Cap. 5 Sucesos inesperados.



Sucesos inesperados.

El tiempo transcurre más rápido de lo normal solo faltan dos meses para su partida de Kanet, el día es estupendo para ir al coliseo pero Kanet despertó con pocas ganas de entrenar, en el desayuno Camus lo noto la veía decaída, Afrodita paso a saludar igual manera lo noto.

- ¿Kanet te sientes bien? -Si, no se preocupen por mi solo recordé algo. Camus interrogo analizándola. -Bueno...hay que darse prisa, quiero ver la cara de esas tres cuando me vean -Si, es verdad Shura me dijo que quedaron sin ganas de meterse contigo. -No importa yo estaré junto a ti si...intentan algo. -Entonces señores caminen.

- ¿Camus de casualidad no estará en sus días? -No, pretendo hablar de situaciones personales de MI alumna con un loco como tú.

Camus lo veía con repugnancia. -Ya, Camus yo solo decía, se que debí no comentarlo, mejor cambio de tema. - ¿Cuánto te falta para terminar tu carrera? Afrodita si supo mantenerlo tranquilo, hasta llegar al coliseo. -No, mucho, en tres meses regresare Atenas para realizar mi último examen.

Kanet camino cerca de ellos para escuchar cada detalle de lo que comentaban. -Baya, veo que eso te intereso te intereso Kanet. Afrodita comento al verla más cerca de costumbre. Vio su maestro al momento un calor en su mejillas a lo que supo que estaba rojas sus mejillas, antes que se delatara dijo. -Sí, es de mi interés porque es mi maestro y escuchar eso me agrada, que no sea un vil ignorante como yo.

Dicho eso ella se adelanto al coliseo. -Ella no es ignorante de vez en cuando me sorprende.

-No, Camus pero ella y tu son tal para cual, y lo digo en buen sentido.

Kanet llego al coliseo inmediato se estiro y se puso a trotar alrededor del arena algunos todavía la veían un poco de mas pero esto fueron ignorados al ver que las Amazonas llegaban junto con otros plateados ella se acerco a si maestro que estaba preparando. -Kanet quiero que des cincuenta vueltas.

-Hola, Camus. Inmediato giro hasta la voz femenina que le llamo, su única reacción fue levantar la ceja. Al darse cuenta que no le llamaba como de costumbre la cobra, solo se detuvo a escuchar.

-Quiero felicitarte, tu alumna es muy fuerte, creo que ya te enteraste de nuestro enfrentamiento es muy buena, no lo niego. -Si, solo muy estúpida. Intervino Geist molesta, mientras tronaba los dedos y la veía de mal modo. Kanet observo a las Amazonas y su maestro sorprendida por el insulto, ella espero unos segundos para que el la defendiera después de todo el debía guiarla pero cuando escucho las risas sin darse cuenta su cosmo se encendió y no dudo en responder. -Si soy tan estúpida, que por eso me deje que un simple aprendiz entrara a mi mente y descubrir que... respiro y continúo. -Estas enamorado de Capricornio y ella...apunto a Marín tiene una relación comprometedora con leo y tu cobra que estas enamorada de un niño de bronce. Al menos se sus mentiras que divulgaron sobre mi se quedaran aquí, y yo me iré dentro de poco y me olvidaré de ustedes. Pero a caso ¿ustedes de mi se olvidaran? Las tres mujeres se lanzaron contra ella, al descubrirlas ante todo mundo, pero Camus intervino interponiéndose. -Kanet, regresa al templo y deja a en paz a las damas. - ¿Damas? Ironizo enojada. -Discúlpate. -No, nunca prefiero morir de una maldita insolación antes que so, yo no las moleste ellas iniciaron ahora que...gruñe de rabia.

-No, quieren seguir su juego. -Kanet, vete. La corrió Camus.

Los miro con frialdad a los cuatro solo de nuevo gruño intentando controlar su rabieta, giro y partió enfurecida.

-Gracias Camus que, bueno que la pusiste en su lugar, no sé como el Patriarca a dejar que entre gentuza al Santuario.

Camus escucho a la peli verde en lo que veía partir a Kanet intentando controlar su cosmo que por causa del enojo le era imposible. El giro enojado y la cayo.

- ¡Shaina silencio! Grito por primera vez dorados y plata y algunos bronces lo vieron con esa actitud. Milo solo se acerco para apoyarlo.

-Para empezar, ustedes tres les acabo de salvar la vida, ella es tan fuerte que las supera juntas y si les dijo eso es porque lo vio cuando se reflejaron en los espejos esa vez y te atravesó con la flecha. -No quiero volver a escuchar quela ofendan una próxima vez porque no intervendré, me quedare con los brazos cruzados. Lo último que les digo, no hagan que les pierda el respeto ya que son mujeres, y voy a defender a ¡MI ALUMNA!

-Ya escucharon mejor piérdanse de su vista. Sugirió Milo, acto seguido se dirigieron cerca de las gradas y empezaron a luchar sin cosmo afrodita y Mascara de Muerte detuvieron su entrenamiento para ver a esos dos pelear al igual Mu, Shura y Aioria se sentía apenados por lo que fueron los últimos en acercarse apara escuchar. Sus comentarios entre pelea

. -Tranquilo hermano, ya paso.

-No, claro que no.

Milo recibió un golpe cerca del oído izquierdo. -Dime ¿Por qué no? Al fin de cuentas es tu alumna y tú el maestro.

-Lo tengo claro y ella igual. Pero me molesta que no supe actuar, me vera como un mediocre. Todos los dorados intentan comprender. -Para ella era un orgullo que yo fuera su maestro el recto. Y fíjate como me vio.

Vuelve a golpearlo Milo pero lo esquiva hasta que escucho afrodita decir. -Tranquilo ella ya venía alterada te digo a de estar es sus días de...histeria Milo le da un golpe detrás de la rodilla haciendo caer Camus.

-mañana iré a ver los avances ya termine los planos de la casa que me pidieron, los llevare a ver y de paso veo mi encargo de la construcción y si lo quieres paso a ver a la Srta. Violeta y le pregunto. Si sabe algo.

- ¿Entonces ya puede iniciar? Milo, pregunto. -Si claro que mañana me acompañe. -Igual iré la ultima vez no pude comer helado, Mu ¿puedo llevar a Kiki? -Sí, pero que no coma mucho helado. Contesto Mu. -Camus debes de ir a tu templo empezó a nevar de nuevo.

Shaka sugirió el francés se levanto sacudió rodillas paso entre Aioria y Aldebarán, deteniéndose,

-¿En, verdad... tu y Marín? Camus pregunto sorprendido. -Sí, Camus todo lo que dijo ella es verdad. -Afrodita, ¿para cuándo me tienes el presupuesto? -Mañana en la noche. Contesto el peli celeste. -Recuerda lo quiero lo antes posible. -Si, jefe usted paga usted manda. Dijo entre risa Afrodita.

Onceava casa

Kanet pateaba apuñalaba sus últimas creaciones, maldiciendo entre dientes, se sentía traicionada. No era como cuando se acercaban y compañeros de su escuela le hacían creer su amiga y solo la usaban para hacer tareas, era diferente todo ese tiempo se agradecía reprimir es sentimiento y se dijo para sí misma.

-Por la manera que le hablo tal vez el sienta algo por la cobra. ¡Ya no más! Kanet recuerda que este mundo es cruel, y solo miente.

Ella inicio a llorar por la decepción de la vida, siempre quedaba decepcionada.

-ya no, quiero...ser burla de nadie este lugar es...

Ella miro la fuente y entro a su habitación por la daga pensando en voz alta. -entre más rápido acabe estoy será mejor.

Una hora después escucho los pasos de Camus lo ignoro completamente, el, la observo que tenia lagrimas en sus mejillas, verla una vez más derramar lagrimas le dolía y se ocurrió una idea para pedir una disculpa y se dirigió a la cocina. Acto seguido de terminar la bebida para Kanet la llevo a su sala, en silencio fue por ella le quito la daga dejándola a un lado y llevo jalando, ella pensó.

-Prepárate castigo seguro.

El aun en silencio la sentó cerca, Kanet miro que llenaba una pequeña taza de chocolate, después el guardia de la onceava casa rompió el silencio.

-i Hablarte de esa manera no lo merecías!

Ella sin verle al rostro contesto de la misma manera Kanet, la misma frialdad que cuando ella llego.

-No, se preocupe maestro usted hizo lo que creyó correcto, solo soy su alumna y no tengo derecho en juzgarle o reclamar, porciento ya detuve la nieve. Además regresare a mi vida en unos cuantos meses y no tendrá más interrupciones.

-Kanet puedes confiar en mí que es lo que pasa, si no crees que te defendí pregúntale a Milo o cualquiera de lo que estuvieron les dije que si te seguían molestando no volvería intervenir y dejaría que les dieras otra paliza. En realidad yo no te vi como la débil, si no ellas.

- ¿Cómo? Ella lo vio asombrada a los ojos. -Si, Kanet dime ¿Que caballero conoces, que tiene la habilidad de controlar el clima? Yo no hasta ahora solo tú puedes. Y te lo repito. Discúlpame yo mismo no me siento bien.

Ella lo miro detallada y denoto que le hablaba con sinceridad. -La verdad yo igual tengo parte de la culpa. -No, Kanet tú te defendiste, más que bien tú sabes dar en donde más les duele.

-Lo siento las circunstancias me han hecho ser así. - ¿Entonces me perdonas? -Si por que no. Kanet contesto a la vez que encogió los hombros, tomo un sorbo de su chocolate.

- ¿Quiere saber porque estoy así? -Dime lo, tal si puedo ayudarte.

Ella sacudió la cabeza negativa. -No, lo que pasa que hoy, tenía una entrevista para mi beca de la universidad. Yo que recuerde siempre quise entrar, a esa universidad y hoy la completa se fue de mis manos.

-En verdad como lo siento, y no puedes solicitar de nuevo la beca.

-Sí pero como ya la había solicitado entro en categoría más baja y tendría que pagar un treinta por ciento y usted sabe que por ahora mi situación económica es del asco y no pienso exigir a mi tía algo que no le corresponde y aparte tendré que esperar un año más.

-Tranquila preciosa, Atena es sabia por algo quiso que estuvieras aquí como mi alumna.

-Maestro, no lo tome a mal, pero no me diga preciosa. - ¿Por qué? -Por...que no quiero mis pensamientos se debiliten ante usted. Contesto muy seria.

-yo creí que, solo yo pensaba eso de ti.

- ¿Qué?

-Si, Kanet tú me gustas, para mala suerte de los dos no podemos tener nada sentimental entre tú y yo, eso no lo tengo que decir, ya lo sabes.

-Sí, maestro, lo mejor es que pasen los días pronto para que me retire. Ella termino el contenido de su tasa, y se levanto para salir.

- ¡Kanet! El llamo y se acerco, ella giro y lo vio acercarse la tomo de los brazos aproximo su rostro para rosar delicadamente sus labios con los de ella. Ambos sintieron un remolino de sentimientos y una calidez inigualable. El la atrajo con una mano al colocarla en la espalda de ella y paso su mano derecha entre su cabello hasta su nuca enredando su cabellera entre sus dedos profundizando el beso, al separarse el aun sintiendo la calidez que ella desprendía en susurro le dijo.

-Es lo que más puedo darte, recuerda aun me debes cincuenta vueltas. Salió de la sala dejándola paralizada. Los dos sentían saltar sus corazones, para los dos fue una sensación distinta y nueva, él como hombre no era la primera vez que había besado, no podría compararse con su amigo casi hermano como un Casanova, pero en definitivo ese beso significo algo. El se sentía mal por no poder corresponderle pero el sabia que ella lo entendía.

Fue hasta la casa del escorpión se dirigió a donde Milo ocultaba su ron y whisky, se sirvió un poco Milo extrañado no dudo en preguntar.

- ¿Ah ti que te pasa? -No, molestes bicho.

Respondió cortante, volvió a servirse fue a sentarse en las escaleras que daban hacia Sagitario. Milo no dudo en imaginarlo después de un rato se atrevió a confesárselo a su amigo.

-Soy un asco, bese a Kanet. -Ah...es eso y que, ¿por eso te sientes mal? Por un simple beso.

-No, hermano, no solo fue un beso fue diferente.

Tomo a su copa de Wisky

-Fue diferente.

-No me digas que no te habías dado cuenta que ella es esa... la indicada.

-No.

-Huy mano, tu caso si esta difícil. Pero ¿Cuál fue su reacción? ¿te cacheteo, insulto o se te arrojo?

-Ninguno, la deje paralizada. -Ah... no sé qué decir, no veo salida en esto mas con lo que te dijo el Patriarca.

-A veces pienso que es un tirano. Puntualizo volvió a tomar.

-Me dejo bien claro que ella se partirá preparada o no. Su destino no es estar aquí, si no con los suyos.

-Mmm... no entiendo a eso de los suyos. Milo dio un trago a su copa y prendió un cigarrillo.

-Lo eh pensado. Pero tengo ciertas sospechas. -Dime, soy una tumba. Dijo Milo.

-creo que ella es la reencarnación de la esposa del dios Uller. -Hay... no exageres.

-Sí, todo lo que digo es porque concuerda. Dime como es que puede controlar el clima, Ustedes lo vieron no fue como fue un arco de hielo, ella vivió en Asgard de chica. Ella le llora la muerte de alguien que se parece a mí. Y por ultimo lo que dijo el Patriarca, ¿Como explicas esto?

-Creo que estas muy alterado, hasta yo lo estaría al saber que al mujer que amo, no puede estar conmigo. Como amigo te digo te digo aprovecha que está contigo todavía, dale recibe el cariño que merecen ¡los dos! Enfatizo en las dos últimas palabras continuo. -Como hermano te digo cuídate si se llega enterar ya sabes quién. Miro el salón patriarcal. -No me gustaría estar en tus zapatos.

-Y... ¿Cómo dorado? Pregunta divertido Camus. -Ese sí, es un problema porque apoyo y no, pero eso sí, si me entero que le partes el corazón yo te partiré otras cosas y sentirás por primera vez Antares.

-No, esperaba menos de ti. -Mañana acompañare a Shura a ver que nos enteramos.

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