2. Suplente de entrenador
Comienza la segunda semana de instituto. Como todos los días desde que tengo 8 años, ingreso junto a Mathias por estas puertas. Con la única diferencia de que hoy entramos corriendo.
—¡Te dije que si pasabas a echar gasolina nos tocaría tráfico a la salida! —exclamo abriendo mi casillero y sacando rápidamente el libro de geografía.
—¡No pensé que sería tanto hasta poder retrasarnos media hora! —dice cerrando el suyo que se encontraba en la corrida de los del frente al mio.
Tomamos las cosas y volvimos a correr hacia el salón 6D. Por suerte esta clase estoy con Mathias y no llegaré sola.
Entramos silenciosamente luego de tocar la puerta, y nos vamos a sentar en alguno de los puestos vacíos que habían que -de esperar- no estaban juntos. La maestra nos mira de mala gana, pero continúa con su clase.
La clase se acortó bastante. La campana suena y salgo junto a Mathias en busca de nuestros amigos que no hemos visto en toda la mañana.
—¡While! —Exclama una potente voz a nuestras espaldas. Mi mejor amigo se voltea al ser nombrado.
—Entrenador, qué gusto verlo ¿Cómo ha estado? —Comienza a acercársele e imito su acción.
—Johnson —Me saluda y asiento con una sonrisa. El entrenador no me conoce por trabajar con él, pero si por ser la mejor amiga de su alumno estrella y acompañarlo a casi todos los partidos y entrenamientos—. No muy bien Mathias, y justamente por eso es que te andaba buscando.
—¿Ocurre algo entrenador?
—No sé si sabes, pero hoy son las inscripciones al equipo de este año —Asiente—. El problema es que son en el descanso largo y justo debo irme a esa hora para buscar a mi hija que le dan de alta hoy. Entonces, tu como capitán, debes reemplazarme y tomar las decisiones por mí.
—Pero entrenador, es mucha responsabili...
—Debo irme. Por favor, los papeles están en mi oficina del gimnasio, tú tienes las llaves. Si quieres le pides ayuda a Sebastian —Dice lo último poniéndole el silbato en el cuello a mi amigo y comenzando su carrera por el pasillo.
—Así que el nuevo entrenador, eh —le animo con un pequeño codazo.
—Así parece. Y supongo que me iras a ver.
Le guiño un ojo. Justo aparecen nuestros amigos y nos vamos al patio.
(...)
Le entrego su comida a Mathias y a Sebas, para luego sentarme en las gradas más cercanas junto a Kira.
Nos encontramos en la cancha de pasto que hay en el instituto la cual se usa para jugar fútbol, atletismo o para hacer algunas clases de deporte.
Mi mejor amigo se encontraba en un improvisado escritorio hecho con dos mesas de sala de clases. Había papeles en ella con cada nombre de los alumnos inscritos, y en la cancha muchos balones y algunos de los jugadores ya antiguos del equipo. Uno en el arco, otros dos entre algunos pequeños conos anaranjados -donde estaba Sebas- y uno que otro dando vuelta para hacer no sé qué cosa.
No entiendo mucho el fútbol pero me gusta verlo, es por eso que siempre he acompañado a mis mejores amigos a sus partidos.
Mathias toca el silbato y todos toman sus posiciones. —Ya todos los inscritos saben qué hacer, las pruebas son simples, veré técnicas y todo, anotando observaciones y luego el entrenador verá si los acepta o no. Comenzamos con... Mackenzie —le llama viendo la lista en la hoja.
Entra un chico con un balón y comienza a correr en zigzag por los conos. Ya llegando al final el rubio le quita el balón.
—Bien, pasemos a la siguiente prueba. Veamos tus técnicas de tiro.
Esta vez el chico se posiciona en el punto penal y le hacen tirar cuatro balones, los cuales solo le atina uno dentro del sector, directo a las manos del arquero.
Me llega a dar lástima. En el buen sentido, claro. Pero creo que delantero definitivamente no será, por su puesto si es que logra entrar.
Luego le hace otras pruebas más tirando desde el córner, recibiendo y entregando pases a los jugadores que estaban esparcidos, y así con los demás inscritos.
Todo iba normal, hasta que alguien llamó mi atención.
Tyler.
No sé veía que era un chico de fútbol, pero veamos si tiene mejor suerte que los demás.
Comienza a pasar entre los conos, primero Sebastian le intenta quitar el balón, pero este gira y con una habilidad impresionante la domina. Continúa y luego el otro chico intenta lo mismo pero fracasa. Termina su carrera metiendo un gol que casi ataja el arquero.
—Wow, me impresionas chico. Creo que el día de hoy solo tú y Parcer han terminado la carrera. Ahora veamos tus técnicas de tiro.
Le pasan los cuatro balones y le acierta a tres de ellos, el segundo estuvo cerca, pero lo atajó el arquero.
Lo mismo sucede con sus tiros de esquina y mi mejor amigo lo felicita por sus excelentes pases.
—Bueno, creo que es todo por hoy. Mañana continuará el entrenador —Dice Mathias poniéndose de pie y leyendo los papeles del archivador—. Pueden ir a cambiarse, y rápido que el descanso del almuerzo ya va a acabar.
Bajo las gradas seguida de Kira.
—Im.pre.sio.nan.te.
—Sí, estuviste genial. Bastante seriedad para ser tú —me sigue mi amiga.
—Gracias, soy todo un profesional —Dice y luego mira confundido detrás de nuestros hombros. Me volteo y veo como Gerard, acompañado con uno de sus súbditos que participó en las inscripciones, se dirigen hacia Tyler.
Sin pensarlo, mis piernas se auto controlan y comienzan a moverse en dirección de ellos. Logro oír una advertencia por parte de Mathias pero lo ignoro.
—...así que no te preocupes que serás fracasado siempre —logro oír a Gerard.
—¿Por qué no me dejan en paz de una vez? Debo ir a lavarme —dice el nuevo tomando su bolso e intentando ignorar a los chicos.
—¿Por qué tanto apuro? —Le quita el bolso—. ¿Debes ir a buscar algún buen escondite para quitarte la ropa?
—¿Es enserio Gerard? —Intervengo— ¿Tan aburrida es tu vida que necesitas meterte en la de otros para darle algo de emoción a la tuya? ¿Acaso no te basto con molestar a Janette el año anterior?
—¿Por qué tantas preguntas? ¿Acaso eres periodista? —dice sarcástico y yo solo ruedo los ojos.
—No, pero eres tan asqueroso que me da curiosidad a veces saber si eres realmente un humano o algo similar. Porque ni para simio te alcanza.
—¿Y tú quién te crees que lo vienes a defender? ¿Su novia?
—No, ni siquiera lo conozco, pero lo que sea para alejar al mundo de ti —hablo y en un rápido movimiento le quito el bolso.
—Ten cuidado Emily, ya sabes lo que pasó el año anterior. Y a mí puño no le importa para nada volver a mancharse con la sangre de tus amiguitos —Se da media vuelta y se va.
Me volteo y le sonrío amablemente a Tyler, quien no se perdió segundo del espectáculo.
—Ten —le extiendo su bolso. Él lo toma de mala gana y se va.
¿Es que acaso este nunca agradece?
Una parte de mí se molesta e intenta seguirlo para hablar, pero mi parte razonable controla mis impulsos y me detiene diciendo que no es el momento. Pero esto no quedará aquí, necesito que se disculpe por ser tan desagradecido.
Con esto último, me vuelvo hasta donde mis amigos y les cuento lo sucedido mientras caminamos hacia el interior del instituto.
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