Llego a mi casa luego de esta hermosa salida y noto como de la oscuridad formada por la lluvia, aparece una chica. No cualquier chica. Miriam.

Me bajo de la moto de manera apresurada y quedo frente a ella para mirarla de manera seria.

—Necesitamos hablar —Dice y noto la sinceridad en las palpitaciones de su corazón.

—Que sea rápido, mi padre llega a las 20hrs.

—Tranquilo, aún quedan tres horas. No demoraré.

Le entrego el vaso de zumo a Miriam. Esta me lo agradece y me siento en el sofá frente a ella.

—¿Por qué estás aquí? Te pedí claramente que no volvieras.

—Tyler, iré directo al punto —comienza a hablar y noto como se pone nerviosa—. Aquella vez que te engañe tú me protegiste, así que lo que menos puedo hacer es lo mismo.

La miro con seriedad y concentración para darme cuenta de que aún no está mintiendo. Le hago una señal para que continúe. Apenas note algo diferente en su pulso, la saco a patadas.

—Lo que sucede es que Cristal, el alfa de mi manada está planeando un ataque indirecto a su manada.

—¿Es que acaso no le bastan con todos los que han hecho? En el primero mataron a mi madre, en el cuarto que me traicionaras y en el último hicieron que me alejara del pueblo por seguridad. ¿Y ahora me dices que vendrá otro? Sinceramente no entiendo a qué te refieres con indirecto.

—Quieren capturar a civiles, asustarlos y amenazarlos para mandar a matar con armas a los de tu pueblo y así ustedes se defenderían, y el rey de los alfas castigaría a tu abuelo y al pueblo por la ley.

Una de las tantas leyes que puso Nicholas, el rey de los alfas actual, fue que si algún lobo o pueblo mataba a gran cantidad de personas inocentes, serían castigados con la extinción total del pueblo y horribles castigos para cada habitante de él.

—¿Y yo como sé que lo que dices es verdad? Después de todo es tu manda —le interrogo.

—Aparte de que apenas me viste estás sintiendo mis emociones, ERA mi manada. Fui expulsada —dice lo último avergonzada. Nota que no le creo nada así que continua—. Me acosté con Cristal, su hermano y unos cuantos guardias. Y con eso el alfa se enteró que le era infiel y me echo de la manada.

Con eso le creo un poco más.

—Y si eso resultara ser verdad... ¿Para cuándo planean la cacería?

—Para la noche del 30 de diciembre. Una antes de la de año nuevo.

—Grandioso —froto ambas manos por mi rostro— Bueno, ¿eso era todo? —Miriam asiente— Bien, gracias. Puedes irte.

—Tyler, sé que sigues resentido conmigo, pero puedo notar que tu corazón vuelve a tener amor y espero que la afortunada te cuide mucho, como yo no pude hacerlo.

—Vete —me dirijo a la puerta y la abro para que esta se valla. No me importa que esté lloviendo más fuerte que antes. Solo quiero que se valla.

Luego de unas horas llega mi padre. Le cuento todo lo ocurrido y este anota cada dato que le doy para entregársela a mi abuelo y buscar una solución.

—Hablando de esto, Tyler —comienza a hablar— Opino que deberías empezar con los estudios y entrenamientos de alfas, al igual que yo. Sabes que tu abuelo ya está bastante viejo y es más difícil que defienda al pueblo y en cualquier momento puede morir y tendré que quedarme yo con el puesto. Y sabes que si me pasa algo a mí, tú eres el siguiente.

Al escuchar esas palabras una punzada de dolor llena mi corazón. Odio cuando mi padre habla de una posible muerte de él o de mi abuelo. Son la única familia que me queda y no sé qué haría si algo les pasara.

Si me vine a la ciudad fue para lograr tener una vida normal, pero es bastante difícil teniendo en cuenta que soy el siguiente alfa de mi pueblo.

Angustiado, le aseguro que lo haré y me voy a mi cuarto para olvidarme de todo lo último sucedido y concentrarme en los hermosos recuerdos que hice esta mañana con Emily. La chica que me hizo volver a creer en la felicidad y confianza que puede darte la persona que te gusta.