15
JUNGKOOK
—— Como lo sospechaba — decía el doctor acercándose a nosotros con un semblante serio y una libreta en las manos. —— La señora Soyeon tiene insuficiencia cardíaca, es una afección en el corazón.
Soyeon se había aferrado a mi mano y la apretaba fuerte, tenía lágrimas en sus ojos
——Entonces, ¿esto me impedirá ser madre algún día? — su voz se quebró.
—— Voy a ser claro con usted, un embarazo si podría ser posible, pero sería muy riesgoso, su corazón no lo resistiría.
——Yo... yo quiero darle un hijo a mi esposo, debe haber una manera, doctor.
El doctor negó y suspiró.
—— Su vida estaría en peligro, no podrías sobrevivir al parto, Soyeon.
Ella iba a protestar, pero ahora mismo su salud estaba en juego y era lo más importante en este momento.
——Debés calmarte, ¿sí? — la miré y ella asintió con una sonrisa.
—— Su esposa necesitará mucha contención de su parte, señor Jeon, no puede recibir emociones fuertes, su estado de salud es muy delicado.
Solo asentí.
——Debe encargarse de que ella tomé sus medicamentos y de que esté tranquila.
Después de haber salido del hospital, fuimos directo a casa, llevé a Soyeon a la habitación, ella necesita reposo.
——¿Te sientes cómoda? Dime si necesitas algo.
——Estoy bien — sonríe.
——Bueno, yo estaré abajo, si necesitas algo, me llamas. — estaba a punto de salir, pero ella me detuvo tomando mi mano nuevamente.
—— Gracias por estar conmigo, Jungkook, esto es algo difícil para mí, pero te tengo a ti a mi lado y eso me motiva para no dejarme caer.
Con su pulgar acarició mi mano y yo le sonreí leve, para después salir de la habitación.
Había pasado una semana de todo, mi mente era un completo desastre, por un lado estaba Tn, quería ir con ella y pedirle una disculpa por haberla dejado sola aquella vez, no quería que pensara que solo quería acostarme con ella, porque no era así. Ella había logrado despertar en mí, lo que ninguna otra ha podido jamás, todo se sentía diferente, era algo especial. Pero ahora estaba Soyeon, yo no podía dejarla sola y aunque no la sentía como tal, ella era mi esposa.
——Señor Jeon. — escuché a una de las empleadas, detrás de la puerta.
——¿Qué pasa? — dije con la mirada puesta en unos papeles.
——Su abuelo y su esposa están aquí.
¡No puede ser! Solté un bufido y eché mi cabello hacía atrás.
——Está bien, diles que ya voy.
Cerré las carpetas y me levanté para salir de mi despacho.
——Pensé que estarías acompañando a tu esposa, Jungkook. — mi abuelo me miró serio.
——Ella está descansando en la habitación, no le veo necesidad de quedarme todo el rato encerrado ahí. — le respondí de la misma forma.
——¿Cómo está mi hija, Jungkook? — la madre de Soyeon se acercó a mí, preocupada.
——Su estado de salud es delicado, pero ella se encuentra bien, está descansando arriba.
——Iré a ver a mi pequeña, ella debe de estar destrozada.
——Ve, cariño — mi abuelo puso una de sus manos sobre su hombro cálidamente. ——Yo enseguida subo.
Ella asintió y subió casi corriendo las escaleras, mostrándose desesperada por llevarle contención a su hija y supongo que no era para menos.
—— Jungkook, quiero que cuides bien de tu esposa, ella te necesitará.
——Soyeon tendrá mi apoyo, si eso es lo que te preocupa, abuelo.
——Mhm, no espero menos de ti, tú eres su esposo y como tal, debés asegurarte de hacerla sentir cómoda, no quiero escuchar que ella se ha sentido mal por tu culpa — me miró serio. ——También dejarás de ir a la empresa por algunas semanas.
——Pero hay muchas cosas que hacer ahí, todavía tengo que cerrar algunos negocios con los presidentes de otras empresas importantes.
——Yoongi se hará cargo de eso, yo me he encargado de hablar con él ya, tu padre y yo, iremos de vez en cuando a verificar que todo se encuentre en orden. Ahora lo que debe de ser tu prioridad es Soyeon. — terminó de decir y se dirigió a las escaleras, lo seguí.
Al estar cerca de la habitación, oímos unas risas que provenían de adentro.
—— Me alegra que hayan cambiado la tristeza por unas risas. — dijo mi abuelo acercándose a ellas y de inmediato dejaron de reír. —— ¿Cómo te sientes querida? — miró a Soyeon.
——No estoy tan bien como quisiera, pero tengo a mi lado excelente compañía que hacen aliviar un poco el trago amargo que he recibido. — habló con un tono suave en su voz.
——Todos estaremos aquí para ti, cariño. — le dijo su madre y tomó su mano.
——Es cierto, querida, cuentas con todo nuestro apoyo y especialmente con el de tu esposo.
——Lo sé, señor Jeon — sonrió leve. ——Jungkook ha sido muy paciente y bueno conmigo. — me miró y me extendió su mano, lo dude un poco, pero finalmente me acerqué y la tomé. ——Sé que estarás para mí, cariño, gracias por no dejarme sola en este momento tan difícil para mí.
——No tienes nada que agradecer, todos aquí queremos que te sientas lo más cómoda posible.
——Ahora lo tendrás más pendiente de ti — dijo de repente mi abuelo. ——Se quedará en casa para cuidar de ti.
——No quisiera ser una carga para él — bajó ella la mirada con algo de timidez. ——Se que Jungkook tiene mucho trabajo en la empresa.
——De eso no te preocupes, querida, ya está todo solucionado. ¿Cierto, Jungkook? — me miró y yo solo asentí con seriedad.
T/N
La lluvia en este día era intensa y el clima frío, yo me encontraba en mi habitación, rebusque entre las cosas de mi armario y encontré una caja la cuál contenía algunas de las pertenencias que serían de mi bebé, tomé en mis manos un pequeño conjunto, se sentía tan suave y a pesar de los años, no había perdido ese aroma tan delicado. Hoy mi hijo estaría cumpliendo 4 años, mi mente se imaginaba como podía llegar a ser él, igual a su padre, con sus mismas facciones, una tierna sonrisa de conejito y un pequeño lunar debajo de sus labios. Yo deseaba tanto que estuviera aquí, pero eso no era posible.
——¿Se puede? — dijo mi hermano desde la puerta.
——Pasa.
——Se que hoy es un día especial y también triste para ti, yo solo quería decirte que, no cargues con todo tú sola. Si necesitas llorar o maldecir, solo házlo, pero no te lo quedes, soy tu hermano y estaré aquí para ti. — me sonrió y abrió sus brazos, yo simplemente fui hasta él y lo abracé.
——Gracias.
[.....]
——Oh, con cuidado señorita. — su voz era grave, yo había chocado contra su pecho y levanté la mirada para verlo.
——Taehyung....
——El mismo — sonríe. —— Tiempo sin verte Tn, me alegro de que no me hayas llamado, "señor Kim," a menos que te parezca un viejo. — elevó una de sus cejas.
Él se acercó hasta quedar muy cerca de mi cara, mientras me miraba serio. Me ponía algo nerviosa tener tan cerca a un hombre como él, era.. demasiado imponente.
——No, no eres viejo — traté de sonar tranquila y que mis nervios no me delataran. ——Solo te llamaba así por respeto, después de todo, eres uno de los jefes.
Él me observó un poco más y luego se alejó de mí, soltando una pequeña risa.
——Era una broma, deberías haberte visto... te ves tierna cuándo te sonrojas. — dijo y se agachó para juntar unos cuántos papeles que se encontraban en el suelo. Por mi parte, comencé a sentir el calor de mis mejillas, moría de vergüenza.
——Toma — me entregó aquellos papeles. ——¿Y a dónde te dirigías?
——Iba a la oficina del señor Jeon, tiene que firmarlos.
——Yo vengo de allá y Jungkook no se encuentra ahí.
——¿No está?
——No, y al parecer no vendrá por un tiempo.
¿No vendrá? Ha pasado ya una semana y nosotros aún no hemos podido hablar, necesitaba decirle lo que aquella vez no pude por mi maldito miedo de empeorar las cosas.
Mi mente iba de un lado otro, muchas cosas pasaban por mi cabeza, no quería pensarlo, pero al final no podía controlar lo que mis pensamientos decían. "Solo fuiste sexo para él"
——Ya veo... — fue lo único que salió de mi boca.
——Bueno, de todas formas, yo estaré más seguido por esta empresa, si necesitas algo puedes decirme también. — me guiñó y se fue.
Miré por unos segundos como se alejaba y tomé camino a la oficina de Yoongi.
——¿Se puede? — me asomé un poco, la puerta estaba entreabierta.
——Por supuesto que sí, pequeña. — dejó una de las carpetas a un lado y me sonrió leve. ——¿Vienes a darme más trabajo? — su cara cambió rápidamente a una de seriedad y su vista estaba puesta en los papeles que tenía en mis manos.
Me reí al verlo así y negué.
——Eran para Jungkook, pero parece que no ha venido a la empresa.
——Oh, eso... — rascó su nuca. ——Trabajará por algunas semanas desde su casa.
Fruncí el ceño y me acerqué a su escritorio.
——¿Pasó algo?
——No, solo son cosas de su abuelo.
——Yoongi. — dije sabiendo que eso no era lo único.
Él suspiró y me miró serio.
—— Está bien... es Soyeon... ella está enferma y Jungkook se quedará para cuidarla.
——¿Enferma? — asintió.
——Su abuelo quiere que le dé el máximo de los cuidados, será algo así como su niñera personal. — rió un poco.
——¿Sabés qué es lo que le ocurre?
—— No sé nada, Tn, pero lo que si sé es que yo no creo nada de esa mierda. Soyeon es capaz de cualquier cosa, hasta de jugar con algo tan delicado como lo es una enfermedad.
Y me lo decía a mí, yo sabía de sobra la clase de víbora venenosa que era ella.
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