfa. NamJoon siempre le dijo que amaba su leve aroma a manzanilla.

Trago el nudo que se le hizo en la garganta y solo volteo dejando al Hombre de cabellos rojizos ahí. Sus ojos se pusieron llorosos mientras corría a su habitación seguido por su Escolta.

Tomó asiento y Jungkook se quedó parado frente a él.

Las lágrimas corrían por sus mejillas.

-¿Dónde está mi suegro? -preguntó limpiando sus mejillas.

-El Duque salio desde muy temprano, Señor -informo el Escolta.

El Beta se levantó rápidamente y estampó su puño sobre el escritorio.

-¿Por qué hicieron esto para mantenerme alejado del Anexo? ¿Era necesario traer un omega para NamJoon? ¡Yo soy su esposo! ¡Malditos bastardos! ¡¿No me consideran el compañero de NamJoon solo por que soy un Beta?! -sus manos temblaban por el enojo y el dolor de ser consciente de lo que estaba pasando, tomó la tintura que usaba para escribir y la aventó con fuerza - ¡¿Y aprovechan que él no es consciente de sus acciones por su celo?! -siguió aventando cosas- ¡¿A eso le llaman lealtad, ir en contra de la voluntad de su amo?!

-¡Señor! -pronunció Jungkook, sacando de sus manos el florero que estaba dispuesto a tirar- Cálmese, por favor -Tomó sus manos, alejándolo del escritorio y haciendo que se sentará sobre la cama- Sí llegará a lastimar su cuerpo, nunca me lo perdonaría.

JiMin levantó la vista mirando a Jungkook con los ojos rojos, su leve aroma a Manzanilla ya no se percibía y el Alfa hizo una mueca al observar los labios de su amo temblar.

-¿Qué debo hacer, Jungkook? -preguntó con voz temblorosa- Y si a Nam le gusta ese omega? O si aquel omega incluso llega a tener un hijo de Nam...

Jungkook lo observo con una sonrisa triste.

-Eso no pasara... Su amor por tí es grande, nunca te traicionaria. -dejo una caricia en sus manos y se alejó de su amo- Llamaré a los sirvientes para que ordenen la habitación. Y traeré flores más bonitas para usted. Se que le gustan mucho.

-Sí, Gracias- susurró.

Cuando el Alfa se fue, JiMin se acercó a la gran ventana que tenía su habitación y tomó asiento frente a esta, mirando la luna llena. Soltó un suspiro, tratando de tranquilizar su corazón preocupado; ¿Cómo sucedió esto? Todo el alboroto ¿Quién hubiera pensado que sucedería esto?. Siguió pensando en la situación, hasta que escucho un gran estruendo y que alguien habría la puerta de golpe.

-¡Jim! -era su esposo, quien venía con los ojos llenos de lagrimas.

-¿Nam?

El Alfa rápidamente se arrodilló entre sus piernas. Al Beta se le empaño los ojos al ver los hermosos ojos violetas de su Alfa lleno de lágrimas que viajaban desde esos hermosos luceros y se perdían bajo su barbilla. El Alfa lo tomó de sus hombros, soltando sollozos...

-Lo siento, por favor perdóname.-pidio, el Beta, podía notar el miedo y el dolor en sus ojos- Nunca estuve de acuerdo con esto. Lo juro. No era consciente de nada. Lo hice encontra de mi voluntad -explicaba desesperado.-Mi abuelo ordenó a ese omega entrar en mi habitación. Lo siento mucho, Jim. -Tomó su mano derecha y la puso en su mejilla, pudiendo una caricia- Eres al único que amo. -JiMin veía a su Alfa destrozado, pidiendo una caricia, desesperado por su respuesta- Lo siento, Jim. Te amo.

El Beta soltó un suspiro, cuando su Alfa escondió su rostro en su vientre, mientras susurraba que lo amaba y que lo sentía múltiples veces.

No tuvo más remedio que perdonarlo una y otra vez, a pesar de que le había hecho daño. Pensaba que cuando se ama de verdad, los errores no significaban nada. Así que se abrazó a su Alfa, llorando al igual que él, tratando de sanar el dolor en su pecho.

Ya no podía seguir a su lado y ser tratado como basura.

-Mañana instalaré al omega en el dormitorio de NamJoon y me aseguraree de que estén juntos hasta que el bebé nazca. -informo su suegro.

El beta lo observo impresionado.

-¿Qué?

El Alfa lo observo con una sonrisa tranquila.

-Debes entender que las feromonas del Alfa son esenciales para el desarrollo del bebé.

JiMin trato de intervenir en la decisión de su suegro y mostrar un poco sus sentimientos al respecto.

-Señor, con todo respeto..

-Es un omega al que nunca volverás a ver -interrumpió el mayor- Eso es bueno, ¿no es así? Aunque sea ilegítimo podrás tener en tus brazos un niño con la sangre de Namjoon, si te consideras un verdadero Duque, debes sentirte agradecido a quienes han mantenido tu linaje vivo.

El Beta bajo la mirada rendido.

Ojalá el Conde Park hubiera sido un omega.

Pero lastimosamente, el hijo menor del Conde JiHoon es un Beta.

Miró el hermoso cielo despejado de esa mañana. Era un día soleado y el viento acariciaba su rostro moviendo suavemente los mechones de sus largos cabellos castaños.

Miró las montañas y recordó la relación con su esposo.

Era extraño. Eran felices, y creía que les esperaba más que felicidad, seguía sin entender por qué ha ocurrido esto. Siempre ha creído que si casta nunca sería un problema entre ello y nunca se ha cuestionado eso, pero ahora le molestaba el hecho de ser un Beta.

A la lejanía vio a un carruaje acercarse a la entrada de la mansión y un omega de cabello rubio con un gran vientre bajaba de él. Sus manos rodeaban su vientre tratando de resguardarlo.

Ahora que existe un omega que merece estar a lado de Namjoon, ¿que razón tenía él para estar ahí?.

Subió sobre la baranda.

Si tan solo fuera un omega, como todos desean. No tendía tal sufrimiento.

Preferiría no haberme casado.

Proclamó por ultima vez su amor hacia su Alfa, deseándole lo mejor y se dejo caer al vacío.

Frunció el ceño mientras escuchaba que alguien lo llamaba incontables veces. Soltó un quejido cuando sintió una puntada en la sien.

-¿Jim? -se encontró con la mirada preocupada de su esposo. - ¿Te sientes nervioso? Te ves muy pálido.

Solto un grito impresionado y se alejó rápidamente del Alfa.

-¿Por qué estás tan sorprendido? Es como si hubieras visto un fantasma.

Que mierda estaba pasando, el se tiró de su balcón, no debería estar vivo. Observo a su alrededor y las vestimentas de su esposo. Eran las mismas que el día de su boda. ¿Regreso al día de su boda?. Rápidamente se acercó al gran espejo siendo seguido por su esposo, quien lo abrazó, por la cintura apegandolo a su cuerpo.

Entonces, si esto no era un sueño o una alucinación... no puede ser.. ¿había viajado en el tiempo? ¿Eso existía? ¿Era posible? No, claro que no. No era posible. No, no lo era. Sintió como si estuviera comenzando un ataque de pánico, mientras observaba a su esposo aún abrazándolo.

-NamJoon -llamó.

Su esposo lo observo perplejo por la frialdad con la que lo llamo.

-Divorciemonos.

Si de verdad había viajado en el tiempo, esta vez, velaria por su bienestar emocional, no seria capaz de volver a vivir lo mismo de nuevo.

Alejó las manos que lo rodeaban.

-No puedo seguir con este matrimonio.

NamJoon lo observo con preocupación y algo se desesperación.

-¿De qué estás hablando, JiMin? ¿Hice algo que te ofendiera durante la boda?

-No, no es eso. Namu, no hiciste nada malo.

Si. NamJoon lo amó con todo su corazón y siempre dejo de lado su posición como Duque y su orgullo como Alfa. Ninguno de los dos sería feliz con ese matrimonio. Así que sería mejor que terminaran con eso de una vez.

-Lo he pensado por mucho tiempo. En primer lugar es imposible que un matrimonio entre Alfa y Beta sea normal. -dijo dandole la espalda al Alfa. No quería sentirlo cerca, era doloroso para él decir esas palabras.

-Jim.. ¡¿Qué sucede, acaso eso importa?! Nosotros nos amamos -dijo extendiendo sus manos para alcanzarlo

JiMin volteo con la mirada baja

-¡Claro que importa! ¡El amor no puede superar eso! ¡Por naturaleza deberías estar con un omega, no con un Beta!

El Alfa lo tomó bruscamente de sus manos.

-No eres el JiMin que conozco. -dijo mirando sus manos juntas- ¿Acaso tienes a alguien más? -preguntó mirándolo serio. Sus ojos violetas se volvieron más oscuros

-NamJoon -musito por el movimiento brusco que hizo el Alfa al acercarlo a él.

Tomo su barbilla entre sus dedos y envolvió su cintura, acercándolo a él y sin decir una sola palabra junto sus labios. Primero un simple roce que para el Alfa no fue suficiente, tomó entre sus dientes el labio inferior y metió su lengua en la cavidad bucal del Beta, el beso era brusco, lleno de mordidas y succiones que hacían temblar las piernas de JiMin.

El Alfa lo empujó lentamente con su cuerpo hasta caer en el sofá de la habitación. Jimin soltaba jadeos y gemidos por los besos de su Alfa, había pasado mucho tiempo de que sucedió aquello. Después de descubrir que le habían suministrado un omega en su celo, Namjoon y él no volvieron a tocarse más allá que una caricia en el cabello o pómulos.

El Alfa se alejó y se escuchó el chasquido de sus labios, bajo lentamente por su cuello mientras sus manos se encargaban de desabotonar su camisa. Las succiones en su cuello se sentían muy bien, estaba por llegar a sus pezones cuando NamJoon se alejó bruscamente.

-¿Qué es esto?

JiMin lo observo entre perdido y confundido.

-JiMin, Tu... me mentiste.

Menciono tapando su nariz, un empalagoso aroma a Manzana acaramelada, miel y canela lo rodeo. Sentía leves temblores en su cuerpo y su lobo enloqueció, pidiendo tomar a su esposo.

-Tus feromonas son realmente fuertes -susurró acercándose.

-¿Qué? ¿Feromonas?

JiMin soltó un jadeo impresionado cuando sintió algo escurrir por su parte trasera. Se sentía deseoso, deseoso de su Alfa. Un aroma a Madera, Menta y Nuez llegó a sus fosas nasales y se sintió enloquecer, incapaz de controlarse. Los ojos violetas de su esposo se volvieron oscuros.

Era extraño, algo dentro de él no lo dejaba controlarse. El olor parecía derretir su cerebro.

El Alfa volvió a besarlo con pasión, dispuesto a devorarlo por completo, JiMin trataba de seguirle el ritmo pero no podía se sentía débil. Las succiones bajaron a su cuello y cuando sintió unos dientes jalar sus pezones, se arqueo clavando sus dedos en los mechones oscuros del Alfa.

NamJoon escondió su rostro en el cuello de su esposo, chupando y mordiendo la zona donde se concentraba el nuevo aroma de su esposo, era sumamente dulce y lo enloquecía.

Sus manos bajaron hacia sus pantalones quitandoselos al igual que sus zapatos. Se alejó del cuerpo de su esposo, observando el lubricante que salía de su hermosa entrada, para él era la primera vez con su esposo y se veía tan malditamente comestible, solo para él. Lo Acomodó entre sus brazos y dejó un beso un labios.

JiMin suspiro al sentir la punta del pene del Alfa rozar alguna parte allá abajo. Sus ojos oscuros se encontraron con los violetas de su Alfa y soltó un grito al sentir que entraba en él.

-Jim, me encantan tus feromonas... -murmuró observando las expresiones de su esposo al sentirlo dentro. JiMin lo apretaba tan malditamente bien.

-Nam... Un poco más..

No puede ser son feromonas.

Soltó un quejido cuando el Alfa salio lentamente de él, dejándolo vacío, soltó un chillido cuando entró en una estocada brusca, que hizo mover el sofá.

-Ah, no, estas muy profundo..

Namjoon apretó la mandíbula y lo comenzó a embestir fuerte, disfrutando de lo apretado que se sentía JiMin, De lo bien que se sentía observar las facciones llenas de placer de su esposo.

JiMin clavaba sus uñas en los brazos del Alfa y este observaba como la lubricada entrada de su esposo se tragaba su miembro completamente.

-Diosa, si vieras esto, JiMin -susurró y luego se acercó al omega-

El omega observo los ojos de su Alfa y los noto de un color negro azulado. El celo de NamJoon lo tenía fuera de control, pero estaba consciente de que era él quien lo acompañaba.

-¡NamJoon! ‐grito cuando tomo entre sus dientes su pezon y acariciaba su miembro sin parar sus embestidas que cada vez de volvían más erráticas.

Si lo que sentía era las feromonas de un Alfa en celo. ¿Por qué podía sentirlas, él siendo un Beta?

NamJoon lo tocaba por todas partes y sin ser capaz de evitarlo más, llego a su orgasmo, manchando su vientre. El Alfa tomo entre sus dedos su esencia y la llevó en sus labios saboreandolo y murmuró un "rico" y aceleró sus embestidas tratando de buscar su propia liberación. Unas cuantas embestidas más y se corrió dentro de JiMin, dando paso a un nudo que le sacó un quejido.

JiMin sentía su cuerpo cansado después de ese gran orgasmo y cuando menos se dio cuenta, se quedo dormido con su Alfa aún dentro del él.

¿Teorías? Cuenten.

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