37. Compras y una historia
Ayudo a Emily a bajar de la motocicleta, y la tomo dulcemente de la mano para guiarla hasta la entrada del centro comercial. Esta mira nuestras manos y me regala una linda sonrisa que le devuelvo con un pequeño beso en su sien.
Valió la pena traerla. Extrañaba mucho tener sus brazos rodeando mi cuerpo.
Como estamos a una semana de Halloween, el centro comercial estaba lleno de decoraciones "terroríficas", incluyendo a falsos hombres lobo de plástico.
Creo que esa es una de las cosas que más odia nuestra especie. El hecho de que falsifiquen tanto a los hombres y mujeres lobo.
Caminamos hasta el encuentro de nuestros amigos. No me esperé que realmente viniera Mathias luego de todo lo que pasó. Saludamos a todos de manera general y nos separamos entre chicos y chicas para ir a escoger nuestros disfraces.
Luego de 10 minutos buscando tiendas con disfraces de Halloween para nuestra talla, entramos a una con un gran cartel y muchas decoraciones puestas y para comprar. Nos dividimos en esta para buscar el perfecto, así que me dirijo a una de las perchas.
—Emm... Tyler —Escucho una voz masculina, y dejo de revisar los trajes para voltear hacia Mathias.
—¿Qué tal? —digo para romper un poco la tensión que se notaba a kilómetros.
—No muy bien —se afirma en una de las perchas a su lado con algo de culpa—. Pasa que cometí un gran error al reemplazar a unos amigos perfectos por una chica.
—Un gran error.
—Sí, y me gustaría recuperar lo que estaba perdiendo —me mira directamente— A mis amigos... Al amigo con el cual tuve más complicaciones y no quise confiar —habla y se endereza para preparar los que tenía que decir— Tyler, amigo. Lo lamento mucho. Enserio. Quizás tú intención no era pelear, sino que ayudar a aun no entiendo qué cosa.
—Gracias —digo y me mira con gran confusión, por lo que decido continuar— Gracias por darte cuenta que mis intenciones verdaderas no eran dañarte. Y si, te perdono. Eres mi amigo y eso hacen los amigos.
Nos damos un gran abrazo, acompañado con unas palmadas en la espalda.
—Aww... —Llega Sebas a nuestro lado y deshago el abrazo— Al fin se arreglaron las cosas entre ustedes. Ahora ¿qué Tyler nos cuente lo que pasó con Miriam? —dice y ambos chicos posan su mirada en mi— Claro, solo si te parece bien.
—Em, si si. No hay problema —me pongo algo nervioso— pero... Aún debo buscar el traje, no tuve mucho tiempo.
—Si yo tampoco —me sigue Mathias y el rubio asiente.
Bien. Más tiempo para poder inventar alguna historia que parezca creíble y que no deje nada en duda para que Mathias no le pregunte a Miriam.
(...)
Nos sentamos con nuestro helado en uno de las mesas del local, y me preparo mentalmente para inventar la historia más completa que nunca antes había hecho.
—Bueno —comienzo hablando— ¿qué es específicamente lo que quieren saber?
—Que fue lo que pasó con Miriam para que le tengas esa desconfianza —me responde Mathias dando una cucharada a su helado. Hago lo mismo antes de empezar a hablar.
—Bien. Un resumen de nuestras vidas —digo y los chicos asienten— No sé si saben en qué trabaja mi padre, y por qué siempre debo ir a ayudarlo y eso.
—Nop —dice Sebas.
—¿Y sabes en lo que trabaja el padre de tu novia? —le pregunto a Mathias.
—No. Ella nunca habla de él, solo dice que su relación no es para nada buena —Asiento con seguridad fingiendo que ya sabía eso.
—Okey. Nuestros padres trabajan en unas empresas de no entiendo bien que cosa, pero son de la competencia. En ese tiempo, mi abuelo se encargaba de la de mi familia y mi pueblo.
—¿Algo así como Romeo y Julieta de DiCaprio? —pregunta el rubio.
—No, ya que nunca nos enteramos que era hija del jefe de la competencia —okey, creo que no voy nada mal— Luego de un tiempo con una hermosa relación, hubo una especie de "ataque" a la empresa, donde teníamos que guardar unos papeles importantes que podían dejarnos en la ruina si algo les pasaba —miro a ambos chicos y noto que estaban muy atentos a lo que decía— me mandaron a mí a buscarlos para que los guardias los cuidaran, y es cuando vi a Miriam con ellos. Yo, estúpidamente, creí que los había tomado para ayudar, pero lo único que quería hacer era llevarse los papeles.
—¿Se los robó? —pregunta preocupado Mathias.
—Si. Muchos la siguieron y yo la ayude a que escapara, solo porque la amaba y me estaba dejando ciego. Y para peor, uno de los mejores guardias de seguridad de la empresa se enfadó tanto conmigo que agarró un fierro de por ahí y me hizo una gran herida en la espalda. Claro después mi abuelo lo despidió, ya que no tenía ningún derecho de dañarme a pesar de mi gran error —Termino y suelto un gran suspiro.
—Lo lamento mucho... ¿Es aquella que vimos para el cumpleaños de Emily? —Se compadece Mathias y yo asiento— ¿Y qué sucedió luego con su relación?
—Supongo que se acabó el amor —dice Sebas.
—¿Qué amor?, Nunca hubo amor de su parte. Solo era yo, un tonto adolescente enamorado y una chica que tenía otra relación, en donde no solo me engañó a mí, sino que a un pueblo completo.
—Hey amigo, calma —Sebastian pone una mano en mi brazo.
Al hacer esto, puedo notar que tenía ambas manos -y uñas- en los costados de la mesa. Me relajo y siento como mis garras se guardaban. Espero no haber dejado marca.
—Aún te duele, ¿verdad? —Habla Mathias con suavidad y asiento triste— Osea que no solamente les robó, sino que también te fue infiel por todo el tiempo que estuvo contigo... —Analiza y yo asiento dándole la razón.
—Wow, es una maldita perra —se asombra el rubio enterrando su cuchara en el helado— Ahora toda esa desesperación de Tyler tiene sentido. ¿Mathias, qué piensas hacer?
—Realmente... No lo sé —hace una pausa— ¿ustedes creen que porque lo hizo una vez, lo volverá a hacer? —nos pregunta y a ambos asentimos con completa seguridad.
—No te pediré que termines con ella, ya que no tengo ningún derecho para hacerlo. Pero te daré un consejo como amigo —digo para intentar terminar esta incómoda mentira— Te pido que estés preparado para cualquier cosa que pueda hacer, así que no te dejes cegar por ella.
—Así lo haré —Dice Mathias— Gracias por confiar en nosotros.
—No hay de qué.
—Y ustedes. ¿Por qué esas caras de muerte? —llega Emily junto a Kira.
—Gracias por invitarnos un helado también —le sigue Kira.
—Necesitábamos hablar —miro a Mathias—. Teníamos bastantes cosas que resolver.
—Osea que ustedes ya... —pregunta Emily.
—Estamos perfectamente —completa su mejor amigo.
—No saben lo feliz que me hace escuchar eso.
—¿Ya tienen listo sus disfraces? —les pregunta Sebas a las chicas.
—Si. Los mejores que pudimos conseguir —responde Kira encogiéndose de hombros.
—Bueno, ¿vamos? —pregunto.
—Vamos —confirman todos al unísono.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top