Hoy si puse la alarma a la hora correcta. Hasta incluso tuve tiempo de tomar desayuno de manera tranquila.

Como todos los días, me voy junto a mi vecino y mejor amigo. Me subo a su carro, me pongo el cinturón y sincronizo una radio moderna.

—Uhm... ¿Mathias? —Pregunto tímida. Este solo se limita a responder con un sonido de garganta sin sacar los ojos de la calle—. ¿Te puedo preguntar algo?

—Ya lo hiciste —ruedo los ojos—. Obvio que si Emily, tu solo pregunta.

—¿Que sabes de Tyler? —se gira un momento y me dedica una sonrisa pícara antes de volver la vista al frente—. Es que no lo sé, me da curiosidad. Un día es serio, otro día es duro, al siguiente amable y otro es tímido.

—Yo creo que es normal tener esa actitud siendo nuevo. Quizás quiere intentar encajar con las personas —se encoge de hombros y empieza a seguir el ritmo de la música con sus dedos en el volante, mientras yo lo observo.

—Sí, pero... no lo sé. ¿Te recuerdas de Sofía?

—¿La chica que todos creían que era tímida, un amor de persona, pero que tú dices que cuando la miraste a los ojos tenía algo extraño y termino siendo una persona horrible que hizo tanto bullying a los más pequeños, que la tuvieron que echar del instituto?

—Si. O que dices con Mike.

—¿El payaso de la clase que todos amaban, que miraste a los ojos y te diste cuenta que tenía algo malo en su mirada y dos años después se suicidó porque tenía depresión oculta de hace tres años?

—Ajám. Y ese día que hablé con Tyler nuevamente vi en su mirada ese algo extraño. Es enserio que me da curiosidad saber qué es lo que expresan sus ojos. Espero que no sea nada malo.

—Estás loca, ¿sabes? —dice Mathias aparcando su carro.

—No, es solo que confío en mis instintos.

—¿Te crees Banshee acaso? —lo miro con una notoria cara de no entender—. Banshee, esas que gritan, que sienten la muerte u otras cosas ¿No? —Niego— Ay lo siento, es que Kira me dejó el cerebro lavado con todo eso de lo sobre natural.

—El loco aquí eres tú. Esas cosas no existen.

(...)

—Fue muy loco, la maestra comenzó a saltar como loca y los gritos de algunos sonaban por todas partes en el salón.

—Y tú lo tomaste y guardaste en tu mochila para adoptarlo —le continúo a Sebastian, refiriéndome a la rata que tiene en su bolso.

—Sabes que es muy poco higiénico traerlo a la cafetería y dejar que esté tan cerca de nosotros mientras comemos —dice Kira con algo de asco. Sebas solo se encoge de hombros.

En eso, frente a nosotros pasa Tyler y se dirige a su mesa la cual el día de hoy estaba vacía.

Todos volteamos y nos miramos ente si. Mathias se para y se acerca a él. Luego de unos segundos, regresa junto a Tyler.

—Sabes, si quieres puedes almorzar todos los días con nosotros —le dice el rubio al recién llegado.

—Sí, sería genial tener gente nueva en esta mesa —Le digo yo.

—Y no solo almorzar, puedes pasar todos los descansos con nosotros. No hacemos muchas cosas interesantes, pero siempre encontramos el cómo divertirnos —le dice mi amiga.

—Gracias, son muy amables en dejarme compartir con ustedes. Se ve que son buenas personas.

—Wow, es extraño oírte dar las gracias —digo intentando bromear.

Todos incluyendo a Tyler ruedan los ojos y ríen. Me podría acostumbrar rápido a esa nueva sonrisa.

(...)

Otra semana se cumple. Es impresionante el cómo aún no me acostumbro a despertar temprano y a la rutina escolar.

Lo peor de esta semana, es que comienzan los exámenes y trabajos.

Me dirijo al salón 25C -de geometría- y me siento junto a Jason.

—Hola Emily —me saluda amablemente.

—Qué tal, supongo que hoy no me traicionarás.

—Claro que no. Es solo que llegaste tarde y Catherine se sentó a mi lado. Sabes, tiene una nariz muy hermosa.

—Okey...

Miro hacia la puerta y entra Tyler quien me saluda con una sonrisa y yo se la devuelvo amablemente.

Vaya que extraño este chico.

No pasan más de cinco minutos cuando suena la campana seguido de la llegada del profesor. Hace sus clases de manera normal, repasando todo lo visto estás semanas para los exámenes próximos.

—...y por eso si cambian el ángulo, los lados de la figura deben variar para que caiga en un mismo cuadrado— dice el docente. Suena la campana y hace una seña para que nos quedemos sentados—. Chicos, para la mitad de la nota de este examen, haremos un trabajo en parejas. Aquí dejo las hojas con las instrucciones para la maqueta que deben hacer. Suerte. Deben traerlo el próximo lunes —dicho esto, se larga del salón dejando un montón de hojas en su escritorio.

—Jason, ¿seamos pareja? —le pregunto a mi compañero de banco.

—Emm... como te digo esto Emily. Sé que te va excelente y si soy contigo hasta puede que suba mis calificaciones, pero quiero ser con Catherine. Quiero conocerla mejor y acercarme y... Ya sabes, ver si algo fluye.

—Bueno —tomo mi bolso de manera brusca y me dirijo hacia Tyler, la otra única persona que "conozco" de esta clase— Tyler.

—Emily, ¿tienes pareja para la maqueta? Es que no conozco a nadie de aquí, y por lo menos he hablado un poco contigo.

—A lo mismo venía. Entonces, ¿parejas? —Digo y este asiente con una sonrisa. Tomo dos papeles del escritorio, guardo uno y el otro se lo entrego a Tyler —¿Vamos? —Me guiña un ojo y me sigue para el encuentro con nuestros amigos.