Extra #2

—Ma, ¿dónde cuelgo esto? —llega Luke a mi lado con unas banderas italianas.

—No lo sé, en alguna pared vacía —le respondo corriendo con la torta en mis brazos, para dejarla en un mesón.

Son las 18.30 y los invitados llegarían en una hora más. Pedí salir del trabajo unas horas antes para ordenar los últimos detalles, pero aún así siento que me faltarán minutos.

—¿Tu padre no te ha dicho nada?

—Llega en media hora más, mi abuelo dijo que pasaría a buscar unos papeles al pueblo antes de venir —asiento con preocupación ordenando los cup-cake.

—Ma, ya inflé muchos globos, me voy a desmayar en cualquier momento —entra Roody a la sala, moviéndose a ambos lados mareado.

—Gracias cariño, pásaselos a tu hermano para que los cuelgue.

—Mamá, tranquilizate. Ve a darte una ducha que yo me encargo —asiento agradecida y subo a arreglarme un poco.

(...)

Me pongo un lindo vestido azul, y unos tacones. Me maquillo con máscara de pestañas y bajo con el cabello aun mojado para revisar cómo iba todo.

Tyler ya había llegado y estaba ayudando a los chicos a sacar algunas sillas para dejarlas en la gran mesa que habíamos armado en el jardín trasero.

El primero en llegar fue Mathias. Lo abrazo contenta de tenerlo en mi casa y este me lo devuelve con un sonoro beso en la mejilla.

—Lobito —saluda a mi esposo cuando lo ve.

—Deja de llamarme así por favor —pide entre risas.

El timbre suena nuevamente y voy a abrirlo, encontrándome con Sebas y sus alocados gemelos. Cameron y Amelia, unos revoltosos rubios de 9 años que no se perdían de ninguna fiesta que asistía su padre.

—¿Y Susana? —le pregunto una vez que saludo a todos.

—Ya sabes cómo se pone con el embarazo. Prefirió quedarse en casa.

Luego llega Kira junto a Gerard y Agustín, quien se llevaba muy bien con Luke por llevarse por un año de diferencia. Le siguió mi suegro, Andy con su cita Dinah, Miriam y Sophia, y mis padres. Nos reunimos todos para esperar a Alvin y a su novio, que ya venían en camino.

—¡Ahí viene tío Alvin! —entra corriendo el pequeño Roody, haciendo que todos nos pongamos ansiosos. Sobre todo yo, quien se encargó de la organización.

Tyler fue a buscarlo y lo trajo al jardín. Apenas puso un pie, todos gritamos sorpresa y corrimos a darle abrazos a ambos para iniciar con la fiesta, la cual estuvo perfecta.

Mis padres se fueron, el de Tyler también, al igual Miriam, Sophia, Dinah, Andy y el novio de Alvin, ya que decidimos quedarnos los de la infancia para recordar lindos momentos.

Hace mucho tiempo que no lograbamos estar todos a la vez. Los niños fueron a dormir arriba y nosotros nos quedamos en el jardín tomando alguna que otra cosa.

—Que lindo que podamos volver a estar los 6 juntos —habla Sebas con nostalgia.

—Es como si apenas ayer Gerard me hubiera molestado —le sigue Tyler.

—No puedo creer todo lo que hemos logrado juntos —ahora es Mathias— Pasamos la primaria, la secundaria, la universidad, nuestros matrimonios. Bueno, el de Alvin y el mío aún no, pero el de ustedes, los niños... Y todos juntos. Apoyándonos unos a los otros.

—Cuidado Emily, te están quitando el puesto de la nostálgica —dice Kira sacándonos a todos una risa— Mañana Alvin se irá a Italia, Sebas pronto se mudará de la región, Math encontró trabajo en México y ¿qué pasará con nosotros? ¿nos volveremos a encontrar?

—Siempre Kira. Puede que nuestros caminos se separen, pero están hechos para que estemos todos unidos. Nos volveremos a juntar todos algún día —le respondo—. Además, con la tecnología, el WhatsApp, las redes sociales y demás, nos mantendremos siempre en contacto.

—Que así sea —dice Alvin levantando su copa de champagne.

—Asi será —imito su acción.

—Y porque siempre estemos unidos —nos sigue Mathias levantando su copa.

—Y porque la amistad dure a pesar de las distancias —le sigue Tyler.

—Y que en un futuro celebremos nuestros logros —Kira.

—Siempre juntos, chicos —dice Sebas.

—Siempre —Finalizamos todos al unísono con un choque de copas.

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