«Y maldijeron.

Eso significaba que Zack y Bryan no eran las bestias.

Con el graznido del cuervo se fueron a sus habitaciones.»

Por la mañana, dos de las seis personas que quedaban salieron de su habitación, yendo al patio del castillo. Se encontraron, en un  cubo, dos cráneos de dos personas.

— Esos son las cabezas de Evan y Cindy.

— O de Vanessa y de mi hermano, —añadió el rubio, para luego decir:— mierda...

—  ¿No nos esperabais a nosotros, verdad?— Una voz femenina rio.

— ¡Vanessa, Andrew! ¿Qué mierda?

— ¿¡Sois vosotros las bestias?!

— No exactamente,— habló Andrew— nosotros comenzamos siendo inocentes, como vosotros.

— Nuestra carta era Intercambio, nos permitía intercambiarnos con alguna de las casas en caso de peligro— Prosiguió Vanessa—. La noche en la que nos trataron de matar las verdaderas bestias, Jeremy y Michelle, solo nos intercambiamos con ellos. 

— Nosotros no queríamos esto. Pero juramos que haríamos de todo para salir de esta partida con vida. 

Andrew agarró una de las espadas y Christian hizo lo mismo. Pero el sonido del cónclave hizo presencia, y todos se miraron confundidos.

—Pero qué-

Y aquí estaban otra vez, en el cónclave. Pero era algo estúpido, ¿no? Solo quedaban dos casas. Era algo obvio: iban a votar a la otra y quedarían en empate.

— Bienvenidos al tercer y último Gran Cónclave.— Les dio la bienvenida Bufón.—  La bestia... No, las bestias hoy han despertado de nuevo y han tumbado con su sed de sangre a la Casa del Grifo. Como sabéis, el cónclave es...

— No tiene sentido esto— interrumpió Vanessa— quiero decir, es algo obvio  que esto quedará en empate, ¿no?

— Tú cállate rata— Dijo el "Rey"—. Digamos que tengo una carta escondida bajo la manga, porque no seréis vosotros quien votaréis en este cónclave.

El portón se abrió, dejando ver a todos los muertos de esta partida.

— Diez minutos es lo que os doy para intentarles convencer de que no sois las bestias o... manipularles.

Pero, esperen, como que faltan dos personas aquí, ¿no?

— Ah, por cierto, Jeremy y Michelle no podrán votar aquí. Ellos saben las identidades de las nuevas bestias, no es negociable.

En la sala de torturas los dos mencionados permanecían atados a un palo y con una mordaza en la boca.

— ¡Tengo una idea!¿Y sí les desatamos y-

— ¡NADIE VA A IR A DESATARLOS!

— Oh-

Y los diez minutos comenzaron.

— ¡Ellos son las bestias!— Exclamó Vanessa— mientras Andrew y yo intentábamos adivinar de quienes eran las cabezas que había allá afuera ellos dos aparecieron como las bestias.

— Qué curioso— dijo Jake—, justo eso lo iba a decir yo.

Cada casa intentó convencer(o engañar) de que ellos NO eran las bestias. Después de 10 minutos, las casas "caídas" fueron a votar.

— El cónclave a finalizado, la sentencia a sido dictada. Y ahora deberéis llevarla a cabo como grupo. Y los sacrificados, por el bien del grupo, son...

— ¡VANESSA Y ANDREW, LA CASA DE LA VALQUIRIA!

— Vamosss

— Qué sepáis que os habéis equivocado, vais a matar a dos inocentes.

— Sí, sí, como digas, Drew.

— Pero esperen, este rey os tiende una mano. Porque la roca decidirá vuestros destino. Punta dorada, la salvación. Punta llena de sangre... ¡MUERTE JAJAJA!

— ¿Cómo?

La Casa de la Valquiria sacó una de las múltiples espadas clavadas en la roca de la salvación.

La salvación. Eso fue lo que dictó la roca cuando ambos vieron la punta manchada de dorado, sin ningún rastro de sangre.

— ¡NO! ¡ESPEREN!¡POR FAVOR!

Suplicaban los dos que tuvieron la desgracia de perder: Christian y Jake. Suplicaban por salvarse, mas ninguna de las dos bestias les iban a hacer caso.

Estaban atados a una palo de madera en el patio del castillo, mientras Vanessa y Andrew rociaban gasolina por al rededores.

— ¡AYUDA!

Que ingenuos, nadie les iba a ayudar.  No que ahora estaban todos muertos.

Vanessa agarró un mechero, y prendió fuego el palo donde estaban las dos pobres almas.

Quemados aún con vida, que doloroso.

Ambas bestias, ahora, caminaban en dirección a la salida. Un cartel que ahora estaba teñido de rojo decía "no abandonar antes de terminar".

Se encontraron a Bufón con su careta.

— Habéis sido muy afortunados, ¿sabéis? Estoy seguro que la próxima vez no habrá tanta suerte. Han jugado bien, no me esperaba eso. Pero, ¿como o sentís después de haber matado a vuestros amigos? Fatal, ¿verdad? Jaja-

— ¿Por qué no se lo preguntas a las verdaderas bestias? Ellas deberían de haber acabado con todo esto.

— Oh, pero baja esos humos, Vanessa. Soy un rey de palabra, sois libres. 

Cuando estaban dispuestos a irse, él agregó:
—Pero no por mucho tiempo.

¡Felicidades: Ha llegado al final de la partida!

El como han ganado las bestias ha sido bestial, ¿no creen? xD

Quería actualizar hoy porque... porque sí realmente, mi ama dice que hoy iremos a ver la peli de FNAF y puede que cuando la vea saqué una historia sobre ella o actualizaré mi AU...

Hm, no sé, no sé.