🦋 14 de agosto, 2022.
[ 🦋 ]
14 de agosto, 2022.
Isla Jeju, Corea del Sur
Podía observar a Jimin desde lejos. Estaba sentado junto a Taehyung a la orilla del mar, ambos hablaban y por la manera en que mi mejor amigo me miraba, parecía tener intensos deseos de asesinarme.
Solté un suspiro y le dí un sorbo a mi bebida. Hoseok llegó unos segundos después y se sentó a mi lado con una sonrisa.
A pesar de que ninguno de los dos pudo dormir por la noche, el plan en familia no había sido cancelado. Intentamos aparentar que todo estaba bien, pero la mayoría se dió cuenta que todo estaba tenso. Principalmente por lo mal que se sentía Jimin. El embarazo y las malas emociones, no eran una buena combinación.
—Creo que voy a tener que dormir con un ojo abierto —le susurré, mientras señalaba con mi cabeza a nuestras parejas—. Algo me dice que están armando un plan para asesinarme. ¿No tienes algún sahumerio o hechizo que me ayude?
Hoseok lanzó una carcajada y comenzó a negar con rapidez.
—Tienes talento para poner a los omegas en tu contra. Eso es digno de estudio —soltó, sonriente—. Posiblemente, Taehyung haya propuesto asesinarte y Jimin haya dicho algo como «No, no es lo correcto».
Me reí ante la imitación de Jimin.
—Seguro dijo algo así —confirmé—. ¿Tú no quieres matarme? —Él arrugó la nariz—. Por alguna extraña razón parece que soy el único que ve una pésima idea que Jaebeom se acerque a ellos.
Hoseok respiró profundamente y asintió con un poco de pena.
—Pienso lo mismo que tú, pero también creo que no lo estás escuchando. —Hizo una pausa y segundos después continuó—: Jimin me contó y entiendo su punto.
Me reí, no sé por qué esperaba que ellos me entendieran a mí.
—Yo no lo entiendo. ¿No sé supone que debemos protegerlo? ¿En serio vamos a permitirle estar con el alfa que lo abandonó? —Solté un suspiro—. Por dónde lo mire, suena una pésima idea.
El alfa no dijo nada, solo se quedó observando a Taehyung y Jimin. Al parecer, estaban hablando de algo gracioso porque Jimin había empezado a reír a las carcajadas, mientras se llevaba la mano al vientre con delicadeza.
—Jimin tiene miedo —dijo, en voz muy baja. Parecía que me estaba contando un secreto—. No creo que te haya dicho, supongo que no quiere preocuparte, pero si Jaebeom decide llevar esto al juzgado saldremos perdiendo todos.
Fue como si un balde de agua con hielo me hubiese caído de golpe. ¿Cómo se me va a pasar por alto un detalle así?
—No creo que haga eso, ¿no? —pregunté, nervioso—. Quiero decir, no tiene oportunidad de ganar. Él decidió irse.
—¿Hay alguna manera de probarlo? —Se rió—. Él tiene muchas cosas en nuestra contra, solo hace faltar acercarse a Seongjin y ver que está cubierto de tu aroma. ¿Te crees que la justicia no le creerá si dice que tapaste a Jimin con tu aroma estando embarazado?
Mis piernas comenzaron a moverse nerviosamente. No me gustaba lo que estaba escuchando.
—Una prueba de ADN, eso es lo único que necesita para pelear con Jimin por la mitad de la tenencia.
Lo miré y recordé las palabras de Seokjin de inmediato.
—Mi hermano me dijo que si Nini me reconoce como su padre yo podría pelear por su tenencia —conté.
Hoseok me miró y frunció el ceño. Levantó sus cejas con gracias y comenzó a negar, parecía decepcionado.
—Vaya, Jimin tendrá que preparar mucho dinero porque entre Jaebeom y tú le dejaran ver a Nini solo un par de días. —Suspiró y se levantó—. Conozco a mi mejor amigo lo suficiente para saber que él no quiere que nadie destruya su familia.
»Jimin ha pensado esto fríamente, Jungkook. Te puedo asegurar que mientras tú dormías, él pensaba en como ganar esto sin que nadie salga herido. ¿Realmente crees que él quiere a Jaebeom en su vida cuando tiene todo lo que necesita contigo? Vamos, amigo. Abre los ojos, desde un principio quiso deshacerse de ese imbécil.
—¿Y por qué no lo hace? ¿Por qué simplemente no lo bloquea y lo ignora? —solté, irritado—. Si quiere deshacerse de él, que lo haga. ¡No es tan difícil!
No entendía, no entendía por qué nadie podía ver las cosas de la misma manera que yo. ¿Tan difícil era ponerle un límite a Jaebeom?
—¿Por qué no intentas confiar en él? —Me sonrió y me dió dos golpes en la espalda—. Habla con él de forma calmada y escuchense. Son una pareja, ¿no? Comportense como una.
No dije nada solo le sonreí. Hoseok se sacudió la arena y dijo:
—Y por cierto, echarle en cara todo lo que hiciste por ellos estuvo de más. Jimin nunca te pidió nada —me recordó—. Cuando haces algo lo haces porque quieres, no para obtener algo a cambio. Solo quería decirte eso.
No dijo más, solo colocó las manos en sus bolsillos y se fue en dirección a dónde estaba Namjoon. Lo abrazó por los hombros y se puso a hablar con él.
Solté un suspiro y agaché mi cabeza con frustración. La había cagado, me había dejado guiar por mis emociones y no me había puesto a pensar todo lo que implicaba que Jaebeom quisiera hacerse cargo de Seongjin.
Estábamos hablando de problemas legales y situaciones en dónde no saldríamos ganando de ninguna manera. No había escuchado a Jimin y lo lastimé solo por mi enojo.
Me sentía imbécil y no sabía cómo arreglarlo.
[ 🦋 ]
[ 🦋 ]
Abandonar la playa fue difícil, despedirnos de nuestra familia aún más. Jimin y yo teníamos tanta tensión encima que fue bastante complejo aparentar que todo estaba bien frente a nuestro pequeño.
Él nos iba contando todo lo había hecho en la playa junto a sus tíos. Nos contó que leyó un libro mariposas junto a Namjoon y que corrió hasta cansarse con Hoseok; también hizo un castillo de arena con Seokjin y enterraron a Yoongi que dormía. Taehyung le enseñó a hacer trencitas y su abuela le compró helado.
Jimin le preguntaba si la había pasado bien y qué cosas nuevas había aprendido. Cada tanto, el omega me miraba con tristeza y anhelo. Sabía que deseaba abrazarme y esconderse entre mis brazos. Nunca nos pasaron ese tipo de cosas, las peleas no eran algo recurrente entre nosotros y era extraño estar así.
Al llegar al departamento, Nini avisó que se iría a bañar. Jimin lo acompañó y yo decidí preparar algo para tomar junto a él. Teníamos que hablar, no quería irme de Jeju con nuestra relación en un estado tan crítico.
Él bajo unos cuantos minutos después, entró a la cocina y cuando me voltee, ambos dijimos al mismo tiempo:
—¿Podemos hablar?
Fui el primero en reír, pero él no dudo en acercarse y abrazarme con fuerzas.
—Lo siento, lo siento —murmuró en voz bajita—. No quería hacerte sentir mal y mucho hacerte sentir inseguro. Debería haber hablado contigo, haber sido honesto. Sé que cometí un error y me arrepiento tanto.
Correspondí su abrazo y acaricié suavemente su espalda. Jimin tembló bajo mi tacto.
—Lamento no haber sido razonable. No te comenté como me sentía y, mierda, tendría que haberte escuchado, pero me sentí tan traicionado que no pude aguantar.
El omega me miró a los ojos y asintió, dulcemente. Me tomó de las mejillas y me hizo una caricia.
—¿Podemos hablar bien esto? Ya sabes, escuchándonos y siendo honestos el uno con el otro.
Asentí y me agaché para darle un besito en los labios.
Él me guió hasta la mesa y tomamos asiento, uno al lado del otro. Jimin estiró su mano y tomó la mía con delicadeza. Sonrió.
—¿Qué piensas de lo que está ocurriendo? ¿Cómo piensas que deberíamos manejar esto? —preguntó—. Dime lo que sientes y yo te diré por qué pienso de esta manera.
Respiré profundamente, abrí la boca y no supe qué decir. No sabía cómo manejar la situación, no tenía ni puta idea de qué hacer. Solo quería deshacerme de ese tipo y no sabía cómo. Quise decir algo, pero mi voz tembló. No aguanté y simplemente me rompí frente a él. Jimin no tardó en abrazarme y sostenerme entre sus brazos.
Odiaba que me viera tan vulnerable, pero las emociones habían tomado control de mí. ¿Cómo le explicaba que me aterrorizaba que ese tipo me arrebatara todo? ¿Acaso era lógico tener ese miedo?
—No quiero que nada cambie —confesé entre lágrimas. La respiración me comenzó a faltar y sentía que no podía explicar lo que pasaba por mi cabeza—. No quiero que él llegue a sacudir mi vida de esta manera. No quiero que mi relación con Nini se vea afectada por ese tipo.
Jimin me miró con ternura y acarició mi mejilla.
—¿Por qué piensas que va a suceder eso? —preguntó, mientras me hacía mirarlo a los ojos. Limpió mis lágrimas y sonrió—. Nini te ama con locura, nada cambiará entre ustedes dos.
Negué y sentí cómo mi corazón comenzaba a doler.
—Tú no sabes si algo cambiará. —Mi voz sonaba alterada y a la vez aterrada—. Él puede llenarle la cabeza y ponerlo en mi contra.
—Para eso, Nini debe aceptarlo. ¿Tú crees que lo hará? —preguntó con una sonrisa. No contesté, solo lo miré con atención—. Tú lo dijiste, amor y estoy de acuerdo. No confíes en mí, confía en el niño que criaste.
»Seongjin es tan inteligente que podría sorprender a cualquiera, pero no podemos quitarle la oportunidad de elegir que es lo que desea. Si él decide no querer tener una relación con Jaebeom, nadie, ni siquiera él, podrá hacer algo. Solo debemos confíar en que nuestro bebé va a escoger lo correcto.
—¿Y si desea conocerlo? —pregunté—. ¿Qué sucede sí él dice que lo quiere en su vida?
Pensé que Jimin iba a dudar, que iba a comprender lo terrible que sonaba eso, pero para mí sorpresa soltó una pequeña risa.
—Tenemos que ser más inteligentes que Jaebeom, Koo —susurró en voz baja—. Si nos ve como enemigos, él empezará a jugar de otra manera y si logra obtener una parte de la tenencia, aunque sea por unos días, nosotros no podremos proteger completamente a nuestro bebé.
Tomó mis manos y respiró profundamente al ver como mi cuerpo se tensó al escuchar sus palabras.
—Sé que no es sencillo, sé que te preocupa, pero mientras tengamos toda esta situación bajo nuestra supervisión, saldremos ganando. ¿Entiendes? —Asentí—. Yo no quiero a Jaebeom en la vida de Seongjin, detesto la idea, pero soy consciente de que hay cosas que están fuera de mi poder.
»Si esto llega a la justicia, tendremos una gran desventaja. Es el padre biológico y solo un exámen de ADN hará que nuestra vida cambie por completo.
Pasé la lengua por mis labios y abrí mi boca tratando de formular oraciones, pero no sabía cómo expresarlo.
—¿Qué hay de la opinión de Nini? ¿Acaso la justicia no la tomará en cuenta? —solté, asustado.
—Claro que lo hará, su opinión es muy importante, pero primero lo harán conocer a Jaebeom. Al final de cuentas, todo nos lleva al mismo punto —explicó—. Debemos ser astutos, Nini eres tú, Nini es yo —se río—. Una parte de mí dice que Jae no va a aguantar eso, pero no puedo ver el futuro.
»Tambien tengo miedo, Jungkook. No dejo de tener pesadillas con ese momento, pero una parte de mí sabía que nos íbamos a enfrentar a esto.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz temblaba con cada palabra que decía. Me sentí terrible por verlo de esa manera.
—Mi mente está llena de tantas cosas que no quería preocuparte y es egoísta de mi parte, porque somos una pareja y se supone que debemos ir hombro a hombro. —Bajé la mirada a sus manos y vi como temblaban. Jimin las escondió de mí y sonrió—. Cuando Seongjin nació, me prometí que nada en este mundo le haría daño. Me juré a mi mismo que mi labor como padre era crear un ambiente lleno de amor y sin preocupaciones para él.
»Quise ser fuerte, quise evitar tus angustias. No quería que me vieras débil. No quería que sientas mi miedo y por eso intenté remediar todo yo solo. Es mi error, lo admito. Pero no quiero que creas que te quito el derecho sobre él. Quise hablarlo contigo, quise charlarlo y las cosas no salieron como esperaba.
Respira profundamente y cierra sus ojos, intentando calmar sus nervios.
—Solo tú mereces ser llamado papá por Nini, nadie más —asegura—, pero no podemos darnos el lujo de guiarnos por el dolor o el miedo.
Cuando las lágrimas comenzaron a correrse por sus mejillas, no dudé y lo refugié entre mis brazos. Jimin se rompió y por primera vez en años, lo vi débil. Me sentí de nuevo un adolescente, tratando de contener al chico que ama.
No pude evitar pensar que esto debería haber sido así desde un principio. Soy el alfa de esta manada, yo debería haber transmitido tranquilidad; era yo quién debía buscar soluciones. Jimin no tenía que cargar con toda esa batalla él solo, estaba embarazado y aún cargaba inseguridades del pasado.
—Lo siento, tendría que haber sido mejor —le susurré.
El rubio negó y se alejó unos cuantos centímetros. Estiró su mano a mi mejilla y, entre lágrimas, sonrió.
—Está bien, yo no te di la confianza suficiente. —Tragó saliva y yo limpié algunas de esas lágrimas—. Siempre fuiste el mejor y siempre lo serás. Te amamos, Jungkook y siento que una vida no será suficiente para demostrarte lo mucho que te agradezco y amo.
Pegué mi frente a la suya y ambos soltamos un suspiro. Sonreí y, con delicadeza, le di un beso en la nariz.
—Confío en ti, Jimin. Confío en Seongjin y confío en nuestra manada. Hemos hecho tantos esfuerzos por construirla que me da temor lo que pueda pasar, pero lucharé contigo como siempre lo he hecho. Apoyaré lo que consideres correcto y permaneceré a tu lado.
El omega negó y me dió un beso en los labios.
—Está decisión no me corresponde a mí, sigo creyendo que es Seongjin quien debe tomarla. —Suspira y riendo me pregunta—: ¿Estás de acuerdo con eso? ¿Crees que lo mejor es que él tome la decisión?
Asentí de inmediato y, en ese mismo instante, Jimin comenzó a llorar, desconsolado. Lo abracé con fuerzas y suspiré. Su corazón latía como loco y el mío también.
Seguíamos asustados, pero ahora era diferente. Él no se sentía solo y yo no me sentía excluido. Había una gran diferencia y es que estábamos acompañados.
[ 🦋 ]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top