Capítulo 25


Salí de clases para poder dirigirme a la biblioteca, aunque me gustaba leer y disfrutaba mucho del silencio de la biblioteca ahora mismo no tenía muchos ánimos de ir para buscar un libro de referencia que podía encontrar fácilmente en Internet, si bien la profesora Vega es alguien muy eficaz en su trabajo y comprensiva a veces tenía ideas extrañas respecto al uso de Internet pero no iba a entrar en discusión más bien debía apresurarme, los mensajes de Eliot no dejaban de llegar para confirmar mi asistencia a un pequeño evento que organizó en su casa, me pregunto que clase de sorpresa tenía preparada ahora.
Un nuevo mensaje llegó y yo tomé mi celular para responder que sólo buscaría un libro en la biblioteca rápidamente, envié el mensaje y guarde mi celular cuando entre al salón de la biblioteca, había pocos estudiantes y sabía que esos pocos eran también alumnos de la profesora Vega pues era la única que sólo quería ver detalles en físico y no digital, me dirigí a buscar el libro que se me asignó pero me detuve por un instante al observar a la porrista que estaba siempre con Bennet, ella en verdad que se veía diferente, recordé las fotografías que Alex me enseñó y era un gran cambio pero bueno no era asunto mío, entre al pasillo para buscar el libro.

—Aún sigues siendo la favorita.

Comentó Judith en voz baja pero lo suficientemente audible para mí, giré a verla un tanto confundida pues no entendía la razón de su comentario.

—¿Qué?

—No eres solo la vecina de enfrente, eres la amiga de la infancia de Bennet. ¿Por qué mentiste respecto a ello, Flynn Can?

—No mentí. Eso fue cuando éramos niños, nosotros ya no somos amigos.

—Y aún sigues mintiendo. Apenas el año pasado aún eran muy amigos, ¿que paso?

Esa pregunta captó mi atención y fue entonces cuando la mire, tenía una media sonrisa, se sentía como si quisiera provocarme pero no entendía el porqué.

—Solo tomamos caminos diferentes.

—Oh.

Seguí en mi búsqueda del libro cuando el silencio volvió a reinar pero giré a verla cuando la escuché reír.

—Concuerdo que están en lugares diferentes pero él sigue mirando hacia atrás... Sabes, Bennet tiene todo para ser el número uno pero mas que los dotes naturales tiene mucha determinación, si se lo propone lo logra. Es el tipo de chico que no encuentras en cualquier lugar, es como un tesoro.

—Disculpa que te interrumpa Judith pero, ¿que tiene que ver eso conmigo?

—El problema es que últimamente esta mirando mucho hacia el pasado, ya no tiene tanto encanto si esta tan distraído y eso podría arruinar su futuro. El punto es que deberían terminar su lazo.

—Nosotros ya no somos amigos así que no hay nada que terminar.

—¿Realmente estas segura de eso?

—No hay nadie más segura de esto que yo. Si, esto termino, él decidió continuar su vida sin mi y esta bien, yo también lo hice. Ahora, si las cosas no están saliendo como Bennet las planeo entonces no es mi problema, él eligió ese camino y en cuanto a mi estoy muy bien sin él, tengo nuevos amigos que son maravilloso y un novio que es grandioso, así que si crees que de alguna forma me "interpongo" entre tu y él solo porque no sabe que es lo quiere, lamento decirte que yo no soy la del problema, por que estoy muy bien sin él.

Escuche una pequeña risa de Judith que me hizo sentir bastante molesta.

—Jamás tendría una pelea por un hombre, es malo para la manicura pero, Bennet, él en verdad esta muy mal así que pensé que le vendría bien una mano amiga.

—Tu eres su amiga, no yo.

—Y ese es el maldito problema, yo soy la que está a su lado pero él solo piensa en ti y es tan molesto. Flynn sabe bailar, Flynn cocina delicioso, Flynn sabe hacer piruetas, una mujer amante de la lectura, costurera, buen estudiante, eres como la maldita de Mary Poppis... No importa que haga siempre sales tu a relucir mucho mejor que yo y es realmente molesto, todo en lo que me esforcé fue en vano, pensé que si los alejaba entonces yo sería...

—¿Que? ¿A que te refieres con alejarnos?

—Debo decir que fuiste muy insistente al principio... Realmente pensé que irías detrás de Bennet.

Me quedé sin palabras, ella estaba confesando que era la causante de esto, ella...

—¿No hay reacción?

—¿Que quieres que diga? ¿Te maldigo sin parar? ¿Quieres una paliza o algo? Pues lamento informarte que no será asi—mordí mis labios tratando de aguantar las lágrimas —sinceramente me importa muy poco ahora, de hecho ni siquiera importa ya, porque sin importar si tu fuiste la detonante de todo esto al final el también decidió alejarse, Bennet no es ningún imbécil que se deja manipular fácilmente, si no esta aquí es porque el también así lo decidió... No pienso pelear por el, tu misma lo dijiste es malo para la manicura.

Di la media vuelta pues no quería seguir continuando una conversación con ella, Alex tenía razón, es peor que una bazofia.

—Él está enamorado de ti—me detuve por un segundo al escuchar esa simple oración —La verdadera razón por la cual decidió alejarse es porque está locamente enamorado de ti y no quería perder su amistad contigo por ese tonto sentimiento.

—Y las cosas le salieron tan bien—comente con ironía—Enamorado o no, ese ya no es mi problema. Nosotros ya no somos amigos.

Comencé a caminar con prisa por los pasillos, una enorme ola de sentimientos me invadió, me sentía tan confundida pero también tan molesta. Todo esto, su manera de actuar tan confusa, ese día en la casa de sus padres, el como miraba a Eliot, la razón por la cual nos siguió ese día hasta el cine, cuando golpeó a Eliot, esa mirada tan triste cuando nos alejamos. Quería respuestas, pero al mismo tiempo no quería saber la verdad, pensé en regresar para hablar con Judith pero el sonido de mi teléfono me hizo reaccionar. Lo saqué de mi bolsillo para poder contestar.

—Ratoncito, tenemos un pequeño inconveniente, se acabó la mantequilla para las palomitas, ¿podrías pasar de camino? A cambio te lo voy a recompensar muy bien con una sesión de besos —lo escuche reír pero yo solo permanecí en silencio mientras veía a Bennet caminar en mi dirección —Ratoncito, ¿esta todo bien?

—Ah, si. Mantequilla, yo la compro.

—Flynn, ¿estas bien?

—Si... Estoy bien.

—¿Donde estas? Se que no estas bien.

—Si lo estoy. Ya te dije que llevaré la mantequilla, así que espero que cumplas con tu palabra, no te retractes, así que cuando vaya y esté frente a ti, lo vas a hacer y me darás esa sesión de besos—dije casi a gritos cuando Bennet estaba a un par de pasos me miró bastante confundido— por qué detesto a los hombres cobardes.

Esta vez lo vi a los ojos y fue entonces cuando él también lo hizo y aquella mirada tan confundida se convirtió en una media sonrisa.

—Flynn—dijo mi nombre de una manera tan tierna que me hizo recordar tantas cosas.

—Bennet—respondí un tanto titubeante, en mi cabeza aún estaban las palabras de Judith—. Eres un idiota.

Escuche la risa de alguien  y a juzgar por la mirada un tanto ofendida de Bennet sabía que no era él quien reía, reaccione nuevamente al percatarme que no había colgado la llamada lo que indicaba que Eliot había escuchado todo... Ay dios mio. ¡ELIOT!

—Tengo tarea y proyecto. No iré. Adiós —colgué la llamada para luego observar el apartamento electrónico, sentía como la vergüenza se apoderó de mi y quise maldecir sin parar, mire a Bennet con cierta molestia y reproche—. Es tu maldita culpa, tú, idiota.

Salí corriendo por los pasillos mientras el sentimiento de querer gritar me invadía cada vez más, me sentía avergonzada, no podía creer que había dicho, ¿en qué demonios estaba pensando? ¡¿POR QUÉ DIJE ALGO ASÍ!?
Vamos Flynn, piensa de manera objetiva, es Eliot, todo lo relacionado con él solo es un montón de bromas, nunca lo tomaría enserio además si me besa no sería algo malo, es decir me gusta, y si quiero que me bese pero, es decir, no quiero que sea solo por broma, entonces debo aclarar todo, no, eso significa darle una explicación la cual no tengo, es mas ni siquiera tiene mucho sentido todo lo que dije, es decir, yo bueno... No tengo ninguna opción, estoy acabada.
En cuanto llegue al estacionamiento me dirigí con prisa a mi auto y una vez arriba solté un largo suspiro, encendí el auto para luego soltar un gran grito lleno de vergüenza, golpe sin parar mis manos sobre el volante para moverme sin parar, quería cavar un hoyo y esconderme en él, recargue mi cabeza sobre el volante para soltar un largo suspiro, ahora no se si preocuparte más por el hecho de lo relacionado con Bennet o Eliot.

Vaya bazofia.

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