46. Cena y camiseta de Joshua

Maratón 7k (2/2)

Aparcamos en un hermoso restaurant y noto que lo es muchísimo más por dentro.

Tyler da su nombre a la recepcionista del local, quien nos guía por un pasillo de arbustos hasta una habitación con unas pocas mesas que se encontraban bajo un lindo árbol blanco adornado con pequeñas luces led. Y en el centro del lugar, una chimenea que se encontraba apagada, supongo que por el caluroso clima de primavera.

Nos entrega nuestra mesa y Tyler muy caballeroso me ayuda a sentarme moviendo mi silla. Se sienta en la del frente y llega un mesero a atendernos. Recibo la carta con el menú y comienzo a leer lo que tiene hasta buscar algo que me interese.

-Pero todo esto es muy costoso... -digo al notar todos los precios -dudo que pueda comprarme ni un vaso de agua.

-Emily, hoy todo va por mi cuenta. Además, un amigo de mi padre trabaja aquí y dijo que nos haría descuento, ya que créeme, le ha salvado de muchas -asiento poco convencida de que quiera pagar todo, y sigo revisando el menú.

Terminamos pidiendo una tabla de picadillos que consistía en trozos de las mejores carnes del local -y cuando digo mejores, si son las mejores, ya que a mí no me gusta la carne y estás me encantaron- con unos trozos de queso de diferente tipo, papas rústicas y diferentes salsas. Esto acompañado de un delicioso vino.

-Estaba muy delicioso todo. Muchas gracias Tyler. Eres lo mejor.

-Y puedo ser más que eso -habla con una doble intención que no entiendo.

Se pone de pie y toma mi mano para invitarme a hacer lo mismo. Quedamos frente a frente junto a la mesa.

-Emily, quiero que sepas que eres una chica increíble que ha logrado sacar lo mejor de mí desde el primer momento que hablamos. Con el pasar de los meses mi sentimiento hacia ti ha aumentado a tal punto que llegaste a ser lo primero que pienso al despertar y lo último antes dormir. Cuando más necesitaba a alguien, tú estabas ahí para apoyarme -me toma ambas manos y vuelvo a posar la vista fija en él y las hermosas palabras que dice- Eres la luz de la oscuridad de mi pasado y la linterna que ilumina el camino de mi presente.

»Siendo todo esto verdad, al igual que lo que siento por ti, me gustaría que le pongamos nombre a lo pequeño pero importante que hemos logrado construir juntos -una sonrisa se me escapa, creo que ya sé para dónde va esto. Hacia algo que desde hace días he pensado -Emily, ¿te gustaría ser mi novia?

Amplio mi sonrisa al escuchar su propuesta. ¿Quién luego de escuchar esas hermosas palabras salidas del corazón no diría que sí? ¿Quién luego de conocer a Tyler como lo logré hacer yo, diría que no? ¿Quién en su sano juicio rechazaría a una persona como él?

-Estaría demente si te digo que no -le doy un corto pero tierno beso en sus labios-. Claro que sí, Tyler.

Me abraza fuertemente y lo deshace para mirarme fijamente.

-Solo te pido una cosa -pregunta y yo asiento- Sea lo que sea que pase en el futuro, confiaras en mí y serás fiel ante todos mis secretos que arrastro -lo pienso un poco y siento algo de confusión y preocupación de lo que sea a lo que se refiere.

Qué más da. La vida no se vive realmente sin riesgos.

-Lo prometo -digo para finalizar con un dulce abrazo.

Luego de que Tyler pagara la cuenta, salimos del restaurant caminando de la mano bajo las estrellas y la hermosa luna brillante.

Mi teléfono comienza a sonar y lo saco para ver qué es una llamada de Mathias. Para interrumpir mi cita debe ser algo de importancia, por lo que decido contestar.

-Emily -habla del otro lado de la línea- ¿Estás con Tyler aún?

¿Es que acaso todos me llaman ahora para hablar con otra persona que no sea yo?

-Si. Acabamos de salir de comer -le respondo y miro a Tyler sonriendo como nunca antes lo había visto- tengo mucho que contarte- digo lo último en un susurro para que solo el oiga.

-Con lujo y detalle, amiga -ríe- ¿Le puedes decir que cuando venga a dejarte a casa, si es que puede venir a dejarme la camiseta de Joshua que se llevó el? Mañana me juntaré con él en la mañana y me pidió su camiseta que se le quedó en el entrenamiento, pero se la pasé a Tyler pensando que no la necesitaría hasta el lunes.

-Bien. Pero ni siquiera sé si me irá a dejar -le respondo.

-Claro que lo haré. Eso es lo que hacen los novios, ¿no? -una estúpida sonrisa se apodera de mi rostro al escuchar esa palabra-. Deberías bajarle a eso -dice refiriéndose al volumen de mi teléfono. Presiono el botón de bajar dos veces y continúo en la llamada.

-¿¡NOVIOS!? OMG EMILY, ¡AL FIN! -grita Mathias haciendo que aleje el aparato de mi oído, aún después de haber bajado el volumen. Tyler ríe, por lo que deduzco que también escuchó eso.

Algo me dice que ya no es el volumen del teléfono, sino que es él con algún poder sobrenatural que lo hace oír todo. Broma, con ese grito de mi mejor amigo hasta mis padres en la casa del lado debieron escuchar. Espero que no.

-Dile que se la voy a dejar -me avisa Tyler y yo se lo comunico a Mathias para luego cortar la llamada- ¿Te importa si pasamos a mi casa antes de la tuya para ir a buscar la camiseta de Joshua? -niego y este asiente para confirmar. Nos dirigimos al carro de Andy para irnos.

Abro la puerta de casa y hago pasar a Emily.

-Si quieres puedes sacarte esos tacones. Llevas casi 6 horas con ellos puestos -la chica asiente con desesperación y se los quita volviendo a su pequeña estatura.

-Debo sacar unos papeles, ya que luego los vendrá a buscar mi padre. ¿Puedes ir a mi cuarto mientras a buscar la camiseta de Joshua? Está en un bolso gris junto a la puerta -asiente y comienza a subir las escaleras.

Una vez que guardo los papeles con las reglas de los ataques de manadas en un sobre, los llevo a la mesita de la sala para tenerlos más a mano. Subo a mi habitación y veo a Emily mirando algunos retratos.

-La última vez que vine no había notado estas fotos -dice entre risas mientras observa una imagen entre sus manos, en donde no tenía mis dientes de leche delanteros y estaba utilizando un disfraz de zanahoria.

-¡Hey! Eso no da risa -digo y quito la foto de sus manos y la dejo en su lugar- ¿Quieres reírte de verdad? -la amenazo comenzando a mover mis dedos cerca de ella.

-No te atreves.

-Sí que lo hago -digo para atacarla con cosquillas. Emily se retuerce e intenta escapar, pero falla dándose con mi cama detrás de sus rodillas, perdiendo el equilibrio y cayendo de espalda en ella.

Como no me esperaba su escape fallido, caigo encima de ella, pero logro apoyar ambas manos a los lados de su cabeza para evitar aplastarla.

La habitación se consume en un silencio de miradas fijas, donde lo único que se oye en la casa son nuestras respiraciones.

Veo sus ojos esmeraldas bajar hasta mis labios, provocando que los humedezca con mi lengua y baje la mirada hasta los suyos. Flecto mis brazos para bajar y acercar más nuestros rostros.

Me acerco a sus labios y la beso, haciendo que miles de sensaciones se apoderen de mi cuerpo. Era un beso suave y tierno, pero que al mismo tiempo demandaba más. Abre un poco más su boca para dar paso a mi lengua y cuando ambas chocan un escalofrío pasa por mi columna vertebral.

Emily sube sus manos y las apoya en mi pecho para bajarlas mientras desabotona mi camisa. Una vez abierta, vuelve a subir sus manos por mi piel expuesta para deshacer el nudo de la corbata y lanzarla a un lugar de la habitación.

Sin detener el beso que comenzaba a intensificarse con cada movimiento de nuestros labios, quito mi camisa completamente dejando al aire todas mis cicatrices.

De un movimiento, Emily me hace girar para quedar bajo ella. Detenemos el beso para intercambiar miradas y unas sonrisas tan reales como lo que logramos sentir con el beso anterior.

Aprieto con mis manos su cintura y comienzo a subir lentamente por su espalda hasta alcanzar la punta del cierre de su vestido y bajarlo lentamente.

Quito de manera suave la prenda, dejándola solamente en brasier y en un pequeño shorts de calza para evitar mostrar más cuando utiliza vestido. Algo despertó en mí, y no hablo solo emocionalmente.

Admiro su piel y mis ojos recorren todo su cuerpo posándose en un colgante que reconozco como el que yo le regalé para su cumpleaños.

-Siempre lo traigo conmigo -susurra y sonrío para quitárselo y atacar su cuello con húmedos y apasionados besos. Ahora vuelvo a ser yo quien está sobre ella.

Suelta un grito ahogado cuando lamo con deseo su cuello. Comienzo a bajar con un camino de besos hasta llegar a su pecho. Bajo el tirante izquierdo de su sujetador y planto un tierno beso en su clavícula, luego en su hombro y otro en su brazo.

Me empuja suavemente y la ayudo a sentarse cuando entiendo que eso era lo que quería. Enrolla sus piernas desnudas en mí y bajo desde la suave piel de su cintura hasta sus glúteos.

Dobla ambos brazos hacia atrás y siento un suave click, indicando que soltó la única prenda superior que le quedaba. Mis manos suben hasta ella y la quitan con lentitud, haciendo suaves caricias con la yema de mis pulgares mientras la bajo por sus brazos.

Observo su figura desnuda perfecta y es cuando mi cuerpo pide más. Presiono mi pecho contra el de ella al volver a juntar nuestros labios y la hago recostarse nuevamente. Deshago el corto beso, la miro directamente a los ojos y los cierro para sentir mejor su desnudez bajo mi cuerpo.

-Te quiero, Tyler -dice Emily en un susurro. Abro de golpe mis ojos para posarlos en los suyos. Mariposas vuelan en mi estómago al escuchar esas tres palabras.

-Yo también te quiero Emily -digo y la chica me acerca a ella para darme otro de los besos que tanto deseo.

Mi lengua baja hasta su cuello y mi mano derecha sube desde su cintura hasta uno de sus pechos para acariciarlo. Suelta un pequeño gemido que acompaño con un gruñido ronco de mi parte cuando lo aprieto con deseo.

-Tyler hijo, tan temprano que llega... O por dios -dice mi padre saliendo de la habitación y sobresaltándonos a ambos en mi cama.

-Mierda, olvide por completo que venía mi padre a ver unos papeles -maldigo y Emily solo ríe acariciando mi pecho de arriba a abajo, pasando su mano por todas mis cicatrices.

-¿Están listos? -oigo a mi padre del otro lado de la puerta. Suelto un suspiro frustrado.

-Espera un momento.

Le alcanzo el brasier a Emily y esta se lo pone seguido de su vestido.

Me paro y espero un momento a que algo en mí se calme. Emily lo nota y muerde su labio inferior. Se ve tan linda y sexy haciendo eso, combinado con la sonrisa traviesa que se le escapó.

Abro la puerta a mi padre y saco una camiseta cualquiera de mi cajón para no volver a ponerme la camisa del traje.

-Chicos, lo lamento tanto. No tenía idea que estaban aquí y tan... ocupados.

-Tranquilo señor Miller -le dice mi novia.

-Los dejo solos -dice mi progenitor intentando arreglar su desastre.

-Tranquilo, ya nos íbamos. Son más de las 2 de la madrugada -dice Emily con su teléfono en las manos y la camiseta de Joshua en la otra.

Asiento y bajo detrás de ella las escaleras.

Una vez que subimos al carro, Emily le envía un mensaje a Mathias avisándole que apenas llegase le lanzaría la camiseta por la ventana para no despertar a todos en su casa.

-Aquí termina nuestra cita -digo cuando me estaciono fuera de la casa de la chica- Gracias.

-Gracias a ti. Por todo.

-¿Me respondes una última petición? -cuestiono y levanta una ceja.

-¿No te basto con lo que te di hace un momento? -me toma por sorpresa su respuesta. Claro que me bastó con eso. Me sonrojo al recordar lo de hace un momento- Es broma. Dime.

-Ahora que somos novios... ¿Iremos juntos a la gala o baile de graduación, como quieras llamarle?

-¿Te gustaría ser mi pareja para la gala? -Pregunta y asiento- Entonces así será. Debo entrar, papá sabe que estoy afuera -dice lo último agitando su celular.

Asiento y doy un pequeño beso en sus labios.

-Nos vemos -me despido una vez que abre la puerta.

-Adiós -la cierra y no arranco hasta que llega y abre la puerta de su casa.

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