XXVI
— ¿Porqué no quieres venir conmigo? anda, debes venir para que sepas también.
— ¿Qué es eso que no me puedes decir aquí?.- preguntó el mayor al ver a su hermano menor que insistía mucho en que lo acompañara
— Porque nuestra hermana está esperándonos en el café, y es mejor que hablemos los tres.- respondió el ojeroso, su hermano ya se había preocupado por su comportamiento. Bufó y lo siguió a la salida de la casa, subirían al auto del menor ya que este era quién lo llevaría al destino.
SeungHyun había notado muy raro a su hermano en estos últimos días, se veía muy inquieto y serio en ocasiones, cosa que su hermano no era muy a menudo. Dejó que lo llevase al café que decía, si su hermana estaba presente, debía ser una situación sumamente importante para que los tres estuvieran presentes. Las calles se veían muy solas, a su punto de vista del mayor, parecía que no eran buenas noticias.
El auto no tardó en detenerse frente al lugar y ambos salieron de este para dirigirse al interior del café, al parecer también se sentía sólo el lugar. Llegaron a la mesa que tenía reservada su hermano y donde estaba su hermana esperando. Se saludaron y dejó que su hermana y su hermano mayor se sentaran.
— ¿Y sobre qué nos vas a hablar?.- preguntó su hermana, en ese momento apareció el mesero con un par de cafés americanos y unas galletas. El ojeroso hizo un movimiento con su cabeza y al momento apareció el cabellos cobrizos.
— Quizás sea una mala persona por esto que les voy a contar pero, podía vivir con esa inseguridad para mi hermano y para la familia. Hace poco noté que Bom hacía cosas extrañas y bueno, me di a la tarea de que se le investigara, quizás me odies por esto hermano, pero realmente quería que te aseguraras de la clase de chica con la que unirás tu vida. - La expresión del mayor fue dura, estaba a punto de levantarse y pegarle un puñetazo a su hermano por ser tan atrevido en meterse en su vida, pero la suave mano de su hermana lo hizo tranquilizarse por unos momentos.
SeHun sacó su portátil y mientras preparaba todo, se dirigió a los presentes.
— Mi nombre es SeHun y soy detective por parte del FBI, actualmente trabajo para el gobierno de Corea del Sur, SeungRi me contactó y este es el trabajo que he realizado. - Comenzó a mostrar sus diapositivas con las evidencias tomadas desde el primer día, SeungHyun tomó con fuerza la mano de su hermana, lo que vendría no le iba a gustar nada.
— Primero que nada, estuve investigando sus horarios de entrada y salida, ninguno coincide con sus horarios del salón de belleza. Además de que tiene movimientos en su cuenta ajenos a los depósitos que realiza el señor Choi en su cuenta. - pasaba las diapositivas de su portátil cada que decía algo. Se podía ver que era cierto y era algo que al mayor le había sorprendido tiempo atrás, cada que le hacía un deposito tenía más dinero del que él mismo le había dado la última vez aunque creía que eran movimientos de su chica.
— Además, ella se ve con una persona todos los días.- las imágenes que comenzó a mostrar hicieron que el menor se sintiera mal por lo que estaba pasando. El rostro de su hermano se veía sorprendido, con la boca semi abierta y se mostraba un poco pálido. La hermana de ambos se veía muy molesta.
— ¿Y entonces qué quiere de ti? ¡¿Maldita sea que quiere!? - se levantó de la silla llevando ambos puños a golpear la mesa sin dejar de mirar las imágenes que seguían apareciendo de Bom y el otro sujeto.
— En mi investigación, no sé realmente qué es lo que quiere de él. Quizás alguna venganza o tener más dinero. Aunque habíamos pensando que buscaba atención que no tenía por parte de su padre pero, al parecer eso no es todo lo que desea de ambos. - SeHun seguía explicando mientras la mirada del mayor estaba perdida y no tomaba atención hasta que interrumpió a ambos.
— Lastima... será lastima la que tiene hacía mi. Mirenme, nunca he tenido una novia que no sea ella, con ella quise todo y a la vez nada. Aunque recuerdo que pedí en la escuela media tener una novia bonita con quién casarme y ella estaba a un lado mio... quizás eso sea.- se veía derrotado, cabizbajo y con los ojos llorosos. Su hermana se acercó a él y lo tomó de la solapa de la camisa que llevaba puesta.
— Mirame SeungHyun, tú eres una persona que vale muchísimo. Eres guapo, inteligente, empresario, lo eres todo para cualquier persona, así que no te digas de esa manera porque no es cierto. Y si ella lo está haciendo por "lastima" tendrá lo que quiere, no dejaremos que te haga daño de esa manera, existen más personas de las cuales eres su mundo, JiYong por ejemplo.- el mayor volteó a ver a su hermana en ese momento con esa expresión de confusión.
El ojeroso le pidió a SeHun que retirara el portátil, ya era suficiente. Se acercó a su hermano y le miró con seriedad.
— Yo pienso que hagas como que no sabes nada y el día de la boda le dejes plantada. Pero para eso debemos estar seguros si es o no cierto que lo hace por lastima a ti.
— ¿Cómo sabré eso?.- preguntó el mayor, para eso la mente del menor ya estaba formulando una idea de cómo hacerlo.
— Podemos investigarlo de alguna manera, es más estos días lo sabremos, ¿o no?.- preguntó el ojeroso hacía su amigo investigador.
— Lo tendremos, haremos otra junta estos días y les diré que fue lo que encontré. - sonrió ante las expresiones más relajadas de todos.
Mientras tanto, JiYong seguía dando los últimos detalles del traje y el vestido de novia, ya estaban a nada de estar listos. Estaba seguro que si el vestido era algo que fuera muy llamativo, tendría pedidos de vestidos de novia y tendría trabajando a todo su equipo junto a su amiga.
En esos momentos que estaba trabajando, recibía kakaos de SeungHyun a toda hora, le preguntaba cómo había amanecido hasta que había comido en el día. Le encantaba ese tipo de cosas, a pesar de no verlo en ocasiones, sabía que estaba al tanto de él.
La siguiente semana tendría todo terminado, el traje estaba colocado en un estante especial así como el vestido de novia, ambos separados donde no se pudieran ver. JiYong se paseó entre ambos, pudiendo ver lo hermosos que se veían y a la vez sintiendo un sentimiento de tristeza y frustración.
— El hombre que me gusta se va a casar con ella, el hombre que me hace reír y ser feliz esta a punto de unir su vida con una mujer que no sabe cuál es su fruta favorita.- decía mientras acariciaba la tela del vestido, se colocó a su lado y en forma de susurro le habló nuevamente. — Es el durazno, hm .- dejó salir una risa para después ir a su mesa y tomar el móvil que sonaba por la llamada entrante.
— Seung~ - respondió al momento, él estaba en el salón de a lado de su oficina.
—Estoy al otro lado, quiero que vengas, he terminado la pared.- el pelinegro caminó hasta la puerta todavía con el móvil en el oído, abrió la puerta y lo vió ahí con su mandil y la mirada al frente. Se acercó más y vio aquel ángel en su pared, era demasiado hermoso e igual al de su sueño.
— Es hermoso, ¡me encanta! .- se acercó un poco para mirarlo detalladamente
— Me encanta que te haya gustado, en verdad.- se acercó mientras estaba de espaldas y lo abrazó así, pudiendo colocar su cabeza entre su cuello y hombro
— Me encanta, muchas gracias. Creo que me lo voy a tatuar y no es broma- seguía emocionado por lo que veía frente suyo.
— ¿No crees que falta algo?.- preguntó el mayor a lo cual hizo que el pelinegro sonriera y se volviera hacía él para tomarlo de las mejillas y besarlo en los labios, un beso largo y suave que pudiera disfrutar de los labios de ambos.
Mientras, el móvil del mayor tenía un mensaje nuevo;
"Hay junta esta noche, tenías razón y debemos empezar con el plan"
+ ¿Saben lo pesado y triste que es estar deprimido?
Estoy saliendo poco a poco de ello, en verdad. Hay días en los que me propongo venir a actualizar y cuando lo intento, lo peor me asecha y caigo nuevamente en las trampas de la tristeza y recuerdos pasados.
En fin, espero que les haya gustado y recordando que ya falta poco para que termine esta historia. Espero también que pueda traerles otra lo más pronto posible
¡Muchas gracias!
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