¿Es-esto...? Kurai... ! Ngh~

Azusa no sabía en que momento de estar sucumbiendo al deseo de verla consumirse en la tortura de placer a su mágica esposa, a estar siendo torturado por el encanto de la peli lavanda.

¡Oh ... Por Justin! *soltó gruñido gutural ante el resortijon que sintió en su entrepierna*

Realmente había cometido el grave error de querer comerla por sus lados en la Luna de miel, debían haberla comido por igual y tal vez la situación no estaría tan lejos de las manos de los vampiros siendo torturados de placer. Sin duda alguna, Kurai era una caja de sorpresas mágicas.

Nunca se olvidaría del crecimiento de las manzanas, como lo estaba haciendo al mismo par, con las ganas hambrientas de devolver todo el placer tortuoso.