-Gracias -le digo a la señora While antes de subir las escaleras, rumbo a la habitación de mi mejor amigo.

Toco dos veces sin decir nada e ingreso cuando oigo un pasa de su parte.

-¿Tu? -Dice levantándose de la cama, en donde antes estaba recostado solo con ropa interior- ¿Qué haces aquí? -toma un pantalón y se lo pone, para luego volver a sentarse.

Siento su incomodidad, ya que cualquier otra ocasión se hubiese quedado así tal cual, sin siquiera molestarse en mover un dedo.

-Vine para que hablemos -tomo un pequeño banco que tenía a los pies de su cama y me siento en el para quedar de frente a Mathias.

-No tengo nada de qué hablar.

-Pero yo si -le digo y, de mala gana, baja la vista para jugar con sus dedos-. Debes arreglar las cosas con Tyler. No solo te estás alejando de él, sino que de todos tus amigos -lo miro fijamente y pongo una mano en su rodilla para que levante la cara-. De Sebas, de Kira y de mí. Tyler tiene toda la disposición del mundo para que vuelvan a hablar, dejando de lado su problema con Miriam solo para no perderte como el gran amigo que eres.

-¿Y tú cómo sabes que eso es cierto? ¿Acaso sabes que fue lo que realmente pasó entre ellos?

-No, pero yo confío en Tyler si dice que puede dañarte -Silencio- ¿Tu sabes que fue lo que pasó para tratarlo de esa manera?

-No. Pero amo a Miriam y ella siempre dice la verdad -comienza a enfadarse conmigo.

-Cómo es posible que la ames, que sepas que siempre dice la verdad si apenas la conoces hace unas semanas -me levanto de la banca y comienzo a caminar por la habitación ya enfadada de la situación- Mathias, entiende. Quizás esto suene muy egoísta, pero si no quieres arreglar las cosas con Tyler, bien. Pero por favor no te alejes de mi -Comienzo a sentir mis ojos llorosos- Eres mi mejor amigo, mi compañero, mi hermano y no aguantaría que nuestra relación se arruinara por la culpa de una chica que acabas de conocer y que te está dejando ciego -digo lo último con la voz en un hilo

-Vete de mi casa -escupe seco y cortante.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste. Déjame solo.

Asiento para no seguir discutiendo y salgo de su habitación seguida de él, quien camina hasta el marco de la puerta y la cierra con furia detrás de mí. Las lágrimas salen apenas salgo de la habitación.

Saco el nudo de mi garganta una vez que cierro la puerta detrás de Emily.
No me gusta verla dolida de esa manera. Ella misma lo dijo, es mi mejor amiga, mi compañera y mi hermana. Aquella persona que siempre ha estado a mi lado cuando la necesito.

Limpio la pequeña lágrima que salió y me vuelvo a sentar en la cama. Calmo y ordeno mis pensamientos.

Emily tiene razón. Estoy perdiendo a mis amigos por una chica que recién llevo conociendo hace unas semanas. Pero la amo y confío en ella. Quizás lo de Tyler son celos, pero está dispuesto a dejarlos a un lado para que la amistad vuelva.

Pero... ¿Y si Tyler dice la verdad y no son sólo celos?

Aún que, ¿qué puede hacer de malo una chica tan dulce y delicada como lo es Miriam?