☆「 Cα℘Ꭵʈʊʆꪮ 5 」♡

[The Second's Coming]

「 Flashback 」

Mientras observaba el mapa, el silencio entre Yellow y yo se hacía cada vez más pesado. Sentía la necesidad de romperlo, de hacerle las preguntas que siempre me rondaron la mente. Me intrigaba saber de dónde venía, si tenía una pareja, una familia, o más amigos aparte de mí.

...

—Oye, Yellow, cuéntame —dije finalmente, rompiendo la tensión—. ¿Tienes familia? ¿Amigos además de mí? ¿Dónde vives? ¿Por qué decidiste ser aventurero?

Al escucharme, Yellow giró levemente la cabeza hacia mí, sorprendido por mis preguntas, pero rápidamente volvió la vista al frente, como si estuviera procesando qué decir.

—Pues... estoy solo —respondió con un tono seco, aunque había algo más detrás de esas palabras—. No tengo a nadie con quien estar o compartir mi tiempo... bueno, hasta que te encontré.

—¿Entonces...? ¿Siempre estás solo? Pensé que al menos tenías a alguien con quien pasar el tiempo —pregunté de nuevo, tratando de descubrir si Yellow me estaba ocultando algo más.

—Bueno, sí... hubo alguien —dijo tras una breve pausa—, pero ya no está conmigo desde... el accidente —confesó finalmente.

...

Guardé el mapa en mi mochila y lo miré con más atención, notando el cambio en su tono.

...

—¿Quieres contarme? —pregunté con cautela, la curiosidad despertando en mí al escuchar sobre el "accidente".

—Hace mucho tiempo... tres años, para ser exactos —comenzó Yellow, su voz cargada de recuerdos—, vivía tranquilo y feliz en una aldea lejana. Tenía a mi pareja, y juntos éramos muy felices, hasta que algo lo cambió todo. Un día apareció algo... o alguien. Se hacía llamar Herobrine. Mi pareja y yo fuimos los últimos sobrevivientes. Intentamos escapar cruzando un puente, pero un creeper explotó en el centro y nos separó. Luego, un zombi me mordió en el hombro... y me convertí en uno de ellos. No sé qué fue de mi pareja, pero... sé que no lo logró.

...

Su tono se volvió gélido, y me dejó en silencio por un momento, procesando todo lo que acababa de contarme.

...

—Oh... lo siento mucho, Yellow —murmuré, sintiendo el peso de su historia—, pero... ¿cómo es posible que estés vivo? —pregunté, aún confuso por lo que acababa de oír.

—Fui revivido por alguien —continuó Yellow—. Nunca supe su nombre, pero me devolvió al mundo... aunque no a mi pareja. Me sentí destrozado durante mucho tiempo, pero sabía que debía seguir adelante. Aun así... con el tiempo descubrí la confirmación de lo que ya temía..mi pareja había muerto.

...

Su explicación aclaró todo. Ahora entendía mejor su historia. Yellow estaba viviendo su segunda vida y había decidido dedicarse a las aventuras. De alguna manera, eso me pareció un buen camino para él, una manera de encontrar propósito nuevamente...

...

「 Fin del FlashBack 」

No podía creer lo que veía. Era Red Rosenthal en persona… la persona más amable, cariñosa, siempre dispuesta a apoyarte, incluso cuando no lo necesitabas. Pero ahora estaba aquí, y de una manera completamente diferente. Noté que sus ojos se habían vuelto blancos, lo que me recordó lo que sucedió cuando fue poseído por Herobrine hace años. ¿Podría ser eso? No estaba seguro. Este Red tenía un aire inquietante, se veía furioso, sin rastro de las emociones positivas que solía mostrar. Solo una expresión de pura hostilidad, como si quisiera matarnos. Vi cómo giraba su arma, una lanza afilada con un diseño claramente inspirado en el Nether. Brillaba intensamente. Antes de que pudiera pronunciar una palabra, comenzó a correr hacia nosotros, decidido a acabar con nuestras vidas.

...

—¡Eh, Yellow! Creo que deberíamos correr, no quiero lastimar a nadie... —dije rápidamente, volteando a verlo. Realmente no quería herir a Red. Sin embargo, vi cómo Yellow sacaba su espada y adoptaba una postura de combate.

—Y-yo... me encargaré de él. Tú ve por el cristal. Me quedaré aquí y te ganaré tiempo... —dijo con determinación. Me tomó unos segundos asimilar lo que estaba sucediendo.

—¿Yellow?... Oh, vaya, Yellow... —finalmente lo comprendí. Red era el ex de Yellow. Con razón no le gustaba estar aquí. Todo tenía sentido, aunque nadie sabía cómo Red seguía con vida. Pero este no era el momento para hacer preguntas.

—¡Corre! ¡Ve por el cristal! ¡No hay tiempo! —me gritó, y asentí rápidamente. Corrí hacia el interior del castillo, volteando un instante para ver cómo Red se acercaba a Yellow. Le deseé suerte en silencio y me adentré más en el castillo, mientras los dos se enfrentaban en una feroz batalla.

...

Corría por los oscuros pasillos del castillo, el eco de mis pasos resonaba en las paredes de piedra. Finalmente, llegué a una amplia sala y me detuve de golpe. Frente a mí, un grupo de piglins y esqueletos de wither se materializó entre las sombras, sus ojos brillaban con malevolencia.

Saqué mi espada, apretando con fuerza el mango. No había marcha atrás. Esperé, dejando que fueran ellos quienes dieran el primer paso. Los piglins gruñeron, alzando sus hachas doradas mientras los esqueletos con sus espadas de piedra se acercaban lentamente, rodeándome. El aire se volvió denso, cargado de tensión.

El primer piglin cargó hacia mí con un grito ensordecedor, y en el último segundo, giré sobre mis talones esquivando su golpe, mi espada cortó el aire y se hundió en su costado. Cayó al suelo con un chillido agónico, pero no tuve tiempo de celebrarlo. Otro piglin ya estaba encima de mí. Intercepté su hacha con mi espada, el choque de metal contra metal vibró por todo mi brazo. Con un giro rápido, lo desarmé y le di una estocada certera en el pecho.

Entonces, los esqueletos de wither atacaron en formación. Uno lanzó Su espada en un arco mortal hacia mi cabeza, pero me agaché justo a tiempo y contraataqué, cortando sus piernas y viendo cómo se desplomaba. Otro aprovechó mi momento de distracción y su espada raspó mi hombro. Sentí el veneno recorrerme, pero no me detuve. Salté hacia atrás, dándole espacio para que avanzara, y cuando lo hizo, lo sorprendí con una rápida estocada en el torso, desintegrándolo en polvo.

Con un rápido vistazo, conté los que quedaban. Tres piglins y dos esqueletos. Mi respiración se aceleraba, pero no podía detenerme. Corrí hacia el grupo, esquivando el ataque de un piglin que intentó embestirme. Giré mi espada en un arco amplio, hiriendo a dos enemigos a la vez, y con un impulso final, eliminé al último esqueleto.

La sala quedó en silencio, solo los ecos de la batalla resonaban en la distancia. Limpie el sudor de mi frente y observé los cuerpos caídos a mi alrededor, mientras intentaba recuperar el aliento.

...

Al ver que estaba solo, reanudé mi carrera, ignorando el dolor de mis heridas. No podía detenerme. Subí las escaleras a toda velocidad, pero no pude evitar sentirme observado. A pesar de que miré a mi alrededor varias veces, no había nadie. La sensación persistía, una inquietante presión en el aire.

Finalmente, llegué a la torre más alta. Y ahí estaba, el cristal rojo, brillando con una intensidad casi hipnótica. Lo tomé entre mis manos, sorprendido por lo fácil que había sido llegar hasta él. Demasiado fácil, quizás.

Pero justo cuando me di la vuelta, mi corazón se detuvo. Frente a mí estaba alguien que nunca quise volver a encontrar. The Dark Lord. ¿Qué estaba sucediendo? Mi respiración se cortó, y un escalofrío recorrió mi columna. El temor que había sentido la primera vez que lo conocí volvía a apoderarse de mí.

...

—Ah, finalmente te encontré, gran Second Coming. No solo acabaste con los piglins y los esqueletos de wither, sino también con el príncipe —dijo Dark con una voz tan sombría como siempre. No me sorprendía el tono; en mi dimensión, Dark y yo nunca nos llevamos bien, y en esta... ni siquiera quería imaginar qué clase de relación tendríamos.

—¿Eh...? ¿"Príncipe"? —pregunté, desconcertado. Mi mirada se desvió hacia la ventana y, al asomarme, sentí un nudo en el estómago.

...

Lo que vi fue horrible. A través de la ventana, pude ver el lugar donde dejé a Yellow y a Red batallando. Ahora ambos yacían en el suelo, inmóviles. Mi corazón se detuvo. ¿Habían perdido los dos? No sabía si seguían con vida, pero entonces, noté a Yellow tumbado junto al cuerpo de Red. De repente, se movió, se incorporó ligeramente, aunque con dificultad, y comenzó a toser sangre. Estaba vivo, pero gravemente herido. Tenía que llegar a él, ¡y rápido!

...

—Mira, no sé qué pretendes, pero yo no me voy a quedar aquí —le espeté a Dark. No sabía qué papel jugaba en todo esto, pero no iba a perder el tiempo averiguándolo.

-Tranquilo, no te haré daño ni nada. Solo quiero hablar contigo. Me has hecho un favor al matar al príncipe dijo Dark con una calma inquietante. No entendía qué quería de mí, pero no parecía molesto por haber tomado el cristal, lo cual solo aumentaba mi nerviosismo.

-No... no sé qué favor te hice, pero... ¿cómo sabes mi nombre? -pregunté, buscando desesperadamente respuestas, mientras mi mente intentaba procesar la situación.

-¿No te das cuenta? Somos iguales. Y sé muchas más cosas de las que jamás llegarás a saber. Conviértete en mi nuevo príncipe del Nether. Tú y yo podríamos gobernar juntos. ¿No te gustaría estar al lado de un rey como yo? Humillar a todos aquellos que se interpongan en nuestro camino... —respondió con una sonrisa maliciosa.

-Perdón, pero yo no voy a convertirme en el Príncipe del Nether... ustedes solo destruyen, matando a personas inocentes a su paso, atacando al Ender Kingdom sin motivo alguno -le grité con furia. Tenía razón, no tenían ningún derecho para arrasar todo a su alrededor.

-¿Así que es un no? Vaya, realmente me sorprendes. Nadie rechazaría una oportunidad como esta. Ja... me recuerdas a alguien -respondió Dark, Su voz fría y con una leve mueca de desprecio en el rostro. Rodó los ojos, y de repente, dos wither skeletons se acercaron para flanquearlo. Pero estos no eran como los otros; parecían más robots que esqueletos, guardianes mecánicos, listos para obedecer su mando.

-Todo lo que hice fue en defensa propia. ¡Solo quiero regresar a casa! Tú, dañando a personas inocentes... lo siento, pero no seré como el príncipe. No sé qué gané al ayudarte, pero no quiero nada de esto -le espeté, sintiendo la adrenalina correr por mi cuerpo.

Sin perder un segundo más, giré sobre mis talones y salí corriendo, directo hacia donde estaba Yellow. Con el cristal en mi mochila, me impulsé con todas mis fuerzas, sin mirar atrás. Mi único pensamiento era llegar a tiempo.

...

—Déjenlo irse —ordenó Dark con una sonrisa helada—. Preparen a todos. No importa que se haya llevado el cristal; sabemos que no comprende su verdadero poder. The Star no tiene idea de lo que tiene entre manos... —dijo mientras observaba a Second alejarse rápidamente hacia donde estaba Yellow.

...

Finalmente, logré salir del castillo. Había sido como atravesar un laberinto interminable. Al pasar junto al cuerpo de Red, me encontré con una escena desgarradora: estaba muerto. Sentí un nudo en el estómago. Avancé hasta donde estaba Yellow, sentado, limpiando las lágrimas de su rostro. Me acerqué rápidamente y vi la profunda herida en su pecho. Tenía que llevarlo al bosque de Elderwood Woodlands cuanto antes.

Lo cargué entre mis brazos con cuidado. Yellow cerró los ojos, y mi corazón se aceleró. Solo esperaba que no muriera ni empeorara. Al pasar junto al cuerpo de Red, noté algo extraño. Justo a su lado, algo flotaba en el aire: The Nether Star. ¿Eso había estado allí todo este tiempo? Pero no podía detenerme a investigarlo.

Con Yellow en brazos, corrí hasta donde había dejado el caballo. Lo subí detrás de mí, asegurándome de que se aferrara con fuerza. Ahora yo tomaba las riendas. Sin perder más tiempo, partimos hacia el bosque Elderwood Woodlands, con la esperanza de que aún hubiera tiempo para salvarlo.

...

........

En ese mismo lugar, en lo profundo del Nether, Dark se acercó al cuerpo del príncipe Red, guardián y portador del trono, el príncipe perdido del Nether. Lo levantó en sus brazos, con una mirada fría e impenetrable, y recogió algo más en su camino.

Llevó a Red hasta el borde de un estanque de lava. Lo miró por última vez, observando el rostro de su antiguo aliado, ahora inerte. Sin titubear, lo lanzó al fuego líquido, viendo cómo desaparecía entre las llamas.

Después, tomó The Nether Star en sus manos, sintiendo el poder desbordante fluir a través de él. Ahora, todo estaba bajo su control...

[Continuara...♡]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top