Antes que me caguen a piñas por tardar tanto en actualizar, quiero avisar que el capítulo anterior era un especial de San Valentín que no influía nada en la historia, como no llegué a publicar la segunda parte a tiempo, quedará para otra ocasión.

Ahora si bbs, disfruten.

Tras tantas festividades, la alegría bailaba en los ojos de Izuki, no se sentía tan feliz desde hacía bastante tiempo, su corazón se notaba raramente sano, claro, hablando en los términos amorosos. Ella creía que era especialmente por Izumi y Kacchan, esos dos chicos eran una joya, sus peleas entrenian completamente a la pecosa y le sacaban una que otra sonrisa. Gracias a ellos, pudo superar levemente a su peor miedo: la soledad, cada vez la sentía más distante, cada vez la lastimaba menos, aquellos oscuros pensamientos ya no estaban en su mente, esa, sombra de la Izuki del pasado, eran tapadas por los hermosos recuerdos que construía con aquel dúo de idiota que tanto quería.

Todo se sentía tan irreal.
Porque lo bueno dura poco.
Y la felicidad para aquella chica nunca perduraría.
Porque Izuki nació para ser sufrir.
Tal y como Yagi Toshinori.

-La única manera en la que puedes descubrir quién es aquella persona destinada a amarte, es...-la pecosa tan solo lo miraba atónita. No podía creer aquello que oía. ¿Cómo alguien podía hacer algo tan cruel nuevamente? ¿Como era posible resistir tanto dolor a cambio de algo tan vano?-lo hiciste una vez, otra no hará daño. ¿Verdad? -comentó el anciano rubio, apoyándose en su palma, contemplaba como un caos enorme de reflejaba en la cara de la menor, su pequeña boca se abría y cerraba intentando buscar respuesta, algo que decir.

No podía creer que aquella fuese aquella la respuesta a su pregunta de siempre. ¿Como? ¿Por qué lo haría? ¿Tan desesperada estaba?

-¿¡Cómo pudiste hacer algo tan cruel?!-gritó frustrada-¡Pero lo peor de todo! ¿¡Como puedes creer que yo lo haría de nuevo?!-se levantó de aquella silla bruscamente con el entrecejo fruncido.

-Si es así...¿Por qué dudas tanto? ¿Eh? Lo veo en ti, eres tan transparente-imitó el acto de la menor poniéndose de pie, se acercó a ella a paso lento-Tu no eres tan distinta a mi, ambos estamos destinados a lo mismo, ambos le tememos a lo mismo. Yo pensaba igual que tú, pero finalmente un día enloquecí y cometí aquel error.

Tu, Izuki. Terminaras con el mismo trágico destino que yo.
No tienes escapatoria.

El día anterior.

-¿Estas diciéndome que tu abuelo? ¿Siquiera tenías uno?-preguntó la pomposa castaña totalmente confundida. Servía un poco de café a aquel cliente diario. Pesé a venir todos los días al café, el chico de lentes nunca emitía palabra, solo se limitaba a leer libros, y suspirar cansado, según Ochako era un estudiante de universidad sufriendo por la pesada carrera que escogió, aunque eso no estaba totalmente asegurado.

Izuki intentaba hacer que ellos hablaran, puesto que el azulado era la pareja destinada para la castaña. Pero a Uraraka nunca se le dió bien el tratar con el género masculino, desde el ex novio de la pecosa, un hombre para ella significaba peligro, y los trataba de mala manera, o siquiera les dirigía la palabra. Pero sabía que tarde o temprano ocurriría algo que uniera a aquellos dos, sólo era cuestión de tiempo, tal como Kirishima y Denki, quienes ya habían sido declarados como novios oficiales.

La pecosa asintió ante la pregunta de su amiga, Ochako creía que además de Inko e Hisashi, no quedaba ningún Midoriya vivo además de Izuki.

-El otro día recibí una llamada de él, yo tampoco sabia que tenía uno, pero me dijo que necesitaba decirme algo demasiado importante que no podía esperar más...algo relacionado a una, respuesta que siempre estuve buscando, o algo así, no estoy segura de lo que quiso decir, eran las tres de la mañana y yo estaba durmiendo, también me dijo su nombre ¿Como era que se llamaba?...-meditó momentáneamente-¿All...might?-declaró no muy convencida.

-¿Estas de broma? Eso ni siquiera es un nombre, Izuki. A lo mínimo debe ser pseudonimo, ¿cómo puedes confiar en alguien que ni dice como se llama realmente? Ese imbecil debe ser algún acosador que quiere secuestrarte, o vaya a saber que cosa, ya no se que tipo de gente quiere tratar contigo-soltó un suspiro agotada, recordando su viaje a la montaña, aquello había salido totalmente mal-Mi punto...-le entregó su bandeja a la dueña del local-No te reunirás con él, al menos no sola, que le idiota de Bakugo te acompañe-colocó sus manos en su cintura totalmente decidida. Las cosas se harían a su manera, o no se harían. Simple.

-¿Con Kacchan? Pero para perdirselo tendré que hacer algo el triple de costoso a lo que le pedí...-bajó los hombros-Eso solo serían más problemas.

-Izuki solo es un imán de problemas, mejor hazle caso...-comentó el pequeño Kota desde una mesa cercana-Solo dile al señor Shine que si no te acompaña deberá cuidarme durante una noche entera, se asustara y aceptará. Es fácil, hermana.

-A eso se le llama estrategia-comentó la de pecas sonriendole al menor-¡Bien, a joder a Kacchan!

-Y suena tan feliz al decirlo-murmuró su amiga.

Luego de muchos: 'DEKU TEME', 'MUERETE', 'ANTES CASTRADO', Katsuki aceptó acompañar a Deku. Fue una simple conversación de 20 minutos, donde la mayoría fueron insultos y quejas de el chico, para que al final aceptará, y luego volviera quejarse. Aquel hombre tenía una pasión enorme dándole dolor de cabeza a la gente.

-Joder, ¿tan lejos te cito aquel viejo verde?-se quejó el cenizo caminando detrás de la pecosa. -¿Ya llegamos?

-¡Por favor, Kacchan! Ya te dije hacer dos minutos que no. Comportarte como un maldito adulto si no quiere que te haga tragar la dirección-le exclamó hastiada. Aquel rubio podía acabar con la paciencia de uno en solo cinco minutos, ni siquiera Kota era así de inmaduro.

-Jodete, Deku.

¿Pero como? ¿Solo eso?
Si mis chikis. Mañana habrá también actualización osi, solo quería dar incapie a este arco uwu.

Hasta mañana bbs.