X. No le digas a Mamá.
𝕹𝖔 𝖑𝖊 𝖉𝖎𝖌𝖆𝖘 𝖆 𝕸𝖆𝖒á
Con la ira recorriendo cada fibra de su cuerpo, dio un tercer golpe a la pared, esta vez, lo único que sintió fue algo caliente y viscoso caer por sus nudillos. La sangre, tan roja como Gryffindor.
Después de dos golpes más, un gruñido salió de su boca, ni siquiera podía ver era tanto su enojo que le nublaba no sólo el juicio, si no la vista.
Justo después de que comenzó a tomar todo lo de la habitación y lanzarlo al suelo, unos brazos lo tomaron de las manos, inmovilizándolo.
Por inercia intentó zafarse, escuchó murmullos, lo llamaban, pero él no podía escuchar, era sólo consiente de pequeñas cosas.
Lo jalaban, lo llamaban, él no escuchaba, no veía, no sentía.
Lo siguiente que vio fueron borrones, cabello rubio, un cuerpo pequeño, más cabello, esta vez azabache, y por último, unos ojos esmeralda viéndolo con sorpresa. Después, todo se volvió negro.
Flash back
―Déjame a solas con Malfoy, iré después a hablar con Rosie. —Pidió Devon Fred Weasley. Él asintió y caminó detrás de su hermana, James; y Rose, que iba casi a rastras.
Devon miró a Scorpius sin expresión alguna, el rubio sonrió ligeramente― ¿Qué quieres, Macallister? ―espetó el rubio cruzándose de brazos. Devon bufo.
―¿No es obvio? —hizo una pausa
—Aléjate de Rose, serpiente asquerosa.
―escupió esto último como si el solo hecho de que fuera Slytherin le repugnara.
Scorpius se rió.
―Por Merlín. ¿En serio? ¿Me discriminas por mi casa? Tú sí que estás mal. ―Dev lo miró con cara de pocos amigos, se acercó un poco más a él.
―Escucha. No estoy aquí para nada mas que advertirte algo. ―Lo apuntó con el dedo índice―Rose es mía, ¿Me oíste? y quiero que te alejes de ella.
Scorpius no se movió ni un apiste, en cambio, alzó una ceja y chasqueo la lengua.
―¿Qué diría Rose si te escuchara reclamándola cuán par de zapatos? ―preguntó, Devon lo miró de soslayo.
―¿Y que diría ella si supiera la verdadera razón por la que te fuiste de Durmstrang?
La expresión de Scorpius jamás flaqueo, pero Devon era tan inteligente como para percibir la sorpresa en los ojos del chico. Sonrió para sus adentros pues había logrado su cometido.
En cambio Scorpius, ardía por dentro.
Al ver lo que había logrado, Devon se alejó de nuevo, inclinó la cabeza y sonrió.
―Aléjate de mi novia, Malfoy ―repitió, burlón y triunfante.
Luego se fue por el mismo camino que habia tomado su novia.
Fin del flashback
Un chorro de agua helada cayó sobre su cara, haciéndolo levantarse de golpe, los ojos le ardieron y tuvo que tallárselos para poder enfocar la vista.
Estaba en su habitación, Albus estaba sentado en el pequeño sofá, Lea en el descansa brazos y Blake y Sam en la cama del frente.
―Si vuelves a hacer algo como eso, de verdad creeré lo que Devon dice. ―se burlo Albus.
―¿Qué paso? ―preguntó Malfoy, Lea alzó una ceja.
―¿No lo recuerdas?
Negó con la cabeza, intentó recordar qué carajos había pasado, pero sólo tenía vagas imágenes de el rompiendo cosas.
Sam se levantó de donde estaba y se sentó al lado suyo, dándole una botella de agua. Le sonrió en forma maternal.
―Tuviste... digamos, ¿Ataque de ira? ― Scorpius se bebió el agua y asintió lentamente.
Los recuerdos de él y Rose hablando en el lago, luego Devon hablándole, sonriendo... La tal Zoey...
―Albus... ¿Qué demonios ocurre con tu familia? ¿Por qué cuidan de Rose como si fuera una muñeca a punto de romperse en pedazos?
Albus alargó las comisuras de sus labios, soltando un sonoro suspiro. Se acomodó en el sillón.
―Porque lo es. ―respondió con simpleza.
Las demás serpientes simplemente asintieron, sin decir nada. Scorpius frunció el ceño.
―No, claro que no lo es. ―respondió a la defensiva. Albus ladeo la cabeza
―¿Cómo estas tan seguro?
―Porque si lo fuera, también la tratarías así, eres el único que no actúa como un completo maníaco cada que esta cerca o cuando no sabes donde está. —Albus solto una risa silenciosa, tratando de no ser escandaloso, asintió varias veces.
―¡Jha! … Tienes mucha razón―Luego Albus se miró las uñas con desinterés, cínico como siempre—, pero ellos no lo saben. Y Rose tampoco.
―No entiendo nada... ¿de qué carajos hablas? ―Potter rodó los ojos.
―Mira, Scorp, sé que crees que lo sabes todo, pero no es así. ―se puso de pie― Rose pasó por mucho el año pasado, fue difícil para ella, llegó a su limite y decidimos ayudarla, como familia.
Scorpius bufo.
―La cuidan como un animal salvaje. Por amor a Merlín. ¡No es una mascota!
―No podemos hacer nada mas que eso, Scorp. Nos necesita, es lo que funciona, ella esta bien ahora...
―¿Qué hay de Devon? ―Ahí fue cuando Albus frunció el ceño.
―¿Qué con él?
― Es un idiota, ¿Qué carajo sucede con él?
Albus de verdad parecía confundido― ¿Seguro que hablamos de la misma persona? Devon la ama, en serio.
Están juntos desde hace años, y aunque no sea mi persona favorita, él es bueno para Rose.
―No me vayas a decir que te crees toda su mierda... —Mascullo pasandose ambas manos por el rostro.
Lea, Sam y Blake, que hasta entonces se habían mantenido al margen de la conversación, decidieron entrar.
―¿Pero qué dices? ―preguntó Sam frunciendo el ceño.
―Hermano, Devon será un poco impulsivo... ―comenzó a decir Blake. ―Pero ama a Rose.
―Blake tiene razón, primo, esta loco por ella —concordó Lea.
El platinado los miró como si ellos fueran los locos.
Se calló unos minutos, analizando todo lo que ocurría, y llegó a la conclusión de que ese chico era solo un hipócrita.
Todo el mundo se había creído su careta de niño bueno y perfecto. No como él. Él sabía la verdadera cara de Devon Macallister.
―Como sea. ― dijo el rubio luego de unos segundos. Levantó las sábanas y caminó hasta donde se encontraba su prima Lea.
La tomó de la muñeca.
―Debo irme... Necesito aire. ―dio un ligero beso en la mejilla de la castaña y tras darle una ultima mirada, dio un cerrón a la puerta.
Lea se quedó ahí parada, bajo la atenta mirada de su hermana y amigos. Sabiendo bien lo que esa mirada decía.
"No le cuentes a Mamá."
.
Rose volteó a su derecha, separándose de su primo, ahí corriendo por todo el pasillo venía Devon, al lado de él, Fred.
Cerró fuertemente los ojos, ni siquiera quería hablar con él.
―James, debemos irnos, tenemos que entrenar... ―exclamó Fred, volteó a ver a su prima― Tú y yo hablaremos luego.
Y sin decir ni una palabra más, se fue al igual que James.
Rose volteó a ver a su novio como si fuera un niña pequeña y acababa de hacer algo muy malo.
―¿Dónde estabas? ―preguntó primero ella. Intentó que su voz fuera lo mas normal, pero sonó estrangulada.
―¿No crees que yo debería preguntar eso? ―Ella rodó los ojos.
―Sabes dónde estaba.
―Entonces te pregunto, ¿Por qué? ― Rose soltó un suspiro cansado y se acomodo un riso tras de la oreja.
―Es que... No podía hacerlo― explicó, refiriéndose a la practica―, no queria ir ahí Dev, es duro.
El castaño se acercó a ella, tomándola de las mejillas.
―Lo sé, sé que es difícil, para mi también lo es... ¿Pero por qué estabas con Malfoy?
De nuevo la Ravenclaw rodó los ojos, ya estaba cansada de que le cuestionaran aquello.
―Dev, ya basta, Scorpius es buen chico.
Por primera vez en mucho tiempo alguien no me trata o me mira como si fuera a quebrarme en cualquier momento. Somos amigos.
La expresión del Ravenclaw se distorsiono, estaba molesto.
Rose tuvo miedo.
―¡Pero tú eres mía! ―gritó ―¡No quiero que estés cerca de él!
Al escucharlo gritarle de aquella forma, y con la imagen del rubio en su cabeza, estalló.
―¡No puedes prohibirme nada Devon! ¡Scorpius es mi amigo y lo seguirá siendo!
El moreno notó en su tono que no sólo estaba molesta, no, algo diferente, había algo. No le gusto para nada, así que se guardó la ira.
―Lo siento... ―acarició su mejilla, Rose se estremeció ante su tacto― Es que... Rose, no estás pensando claro. ―La apuntó con el dedo― No quieres ser su amiga, no quieres ser amiga de alguien como él. Te conozco.
Ella frunció el ceño, pero antes de que siquiera pudiera protestar, Devon la besó, como siempre lo hacia.
Rose llevaba un tiempo pensando que sólo hacia eso para callarla, para que no dijera nada, porqué él lo sabía, sabía lo mucho que a ella le gustaba ser besada por él. Y al final, terminaba riendo y restándole importancia.
Devon era listo y observador.
Devon era encantador.
Devon se preocupaba por ella.
Devon la quería.
Devon la amaba.
Y Devon tenía razón.
―Cierto... ―susurró la pelirroja― No debería estar con alguien como él, no es mi clase de amigo.
Devon sonrió ampliamente, la abrazó. ―Sabía que entenderías... Te amo Rose.
Fue esta vez Rose quien lo besó de nuevo.
Recuerden que no deben matarme, principalmente porque es ilegal y ya no escribiria mas...so...
¿Les gusta el Dramione? ¿Que tal el Drarry?
Es que estoy escribiendo una historia genial
:)
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