CAPITULO I

Lo que comenzó como un sueño

Sólos, en el centro del patio de la escuela, lugar vacío, puesto todos, a excepción de ellos, ya se habían marchado.

La pequeña niña a su frente, temblorosa, con rubor en sus mejillas, no decía nada sólo lo miraba con sus ojos vidriosos fijados en él.

—¡Habla ya!— el chico de ojos azules, se molestaba del silenció que la chiquilla emitía —¿Cuál es el motivo por el que me hiciste venir?

"Llego el momento..." —D-desde que te vi por primera vez, sentí que me e-enamore de ti "ya no hay marcha atrás" —Y me gustaría que a-aceptaras mis sentimientosla pequeña finalizó agachando la cabeza en forma de reverencia.

De nuevo, el silencio invadió y, sin decir nada, el ojizafiro se acerco a la pequeña que se le había declarado.

Mientras la tomaba por los hombros emitió una risa burlona —¿Enserio crees que aceptare los sentimientos de una niña tan fea cómo tu?la empujo, ella cayo al suelo y fijo su mirada en aquella sonrisa emitida por élSolo mira te, esa piel tan pálida y tus ojos, esos ojos parecen de un muerto

Sus ojos estaban cubiertos por lágrimas, aquellas gotas que amenazaban salir, pero... "No llorare". Estos pensamientos que invadían su mente, fueron ignorados por aquellas gotas saladas ya que, en silencio, salieron a la luz mientras se deslizaban por sus mejillas.

El chico se agacho a su altura y la tomo por sus cabellos —Nadie se fijaría en ti— ante esto el chico se marcho, dejándola sin aliento.

"Nunca pensé que amar dolería tanto..."

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El despertador al lado de mi cama empezó a sonar, provocando que me despertara.

Abrí los ojos lentamente y visualice mi techo —No puedo creer que eso vuelva a mi memoria—

Apagué el incesante sonido del despertador mientras me levantaba y me dirigía a mi armario.

—Nada mejor que unos jeans, una blusa y mi sudadera— siempre que veo la gran cantidad de ropa en ese pequeño armario digo lo mismo.

Me vestí y baje al comedor,  de seguro ya todos están ahí.

...

La peliazul bajo dirigiéndose al comedor, en el cual, dos castaños se encontraban sentados a la mesa y una mujer, de hermosos ojos perla servía el desayuno.

—Buenos días, Hinata— saludo la mujer emitiendo una sonrisa.

—Buenos días, hija— dijo esta vez uno de los castaños mientras leía su periódico matutino.

—Buenos días Okasan, Otosan— respondió el saludo, sentándose a la mesa.

—¿A mi no me saludas?— pregunto uno de los castaños en tono tristemente falso.

—Lo siento— se lo recalcó como si en verdad lo sintiera —Buenos días Neji-niisan, ¿cómo amaneció mi hermano favorito?— "ojala entienda el sarcasmo" pensó ella.

—Bien, gracias por preocuparte— sonrió y el castaño empezó a comer.

Hinata rodó los ojos y se enfoco en su alimento.

...

Después del desayunó, ambos chicos se despidieron de sus padres para tomar rumbo al instituto.

...

—Bien, ya estamos aquí— menciono Neji mientras entrábamos por la gran puerta del instituto.

—Yo... Me iré por acá— me aleje mientras le decía esto, quería que me dejará sola, además, somos de grados diferentes.

Este sería mi segundo año, tercer semestre en esta escuela; como cualquiera diría que ya no quiero venir, solo que la diferencia es que, yo no quiero venir por los estudiantes; esas molestas personas que en vez de ponerse a estudiar, solo vienen a ligar, en fin, yo sólo quisiera que...

Mi caminar se detuvo, sentí que una presencia importante roso por mi hombro e instintivamente giré para ver si captaba a la persona que había acelerado mi palpitar.

Mi mirada buscaba rápidamente, pero no fui capaz de encontrar nada.

—¡Hinata!— alguien grita mi nombré y vuelvo a girar.

La persona que lo había hecho fue mi única y mejor amiga, Sakura Haruno; una chica de cabellos rosas y ojos verde jade, resumiendo, la única persona que no es de mi sangre que me ha dado su confianza sin nada a cambio y, gracias a ello, yo hago lo mismo hacia ella.

...

La pelirosa empezó a correr por los pasillos hasta terminar en los brazos de su amiga.

—Hinata, te extrañe tanto— hablaba aún entre sus brazos.

—Yo igual, Sakura-san—

—Bien— se separo de la ojiperla —Basta de lágrimas, ahora que ya estamos nuevamente juntas tenemos que disfrutarlo—

—Si, solo que...—

—Vamos Hina, se mas positiva— interrumpió a su amiga —No solo por que este año cambiemos de grupo indica que no estaremos juntas— su tono en cada palabra era extremadamente alegre.

—Si, si— le siguió el juego —este año no estaremos juntas— intento interrumpir la Haruno —Pero— fue mas rápido el hablar de la ojiperla —Tenemos todo el tiempo del mundo para reunirnos—

—Eso es, ya vas aprendiendo— sonrió feliz.

El timbré sonó indicando inició de clases.

—Nos vemos al rato— salió corriendo Sakura mientras movía el brazo.

—Adios— correspondió Hinata.

...

De nuevo sola... empecé a caminar apresurando el pasó para llegar a mi respectivo salón de clases.

Al llegar, me senté en la última banca junto a la ventana, de esta manera me sentiré más a gusto en la clase.

Saqué un cuaderno y una pluma para cuando llegara el profesor poder apuntar.

Y así fue, un hombre de cabellos grises, cubre bocas y un libro en mano, entro cerrando la puerta tras el.

—Buenos días alumnos— saludo y todos le correspondimos  —Yo seré su profesor Kakashi Hatake y— el sonido de la puerta abrirse interrumpió al hombre.

Un chico de cabellera rubia, marcas en las mejillas y sus ojos... Por alguna razón, desde que vi sus ojos zafiros mi corazón no deja de palpitar.

—Lo siento, puedo pasar— se disculpo el chico.

—Naruto— habló Kakashi con mucha confianza mientras miraba al rubio — Iruka-sensei me habló de ti—

—Espero haya sido bueno lo que le dijo de mi— hablo sarcástico el rubio.

—Creeme, no fue nada bueno— asusto Kakashi —Bien toma asiento— finalizó su conversación.

Ese muchacho camino dirigiéndose a la banca que se encontraba desocupada frente de mi, y sin mirarme se sentó en ella.

Por alguna razón no dejo de mirar sus cabellos rubios, mi corazón sigue palpitando y siento mi cara arder. ¿Que diablos me pasa?

—Hinata Hyuga— mi nombre se escucha sacando me de mis pensamientos.

—Presente— habló para que sepan de mi presencia.

—Que bonito nombre 'ttebayo— alguien en susurro se dirige a mí.

El chico rubio frente a mi voltea a verme con una sonrisa, y yo de nuevo veo sus ojos , esos ojos extremadamente azules que se me hacen extrañamente familiar.

—G-gracias— no puedo creer que con solo un elogió vuelva a tartamudear.

—No es nada, solo digo la verdad— el chico mientras sonríe vuelve a voltear al frente.

Inhaló y exhalo para poder enfocarme en la clase, esperó que esto no vuelva a ocurrir.

Continuará...

~💙~
Editado
28/Julio/17

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