32: "Luz, cámara, ¡acción!"

Luna

Es la última vez que ayudo a Venus en algo.

—Marte, te tienes que ver más triste, acabas de perder a tus hijos ¡llora como loca, no como si estuvieras al frente de una cámara actuando!—le ordena Venus.

—Cuando empezamos con todo esto te dije que no soy actriz, además, evaluarán tu desempeño como director, no mi actuación mediocre—le responde Marte.

—Lo sé, y parte de mi trabajo es gritarte ¡Así que llora como si se hubiera muerto nuestro gato!

Veo como Venus le grita a todo el mundo mientras Leo me maquilla. Al parecer a Venus le agradó y él es encargado del maquillaje. Yo soy actriz al igual que Marte, lo único que tengo que hacer es pegarle una cachetada a Marte, solo por eso acepté.

—Luna, ¿estás lista?

—Sí—digo parándome de mi asiento y yendo al frente de Marte.

La miro con una sonrisa y ella aterrada de mí.

—Si sabes que solo lo tienes que fingir ¿verdad?

—Lo sé. Haré lo que tenga que hacer para que mi actuación sea maravillosa, tal vez se me vaya la mano, quién sabe. —Marte me mira desconfiada y se pone en su lugar para la escena.

—¡Todos en posición! ¡Luz, cámara, acción!

Escucho el ruido de la raqueta y yo me meto en mi papel, la amiga de la protagonista.

—¡Deja de llorar! Tus hijos ya no están, lo sé, pero debes concentrarte porque esta guerra no ha terminado—le grito a Marte.

—¡Para mí ya terminó! ¡No sabes lo que se siente perder a tus hijos! No puedes juzgarme por estar así ¡Tú no sabes que se siente querer a alguien muchísimo más que a ti mismas!

Cacheteo a Marte lo más fuerte que puedo. Opss, se me escapó la mano, je. Luego el agarro de la mejilla siguiendo mi actuación.

—¡No me hables así! Yo soy quien manda aquí y si te digo que dejes de llorar dejarás de llorar porque si no verás a tus hijos muy rápido.

—¡Entonces hazlo! ¡Dispárame en el cráneo y deja que vuelva a ver a mis niños! ¡Ya no me queda nada aquí en la tierra, solo quiero ir al paraíso para reunirme con el amor de mi vida y mis hijos!

—Si tantas ganas de morir tienes entonces dispárate tú.

Marte agarra la pistola de mentira con temor y se la apunta en la cabeza llorando, luego hace como si se disparara y cae al suelo. 

—¡Corte!—grita Venus—. Gracias a Dios ninguna se rio esta vez.

—Creo que tenemos más bloopers que escenas de la película—agrega Leo—. Buena actuación.

—Gracias, ¿Dónde está mi dinero?—pregunto con una sonrisa.

—Todavía te quedan como 10 tomas, Luna—me dice Venus y yo rezongo como una niña pequeña.

Esto de ser actriz no me gusta, jamás me dedicaré a esto. 

—Tienes una hora y media libre antes de la otra toma, luego te quiero ver en el patio unos 20 minutos antes ¿okey?

—Sí, lo que digas.

Agarro me campera y camino por el jardín de mi abuela. Ella accedió a prestarnos su casa para esto, así que espero que nadie rompa nada porque todo aquí es muy costoso.

A lo lejos veo a Phoenix con su semblante de pelado amargado y con su vestimenta de siempre.

Por su culpa no pude escribir por una semana y no pude realizar trabajos de la universidad Marte me tubo que ayudar en todo.

—Oye, quiero dinero porque casi me sacas como 3 dedos— le digo deteniéndolo.

—Mis disculpas, señorita Growing. No era mi intención pisarla.

—Una gran parte de mi me dice que sí, porque vi bien que tú me miraste antes de pisarme, pero haré como si nada y seguiré con mi vida.

Sigo mi camino y me dirijo a mi camerino, o sea, un cuarto de huéspedes que tiene mi abuela. Me siento en la cama y llamo a Sol para saber cómo está.

—Sabes, no sé si te conté, pero mi psiquiatra me recetó pastillas para conciliar el sueño y no sabes cómo me hace dormir eso. Literalmente me tuvieron que despertar con una bocina y apenas la escuché—me cuenta.

—Por lo menos ya no tienes pensadillas ¿o sí?

—No, por suerte—me dice—. ¿Tú cómo estás?

—Cansada de Venus y su filme. También harta de la universidad y preparando todo para la segunda ronda del concurso de bandas— le digo—. Te extraño mucho.

—Yo a ti también, necesito a alguien que me haga una buena sopa de letras—me dice y yo me rio—. Te amo mucho, dentro de poco estaremos juntas y de vacaciones, así que solo hay que esperar unos 3 meses.

—Así es. De igual manera, tal vez me compre un pasaje a Milán así puedo besarte porque ya no aguanto—Sol se ríe y a mí se me forma una sonrisa en la cara.

—Tú sabes que yo no tengo ningún tipo de problema con eso, ven cuando gustes. Tengo que ir me a dormir, hablamos luego.

—Adiós.

—Te aaamooo—me grita y corro el celular de mi oreja.

—Yo también.

Corto la llamada y luego salgo del cuarto para ir a buscar algo para comer. Venus quiso que haya de esas mesas llenas de comida así que aprovecho la comida gratis.

 Cuando vuelvo veo la puerta entre abierta y a Phoenix revolviendo mis cosas.

Este señor cada vez me da más miedo.

—¿Perdiste algo más que no sea tu cabello?—le pregunto sorprendiéndolo.

Él me mira serio como siempre y traga en seco.

—No perdí nada, pero si busco algo.

—Bueno, puedes pedírmelo. No es necesario que me lo robes—digo entrando a la habitación—. ¿Qué necesitas?

—Tu guardapelo.

Sí. Ajá. Sigue soñando.

—¿Para qué lo quieres?

—No puedo decirlo.

—Sabes, desde que llegué aquí no has parado de comportante extraño. Primero me dices que me has estado persiguiendo toda mi vida, luego me pisas los dedos e indagas en mis cosas. Y ni hablar de que me quieres separar de mi abuela a toda costa, lo he notado. ¿Me quieres decir qué mierda quieres?

—Ya te lo he dicho, debes alejarte de tu abuela. Ella no es como tú crees—ruedo los ojos, ya me tiene harta.

—Mira, se ha comportado de maravillas conmigo y jamás me dio razones para dudar de ella o algo por el estilo, si quieres que me crea esa mierda necesitarás algo mejor que decirme eso y nada más.

Paso por su lado para dejar de hablar con él y me dirijo a la puerta, hasta que me dice:

—Y si te digo que tu abuela mató a tu padre ¿Cambiarías de idea?

Me quedó helada por lo que dijo. Son palabras que me cuestan creer. No les encuentro ningún sentido.

—¿Qué? —es lo único que digo.

—Es una larga historia.

—No te creo. Una madre no mataría a su hijo.

—Créeme que si son como tu abuela si lo harían—me dice.

Debe de ser mentira. No, no es verdad. ¿Cómo podría haber hecho eso? Ella siempre dijo que lo quería mucho y que lo amaba, mi abuela no mataría a su hijo. ¿Por qué lo haría? Además, lo mataron porque debía dinero.

—Hay muchas cosas que no sabes, Luna. Esta familia está manchada con sangre y todo eso es culpa de tu abuela.

—¿Por qué debería de creerte?

—Tu padre desearía que lo hicieras—me dice y dejo de respirar un momento—. Si quieres que te cuente todo deberías sentarte.

Lo dudo unos segundos. Estoy un par de minutos debatiendo si tendría que ir me o si debería de escucharlo. Gana la segunda opción.

Me siento a su lado dispuesta escucharlo y él suspira.

—Fui el guardaespaldas de tu papá por muchos años. Él y yo éramos casi amigos, hermanos mejor dicho. London jamás supo del todo de que se trataba el trabajo de su madre, solo sabía que dirigía la empresa y ya. Pero hubo una noche que descubrió su verdadero empleo hurgando en la computadora de tu abuela y estuvo totalmente en desacuerdo con eso. Tuvo una fuerte discusión con tu abuela sobre ello y también por tu madre. Tus padres escaparon de tu abuela porque ella quería obligar a tu padre a trabajar en el negocio familiar y no les permitía estar juntos. Por un momento tu abuela los dejó irse sin importarle mucho que pasara con ellos, hasta que descubrió que tenían algo muy importante que no podían estar en sus manos. Los buscó hasta que los encontró, tu madre ya había muerto para ese entonces y yo le avisé a tu papá sobre que los habían encontrado. Él me mandó a dejarte en el orfanato y a cuidarte para que tu abuela no lo encontrará.

No me esperaba todo eso.  Aun no sé si confiar en sus palabras, aunque tampoco encuentro razón por la cual Phoenix se inventara toda una historia para alejarme de mi abuela.

Otra cosa que no entiendo es: ¿De qué negocio y objeto habla? Porque no se trataba no encontrarme a mí, ella no debía encontrar algo.

—¿Cuál es el negocio familiar? ¿No vendían remedios o algo así?

—Ese es el disfraz, Luna, ellos en realidad venden... algo más, o mejor dicho trafican.

—¿Qué cosa? ¿Droga? Si vamos al caso, los farmacéuticos son droga.

Phoenix se relame los labios y yo espero ansiosa su respuesta con la esperanza de que solo sea una tontería y no deba de preocuparme por esto.

—Tu abuela está en el tráfico de personas.

Suelto una risita sin poder creérmelo. En serio, esto es tan de película y por eso no me lo estoy creyendo nada.

—Por favor, ¿en serio piensas que me lo voy a creer? ¿Tráfico de personas? Eso...las personas no se trafican.

—¿Por qué crees que es tan millonaria? Sí, ella es dueña de una empresa, pero aparte de eso está en el tráfico de personas—me están empezando a picar los ojos y Phoenix me agarra de la mano.

Esperaba que me dijera que traficaba drogas o algo por el estilo, no humanos. 

No le creo, o sea, ¿Por qué haría eso? ¿Por dinero? ¿Mató a mi padre por eso? 

—No...eso no es verdad. Ella es buena. Es mi abuela, no mataría a mi padre y mucho menos traficaría persona. De seguro me estás jugando una broma ¿verdad? A ti te encanta molestarme. Siempre lo haces. ¿Es una broma? 

Phoenix me mira y yo le devuelvo la mirada con los ojos llorosos.

No está mintiendo.

En sus ojos hay sinceridad y dolor por toda esta situación. Él me lo dijo, mi padre era como su hermano. No inventaría toda esta historia.

Empiezo a caminar por todo el cuarto intentando respirar.

La mujer que me ha tratado de maravilla los últimos meses, el único familiar que tengo me mintió y es la culpable de la muerte de mi papá. 

¿Acaso nadie le dijo que hay otras maneras de ganar dinero que no sea esa? Podría ser stripper y ganaría mucho dinero también.

Sí, intenta bromear con esta situación para que no duela. Es lo que hacemos siempre.

—Escucha, Luna. Por muchos años he estado cuidando de ti para que tu abuela no te encontrara, eso me lo pidió tu padre antes de morir. No sabía las razones, creí que era solo por el simple hecho de que te amaba y no te quería cerca de ella. Pero cuando vi tu guardapelo entendí todo.

—¿Qué pasa con eso?

—¿Recuerdas que te dije que tu papá se había llevado algo muy importante para el negocio de tu abuela? Es esa cosa.

¿Un guardapelo? ¿Qué tiene de importante esto?

—¿Haz visto que tiene una serie de números en la parte donde se ponen las fotos? —me pregunta.

—Sí.

—Esos números son como un link. Si sacas la foto de tus padres lo verás y comprobarás que todo lo que te dije es cierto. Ahí está el nombre de cada persona desaparecida entre el año 1999 y 2002. Personas que traficaron.—ya cada vez puedo creer menos esta situación—. Creí que él lo había enterrado o se lo había entregado a alguien de confianza, pero te lo había dado a ti—suelta una risa—. ¿Cómo no le pensé antes? London había dicho que le entregaría ese guardapelo solo a su persona de más confianza, por su puesto que te lo iba a dejar a ti.

Lo miro sin poder creerlo. Lo admito, sí se me hizo extraño esos números cuando los vi, pero no les di ni un poco de importancia.

—Luna, ese collar tiene la información de todo el negocio de tu abuela. Con el podemos ponerle fin de una vez por todas.

—¿Es por eso que me pisaste los dedos? Para que mi abuela no junte el guardapelo.

—Exacto y no permitiré que alguien más muera por él. Luna, le prometí a tu padre que iba a protegerte y eso es lo que haré siempre. Por eso indagaba en tus cosas, para esconderlo y que tu abuela no se meta contigo.

—¿Cómo que no se meta conmigo? ¿Tú crees que ella me mataría por esto?—él no me contesta, lo que aumenta mis nervios—. Phoenix, te hice una pregunta.

—Asesino a tu padre por ese objeto, ¿tú qué crees que hará contigo si no se lo entregas pacíficamente? 

Me siento un poco mareada y toda esta situación hace que se me revuelva el estómago.

Esto es mucho.

Mi abuela mató a mi papá por un guardapelo que yo tengo y quiere matarme a mí también. Estoy segura de que lo ha intentado hacer, pero Phoenix ha intervenido.

—Luna, estás muy pálida.

No me sorprende, siento como si se me hubiera bajado la presión.

—Sí. Intento procesarlo. ¿Qué tendría que hacer con esa cosa?

—Es tú decisión. Si quieres que tu abuela pague por lo que hizo lo mejor será entregarla a las autoridades con esa prueba.

Amo a mi abuela. Es mi única familia. No sé si me atrevo a hacerlo, pero a mi papá le gustaría que lo hiciera. Pero, no quiero estar sola otra vez.

—Iré afuera a respirar—le digo a Phoenix y me voy casi corriendo con lágrimas.

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📖 Nota de la autora 📖

Hoy tocó capítulo fuerte.

Por fin descubrimos las intenciones de su abuela.

Pobrecita, Luna solo quiere tener una familia 💔🌙

Abuela, llegás a tocar a Luna y verás 🔫🔫

Veremos como avanza todo este drama en los siguientes capítulos.

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Tik tok: dell_h1

🐞 ¿Les agrada Phoenix? 🐞

⛄ ¿Sospechaban algo de la abuela de Luna? ⛄

🐢¿Les gustaría ver el filme de Venus?🐢

Recuerden que dentro de poco tendremos un extra de navidad 🎄❤

Nos vemos el lunes 💙

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