01 - Engreída, y sola.
No podía comer, tenía la mirada bien puesta a Trixie. Ella agarraba fruta picada y yogurt, aunque esta vez se veía un poco más sola y con menos energía que ayer. Nadie quería hablarle, todos querían evadirla y todos la ignoraban. Nadie quiso darle un asiento y tuvo que sentarse sola, en las últimas bancas, literalmente escondida de todos. Hasta el último detalle pude avistar, mis ojos no se apartaban de Trixie...
—¿Estas a dieta? ¿Piensas mucho? ¿Te comerás eso? —Dijo una voz chillona.
—No Pinkie, ¿qué quieres? —Dije, mosqueado por salir de mis pensamientos.
—¡Soy la encargada de la donación de despensa para la gente de bajos recursos! ¿Quisieras donar al menos 50 centavos? —Preguntó Pinkie, cargando una taza sellada con una ranura encima para meter las monedas.
Le di un dólar en billete para que se largara. Lo enrollé y lo metí a la taza. Era mejor así, porque las monedas harían mucho ruido en la taza y no quería llamar la atención.
—¡Gracias! —Respondió Pinkie con una sonrisa de oreja a oreja.
—Oye espera, antes de que te vayas, ¿te puedo hacer una pregunta?
—¡Ya me estás haciendo una, tontito!
—Ah... pues... oh... —Dije, atontado.
—Anda, ¡pregunta! —Dice mientras hace una risita. Se burlaba de mi ingenuidad.
—¿Trixie está sola?
—¡Muy sola! Está triste porque ya no tiene amigas. Quise animarla, pero me pidió groseramente que me largara —dijo Pinkie, señalando el pulgar en dirección a la mesa donde Trixie estaba sentada.
—Entiendo, gracias Pinkie —respondí.
—¡¡Oki!! —Pinkie se va saltando.
Era mi oportunidad de estar con ella, podría animarla en ese estado de depresión. Nervioso me paré con mi comida para ir a la mesa en donde ella estaba sentada. Ella se dio cuenta de mi presencia, pues era muy obvio que me acercaba a su mesa sola y apartada. Se me paró el corazón cuando me observó con una cara chueca.
—¿Qué quieres? Esta mesa solo son para gente asombrosa como yo, ¿sabes? Por eso está vacío... No hay nadie tan increíble como yo... —Dijo, con un tono algo cínico.
—¿Puedo sentarme aquí? No hay asientos, y no tiene caso que... pues... me siente solo... —Dije nervioso. Pensé que la animaría con un poco de compañía nueva—. No soy asombroso, pero me gustarí...
—Pero si hace rato te vi sentado con tus amigos —respondió Trixie, haciendo notar que se ha dado cuenta de lo que intenté hacer.
—¿C-Cómo lo supiste? —Dije, un poco aterrado. No quiero que ella sepa mis intenciones. Mi verdadero sentir de ella.
—Bueno... instintos míos, así de asombrosa soy yo —Dijo Trixie, borrando un poco esa tristeza de su rostro. A pesar del mal momento que ella estaba pasando, aún no dejaba de ser engreída.
—Solo son unos idiotas. Además, te ves... algo sola. ¡Yo puedo ser asombroso también! —Repliqué. A este punto, no sabía lo que estaba diciendo.
—¿En serio? —Preguntó Trixie, devolviendo la mirada finalmente. Nunca me miraba a los ojos, hasta ahora.
—¡S-Si! ¡Puedo aguantar la respiración hasta 8 minutos!
—¡¡Recórcholis!! ¿Eres algún tipo de atleta nadador?
—No, era muy retado de niño. Yo era muy tonto, hacía muchos tipos de retos solo para tener la aprobación de todos.
—Ah, se comprende -Respondió Trixie, mirándose las uñas en busca de mugre imaginaria. Mi chica parecía intentar no hacer contacto visual.
—¿A-Aún me puedo sentar aquí entonces?
—¡Claro! ¡Hablemos de cómo combinar nuestras habilidades! ¡Soy una maga en la vida real y una hechicera nivel 83 en Shinra Souyers!
Wow, no sabía que era friki, esto lo hacía aún mejor. Es linda, algo envidiosa, y friki, era perfecta, pero era simplemente eso... mi crush...
—¿Y qué pensabas hablar? —Pregunté, para sacarle plática. No me molestaba su egocentricidad, me divertía, al contrario. Elevando su ego me parecía algo tierno proviniendo de ella.
—¡Espera un momento amigo! Primero hay que comer —Dijo Trixie, comiendo de repente con energías. Noté que estaba un poco temblorosa y respirando hondo, mientras masticaba, claro.
—¿Shinra Souyers era como calabozo, no? Combinando con Shun Yi Oh —Recordé, pues recuerdo haber jugado muchas partidas con un primo.
—Sí, así es. ¿Cómo te llamas? Jamás te he visto antes —preguntó Trixie.
—Me llamo Velvet Roll. ¿Trixie Lulamoon, no? Yo sí me sé tu nombre jeje —respondí.
—¡Soy una chica muy popular! Aunque... no por cosas buenas... —Dijo Trixie, decepcionada y con la mirada hacia abajo, nuevamente.
—¿Por qué? ¿Qué has hecho? —Pregunté, sin haber probado la comida ni una sola vez. Moscas revoloteaban alrededor y me quitaban el apetito.
Trixie se indignó un poco por la pregunta, pero sentía que algo en ella lo afectaba mucho. Como si intentara ocultar algo que es verdad, pero no lo quiere admitir. —¿Acaso tengo que contarte todo? Ni siquiera nos conocemos mucho, ¡todavía no tienes el privilegio de alcanzar el rango de asistente de la Gran y Poderosa Trixie!— Dijo, parándose de la silla para señalarse a si misma.
—¿Es realmente algo malo? -Pregunté, con una inseguridad.
En eso, la euforia se le acabó y volvió a tomar asiento. Raspaba el centro del plato con su tenedor, y movía la fruta de un lado a otro. Estuvo así por unos segundos. —Me han dicho Dos Caras. Nadie me había dicho así, y no sabía lo que significa. Consulté un diccionario hace unas horas, y... —Suspiró, dando a entender que no sabía que le han dicho mentirosa en su cara, y ella ni siquiera lo supo—. Esa amiga mía no me habla más. Mañana la transferirán a la escuela Crystal, y no creo que extrañe los momentos que tuvimos...
—¿Qué hiciste para no haber sido tan honesta? ¿Metiste la pata? —Pregunté, siendo comprensivo y positivo con ella.
—No te lo diré. Es una pequeña mancha en mi travesía de alcanzar las estrellas —Respondió Trixie, una vez más sin devolver la mirada. Se veía muy ocupada comiendo de su yogurt con fruta, hasta que alejó el plato para no comer más y se puso de pie—. Tengo que componer unas canciones, y no puedo hacerlo sin mi zona de comfort. ¿Vienes o te quedas, Belbo?
—Mi nombre es VELVET Roll. Y si, ¡quiero estar contigo! —Dije, dejando atrás mi plato también. No he comido nada por estar distraído con ella, y tal vez me de hambre. Pero lo que sea por Trixie—. Dame unos momentos, por favor.
Después, ella se adelantó mucho y caminó fuera del comedor, hacia el pasillo que dirigía hacia el auditorio y sus derivados. Definitivamente no me esperó a que me limpiara un poco, y tuve que darme prisa para estar con ella.
La pude alcanzar después de correr, para caminar junto a su lado. Trixie caminaba como si fuera una jefa, con los brazos cruzados. Tenía una sonrisa un poco engreída, pero me parecía tierna verla así. Entonces, ella me volteó a ver con una mala cara.
—¿¡Por qué me miras tanto!? ¡Sé que te halaga verme de cerca, pero basta ya! —Levantó la voz, regañándome.
—Nada, nada. Disculpame —Dije, asustado y encogiéndome a mi mismo. Incluso aparté la mirada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top