capitulo 1O.

Advertencias: chaelisa como pareja principal, cositas lindas y fluff.

***

Lisa miró con un puchero la nota de su prueba. Un setenta. Aprobó, pero casi con el mínimo y, al parecer, al resto de sus compañeros no les fue mejor por las caras en sus rostros.

—Estoy decepcionada —dijo ChaeYoung, llamando la atención del curso—, pensé que sus calificaciones estarían mejores a estas alturas, considerando que es la primera calificación de este segundo semestre.

Lisa suspiró y dobló su examen. El primer semestre lo pasó con notas más bajas a las de ahora y, si bien ahora tuvo una leve mejoría, eso no le aliviaba demasiado. Al menos, en los trabajos prácticos le iba un poco mejor.

MiYeon, a su lado, parecía aliviada con su sesenta y cinco.

—En el primer semestre salí con sesenta. —le confesó en voz baja.

A JeongGuk le fue un poco mejor, con un setenta y cinco como calificación. Lisa pensó que él fue la nota más alta, hasta que escuchó la irritante risa de JaeHyun.

A ver, vale, Lisa no odiaba a JaeHyun, sólo que no lo pasaba. Él chico era uno de los estudiantes que sacaba mejores calificaciones en todo el curso, lo que lo hacía tener una actitud algo altiva y creída con el resto. Lisa admitía que él estudiaba mucho y se merecía dichas notas, pero eso no quitaba que lo encontrara pesado y antipático. Además, últimamente parecía estar muy atento con ChaeYoung.

—A pesar de todo, estoy muy feliz con mi nota. —dijo JaeHyun, en voz alta. Lisa alcanzó a ver el noventa en la esquina de su examen.

ChaeYoung enarcó una ceja, indiferente.

—Espero que les vaya mejor en el siguiente examen, que será en a finales de diciembre —le ignoró ChaeYoung—, y que pongan más esfuerzos en sus trabajos prácticos. Haremos dos más antes de terminar el año. Pueden retirarse.

Lisa pensó en agarrar sus cosas y marcharse de allí rápido, junto con el resto de sus compañeros, pero se quedó congelada al ver a JaeHyun bajando las escaleras hacia ChaeYoung.

Apretó sus dientes, tratando de contener su enojo. MiYeon y JeongGuk se despidieron de ella al ser la última clase del día, y Lisa les murmuró una respuesta.

—¡Muchas gracias por mi calificación, profesora Park! —dijo JaeHyun, sonriendo encantadoramente. Él omega incluso tuvo el descaro de acomodar su cabello hacia un lado, mostrando su cuello.

—Es la nota que merece. —respondió ChaeYoung, guardando sus cosas.

—Me esforcé demasiado por tenerla. —continuó JaeHyun.

Lisa comenzó a guardar sus cosas en el bolso, aunque no le quitaba el ojo de encima a la escena. Sabía que él omega le estaba coqueteando a ChaeYoung, era muy evidente con esa sonrisita zalamera y mostrando su cuello. Esa zorra...

La Tailandesa quería darse golpes contra la mesa. ¡Eso no estaba bien, no debía pensar ese tipo de cosas!

—Me esforzaré el doble para obtener la máxima calificación en el siguiente examen —continuó JaeHyun—. ¡Me gustaría hacerla sentir orgullosa de algún estudiante!

Estaba bien, Lisa no tuvo que pensar en él chico como una zorra. Su error. Pero todavía quería agarrarle el cabello y tirárselo por coquetear con su mujer.

Vaya, Lisa era un desastre celosa. ChaeYoung se reiría de ella todo el día si la veía pensando ese tipo de cosas.

—Debe sacar buenas calificaciones por usted, no por otros. —le dijo ChaeYoung, cerrando su maletín.

Lisa no vio la expresión de JaeHyun, pero quería comenzar a reír. Por dios, era malvada.

Cerró su bolso, colgándoselo del hombro y se dirigió a la salida, sin querer mirar a ChaeYoung para que no viera su expresión. Muy probablemente su cara mostraba los celos que bullían en su interior. Ya quería que fuera más tarde para juntarse con ChaeYoung y darle muchos besos en la carita preciosa que tenía.

Qué vergüenza.

Unas horas después estaba tomando el pedido de una pareja en la cafetería. A JooHyun le tocó otra vez estar en la caja, pero aprovechando que no había nadie, estaba en el celular hablando con su novia, SooYoung.

—¡Te lo digo, hermosa, el pollo frito es delicioso!

A veces esa pareja hablaba cosas muy raras.

Fue a la cocina, viendo a Chan y YuGyeom preparar la comida que servían allí. La cafetería era pequeña y casi nunca se llenaba por completo, así que no necesitaban de mucha gente. BamBam estaba atendiendo otra mesa.

—Dos trozos de kuchen de frambuesa, un café cortado y un té de limón. —les dijo, y Chan le levantó el dedo pulgar.

Lisa les sonrió, aliviada de que no llegó ninguna otra mesa que atender.

—Pensé que traerías a RyuJinnie. —dijo YuGyeom, sacando un nuevo kuchen del refrigerador para partirlo.

—No me dio el tiempo —suspiró Lisa, llenando su bandeja con un pedido que debía llevar—. Además, RyuJin ha estado muy berrinchuda. No me ha dejado en paz y no quiero que haga un escándalo aquí porque no la tomo en cuenta.

—Está creciendo. —suspiró Chan.

Lisa se rió, saliendo con un pedido y llevándolo a la mesa. Su mente, mientras, iba pensando en su pequeña cachorrita, que lloriqueaba por su atención a cada momento. Incluso, cuando estaban solas, quería que estuvieran siempre juntas y hasta le seguía al baño. Con toda probabilidad, cuando llegara al departamento, la bebé le estaría esperando frente a la puerta con esos ojos grandes que ponía.

Al mismo tiempo, ya estaba aprendiendo a caminar. En ocasiones la veía ponerse de pie y sujetarse del sofá, caminando hacia ella, pero apoyada de algo. De sólo pensarlo podía llorar por la emoción, viendo a su preciosa cachorrita crecer.

Lo mejor era tener a alguien que estuviera con ella. ChaeYoung se pasaba casi todas las tardes a su casa, a cenar con ellas, y los fines de semanas estaba todo el día a su lado. Lisa quería invitarla a dormir al departamento, para así evitar esos largos viajes agotadores, aunque pensaba si no sería demasiado rápido. Era ya mitades de noviembre y llevaban saliendo casi dos meses.

Las siguientes horas siguieron pasando, hasta que dieron las nueve de la noche, y el local estaba casi vacío. Fue en ese momento en el que apareció ChaeYoung. Lisa le dijo varias veces que no era necesario que fuera a buscarla, pero la alfa siempre insistía en que era mejor para las dos. Uno, para cuidar a Lisa, y dos, para no preocupar a ChaeYoung.

Ahora, su emoción fue mucho mayor al verla llegar con unas bolsas que tenían unas cajitas dentro, que olían deliciosamente bien.

—Supuse que estarías cansada. —le dijo ChaeYoung, sonriéndole.

—Yo si lo estoy —dijo JooHyun, antes de que Lisa pudiera responder—. ¡Espero que hayas traído comida suficiente para todos!

Lisa levantó su pie y le dio una patada suave en el culo a la chica, frunciendo el ceño.

—Deja de acosar a mi novia. —le dijo, enfadada.

—¡¿Entonces ya son novias?! —siguió molestando JooHyun, gritándolo a los cuatro vientos—. ¡Ojalá tener una boda pronto!

La omega volvió a darle un golpe, oyendo la risa suave de ChaeYoung. Pudo sentir sus propias mejillas coloradas ante las palabras de su amiga.

—No la tomes en cuenta —le dijo, recogiendo unos platos—, JooHyun es una idiota.

—¡Y te estoy escuchando! —saltó JooHyun. Aunque, antes de recibir un golpe, añadió—. Bah, márchate, Lili. Ya estamos cerrando.

—No debería...

—Si no te vas, le hablaré a ChaeYoung de un fabuloso lugar en el que comprar el anillo de compromiso.

Lisa se marchó corriendo hacia el camerino, recogiendo sus cosas. Aprovechando que la omega no estaba, ChaeYoung terminó por preguntarle del lugar a JooHyun, que se lo dio con gusto.

Diez minutos después se despidió de sus amigos, siguiendo a ChaeYoung hacia su auto. Una vez subieron no pudo contenerlo más y se inclinó a darle un beso a la alfa, sintiendo a su omega suspirar por el gusto. Llevaba todo el día desesperada por recibir un beso, por pequeño que fuera.

Sin embargo, no se contentó con uno, dándole besos más seguidos a la alfa, hasta que los vidrios comenzaron a empañarse. Fue ChaeYoung la que tuvo que detenerla, regañándola en voz suave.

—Comamos primero —le susurró la Neozelandesa—, luego, en casa, seguimos.

A regañadientes se alejó, deseando llegar pronto al departamento.

Mashiho las saludó una vez aparecieron, saliendo de la cocina. RyuJin estaba sentado en el suelo, mirando a la puerta.

—¡Mama, mama, mamaaaaaaaaaaaa! —chilló con desesperación una vez Lisa apareció.

La omega no tardó en agarrarla en brazos, la bebé abrazándola por el cuello. ChaeYoung le pellizcó una mejilla a la niña, antes de pagarle a Mashiho lo correspondiente al día. Él chico se llevaba bien con la adulta, y no hacía preguntas incómodas acerca de ellas.

Como Lisa tenía en brazos a su cachorrita, ChaeYoung se encargó de servir la comida una vez Mashiho se marchó. RyuJin ya recibió su última comida, según dijo Mashiho, así que Lisa sabía que era su hora de dormir. La bebé no parecía muy emocionada por irse a la cama.

—Te tengo descuidada, ¿No, preciosa? —suspiró Lisa, sentada en la mesa y acariciándole las mejillas—. Mamá ha estado muy ocupada. Además, ¡Papá se la pasa poniéndole malas calificaciones a tu mamá!

¡Buuuuuuuuuuuuuu! —RyuJin golpeó la mesa con sus manitos.

—¿Quieres que te regañe por tu nota? —ChaeYoung la miró con una ceja enarcada—. Porque estoy tentado de ponerte en mi regazo y darte unos buenos azotes.

Las mejillas de Lisa se pintaron de rojo ante la perspectiva, pero trató de no tomarle una importancia sexual a esas palabras. Al menos, no lo suficiente.

—No estudié demasiado —admitió Lisa—, tú y él profesor Jun pusieron el examen el mismo día, ¡Y Jun mandó a leer muchas cosas!

—Pobre de mi bebé. —se burló ChaeYoung.

—Además, no soy muy inteligente —se defendió Lisa, desanimada—. No importa cuánto estudie, nunca logro una calificación perfecta como JaeHyun.

—No digas eso —regañó ChaeYoung—, eres una persona muy inteligente, Lili. Que te vaya mal en algunas cosas o te cuesten más no significa que seas tonta. Las personas tenemos distintos tipos de inteligencia y eso no te desmerita.

—Pero...

—JaeHyun tiene buena memoria e inteligencia fotográfica —continuó ChaeYoung—, pero de inteligencia emocional, muy poca. Eso no lo hace tonto o algo así, y tampoco te hace tonta que te sean difíciles muchas cosas. Una calificación no dice nada de ti —la alfa le agarró de la barbilla—. Si fuera por mí, les haría otro tipo de evaluación, con más retroalimentación y de tipo formativa, pero la universidad no me lo permite. Ahora, cambia esa cara, preciosa.

Las palabras de ChaeYoung la animaron un poco más, porque le sonrió con debilidad, sintiendo ganas de llorar por sus ánimos. Lo de la calificación si le deprimió un poco, y más al compararse con JaeHyun, pero le aliviaba que ChaeYoung no pensara que era tonta o mala en clases.

Terminaron de comer cerca de las diez y media de la noche. RyuJin estaba que se caía del sueño, así que Lisa la llevó a su cunita a dormir. No tardó mucho en irse al mundo de los sueñitos, por lo que la omega le dejó la lamparita de monito encendida y la puerta entreabierta.

A esa hora, por lo normal, ChaeYoung decía que era mejor irse. Ahora, estaba sentada en el sofá, viendo algo en su celular, y Lisa decidió sentarse en sus piernas. La mayor no tardó en olvidar el aparato, abrazándola por la cintura. Pronto, comenzaron a besarse con dulzura.

A Lisa le gustaban mucho los besos que se daban, le hacían sentir muchas mariposas en el estómago, y también como una adolescente. De alguna forma, le gustaba sentirse así a pesar de todo, porque debido al embarazado de joven, tuvo que olvidarse de esas cosas para centrarse en su bebé. Era bonito tener a alguien a su lado y poder besarla de esa forma.

—Te quiero —le susurró Lisa, separándose segundos después—, te quiero tanto...

ChaeYoung le gruñó en afirmación, volviendo a besarla, y Lisa realmente se sentía flotar en su nube. Más cuando percibió los dedos fríos de la alfa deslizándose bajo su ropa, acariciando su cintura y quedándose allí. El toque envió escalofríos, pero también placer, y se rió por las cosquillas que le hacía.

—También te quiero —le dijo ChaeYoung. La mayor tenía los labios hinchados y las mejillas coloradas, y Lisa sabía que también lucía así—, que bonita eres, bebé...

Soltó más risas suaves, los besos deslizándose por su mandíbula y prosiguiendo por su cuello. Cuando ChaeYoung la besó encima de su glándula de feromonas, no lo pudo controlar bien y terminó gimiendo en voz baja, pero no quería que la alfa se detuviera.

ChaeYoung siguió besándola en su piel, haciendo que fuera un desastre en segundos. Toda su omega temblaba y lloriqueaba en clara señal de necesidad, y Lisa no sentía ni un poco de miedo.

—Lili... —suspiró la alfa, diez minutos después—. eberíamos dejarlo hasta aquí.

—No —protestó Lisa—, no, me gusta cuando me besas.

—A mí igual me gusta —admitió ChaeYoung—, pero si seguimos así, no podré detenerme después. No quiero... Esto...

Lisa sabía a qué se refería. Podía sentir, incluso, la entrepierna dura de la alfa contra su culo. A pesar del deseo, de la lascivia, del cariño entre ambas, sabía que ChaeYoung tenía razón. Además, ella tampoco estaba muy segura de eso. Si bien la deseaba mucho, una parte de ella temía que todo volviera a repetirse como años atrás. Que ChaeYoung sólo buscara una cosa de ella y luego la dejara.

Con los ánimos bajos, se quitó de encima y sentó en el sofá. Miró la hora: las once de la noche.

—¿Tienes clase temprano mañana? —preguntó la omega, haciendo un puchero.

—No —le dijo ChaeYoung, con el cabello algo despeinado—, mi primera clase es a las diez.

Lisa le agarró la mano.

—¿Quieres quedarte a dormir conmigo? —le preguntó, su tono tímido.

—Lalisa...

—Sólo dormir —dijo la menor—, nada más. Mañana, nos despertamos temprano y tomamos desayuno juntas, y luego vas a cambiarte. Por fiiiis, ChaeYoung...

Pudo ver la duda en los ojos de la alfa un instante, pero trató de poner la carita que ponía RyuJin cuando quería algo. No sabía si le estaba saliendo exactamente igual, aunque no perdía nada con intentarlo.

Finalmente, luego de unos minutos, la mayor suspiró.

—Está bien, Lili —le dijo ChaeYoung—, todo por ti, mi preciosa bebé.

La chica gritó por la emoción, lanzándose a darle un abrazo con fuerza.

Media hora después estaban acostándose en la cama de Lisa. La alfa usaba un pijama de Lisa, que le quedaba un poco gracioso al ser algo más delgada y alta. Para la omega, se veía muy adorable y quería comérsela a besos.

Sin embargo, sólo la abrazó por el pecho y se acurrucó contra ella, suspirando por la felicidad. Tal vez su celo estaba cerca y por eso estaba actuando como una cachorrita, pero no le importaba. No si ChaeYoung estaba con ella.

ChaeYoung le acarició el cabello, antes de darle un beso en la frente. La omega volvió a suspirar, cerrando sus ojos, y pensando que ese sería su nuevo lugar favorito en el mundo. 

***

¡Gracias por leer!


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