capitulo O2.

Advertencias: chaelisa como pareja principal, cositas lindas y fluff.

Lisa esperó un momento, luego de que la profesora diera la clase por terminada, para ponerse de pie.

Tuvo la tentación de hacerlo de forma inmediata, sin embargo, se controló lo suficiente porque no quería llamar la atención, y sabía que los chismosos de sus compañeros querían ver lo que fuera a hacer. Lisa no les daría ese placer.

Así que se forzó a esperar con calma, respirando profundamente, y cuando vio que la mayoría se retiró a los minutos, mientras la señora Park seguía en la mesa, sosteniendo a su bebé, se puso de pie. Agarró todas sus cosas, bajando por las escaleras hacia donde estaba la adulta, que borraba el pizarrón. Con cada nuevo paso que daba, sentía el pavor haciendo estragos en su estómago.

Pero cuando estuvo más cerca, escuchó a la mujer hablar, su voz tranquila:

―¿Te gustó la clase, cachorrita? ―decía, y oyó la afirmación de Ryu al hacer sonar el chupete―. Te portaste muy bien hoy, eres una buena cachorra.

Lisa sintió más vergüenza por toda esa situación, siendo sincera. RyuJin era muy mimada y llorona, siempre se ponía a reclamar cuando un desconocido o alguien que no le caía bien la tomaba en brazos. Además, no solía relacionarse mucho con alfas, la única que conocía bien era a JooHyun, amiga de Lisa, con quién había una extraña relación de amor-odio. Le sorprendía por completo que Ryu estuviera tan cómoda en los brazos de la profesora Park.

Aclaró su garganta, haciendo que la profesora se volteara.

―Pro-Profesora Park ―dijo Lisa, bajando la vista al sentir su rostro colorado―, um, el... Mu-Muchas gracias por... Uh...

―¿Quiere que le devuelva a su bebé? ―preguntó la señora Park, sobresaltándola.

―¡Sí, por favor! ―tartamudeó.

Pensó que la mujer pondría una expresión de desagrado ante sus palabras, dichas sin un poco de respeto, pero sólo esbozó una sonrisa suave. RyuJin la miró, sonriendo también, el chupete todavía entre sus labios, y Lisa la recibió con rapidez, acurrucándola en sus brazos. Su bebé olía ahora a cítricos y café, pero no era desagradable.

―¿Cómo se llama? ―preguntó la adulta, guardando sus marcadores de pizarra en el bolso, junto a sus papeles.

―RyuJin ―dijo Lisa, y la bebé hizo sonar su chupete―, pero le gusta mucho que le diga RyuJinnie ―la omega volvió a poner su voz tímida―. La-Lamento mucho interrumpir su clase, no pensé...

―Está bien, Lalisa ―le interrumpió la profesora, agarrando su bolso y comenzando a caminar. La menor la siguió―. Es normal que un bebé lloré, aunque me sorprendió ver uno de repente en la clase ―Lisa soltó una risa baja―. No sabía que tenías una bebé.

―No, es que... Tiene un niñero, pero él me canceló hoy de repente, así que no tenía con quién dejarla, por eso traje a mi RyuJinnie.

―¿Y su papá no podía hacerse cargo? ―preguntó la adulta, mirando a la niña, que le estaba observando con sus ojos bien abiertos.

Las dos caminaban por el pasillo, en dirección hacia las oficinas. Lisa no tenía su siguiente clase hasta en una hora más, así que, ignorando las miradas que varias personas le estaban dirigiendo, seguía a la mujer. Si bien seguía algo tímida y avergonzada por la situación, sentía algo extraño en ese instante: la profesora Park tenía una voz demasiado... ¿Atrayente? Sí, eso, y quería hablar con ella. Era tan joven, según lo que sabía, no pasaba los treinta años y ya tenía un doctorado, sabía de tantas cosas, que Lisa deseaba conversar demasiado con la alfa.

―Sólo somos Ryu y yo ―le explicó Lisa, sin un poco de vergüenza, pero como no quería hablar ese tema con la señora Park, se apresuró en continuar―. Me sorprendió que RyuJin fuera dócil con usted, ¿Tiene hijos también?

Para su completa sorpresa, la profesora ChaeYoung comenzó a reírse, echando su cabeza hacia atrás y sus ojos cerrándose. Eso, por supuesto, llamó la atención de todo el mundo, muchos volteando a ver la singular pareja que caminaba por los pasillos de la facultad.

―No, no ―respondió la alfa, segundos después―. Ni pareja ni hijos, no he... Encontrado a mi omega todavía, Lalisa ―la mujer le dirigió una mirada y Lisa no supo interpretar la expresión que tenía―. He hecho todas mis tesis acerca de educación pre-escolar y la importancia para el desarrollo positivo de los niños, por lo que he tenido que trabajar también en jardines infantiles.

Lisa se sorprendió, otra vez, al ver como la profesora agarraba una de las mejillas de RyuJin, apretándosela, y la bebé sonrió en respuesta, feliz por esa atención recibida.

―La teoría no es importante ―prosiguió la adulta―, si la práctica no se puede llevar a cabo.

―Me gusta mucho ―dijo de pronto Lisa, logrando que la alfa la mirara con sorpresa. Sus mejillas se tornaron coloradas ante sus palabras―. Me... Me refiero a... A como enseña. Enseña muy bien. Es... Uh... Divertido.

―Me alegro ―la profesora le sonrió, y Lisa apreció que tenía una sonrisa bonita, mostrando sus dientes y encías. Así, ya no parecía dar tanto miedo―, en eso radica todo también. En un ambiente de miedo y presión constante, el estudiante no aprende.

―Me sorprende que no tenga omega ―añadió la Tailandesa, y santa mierda, ¿Por qué seguía hablando esas tonterías?―, ni hijos. Usted... Tiene aspecto de ser un padre bueno y cariñoso.

La adulta se tomó su tiempo para contestar, pensativa, y Lisa se dio cuenta de que ya llegaron a su oficina. La profesora Park empezó a buscar la llave para abrir la puerta.

―Me gustan los cachorros ―admitió la señora Park, volviendo a sonreírle al abrir la puerta―. ¿Puedo tomar a RyuJin?

Lisa no alcanzó a responder, porque RyuJinnie enseguida la soltó, extendiendo sus bracitos hacia la profesora, y no tuvo más remedio que pasarle a su bebé, viendo que la agarraba con total confianza. RyuJin se le pegó a su pecho y hombro como una sanguijuela, contenta.

―Lo si-siento ―volvió a disculparse Lisa, atónita porque la bebé se portaba de esa forma―, por lo normal, no actúa así...

―No importa ―ChaeYoung dejó la maleta sobre la mesa, agarrando a la niña por debajo de sus axilas, levantándola. RyuJin hizo unos ruiditos de gusto―. Eres una cachorra tan bonita, ¿No es así? Tan bonita y mimada...

―Lo soy. ―dijo Lisa de pronto, y sintió todo su rostro colorado al escuchar la carcajada de la adulta ante su atrevimiento.

Santo Dios, ¿Estaba actuando como una omega todo idiota por algo de atención? ¿Qué demonios le pasaba? ¡Ya no tenía dieciséis años como para portarse de esa forma!

―Bueno, las dos son cachorras bonitas. ―respondió la alfa, antes de devolverle la bebé a sus brazos.

Lisa quería desaparecer de allí lo más rápido posible para poder esconder el rojo de sus mejillas.

―Prometo no traer más a Jinnie. ―dijo Lisa de forma repentina para hablar de otro tema.

Oh, no te preocupes, al menos por mi clase, Lisa ―dijo la profesora, sin dejar de observarla, y la menor se sintió muy intimidada por esa repentina acción―, no me molestó tener a RyuJin allí, puedes traerla otra vez. ―añadió, sus mejillas adquiriendo un leve rubor, desviando sus ojos un pequeño instante.

―Pero lloró...

―Puedes traerla a todas mis clases. ―insistió, más firme ahora.

Lisa se encogió en su lugar, porque el aroma a café y cítricos pareció llenarla por completo. El cuarto se hizo repentinamente pequeño, con ellas tres metidas allí, el olor inundando sus sentidos, y esos ojos oscuros observándole a los ojos, tan profundamente que podía sentirse derretir.

―Está bien ―balbuceó Lisa, retrocediendo unos pasos―. Mu-Muchas gracias, profesora Park. ¡Nos ve-vemos en su clase!

―Hasta luego, Lalisa.

Casi salió corriendo de allí.

Jennie se estaba ahogando en su risa.

―¡No es gracioso!

―¡Claro que sí! ―se carcajeó Jennie, a punto de tirarse al suelo para reírse mejor, pero no lo hizo al ver a RyuJin jugando en la alfombra, haciendo una torre de cubos―. ¡Te humillaste frente a tu profesora!

―¡Eres realmente horrible, Jennie!

Su mejor amiga se estuvo riendo varios minutos más, mientras Lisa se cruzó de brazos, haciendo un puchero con sus labios. Jennie seguía soltando risotadas, así que bajó la vista, observando a su pequeña cachorra: RyuJinnie agarró el mordedor que tenía, en forma de monito, para llevarlo a su boca y comenzar a chuparlo-morderlo, un poco de baba cayendo por la comisura de sus labios. Lisa se inclinó y la limpió, sacándole una sonrisita.

Oh Dios, nunca creí que llegaría este día ―prosiguió Jennie, sin dejar de sonreír, y agarró a RyuJin en brazos―. ¡RyuJinnie se consiguió un papá!

―¡No es así! ―saltó Lisa, sobresaltando tanto a su amiga e hija―. RyuJin no necesita un papá, ¡Me tiene a mí!

―Oye, ¡Estoy bromeando! ―dijo Jennie, comenzando a acariciar el cabello de la bebé―. Sé que las dos están bien solas, Lili, lo has hecho muy bien sin ayuda de nadie.

De pronto, Lisa sentía muchas ganas de llorar.

Sí, lo hizo bien, pero todo fue muy difícil, y lo seguía siendo. Hubo muchos momentos donde Lisa deseó tener una pareja, un alfa, que le pudiera ayudar en el embarazo, en el parto, en todo el año que RyuJin llevaba en sus brazos, que estuviera allí a futuro. Pero trataba de borrar esos pensamientos, porque no era bueno, Lisa no quería depender nunca de nadie.

Menos de un alfa. No luego del desastre que fue su primera y única relación, que terminó con la noticia de su embarazo.

Sus padres le ayudaron, al igual que Jennie y JooHyun, a enfrentar todo eso, pero no era lo mismo que estar con la persona que uno quería.

A veces, pensaba en eso: quizás RyuJin iba a necesitar un papá presente, una figura paterna que la cuidara también, pero luego se deprimía en la soledad del cuarto, porque ¿Qué alfa querría estar con una omega que tenía un bebé? Los alfas eran posesivos y celosos, ninguna le querría por tener a RyuJin con ella, la prueba de que estuvo con otra persona antes que su pareja.

―La profesora ChaeYoung fue muy buena con RyuJinnie. ―dijo Lisa de pronto, porque quería dejar de pensar esas cosas.

―Me imagino que sí ―Jennie olisqueó a la bebé luego de entregarle un peluche, que empezó a chupar y morder―. Huele mucho a esa alfa, ¡Apesta!

―Pensé que ya se le habría quitado ese olor. ―suspiró Lisa.

―No, ¡Es como si la hubiera impregnado en su olor! ―Jennie empezó a hacer vibrar sus labios contra el estómago de RyuJin, provocando que riera a carcajadas―. ¡Brrrrrrrrrrrrr! ¡Qué linda bebé tengo aquí! ¡Brrrrrrrrrrrrrrrr!

―¡Bubububu! ―tartamudeó RyuJin, volviendo a reírse ante la nueva vibración en su estómago.

―¿Quién es tu tía favorito? ¡La tía Nini!

―¡Nininini!

―¡La tía Nini es más bonita que la tía JooHyun, ¿Cierto?!

―¡Jijiji!

Lisa rodó los ojos al ver a Jennie jugando con RyuJin, aunque no dijo nada, porque sabía que Jennie era... Era algo así como una segunda mamá para su cachorra. La extranjera sabía que, si algo llegaba a pasarle, sería su amiga quien se haría cargo de su bebé. Jennie la adoraba, demasiado, y RyuJin le traía muchas alegrías a la mayor.

A los quince años, Jennie se enteró de que era una omega infértil, luego de varios exámenes que le hicieron debido a sus irregulares celos y las pocas feromonas que producía. Y a los alfas no les atraían los omegas infértiles, para nada, así que los sueños de tener una familia propia eran, para Jennie, muy lejanos y dolorosos. Era algo que su mejor amiga ya asumió por completo, amargamente y llena de pena, porque Jennie siempre quiso tener hijos.

―De todas formas ―habló Jennie de pronto, sonriéndole con picardía―, te gusta este aroma, ¿No es así?

Lisa la observó, maldiciéndose por no ser capaz de controlar el repentino rubor que golpeó sus mejillas.

―Claro que no ―mintió, y su amiga enarcó una ceja. Desvió sus ojos hacia otra parte―. O sea... ¡Si huele rico, pero no ella! Es decir... ¡Ese olor me gustaba desde antes!

―Cítricos y café ―bufó Jennie, sacudiendo su cabeza, volviendo a sonreír―. ¿Estás enamorada de tu profesora, Lili?

―¡No estoy enamorada de nadie!

―¡Bababaaaaaaaaaaaaa! ―farfulló RyuJin, antes de volver a chupar la cabeza del monito.

―Le coqueteaste ―se burló Jennie―. ¡Querías que te llamara cachorra!

―¡Unnie!

―¡A Lalisa le gusta su profesora! ¡A Lalisa le gusta su profesora! ―cantó Jennie.

―¡Eres imposible!

Jennie le sacó la lengua.

―Tal vez deberías tener una noche loca con ella. ―dijo Jennie, sin dejar de sonreírle con picardía.

Si su amiga no hubiera tenido a su cachorra en brazos, le habría lanzado un cojín para asfixiarla con el.

―No estoy interesado en ella. ―dijo, cruzándose de brazos.

Jennie la molestó unos segundos más, dejando después a RyuJin en el suelo, que gateó hacia sus juguetes, llevando el peluche babeado en su boca.

―Voy al baño. ―dijo, contenta.

Lisa suspiró, observando a su cachorrita y le acarició el cabello.

―Las dos estamos bien, ¿Cierto? ―preguntó, su voz baja―. ¿Para qué queremos a alguien más?

El silencio fue lo único que respondió.

como dije ayer en mi tablero, sorry, a veces se necesita jenbttm (en el jensoo, ojito, no quiero ver por ahí mrkadas de nini bttm en el jenlisa, chaennie, unu).

¡Gracias por leer!

—🌷

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