Capítulo 7: Sorpresa

Entre la llamada de Grecia a Génesis y que las chicas le mandaran un mensaje al sol de Vendetta para avisar que la lluvia estaba fuera de peligro y que en dos días estaría saliendo del hospital, pasaron un par de horas donde la azabache siguió con las cortesía de ser invitada de Vongola por lo que cenó con ellos, donde tuvo que tolerar las miradas de súplica de Tsunayoshi para no clavarle algo en el rostro, ¿Se podía ser más hipócrita e inconsciente? Ella creía que no, pero el castaño demostró lo contrario al intentar detenerla otra vez antes de salir. Un mal presentimiento recorrió por su espalda por lo que se soltó bruscamente del agarre del chico en su muñeca, había algo muy raro y no iba a permitir que siguiera.

─Absténgase de tocarme, joven Vongola, no es el momento para disculpas. Nos dejaron en claro que tipo de aliado somos para ustedes, así que no se preocupe por represarías, no haremos nada─ todos los guardianes y demás jefes de familia quedaron en silencio al igual que el castaño que dio dos pasos hacia atrás mirando con tristeza la sonrisa amable pero fría que adornaba el rostro de la chica─ si no hay nada más que decir, me retiro, tengan una buena comida

La guardiana se va rápidamente hacia su habitación con un paso constante, el comedor está más lejos de cómo le gustaría, pero eran cosas menores. Ya casi llegando al cuarto, se detiene por que recibe una llamada y contesta sabiendo quien era la que le estaba marcando.

─ Yoselin, ¿Sucedió algo?

"Sí, cuando Zafiro descansaba notamos que tenía una marca de espinas en las muñecas... ella nunca se ha hecho un tatuaje, esto es cada vez más preocupante, Grecia" a medida que hablaban la de cabellos oscuros se sentía algo desorientada y respiraba profundamente pensando que era cansancio.

─ Entonces deja que lo investigue, mándame fotografías de esas marcas y...─ sus ojos se habían desenfocado un momento y tuvo una punzada de dolor en la cabeza sosteniéndola esperando a que pasara.

"Grecia, ¿Qué sucede?"

─ No es nada Yoselin, solo un mareo. Un descanso apropiado y se arreglará, cuídense y mañana las visito

La azabache colgó e ingresó a su habitación para cerrarla con llave, sentía que la habían observado desde que salió del comedor y tenía que prepararse si era verdad aquello. Investigó durante un par de horas y al irse a descansar, cifró la laptop para que nadie pudiera jaquearla a su antojo, mantuvo un arma a su lado en todo momento. El sueño no fue el mejor, todas las siete chicas, sin incluirse, estaban en el suelo con heridas de tortura y la sangre que había en las armas que tenían no eran de enemigos, sino de ellas mismas.

─ No te preocupes, mi dulce sol, las acompañarás tan pronto como mates a la última, tu querida Jefa─ frente ella ahora estaba Génesis que estaba sentada y reposaba sus espalda contra la pared, las heridas de bala no le permitían moverse y le sonreía como diciendo que todo estaría bien.

─ No... no ¡NO! ─gritó quebrándose cuando su mano se movió sola apuntándole y haló el gatillo, no pudo evitar disparar.

Antes de que la bala impactara, Grecia despertó con sudor frío en la frente, y miró a los lados buscando su arma desesperadamente notando que esta no tenía balas y ella recordaba haberla cargado antes de dormir. Un miedo intenso le invadió por completo por lo que marcó inmediatamente a las chicas, ninguna le contestó ya que sus teléfonos estaban fuera de cobertura.

─No, por favor no─ se viste rápidamente y cuando está por salir de la habitación es emboscada por el hitman─ tengo que irme ahora, no se meta en mi camino, señor hitman

El hombre de fedora y patillas rizadas toma de la mano a la chica y de un movimiento la deja inconsciente antes de que se quejara, no había suficiente tiempo para pedirle que camine con él hacia otro lado. Con ayuda de uno de los agentes leales a su persona, sale de la mansión Vongola llevando a Grecia consigo, era muy peligroso que ella se mantuviera ahí después de lo que sucedió anoche.

─ Y pensar que me pedirías ayuda entre sueños... que mujer más dulce, pero terca he llegado a fijar mis ojos─ el transporte fue rápido, ahora manejaba un auto hacia otra zona donde tenía un escondite temporal del que nadie sabía, la azabache estaba en la parte trasera del auto, en el portaequipaje, para que nadie sospechara.

En otro lado las demás guardianas de Vendetta eran resguardadas en otro hospital, uno escondido en el bosque de Piamonte, muy lejos de Sicilia. El lugar no era muy grande, pero era lo suficiente para tener la lluvia de Vendetta recuperándose y una zona donde las otras chicas siguieran investigando lo que realmente pasaba en Vongola.

─ Chicas, no creo que fue una buena decisión el dejar a Reborn cuidar a Grecia...─ Chiara dejó de teclear en la computadora preocupada, le daba vueltas al asunto ya que no confiaba en ese hitman después de dispararle a Zafiro.

─ Solo podemos confiar en él, Chiara, si la carta que nos envió Génesis dice la verdad, él es el único en quien realmente podemos dejar la vida de Grecia por ahora─ la guardiana de la noche termina de revisar los archivos que tenía en las manos, las deja en la mesa con lo importante resaltado y le acaricia la cabeza a la rubia a su lado para calmarla.

─ Pero Ada...

─ La de cabello de abuela tiene razón, preocuparnos será peor. Resolvamos esto pronto o no podemos contar con sobrevivir esta vez─ la guardiana de la niebla, Kanra, intenta aligerar la situación un poco haciendo ese chiste y ganándose unos buenos golpes en la cabeza por parte de Ada.

─ Con que cabellos de abuela, eh...

─ ¡No me retracto!─ se masajeaba la zona del golpe que había recibido por Ada y se va corriendo cuando ve que esta le iba a golpear nuevamente siendo perseguida.

Un hombre adulto de cabellos oscuros y piel algo bronceada deja pasar a ambas chicas por la puerta para que siguieran con la persecución e ingresa para hablar con el resto que le miran expectantes, necesitaban buenas noticias pronto.

─ Es bueno que estén animadas, jovencitas, su guardiana de la lluvia despertará en un par de horas posiblemente, pero necesitará dos semanas como mínimo para recuperarse─ el médico se limpiaba las manos que tenían sangre, le acababa de cambiar las vendas provisionales a la chica herida.

─ Muchas gracias, señor Shamal, le debemos una─ la guardiana del rayo, sale de enfrente de la computadora y le da un apretón de manos al hombre que sonreía.

─ No es nada, ustedes me ayudaron una vez, simplemente les devuelvo el favor y el problema de Vongola también me concierne así que ayudaré con lo que más pueda

Finalizado el dialogo sobre la guardiana herida y favores, retomaron su investigación ya que perder tiempo no era una opción en ese momento y esa noche no descansarían hasta tener un avance. Dentro de un cuarto bastante amplio, sin muros y con las ventanas cubiertas, estaba la guardiana del sol despertándose sobre una cama y desorientada mira hacia todos lados buscando su arma.

─ Me alegro de que despertaras, dame-dormilona, ahora tendrás que ponerte al tanto de lo que sucede si quiere volver a tus amigas con vida

Espero que les guste este nuevo capítulo y cuiden su salud

Morita se despide, ciao ciao 

Pd: Este cap es por tu cumple Chiara, disculpa que lo haya publicado tarde xd

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