4. Encuentros inesperados
Revise mi reloj una vez más, eran las cuatro y media de la tarde, aunque Aioria insistió en reunirnos a las cuatro de la tarde y me soltó un discurso explicando porque esa hora era la ideal para salir se atrevió a llegar media hora tarde, tiene suerte de que ahora estoy de buen humor.
Revise mi galería para matar el tiempo, lo primero que vi fue la foto que le saque a Camus, no dejaba de verla en el salón, pero no la aprecie como es debido, en ese momento solo quería evitar la mirada fría con intensiones asesinas. Ahora que podía tomarme mi tiempo para disfrutar de la imagen, es simple y no tiene nada de especial, Camus tiene su típica expresión en el rostro mientras observa la cámara, me hubiese gustado que saliera con una sonrisa, pero no voy a negar que se ve bien. Me pareció extraño continuar viendo la foto de un compañero en mi celular así que continúe con el resto de imágenes, también estaba la foto que le hice al libro, ya que estoy por aquí tal vez podría comprarlo.
Una mano tocó mi hombro, mi primera reacción fue guardar mi celular, volteé para encontrarme con Aioria, que llegaba tarde, es extraño que llegue tarde, aunque viniera caminando es seguro que llegaría a tiempo, él es muy rápido.
–¿Ese libro es lo que quieres comprar?–No hay una disculpa y tampoco un intento de ocultar que estuvo observando mi celular, solo era él demostrando lo mucho que le gusta meterse con la vida de otros.
–Llegas treinta minutos tarde, esperaba una disculpa–Hice un reclamo para que tomara en cuenta sus errores, con suerte cambiaría algún día–Y si, quiero comprar ese libro, parecía interesante.
Siendo honesto la intención era tener algo de lo que hablar con cierto chico pelirrojo, eso no significa que la historia no fuera interesante, escuché poco, pero era suficiente para capturar mi atención.
Aioria ignoro mi reclamo, la verdad ya me lo esperaba, solo suguio con su camino, tenía la impresión de que la ruta que estábamos siguiendo estaba completamente planificada, eso solo significa que él está buscando problemas, por desgracia yo ya estoy aquí, terminaré involucrado aunque no quiera, con suerte será algo divertido como la última vez.
Al observar a mi alrededor pude notar cuatro figuras familiares, claro, ahora entiendo lo que dijo Aioria cuando estaba justificando el porque debíamos salir a las cuatro.
“Podremos encontrar personas interesantes si vamos a esa hora”
¿Por qué no lo vi venir?. Así que estamos aquí buscando pelea y además parecemos un par de acosadores apareciendo ahora, bueno, siempre puedo dejar que Aioria se haga responsable de todo, ahora que lo pienso...Camus también pensará que soy un acosador, genial, ahora la imagen que tiene de mi caerá aún más y todo por culpa de un gato que es completamente incapaz de superar un conflicto.
Cuando deje de estar perdido en mis pensamientos ya estábamos frente a ellos, tal vez Aioria me arrastro en su dirección mientras estaba ocupado con mi imaginación y los posibles resultados de este encuentro.
–¿Que hacen aquí?–El primero en romper el silencio fue Afrodita, no estaba molesto, pero si algo confuso.
–Nada, simplemente salimos de paseo–Respondi antes de que mi acompañante lo hiciera.
–¿A esta hora y en este lugar?–Shura comenzó a interrogar, era obvio que no creía en las casualidades.
–Si. ¿Tú eres el único que puede salir con amigos?–Aioria no dudo en responder, su lado agresivo amenazaba con salir.
–Solo hay tres posibilidades–Angelo se puso en un punto medio entre Aioria y Shura para separarlos–Aioria está buscando pelea, Milo está cuidando del chico nuevo o es una auténtica casualidad, sea cual sea me da igual.
Aioria y yo nos quedamos callados, creo que ambos conectamos nuestra neurona, sabíamos que si decíamos una sola palabra estaríamos confirmando o negando algo y conociendo a DM se reiría de nosotros toda la tarde con la respuesta. Observe a Camus de reojo, simplemente se mantuvo lejos de las discusiones, ahora que lo pienso, no hay un motivo para que DM piense que vinimos porque yo quiero cuidar de alguien, eso ya son imaginaciones suyas.
–¿No podemos olvidar ese asunto por un día y pasar un rato agradable todos juntos?–Afrodita parecía el más razonable de todos los presentes, solo quería disfrutar de su salida con amigos.
–No creo que sea posible–Shura se cruzo de brazos y aparto la mirada de nosotros, estaba haciendo su mayor esfuerzo para mantenerse tranquilo.
–¿Nos disculpan un momento?–Tome el brazo de Aioria para alejarlo de los demás.
El resto del grupo aún estaban a la vista, no les di tiempo para responder, parecía que estaban dispuestos a esperar.
–Aioria, sé que estás molesto con Shura y que vinimos a molestar y provocar una pelea–Comence a regañarlo un poco, era obvio que estábamos ahí solo para molestar a Shura–Pero vamos a pasar tiempo con ellos, tranquilos sin ninguna provocación y vamos a socializar con el nuevo.
–¿Entonces Angelo tenía razón?–Pregunta con una sonrisa burlona, al parecer decidió ignorar todo lo demás.
–No es importante, ¿Tu vas a negar que estamos aquí para molestar a Shura?. Tal vez empiece a pensar que te gusta, ya no sé si te gusta Shaka o él–Respondi con una provocación para cambiar el tema, si es Aioria se que funcionara.
–Si, estamos aquí para molestar a Shura, pero es un gran insulto insinuar que me gusta–Podia ver la molestia dibujada en todo su rostro, para mí se veía como un gatito enojado, tal vez porque no lo tomo en serio.
–Ya sabes, dicen que si pelean se gustan, pensé que también aplicaba en gatos y cabras, pero creo que es complicado–Continue con mis provocaciones, quería saber si me sacaba las garras, también esperaba que aceptara estar tranquilo solo para que yo dejé de molestarlo.
–Deja eso, de verdad quiero golpearte–No mentía, de verdad estaba apretando sus puños con rabia, agradezco que sea capaz de controlarse.
–¿Podemos tener un día tranquilo con los demás?–Pregunte por última vez esperando que su lado razonable y maduro aceptará.
–De acuerdo, tu ganas–Levanto las manos como una señal de derrota–Tampoco esperes mucho, solo lo hago por ustedes dos.
Termine por sonreírle y darle una palmada en la espalda antes de regresar con los demás, al menos se que Aioria está dispuesto a intentar ser un buen amigo, es eso o me cobrará un favor en el futuro, quién sabe.
Ambos bandos arreglamos nuestras diferencias, al menos conseguimos dejarlas de lado por ahora, por suerte no fue tan incómodo, pasamos un buen rato caminando por ahí, al final terminamos en un cine.
La distribución fue sencilla, Shura se sentó a un extremo y Aioria al otro, Angelo se sentó junto a Shura, Afrodita se sentó a un lado de Camus y yo estaba en medio de Camus y Aioria. Cada uno termino con sus propios asuntos, Angelo termino dormido en su asiento, Afrodita estaba arreglando su apariencia y Aioria se distraía con su celular, los únicos que de verdad estaban prestando atención eran Shura y Camus, yo me perdía en mis propios pensamientos, culpo a la película que fue más aburrida de lo esperado.
Al final Angelo, Shura y Afrodita se fueron por su propio camino de regreso a sus casas, Aioria se quedó con nosotros unos minutos más antes de recibir un mensaje de su hermano Aioros, se despidió de nosotros dejándonos solos, sé que antes de que se fuera me dedico una sonrisa de complicidad, como deseándome suerte.
–Entonces...ya que estamos solos, ¿Me ayudarías a conseguir ese libro?–Aun no sabía cómo hablar con él cuando estábamos solos.
–Esta bien, pero antes quiero que me acompañes un momento a un lugar–No me dio muchos detalles, solo se fue caminando esperando que lo siguiera.
–¿Podrías decirme a dónde vamos?–Pregunte en un intento de conseguir algo de información, no me importaría seguirlo ciegamente a donde me dijera, pero sentía la necesidad de preguntar.
–Quiero comprar algo, así que iremos a una tienda de cosméticos–Respondio sin dar muchas vueltas.
Una tienda de cosméticos, no me esperaba que fuera el tipo de persona que se preocupa por su apariencia, aunque tendría algo de sentido que se lleve bien con Afrodita a él también le gustan esas cosas, conocer un poco más de Camus y sus gustos solo hacia que quisiera saber aún más, por ahora debería conformarme con la información que tenía.
Al final llegamos a una pequeña tienda de cosméticos, él avanzó por los pasillos buscando algo en específico, yo no sabía lo que buscaba así que mi mirada se paseo por toda la tienda, hay un montón de variedad de productos, no sé cómo son capaces de elegir, me detuve cuando Camus dejo de caminar, lo que agarró era un frasco de esmalte rojo, un rojo similar a su cabello o al color de sus ojos.
–No sabía que te pintas las uñas–Comente sonando un poco más sorprendido de lo que me gustaría.
–Me gusta como se ven, te recuerdo que tú también llevabas las uñas pintadas en una ocasión –Con el esmalte en mano comenzó a caminar en dirección al cajero.
Sus palabras revivieron una de nuestras primeras interacciones, en ese momento yo tenía mis uñas pintadas con un esmalte rojo escarlata, claro que no fue por voluntad propia, tengo que admitir que mis uñas se veían muy bien, eso me llevo a buscar entre los frascos hasta encontrar un frasco de esmalte color escarlata.
Camus me estaba esperando en la puerta, con una pequeña bolsa en sus manos, lo primero que vio fue la bolsa que yo tenía en mi mano derecha.
–¿Compraste algo?
–Si, me gustó como se veían mis uñas con un color rojo escarlata–Abri la bolsa para sacar el frasco de esmalte–Tal vez podriamos pintarnos las uñas juntos, aunque tengo esta idea extraña de pintarme una sola uña–pequeñas risas acompañaron mis últimas palabras.
–No te quedaría tan mal, pero no era necesario que también compraras algo.
–No es necesario, pero quería hacerlo–Le sonreí para tranquilizarlo–Ahora vayamos a buscar ese libro.
Sujete su muñeca para comenzar a caminar en dirección a la librería más cercana, no sabía porque estaba sujetando su muñeca, fue una reacción tan natural que no le di tanta importancia, Camus tampoco parecía incómodo por eso, me alegra saber que disfruta de mi compañía.
Luego de comprar el libro nos despedimos en la entrada de la librería, por alguna extraña razón una parte de mi deseaba pasar más tiempo juntos, será en otra ocasión, siempre puedo verlo en clases.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top