*5 años después*

Aliso mi traje nervioso y miro a todos los presentes. Entre ellos Andy a mi lado, quien me enseña sus pulgares arriba como forma de que todo estará bien. A su lado, Mathias me guiña un ojo. Suelto un suspiro nervioso. Emily está tardando demasiado. ¿Y si ya se arrepintió?

Las grandes puertas se abren y la música del piano, acompañado con el violonchelo comienza a sonar, dejando entrada a mi prometida tomada del brazo de su padre. Se ve hermosa.

Llevaba un largo y voluminoso vestido blanco, el cual se ajustaba de la cintura para arriba. Tenía algunos accesorios que hacían iluminar su mirada y un lindo recogido en el cabello, que dejaba a la vista sus hermosos hombros. Realmente no sé muy bien de estas cosas de belleza, pero lo que sí sé, es que ella es una.

Emily se posiciona a mi lado, y limpio la pequeña lágrima de emoción que corría por mi pómulo. Me mira con una de las sonrisas más bonitas y sinceras para entrelazar nuestras manos.

(...)

—Acepto —digo seguro de mi respuesta.

—Y tú, Emily Johnson, ¿aceptas a Tyler Miller como tu futuro esposo?

—Estaría loca si no lo hago —rie un poco— Acepto —responde sacándome una enorme sonrisa.

(...)

—Vamos, llegaremos tarde a la celebración —me apresura Andy, nuestro chófer.

—Emily demoró mucho cambiando ese vestido.

—Lamento querer estar cómoda —dice mi esposa, ahora con un vestido blanco, pero esta vez es completamente ajustado, hasta un poco más debajo de sus rodillas.

—No puedo creer que llevan 3 horas casados y ya tuvieron su primera pelea matrimonial —se burla mi mejor amigo mientras subía al asiento del piloto. Ayudo a Emily a subir atrás junto a mí.

La fiesta avanzaba genial. El partir el pastel, el brindis, el lanzamiento del ramo -que atrapó la madre de Sebas-, el cóctel y ahora el baile. Este definitivamente es el segundo mejor día de mi vida.

¿El primero?

Cuando la conocí.

Le entrego la novia a mi cuñado cuando este pide una pieza con ella. Si, cuñado.

Una vez que se supo toda la verdad, Emily les contó a mis suegros que los padres de Alvin estaban muertos -obviando todo lo sobrenatural-. Y fue ahí cuando, a pesar de que el chico tenía 21 años, la familia Johnson adoptó al Omega como su hijo mayor.

—Kira —digo cuando esta me toma de los hombros para bailar apenas solté a la chica.

—Tyler —me responde— Sabes, nunca me caíste tan mal como pensabas. De hecho, terminando el último año de instituto me comentaste a agradar.

—Sigo sin entender porque, si nunca te hice nada malo —la invito a dar un giro y esta lo hace.

—Lo sé. Cosas mías —ríe— bueno, te dejo. Mi novio me está mirando mucho y puede ponerse celoso. Ya sabes cómo es —me volteo y, efectivamente, Gerard nos estaba mirando fijamente como bailábamos.

*1 semana después*

—¿Cuándo piensan irse de luna de miel? —nos pregunta Sebas dando un sorbo a su trago.

—Esperaremos un poco —respondo de manera sencilla.

—¿Debido a? —pregunta Mathias.

—A que queremos disfrutar estos días con nuestros mejores amigos y familia —contesta Emily.

—Awww —dice Alvin— son muy cursis —Ambos casados nos encogemos los hombros, mientras entrelazamos nuestras manos, observando nuestros anillos.

—Bueno, a disfrutar entonces —anima Kira elevando su trago para que todos lo hagamos—. Un brindis por esta linda pareja. Que duren para toda la vida —Brindamos y nos dirigimos saltando de la mano a la pista de baile.

Y aun así, con mi secreto descubierto, Emily prometió estar a mi lado por el resto de nuestras vidas.

—¿Fiel ante todo secreto? —pregunta mi esposa mientras miramos las estrellas.

—Fiel ante todo secreto —confirmo depositando un beso en su sien.