Electricity

Las jornadas de salud me estaban matando, no era el único pues los cuatro estábamos agotados no sólo física si no mentalmente también, nunca pensé que quedarme en un turno de 36 horas era lo más lógico pero al parecer el director tenía otras ideas.

—¡Vamos a dormir en el hospital! —exclamó Tara con particular emoción.

—No le veo lo divertido —me negué mirando a la chica — preferiría quedarme en mi cama abrazando a mi novio.

—Ahh quiero un novio —suspiró Ty dramáticamente derritiéndose sobre el hombro de su hermana. 

—¿Tu también eres gay? —preguntó Amber arqueando la ceja

—En este punto de mi vida con conseguir alguien que me ame le voy a todo —aceptó su realidad.

Su hermana negó para presionar su mejilla, los gemelos aunque parecían ser un libro abierto hablaban de todo menos de su vida personal.

—Bueno por primera vez estoy de acuerdo con Aslan, yo debería estar en casa para acostar a mi bebé —se quejó la rubia.

—Veámoslo como una experiencia —trató de animar Tara

—No dirás lo mismo cuando nos salga un fantasma a mitad de la noche —se burló Ty

—Aquí no hay verdad Peta —entró en pánico la peli negra mirando con terror a la enfermera

—Quieres que te mienta —se burló ella arqueando la ceja.

—Si por favor —se aferró al brazo de su hermano.

—Si hay y muchos —afirmó ella— así que si una niña les dice que está perdida ni siquiera la sigan.

Tara solo mira a la rubia para abrazarla del brazo, al carajo todos sabíamos que ella era la que nos defendería en cualquier tipo de ataque.

Las guardias de enfermería no tienden a ser de tantas horas sin embargo nosotros estábamos cumpliendo la guardia y nuestro día de escuela así que por eso iba a ser tan larga.

El día escolar se fue rápido, pero la tarde se fue lento y la noche aún peor.

—Buenas noches bebé, te veo mañana se bueno con la abuela —se despidió la rubia de su hijo por videollamada.

— Aww —dijimos los tres al unísono

La rubia me miró con molestia incrédula de mi actitud dispuesta acatar.

—Tu cállate que tuviste la misma plática con tu novio hace 5 minutos —me señaló con el teléfono irritada.

—Tiene problemas de abandono demanda mucho amor —me defendí.

La rubia se limitó a negar, después de la cena no hicimos mucho en realidad, los hospitales tienden a ser lugares con mucho movimiento pero llega un momento donde el silencio consume el hospital y puede llegar a ser aterrador.

Nos permitieron descansar un par de horas en el aula donde tomábamos clases, nos robamos unas colchonetas del área de fisioterapia y las cobijas que habíamos traído, aquellas que apenas nos cubrían del frío, era difícil dormir con gente extraña.

—Cayeron como unos bebés —se burló Amber mirando a los gemelos perdidos de sueño.

—Mentalmente lo son —me burlé.

Ella negó para observarme por un momento, me giré para verla, no me había percatado que tenía ojos verdes brillantes.

—Porque dijiste que Ander tiene problemas de abandono —sacó el tema curiosa.

—Es huérfano —explique— al menos en término, su padre murió en el accidente que tuvieron de coche y su madre hace apenas un par de años pero los abandonó mentalmente hace mucho, su hermana es quien los crió a él y a su hermanito.

—A tu novio no le molesta que se lo cuentes a cualquier persona —preguntó confundido

—Él es el más orgulloso de haber sido criado por su hermana así que no, se lo cuenta a todos —la calme

Ella asintió pensando por un momento.

—El otro día Max me pregunto si Ander era su papá —me contó— y cuando le dije que no me preguntó si podía ser su novio

—Si le recordaste que ya tiene un novio verdad —insistí con molestia.

—Te vas a pelear con un niño de 6 años por sus sentimientos —me miró arqueando la ceja

—Me voy a pelear con cualquiera que tenga sentimientos por mi novio —afirmé la única y real verdad.

La chica negó mirando su celular

—¿Qué pasó con el padre de Max? —me atreví a preguntar.

—¿Qué pasó con el tuyo? —evadió con otra pregunta

—Le dió un infarto, se fue a dormir y no despertó, entonces qué pasó con el padre de Max —insistí

Ella suspiró para quedarse en silencio un minuto

—Yo tenía 19 y el 17 años, habíamos salido por dos años, éramos jóvenes todavía y muy estupidos, no digo que haber tenido a Max fuera una estupidez, es mi más grande orgullo pero éramos jóvenes y tuvimos sexo sin protección era una ETS o un embarazo y me gane mi premio mayor —sonrió— en cuanto lo supe... pensé en abortar no te voy a mentir, pero amaba tanto a su padre que quería una parte de él... mis padres me apoyaron, pero hablaron primero con los padres de Otis...

Podía ver la molestia en su rostro.

—Ellos dijeron que no se iban hacer cargo, traté de comunicarme con él pero nunca recibí respuesta... al final sus padres me dijeron que si volvía a intentar comunicarme con el me iban a demandar por abuso sexual a un menor de edad... el solo es era dls años menor que yo —se quejó— al final decidí dejarlo en paz y criar a mi hijo yo sola

Me quede pensando por un momento, mi yo interno quería preguntarle si había pedido su consentimiento, que aunque dos años pareciera poco era una brecha de experiencia muy grande, pero sabía que no era el lugar ni el momento y que se lo hubiera o no dado el consentimiento las cosas ya habían pasado

—Pero si nunca hablaste con él cómo estás segura de que él lo sabía —insinúe— por como yo lo veo la comunicación nunca fue directa, los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos y tal vez para ellos era eso... tal vez en ese momento no era bueno hablar con él, pero ahora ya son mayores de edad los dos pueden mantener una conversación de adultos.

No dijo más, tenía la mirada perdida en las mil posibilidades que pasaban por su mente, no dije nada, intenté dormir un poco pero fue imposible con los ronquidos de Tara, solo fueron dos horas cuando volvimos a trabajar, estuvimos revisando pacientes, pasando medicamentos y un par de cosas más pero en cuanto el sol empezó a salir empezó el movimiento.

Para nuestra suerte nos dejaron desayunar, realmente extrañaba no poder desayunar con Andy... que ridiculo soy... me empiezo a parecer a él.

Tras nuestro desayuno y ducharnos en las bañeras del hospital me sentía como nuevo, no podía decir lo mismo de Tyler, no tenía ese brillo que es común en él.

—Te ves de la mierda —halague

—Yo también te quiero amigo —dijo recargándose en mi hombro con intenciones de dormir.

—Necesita de sus nueve horas de sueño para brillar como siempre —lo defendió su hermana revolviendo su cabello.

—¡Sobrevivieron! —exclamó Pita riendo— me parece fantástico porque acompañarán a los doctores a unas platicas que se impartirán de salud sexual.

—Yei —dijo Ty sarcástico

Peta lo miró arqueando la ceja lo que me causó gracia

—Bien niñas con niñas y niños con niños —nos sonrio— andando

—Am yo quiero ir con Ty —insistió Tara

—Hija amenos que tengas un pene entre las piernas vas con ellas —ordenó— ahora corta el cordón y andando, estar separados no los matará

Tara miró a Ty nerviosa, él solo le dió una sonrisa para asentir.

—Me lo cuidas por favor —pidió ella presionando mi antebrazo

—No lo puedo cuidar de su estupidez habitual —aclaré pero eso no la relajo— yo le hecho un ojo.

—Gracias —susurró.

Mire al gemelo en busca de respuestas a lo que solo levantó los hombros a manera de respuesta, junto con Ethan estuvimos resolviendo dudas sobre anticonceptivos, métodos de planificación familiar y el uso de la práctica sexual con consentimiento a un grupo de estudiantes universitarios, un poco tarde la práctica pues se debería enseñar desde la ADOLESENCIA pero al menos se daba.

Después de eso entramos al hospital para seguir con nuestras actividades.

—Te hubieran puesto a ti dar la plática mejor —señaló Ethan mientras yo preparaba un equipo para canalizar— te acuerdas cuando tu padre nos dio la plática

—Tu terminaste vomitando —le recordé

—Si bueno tenía nueve —se excusó— pero como se lo juré a tu padre siempre pido el consentimiento

—Estaría muy orgulloso de ti —asentí, una sonrisa se dibujo en su rostro... mi papá muchas veces hizo del suyo en ausencia del suyo.

Mientras trabajaba colocando los medicamentos la mano se movió frente a mí para llamar mi atención, miré a Ethan que señaló a Ty que estaba a un metro de mi.

—Cas... no me siento bien...

No me dio tiempo de reaccionar cuando se desvaneció, apenas y lo alcancé a sostener cuando su cuerpo se tensó para posteriormente comenzar a moverse con fuerza, estaba teniendo una crisis epiléptica, lo puse de costado colocando mi chaqueta bajo su cabeza para protegerla.

—Voy por ayuda —afirmó Ethan.

—Lo tengo, ve por su hermana —insistí.

Empecé a medir el tiempo, era mi primera vez que veía a alguien convulsionar lo que puede ser imponente, pero tenía más miedo de que mi amigo se fuera a lastimar si no lo hacía bien.

Tara llegó en cuestión de segundos con Peta y la doctora, su gemela tenía una calma lo que me aseguraba que no era la primera vez.

—Estoy aquí Ty, tranquilo —dijo acariciando su cabello.

Dos minutos veinticuatro fue lo que duró su crisis convulsiva.

—Tiene sangre —alertó Amber asustada

—Yo traté de atraparlo pero no lo alcancé... lo siento —me disculpé

Al parecer se había golpeado con el filo de una de las mesas.

—No es tu culpa —murmuro la gemela

—No es culpa de nadie —aclaró la doctora que estaba revisando a Ty, tenía la mirada perdida y se veía realmente exhausto— lo importante ahora es ponerlo en un lugar cómodo y asegurarnos que esté bien.

Uno de los camilleros llegó para ayudarlo a pasar a una camilla, después de un rato por fin nos dejaron verlo.

—¿Cómo estas niño? —le preguntó Amber llegando para besar su frente.

—Bien, Peta dijo qué tal vez necesite puntadas —dijo emocionado

—Tranquilo una cicatriz no arruinará tu rostro de niño bonito —se burló Ethan que por alguna razón seguía aquí

—Al contrario, me veré rudo como tú —me sonrió.

—Ni con veinte cicatrices —negué.

El pelinegro solo sonrió, apesar de todo seguía como si nada, no podía decir lo mismo de su gemela... que se limitaba a mantenerse con los brazos cruzados, nunca creí poder verla molesta pero ahí estaba frente a mi

—¿Qué te dijo la doctora? —preguntó Amber mientras sostenía su mano, su instinto de madre la hacía preocuparse mucho

—Está bien pero como se llevó un buen golpe lo quieren tener en vigilancia—explicó su gemela— gracias Aslan, te pedí que lo cuidaras y...

—Tara —la regañó su hermano

—Tal vez si me hubieras dicho de que podría haber estado atento —remarqué

La pelinegra solo bufó para salir de la habitación, miré a la rubia para señalarla y que fuera con ella, no lo dudo, me quedé a solas con Ty.

—Yo lo siento no te escuché la primera vez que me hablaste...

—Cas, Cas no te disculpes que entonces si me voy a enojar contigo —estableció— en todo caso sería mi culpa por hablarte tan bajito sin recordar tu limitación auditiva.

—No es tu culpa —insistí

—Ni la tuya, escucha tengo esto desde los dos años y es lo que es —suspiró— así pasan las cosas pero si me quedara a lamentarme cada que me pasa no disfrutaría de lo demas.

—Que motivacional me saliste —me burlé para asentir

—Estoy drogado —sonrió burlón

—Y tu hermana, crees que me perdonara —agregué no muy confiado.

—Por supuesto —sonrió— no está enojada contigo, es solo que se asusta mucho y odia que me pase, también se odia más cuando no está para ayudarme así que se desquito contigo pero tranquilo yo hablaré con ella —me calmó.

Asentí, usualmente me daba igual si las personas se molestaban conmigo... pero por alguna razón me había molestado la mirada que me había dado.

—Entonces Ethan, me suturas —miró al chico a mi lado

—Estas loco verdad —reaccionó— soy estudiante todavía

—Pues practica, mejora y vuélvete un buen doctor —le sonrió— yo me ofrezco como tu muñeco de práctica.

—No lo harás cambiar de opinión —apoyé al chico que ya empezaba a temblar.

—Tranquilo son puntos simples —le dijo la doctora llegando con peta— listo Tyler

—Listicimo —asintió

Salí para dejar a Ethan masacrar la cara de Ty, necesitaba tanto un cigarro que tuve que irme a una de las zonas donde estaba permitido fumar, lo que no me esperaba era ver a la peli negra sentada con un cigarrillo en mano, me senté a su lado mirando el cigarrillo aún sin prender

—Quieres fuego —le pregunté sacando el encendedor

Ella se lo pensó por un momento para asentir

—Le prometi a Ty que lo dejaría —murmuró— no se lo digas

—Si tú no le dices a Ander acepto —asentí

Nos quedamos un momento en silencio hasta acabarnos el cigarrillo

—Lo siento —murmuro recargándose en mi hombro— debimos decírselo antes, es solo que Ty no quería que pensaran mal de él

—Ya pienso mal de él... de todos en realidad, saberlo no cambia nada —señale— solo me hace ser más conciente de sus necesidades y que cuando pase necesitará de nuestro apoyo.

La chica asintió para suspirar.

—Tiene buenos tiempos y malos tiempos, los últimos años han sido buenos pero me aterra pensar que empiece con una mala racha —explicó

—Supongo que solo queda apoyarlo —asentí— y tú cuidar que Ethan no le destroce la cara.

—Le dije que no —bufó levantándose, la detuve de la mano antes de que fuera, ella me miró curiosa

—Tara no tienes que cargar con esto sola, ahora estamos para apoyarlos —señale

Los ojos de la pelinegra se aguaron para abrazarme con fuerza

—gracias amigo —dijo ella

—Yo no... olvídalo con ustedes no se puede —negué dándome por vencido

La chica me soltó para ir a ver a su hermano, después de acabarle mi cigarro regrese para ver a Ty.

—Bueno no te quedó tan mal —mire a Ethan

—Hasta yo estoy sorprendido —suspiró.

Ty se veía evidentemente cansado, pero no era el único.

—Te sientes mal —le pregunto Amber que había regresado con los cafés

—No, solo estoy cansado los ronquidos de Tara no me dejaron dormir —se quejo Ty

—Ni a ti ni a nadie —lo apoyo Amber riendo

—Mentiras yo no ronco —se negó a creer la realidad

—Será mejor que se vayan a descansar, fue un largo día para todos —asintio Peta para irse

—Lo tomó —dije agarrando mis cosas sin pensarlo— nos vemos tontos

Se ofendieron si pero ni modo, Ethan me acompaño a la salida pues también a él lo habían dejado ir

—Tu qué haces aquí —dije viendo a Ander comiéndose una dona en las bancas de enfrente del hospital, el chico sonrió para llegar hasta mi.

—Sabía que estarías cansado así que vine por ti —señaló— acaso no soy el mejor novio

—Si me guardaste una dona si —me acerqué para besarlo.

—Mm entonces no —señaló divertido— y tú que, te vas a quedar viendo como pendejo como nos besamos —se dirigió a Ethan que estaba tras nosotros con una mirada de asombro

—Así que tienes novio —fue lo único que pudo pronunciar atónito

Ander se separó de mí para acercarse a él.

—Algún probablema con eso —le dijo serio

En estos momentos solo temía por la vida de Ethan...

Recemos por Ethan 🤭

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