Capitulo 20
Inazuma Eleven no es de mi propiedad, el anime pertenece a LEVEL-5, yo solo secuestro a sus personajes e historia por mera diversión.
·Una nueva Aventura T-2·
Un nuevo día comenzaba, este día se centrarían en el entrenamiento mientras que las gerentes irían a buscar al delantero de fuego. Dos de las gerentes estaban muy animadas, pero a una, eso de pasarse el día de un lado para otro buscando a ese delantero no le hacía la mayor de las ilusiones.
― Eeeh, Endo.
Era Hijikata, quien les traía verduras frescas de su huerto, cosa que aceptaron, les venía muy bien a la hora de hacer la comida.
― Muchas gracias, Hijikata.
― Que menos puedo hacer por quien esta defendiendo la Tierra. Tenéis que comer bien para conseguirlo― el mayor se veía muy animado con sus palabras.
Un poco más atrás estaba Albin calentando, murmurando algo con aburrimiento: "los extraterrestres no existen..."
Alguien más se unió a ellos. Desde lo lejos se escuchó a alguien llamar al capitán y como llegaba subido a una tabla de surf. Había llegado surfeando una ola de la costa que tenían cerca, y sobre pasando unos cuantos metros de arena, vegetación y la barrera que separaba el campo de la playa, cayendo en el centro del campo junto a la tabla clavándose en el suelo.
― Hola Endo, te estaba buscando.
― Que alegría. ―exclamó el capitán corriendo al pelirrosa.
Aunque esta fue cortada por Megane, quien se puso en medio sosteniendo la tabla del mayor. ¡No podía llegar de esas formas! ¿¡Y sí le hubiera dado a alguno!? Es demasiado peligroso
― Ah, perdona, perdona. Cuando os he visto me han entrado ganas de venir volando a veros.
― Literal...―murmuraba Rosen observando la distancia de la playa a donde estaban ellos.
― Oye Endo, ¿os gustaría jugar un partido contra nuestro equipo de fútbol?
― ¿Nuestro equipo de fútbol?
Por lo visto, después de jugar con ellos le pareció muy interesante, así que... ¿Por qué no? Total. Se acabó uniendo al equipo de su instituto, a los quien le contó que conocía a los del Raimon, campeones del fút... lo que sea, y que querían jugar contra ellos fuera como fuera.
― Bueno, ¿tú qué dices Endo? Seguro te apetece jugar un poco. Además, yo también quiero practicar con vosotros ¿ Os hace?
―Si amigo Harley. Por supuesto, ¿verdad equipo?
La emoción era palpable entre los jugadores, pero la entrenadora tenía otros planes. Se Negaba a que fueran a jugar.
― ¿Y esta quien es? ―le preguntaba Harley a Toko.
― Es Hitomiko Kira, nuestra entrenadora.
― Pues vaya... tiene pinta de ser muy seria...
Hitomiko miraba a los jugadores con su habitual semblante serio.
― Supongo que no habéis olvidado lo que sucedió ayer, ¿no?
― ¿Qué es lo que pasó ayer? ―preguntaba dudoso el pequeño Kogure.
― El impostor― todos miraron a Albin en cuanto dijo eso, recordando aquel chico de cabellos rojos.
― Últimamente aparecen cada vez equipos más poderosos. No podemos perder el tiempo jugando con un equipo local de tan poco nivel. Eso no nos sirve para reforzarnos.
― ¡Eeh eeh! Sra. Entrenadora. ¿Cómo que un equipo local de tan poco nivel?― Saltó Harley a defender a su equipo―. Se esta pasando un poco ¿no creé? Aunque no lo parezca el Oumihara es el mejor de todas las islas. Estuvimos apunto de ir al... torneo fran, fron, o lo que sea.
― ¿Al torneo Fútbol Frontier? ―exclamó alterado Ichinose.
― Aunque al final no pudimos ir por una cosa muy graciosa. Resulta que se celebraron las fiestas del pueblo cuando se iba a jugar la final de la fase de clasificación. Y como nuestro entrenador se lo estaba pasando tan bien en la fiesta que se le olvidó completamente el partido. Cuando quiso darse cuenta ya era muy tarde y habían descalificado al equipo por no tener entrenador.
―¿Hablas enserio?
― Jajaja, cosas que pasan, ¿no?
―¡NO, NO PASAN! ―protestaron a la vez las gerentes y tres de las jugadoras.
― Eh, bueno, en fin. Un partido es un partido ¿no? Que, ¿podemos jugar ahora, o no?
Al final acabó cediendo, dejando que hicieran lo que quisieran.
Se montaron en la caravana, con rumbo a la escuela de su nuevo amigo, lo que nunca esperarían es que estuviera en primerísima línea de playa. ¡Mas que un instituto parecía un resort turístico! Los edificios estaban sobre el mar, todo era de madera y los tejados de paja, dando un aspecto mas natural ha estar situada en aquella playa solitaria. En el centro se encontraba el terreno de juego, pero, para ser sincero, era hermoso todo ese lugar como para ir primero al campo. Guiados por Harley anduvieron un rato por los pasillos. Dándole tiempo a Lika, a imaginar su luna de miel con Erik, quien no podía opinar, como hasta ahora.
― ¿Y bien? ¿Dónde se supone que se encuentra ese equipo de fútbol? ―preguntó Kido.
Habían llegado al terreno de juego, pero este estaba desierto. Ningún equipo les esperaba para comenzar un partido.
― Ahora que lo dices aquí no se ve a nadie.
Solo tuvieron que esperar unos segundos para que comenzara la bienvenida. Unos fuegos artificiales resonaban en lo alto, llamando su atención. El corpulento entrenador del Oumihara aparecía gritando "sorpresa" junto a sus jugadores quienes destapaban una pancarta dando la bienvenida al Raimon. Ninguno decía nada, era demasiado, y sobre todo, nunca imaginaron que les fueran a recibir de esa forma.
― ¡A que os hemos sorprendido, eh! ―animado, el adulto, se puso frente a Endo con una enorme sonrisa.
Natsumi agarraba con fuerza su sombrilla, la actitud de aquel hombre le ponía muy nerviosa, incluso quería dudar de que él fuera el entrenador de aquel equipo. Aunque Harley le confirmó que lo era, mencionando que: "el viejo se enrolla". Las otras dos no supieron que hacer, tan solo miraban con una sonrisa nerviosa al chico.
― Si... con un entrenador como ese, no me extraña que se le olvidara el día del partido.
Su charla acabó cuando vio a Lina. Estaba muy interesado en ella, incluso la alagó por haber dirigido con gran agilidad al equipo para ganar el FF. Se sonrojó a ponerse frente a ella. Se notaba que quería intentar algo con ella.
―No me perdí ni un solo partido. Ese juego, era el vivo reflejo de su entrenadora. Tal vez podría darme algún consejo bajo la luz de las estrellas cuando haya un poco más de calma.
―Claro, por supuesto. No se preocupe, le contaré al entrenador Hibiki todo esto.
― ¿Qué? ¿Él entrenador Hibiki? ―su rostro cambio en segundos, estaba pálido―. Oh claro, es que soy tan despistados y se parecen tanto que los he confundido.
― patético...― murmuraba Albin viendo al adulto
Cualquiera que estuviera escuchando notaba que no era eso lo que quería decir, y trató de salir como pudo.
Natsumi preocupada por tener que aguantar a más personajes como el entrenador le preguntó directamente a Harley si todos eran iguales. Este con su entusiasmo y buen rollo presentó alguno de sus compañeros diciendo que se lo montaba muy bien, haciendo referencia a que se montaban en el barco con su padre, o en un tractor, o que tenía montada a la familia en lo alto de la montaña, pero el que mejor se lo montaba era sin duda el capitán. Gakuya Otomura, el muchacho apartado del resto con unos cascos en sus oídos, marcaba el ritmo moviendo los dedos sobre su antebrazo a tener los brazos cruzados.
― Hola, he oído hablar mucho de vosotros. Espero que todos nos lo pasemos bien.
Se acabó la charla, aquí habían venido a jugar. Cada equipo en una mitad del campo comenzaba con los estiramientos y calentamientos habituales. Kido, como de costumbre, tenía el total poder para crear la alineación, por lo que momentos antes de comenzar, se reunieron todos en corro para escucharle
― Nuestra formación tendrá a Lika y Albin en la delantera. Tú, Tachimukai saldrás en el segundo tiempo. Hace mucho que no juegas como centro campista, será mejor no forzar aún.
― Ah, Kido. Mejor que Tachimukai ocupe mi lugar y juegue todo el partido.
Nadie entendía porque proponía eso. Preocupados voltearon a verle. La de ojos negros comenzaba a sentir un sudor frío recorrer su cuerpo.
― ¿Te encuentras bien, Rosen?
Preguntó el capitán, aunque todos querían hacerle esa pregunta. Nerviosa movía las manos en gesto de negación mientras trataba de fingir la mejor sonrisa que pudiera.
― No, no. No es nada de eso chicos, de verdad. Tan solo... creo que sería mejor que Tachimukai jugara todo el partido― comentó rápido a descubrir cual sería su excusa―. Como bien has dicho, Kido. Tachimukai hace mucho que no juega como medio. Mejor que se suelte ahora y no en un partido contra la Alius, ¿no crees?
Sus palabras no llegaban a convencer del todo al equipo. Se miraban entre ellos. Hasta que Kido volvió a tomar la palabra:
― Está bien, si es lo que quieres. Tachimukai. No te fuerces mucho, solo disfruta del partido.
― ¡Sí!
Ya iba a comenzar. Mientras el once titular en un corro más cercano, pasando los brazos por encima de los hombros de quien tenían al lado, y se daban ánimos y aunque sus rivales fueran algo raros había que tomárselo enserio. Por otro lado, las gerentes y suplentes iban junto a una de las bancas. Rosen tomó asiento suspirando con pesadez. Quería salir a jugar, pero no podía arriesgarse. Quería combatir contra el siguiente equipo de la Alius. Ser de utilidad al equipo. Sí ahora le pasaba como contra el Kidokawa, todo habría sido para nada. Sus compañeros se preocuparían por ella, si saliera al campo todos forzarían más por cubrir su puesto, o incluso algo peor, que la entrenadora le mandara de vuelta a Inazuma. Es mucho mejor estar aquí y ayudarles. Solo unos segundos y se haría el saque de centro, pero Endo miraba a la albina sentada en el banquillo. ¿Qué le estaba sucediendo? Esta no es la Rosen que se hizo pasar por otro solo por volver a jugar.
― ¡Venga chavales vamos a montar una buena! ―animaba Harley a sus compañeros antes de ocupar sus puestos. Este desde la banda miraba el campo buscando donde ponerse, encontrando un sitio en la defensa.
El saque se hizo con los delanteros del equipo local, subiendo todos de una realizando pases entre ellos a un ritmo constantes y realizando unos toques antes de pasar. Esto era confuso para la mayoría era la primera vez que comenzaban un encuentro con unas jugadas así. Les llegaba a recordar el juego de los hermanos Drago.
― ¡Pero que bien se lo están montando todos! ―gritaba lleno de energía el de cabellos rosas―. ¡Pues yo no pienso quedarme atrás!
Con aquellas palabras comenzó a moverse, pidiéndole el balón a Toguchi, el muchacho con gafas de sol quien mantenía el balón en su frente momentos antes de hacer el pase. Con su gran agilidad saltó en busca del balón agarrándolo con los pies, como si estos fueran unas tenazas. Tomo tierra siendo vitoreado por sus compañeros, como si acabara de marcar un gran gol, pero nada de eso. Tan solo... tenía muy buen rollo.
― ¡Si! ¡Ha sido muy impresionante Harley! ―animaba el capitán una vez Salió de su sorpresa.
― Menuda panda de inútiles...― susurraba en su lengua natal.
Desde el banquillo no entendían para que usaban eso. Vale que tuvieran un gran dominio del balón y esa gran complementación, ¿pero de que servía? Seguía siendo un juego de pasarse el balón sin más.
Volvieron a mover el balón, Harley pasándole a uno de los centrales. Este avanzaba encontrándose de frente con Lika, quien estaba segura de que no podían ganarle con ese juego. Lo que no sabía, es que el estratega del Oumihara ya estaba guiando a su equipo con buen ritmo.
― ¡Atención! Cambio del tempo. Compas 8.
Unas indicaciones propias de una orquesta fueros suficiente para hacer que su compañero aumentara la velocidad, superando a la chica sin problema. Toko le esperaba por detrás, realizando su técnica La Torre, pero solo hizo falta otro cambio de tiempo para rebasarla y acercar el balón a un compañero. Se movían sin problema por el campo, y era hora de atacar. El defensa más corpulento abandonó su puesto, subiendo hasta donde los delanteros , tomando a cada uno de una mano, comenzando a girar sobre sí mismo, dándole el impulso necesario para que ambos llegaran con un gran impulso al balón, rematando a la vez con un golpe de tacón. Vuelo del Águila es su nombre. Directo a puerta, donde Endo ya preparaba su Mano Demoniaca , era un tiro fuerte, pero no llegó hacer un gran problema para el portero. Lo más sorprendente era ver a sus rivales festejar la gran parada.
Harley no podía parar de emocionarse.
El balón volvía a estar en juego, esta vez en los pies de Albin, quien avanzaba con tranquilidad, incluso no le fue complicado superar a un animado Harley. Una Nueva orden de su estratega, un cambio de compas que le hizo perder el balón. Albin se quedo quieta viendo a Harley mientras otro se llevaba el balón. Las jugadas se sucedían una tras otra, Raimon tomaba el balón y se lo arrebatan cambiando el ritmo de sus movimientos. Daba igual cuanto se esforzaran, siempre acaban perdiendo el esférico. Kido no paraba de preguntarse como era posible que pasará eso, cuando Ichinose consiguió atrapar uno de los pases del Oumihara. De nuevo Harley trataba de parar a su rival, pero le pasaron sin dificultad. Albin esperaba en su puesto, observando como cada vez él pelirrosa se ponía más nervioso y alterado. Kido desde detrás del capitán rival observaba como volvía a dar una orden y le arrebataban el balón a Ichinose. Cuando Otomura comenzó a moverse Jude lo escuchó. Hacía ruidos con la boca, como si llevara un ritmo. Domon realizaba el Deslice Mortal técnica que volvieron a superar con aquella orden de bajar dos compases. Kido lo había descubierto cuando de nuevo realizaban la misma técnica de chut, pero esta vez se fue por encima del larguero. Aprovechando el saque de puerta Kido les reunió para comunicarles lo que había descubierto.
― ¿Qué están calculando el ritmo?
― Eso es. Cada vez que nosotros tratamos de quitarles el balón. Este chico empieza hacer cálculos en un instante. Averigua cual es el ritmo de los jugadores, y le dice a sus compañeros que tienen que hacer para contrarrestar nuestros movimientos.
― así que es por eso que no conseguíamos quietarles el balón nunca.
― pero sino llegan a ser un par de segundos, no tiene tiempo. ¿De verdad es capaz de hacer todos esos cálculos en un instante? ―preguntaba Ichinose sorprendido.
― Parece que ese chico tiene un impresionante sentido del ritmo.
― muy bien ¿y eso de que nos sirve? ¿Sabes como superar eso?
― Claro. Tenemos que ralentizar todos nuestros movimientos.
Todos de acuerdo con las indicaciones volvieron a sus puestos, esperando que Endo diera el saque directo a Kido y este les guiara.
― ¡Ichinose ya!
Otomura volvía a indicar un cambio de ritmo, orden que acató el jugador con gafas de sol, tirándose en racha a por el balón, pero Kido estaba preparado, y siguiendo su plan bajó el ritmo haciendo que el contrario pasara de largo sin rozarle. Un pase al castaño, quien comenzó a avanzar, de nuevo habían recibido la orden de cambiar el ritmo, ya era inútil, podían pasarles sin problema y realizar sus movimientos. Ichinose se encontró de frente con el defensor más grande, en vez de tratar de esquivarle, realizó un pase atrás, donde Toko y Lika ya corrían a la par. Saltaron tomando sus manos para chutar con el Mariposa de Ensueño. Disparo que entró tras superar la técnica del portero. Lancha Protectora, que consistía en levantar un trozo de tierra y usarlo de escudo. Como hasta ahora, aunque le hubieran marcado estaban de lo más felices. Así llegamos al final de la primera parte.
El equipo local volvía a sus puestos con una gran sonrisa y animados por el partido que estaban disputando, al contrario del buen rollo que desprendían sus compañeros, Harley, no estaba de tan buen humor. Estaba harto de que le sobre pasaran, que no consiguiera tomar ni un solo balón, que siempre esa chica de cabellos tricolor le ganara. Se acercó a uno de sus compañeros, pidiéndole que le enseñara hacer regates, pero tal era su seriedad que el equipo entero se reunió con el entrenador asustados, incluyendo al adulto. Les daba miedo que se hubiera Molestado de verdad. Con ese comportamiento a Harley no le quedo otra que decir que era todo de buen rollo, pero en verdad quería ganar.
Al otro lado de campo, Raimon comentaba lo buenos que eran sus rivales, por algo estaban para clasificarse en el FF. Por otro lado, a Tachimukai le comenzaba a costar recobrar el aliento. Decía que estaba bien y que podía continuar, pero Rosen no podía dejar de mirarle preocupada, por su culpa Tachimukai se estaba forzando. Por otro lado, la actitud y mirada del pelirrosa no pasaban desapercibidas por Albin. Era innegable que tenía una gran resistencia, equilibrio y suficiente fondo para estar corriendo todo el tiempo de un partido, pero al igual, era innegable que era un novato que tocaba un balón por segunda vez, como aquel que dice. Sería un gran apoyo si consiguiera manejar mejor la pelota, y por lo que llega a ver, está dispuesto a Entusiasmarse y luchar por ser el mejor.
El partido daba comienzo con el saque de Raimon, la delantera se adentraba en el campo contrario seguido de los demás, dispuestos a lanzarse al ataque, no tardó en encontrarse con el defensa novato, volvieron disputarse el balón, pero no necesitó de mucho para dejarle atrás.
Más cerca de la portería, su avance fue cortado por dos defensas, sin meterse en más duelos le pasó a Tachimukai, pero este estaba tan agotado que lo acabó fallando y perdiendo el balón. Toko tuvo que ir a recuperar el balón antes que lo hiciera el rival, cambiando por completo su ritmo, cosa que había descubierto Otomuera. Fue el primero en comenzar el contraataque, empezando por recuperar el balón. Un pase a Toguchi, quien a adentrarse en el terreno contrario iba contra Tachimukai, provocando que Toko dejara un hueco en su puesto por ir ayudarle, cosa que no sirvió para nada, ya que pasaron a ambos. De nuevo realizaron el Vuelo del Águila, y Endo se encargó de detenerlo con la Mano Demoniaca. Desde la portería no comprendía lo que le pasaba al equipo para dejar semejante oportunidad.
El partido continuó con ida y venida de ambos equipos, de nuevo, Albin llevaba el balón, volviendo a enfrentarse a Harley. Este optó por atacar desde arriba, literal, saltó para intentar bloquearle, pero como era de esperar, algo inútil, solo tuvo que cambiar levemente la dirección en lo que volvía a tocar tierra. Harley estaba frustrado, no sabía que más hacer. Otra vez el ataque tenía que continuar pasando por Tachimukai, pero el capitán contrarió tenía totalmente controlado al jugador, robándole cada balón que se acercaba a él. En este punto del partido volvían como al principio, no había quien consiguiera hacer nada.
― Ya veo, se han dado cuenta del punto débil de nuestro equipo― pensaba la entrenadora sin apartar la mirada del campo.
"para construir un ritmo es preciso que todos los elementos encajen a la perfección, pero sí solo uno de ellos falla es suficiente para que todo se venga abajo. Es pura lógica."
― Todavía queda mucho partido, así que vamos a montar una buena, chicos― animaba Otomura.
Volvíamos a lo mismo de la primera parte, no había forma de conseguir el balón o mantenerlo por mucho tiempo. Kido no paraba de observar al capitán contrario, tratando de encontrar el secreto de como hacerlo. Como volver a cambiar el ritmo del partido al que él marcara. Por otro lado, Endo estaba emocionado, ahora le tocaba a él darlo todo para proteger la portería. Los tiros del Oumihara no eran nada para su Mano Demoniaca . Los tiros se repetían uno tras otro, pero ninguno conseguía subir al marcador. Harley se contagiaba del entusiasmo del castaño, el tampoco se daría por vencido.
― ¡Albin!
Un pase largo en dirección a la chica. El motivado pelirrosa volvía a tener un enfrentamiento contra ella, y que tenía el mismo resultado que hasta ahora. Pero algo cambiaba. Kido parecía a verse dado cuenta de algo. Se introducía en el campo rival, corriendo lo más rápido que podía, tratando de romper su ritmo de esa forma, pero nada. Una nueva orden para cambiar el compa y volvía a quedarse sin balón.
Kido lo había descubierto. El ritmo de sus rivales tampoco era perfecto, ahora solo tenía que cambiar su formación para perturbarles.
― ¡Ichinose, sube a la delantera! A partir de ahora pasamos a tener tres puntas con Ichinose, Lika y Albin.
― ¿Tres puntas? ―preguntaba confundido el portero.
― Ay, lo esperaba ―hablaba con ese tono animado y enamoradizo común de la peliazul―. Sabía que un día acabaría llegando este momento. Ahora nuestro equipo tiene el mejor ataque de todos. Tú y yo querido.
― Monta el espectáculo que quieras. Solo no me estorbes― protestaba la morena mirando a ambos con aburrimiento.
― Claro, sí reforzamos el ataque, podremos cambiar el ritmo del juego― hablaba animado Endo a darse cuenta de la estrategia.
Pasando de la "parejita de enamorados", la de cabello tricolor iba a la banda para prepararse. A hacerlo pasó junto a Harley, quien murmuraba algo sobre que no volvería a perder. Se detuvo cerca de él mirándole retadora.
― ¿Tan seguro estás? Venga, inténtalo si te atreves. De que te vale coger un balón en el aire o hacer esos sprint si luego no consigues nada tú solo.
Sin darle tiempo a decir nada fue a su puesto. Tachimukai ya estaba preparado para sacar. Un saque largo hasta Kido, quien retrocedió el balón hasta Toko y esta, siguiendo ordenes, comenzó a subir al campo contrario. No era casualidad, sino que su posición estaba más cerca a la de Harley, haciendo que rebasarle fuera realmente sencillo. Pases rápidos y limpios, el balón no se quedaba más de tres segundos en el mismo jugador, haciendo un ritmo frenético y alocado, sin dejar tiempo a reaccionar por sus movimientos tan rápidos.
Ambos estrategas se mantenían parados uno frente al otro. Sí ellos cambiaban su ritmo, entonces Otomura tan solo tenía que volver a reajustar el ritmo.
Lika se encabezaba teniendo enfrente a Harley. Estaba dispuesto a conseguirlo, demostraría que podía, le borraría esa cara de superioridad a ese gato arisco. Estaba decidido, pero no pudo hacerlo. La orden de su capitán le pedía que no lo hiciera, que le dejara pasar. Eso hizo, aunque no entendía por qué. Atrás estaba Akamine, quien sí pudo recuperar el balón. La siguiente orden era pasarle de nuevo a Harley. Este seguí sin comprender nada y Albin se acercaba para arrebatarle el balón. Una nueva orden, un pase a Agarie, obedeció justo cuando la chica se tiraba en racha. El pase había sido un éxito, pero, aun así, seguía sin llegar a comprenderlo del todo.
― Tsk, quita esa cara de empanado― hablaba según se ponía en pie―. Si hubieras sido tú solo, en la vida habrías podido hacer eso. Que suerte tienes de que el fútbol sea un deporte en equipo.
Sin perder más tiempo volvía al partido, volviendo a dejar a un confundido defensa. Las felicitaciones de sus compañeros, que solo no habría podido, hacer pases... todo esto era nuevo, esa sensación de unión era todo tan distinto a cuando está sobre la tabla, solo él y el mar. Claro. Sus ojos se abrieron más de lo normal por la sorpresa, había comprendido sus nuevos sentimientos.
― ¡Lika!
Un pase largo a la delantera, quien se lanzaba al ataque esperando recogerlo, pero Harley no se iba a quedar atrás. Haciendo uso a su gran habilidad a saltar atrapó el balón con los pies en el aire antes de realizar un pase desde ahí arriba. Habían vuelto a cambiar el ritmo a su favor. Ni Raimon ni el Oumihara se daban por vencidos. El balón iba de un lado del campo al otro, no había ni un segundo para detenerse y pensar. Pocos segundos para acabar y atacaba Raimon. Su delantera más baja se avanzaba a la defensa, dispuesta a volver a regatear a ese defensor numero cuatro, y lo hizo, solo que esta vez las cosas no quedarían así. Giró sobre sí mismo estirando la pierna para quitarle el balón ha dar la vuelta por completo.
No iba a dejar las cosas así se disponía a recuperar el balón, pero antes de poder hacerlo, una inmensa cantidad de agua la empujó al suelo. Harley no tenía compañeros libres, por lo que optó por volver a realizar aquel tiro de la ultima vez Gran Tsunami. Recorrió el campo en un abrir y cerrar de ojos. Ni siquiera le daba tiempo a sacar la Mano Demoniaca . En momentos desesperados, medidas desesperadas. Lanzó el brazo hacía delante con todas sus fuerzas, impactando su puño contra el remate, el choque provocó que el puño se iluminara y cargara todo el ambiente de una luz cegadora dorada. La fuerza del chut hizo que saliera rebotado a dentro de la portería y el balón quedando fuera.
Pitido final, y se acaba el partido dando por ganador al Raimon.
Solo quedaba el rastro de las respiraciones agitadas, la sorpresa por aquella impresionante parada y las marcas de ritmos que acaban de Otomura. Este había sido un partido muy productivo.
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