17. ¡¿Que hizo que?!


(Maratón- parte 3)

La noche de parque de diversiones había terminado, y estaba mas que aliviada de salir de alli. No quería estar cerca de Chris ese momento, de hecho lo quería lo más lejos posible de mí.

Al regreso Paúl se había sentado en el asiento de copiloto, mientras que Ramiro, Tamara la nueva pasajera y yo nos fuimos en el asiento de atrás.

Se sentía tan agobiante, el volver sola en el mismo asiento en el que horas antes, Chris me había llevado en sus piernas y en el cual, él mismo hizo que lo abrazara. Ahora estaba allí recordándolo a él, pero él quizás no estaba recordándome a mí. Y eso era algo muy patético.

Cuando llegué a mi habitación, me sentí por completo sola. La única razón por la cual no me sentía al borde de la desolación, en aquel lugar extraño del pasado fue por Chris. De alguna manera, el tenerlo cerca aminoraba los efectos, que me causaban el estar en un lugar desconocido del pasado. Pese a que mi familia y mi vida estaba a 5 años, y aunque que me encontraba en un lugar por completo distinto a mi hogar, el saber que al menos uno de mis grandes sueños estaba a solo calles de mí, me hacía sentir feliz. Pero ahora, sentía que aquel sueño se me había ido de las manos. Chris mi sueño, quizás estaba yéndose de mi, por causa de Camila, su verdadero pasado. Su ausencia me hizo añorar con toda mi alma a mi familia y mis amigos.

Sin poder evitarlo empecé a llorar, no sabía si por ausencia de las personas que amaba o por la depresión que me causaba el saber, que yo solo era una intrusa en la vida de Chris.

Después de días de haber pasado viviendo en un sueño, en el cual Chris me tenía atrapada, finalmente me había dado cuenta que aquella ilusión no podría repercutir mucho en la vida de Chris. Y al parecer ese presente real era Camila.

(...)

Mientras intentaba levantarme para ir al trabajo, me había puesto a pensar en que hacer ahora en adelante con respecto a Chris, y finalmente llegué a una conclusión. Debía empezar a alejarme de él. Es decir, no desaparecerme y eso, sino más bien, evitar buscarlo como lo hacía antes. Si alguna vez se daba la oportunidad de verlo, seria únicamente por casualidad. Y si él me llamaba para invitarme a algún lado iría, pero yo personalmente ya no lo iba a buscar.

Esta vez, si tomaría mi tiempo, para dedicárselo a mi verdadero sueño, el que valía la pena. El de regresar a mi futuro, con las personas que me amaban de verdad.

Durante los días siguientes, me había dedicado muy juiciosa a mi deber de evitarlo. Creo que hasta exageré un poco al no contestarle, ni los mensajes, ni las llamadas. Pero eso tenia que hacer, al menos por un tiempo, mientras asumía que Chris tenía derecho de estar con cualquier persona que le placiera, incluso hasta con Camila. Llegué a pensar que esa chica tenía más derecho sobre su vida.

Por suerte Amanda no había vuelto hablar sobre el tema de mi supuesto gusto por Chris, al menos no en serio. Me lanzaba una que otra broma, pero que eran comunes. Agradecí internamente, por que ella no había intentado tener una conversación seria sobre eso. 

Mientras estaba sentada en el minibar mi celular de pronto vibró, y en la pantalla pude ver la notificación de un mensaje nuevo. Yo sin dudarlo lo abrí.


Chris

¿Ya me perdonaste?, creo que me voy a lanzar de un puente si no lo haces jaja :(

10:23, abril. 30  


Aquel había sido el cuarto mensaje que recibía de Chris. El primero que rechacé había sido uno en el cual me pedía que lo disculpara por dejarme plantada en la feria. El muy tonto me pidió que nos volviéramos a encontrar para continuar con nuestra salida. Luego el segundo mensaje que me envió, era para preguntarme si estaba enojada, pero tampoco le respondí. En el tercer mensaje, Chris empezó a pedirme perdón, porque al parecer ya asumía que estaba enojada. Pero como ya se me hizo costumbre no le respondí.

—Aby—me llamó Amanda—, por la cara que traes asumo que Chris acaba de llamarte o enviarte un mensaje—aseguró, sentándose frente a mí. Aquel sábado no había muchos clientes en el restaurante.

—Pues no. Estuve mensajeando con mi papá—mentí—. Es que ya lo extraño mucho, y eso me pone mal.

—Supongo que estar lejos de tu familia debe ser duro— asumió ella—. Pero no te preocupes según tengo entendido, no va a ser por mucho el tiempo que te quedas aquí, así que ya mismo los veras.

—Eso espero—suspiré al recordar mis fallidos intentos, por encontrar alguna respuesta en mis investigaciones por internet—. El verlos de nuevo casi ya no depende mi.

—No te preocupes, ellos van a estar gustosos de que vuelvas. Ya verás que te perdonan por haberte quedado, en lugar de volver con ellos.

Yo por supuesto le había mentido a Amanda, diciéndole que supuestamente había tenido un trabajo, que a la final no resulto. Y también le conté que como yo quería ser una chica independiente, me decidí a quedarme en Loja, para cumplir mi sueño de conseguir dinero para la universidad, en un trabajo desconocido. Después de ello, me inventé que mis padres estaban enojados conmigo, por no haber vuelto. Todo eran mentiras y más mentiras.

—Linda, ahora que lo recuerdo te tengo un recado—ella me entregó un trozo de papel, y yo la miré dudosa—. Ábrelo—me ordenó.

Sin pensarlo, abrí el pequeño papel y empecé a leer el contenido.


Siempre he pensado que cuando una persona está enojada necesita su espacio para tranquilizarse. Así que por eso no fui a pedirte disculpas personalmente.

¿Al menos puedo ir a verte, para pedirte perdón?

Pd 1: Tengo miedo de tu especialidad para pegar en ciertas partes nobles. (Mal chiste jajajaja)

Pd 2: En realidad tengo miedo de que no me quieras ver. No quiero perder a mi amiga.



Sorprendida y conmovida por aquella nota, regresé a mirar a Amanda, la cual me sonreia de oreja a oreja.

—¿Ya lo leíste cierto?— le pregunté a ella, intentando quitar mi sonrisa de idiota ilusionada.

—Pues tal vez si, tal vez no, quien sabe—ella se burló.

—¿Y cuando te lo dio?—pregunté mientras volvía a doblar la nota.

—Esta mañana cuando pasaba por su casa camino al trabajo. El pobre se siente culpable por el desplate de ese día. A todos ya nos pidió disculpas, pero al parecer tú eres la única que no lo ha perdonado—ella se reía—. Dijo que se dio cuenta que eres una chica difícil, y que eso le gustaba, pero que ya estabas empezando a exagerar. Creo que eso lo está volviendo loco.

Yo sonreí al imaginarme a Chris, esperando en la puerta de su casa, solamente para poder encontrarse con Amanda, y de esa manera darle su poética nota para mi. 

—Ya no seas mala con él, y respóndele la nota—me pedía Ami—. Me dio órdenes exclusivas de que te obligue a que le respondas. Y no voy a dudar en ponerte mano firme.

Tomándome varios minutos para pensar, finalmente acepté, y ahora iba a responderle. Así que saqué el papel para desdoblarlo y escribir.


Más te vale darme una buena explicación.


Después de darle el papel a Amanda, me fui de allí y entre en la cocina. No quería que Ami me viera poner mi cara de niña ilusionada, ya que seguramente iba a tomar provecho para echarme en cara que me gustaba Chris.

(...)

En la mañana siguiente, me levanté muy temprano para poder ir a una librería, en busca de un libro que había encontrado por internet sobre cosas sobrenaturales. Creí que algo podría encontrar allí sobre mi viaje en el tiempo.

Por suerte a mi regreso llegué animada, ya que había tenido éxito en mi búsqueda. Ahora presisamente, estaba sentada en el balcón de mi habitación leyendo el libro, acompañada de mi tasa de café. Allí estaría sentada hasta las seis, que era mi nueva hora de ir a trabajar. 

Amanda me había contado que iba a empezar un curso de ingles, y es por ello, que durante los días que ella trabaja, cuando yo tenia vacaciones, debía ir a remplazarla desde las seis. El restaurante debía permanecer abierto pasado esa hora. Y ni Ami, ni Alex podían quedarse por la tarde, así que yo era la única desocupada que los salvaría. 

Mientras leía mi interesante libro, me encontré con varios temas raros, pero lo que sin duda llamó mi atención, fue una historia en la que una mujer aseguraba haber viajado en el tiempo. Incluso decía que había visto a personajes legendarios de su país. Supuestamente ella apareció en la época de la colonia.

Quizás la hubiera considerado loca, de no haber sido porque a mí me paso algo similar. Así que seguí leyendo con atención, ya que podría tratarse de algo real, así como también podría tratarse de algo inventado solo por llamar la atención.

Bueno al terminar la historia saqué varios puntos claves: 

El primero; ella había estado sola en una especie de desierto que era muy frecuentado por turistas, pero en cuando estos se iban, el lugar quedaba tenebrosamente solitario. El sitio donde le ocurrió aquello tenia semejanza con el mío, pero en mi caso era montaña. 

El segundo; ella contaba que se había quedado inconsciente. 

El tercero y último punto; despertó en lugar distinto. 

A mí me también me sucedieron los dos últimos puntos, y aquello me intrigó mucho. Sobre todo por lo que leí después.

Esa señora había dicho que había traído pruebas, pero misteriosamente todas ellas habían empezado a desaparecer. Incluso aseguraba que su memoria se hizo más frágil, ya que empezó a perder sus recuerdos sobre su aventura.

Aquello me causó temor, ya que no quería perder mis recuerdos de Chris, cuando volviera a mi vida. Todos esos sueños querían que persistan en mi mente. Por lo menos quería tener eso, ya que no lo tendría a él.

Pasé el día leyendo algunas hojas con investigaciones mías, pero casi ninguna me dio una respuesta clara. Todo seguía igual de misterioso.

Ya cansada por pensar tanto, me decidí a bajar para almorzar. Luego volví a subir a mi habitación, para arreglarme un poco antes de salir al trabajo. 

Mi celular de repente empezó a sonar en mi mesa de noche, así que asumiendo quien era la persona del otro lado del teléfono, fui corriendo a rechazar la llamada. No estaba de humor para hablar con Chris. Aún estaba un poco herida.

En cuanto miré la pantalla, me sorprendí mucho cuando vi que no era Chris. El número que me mostraba era completamente desconocido, así que curiosa contesté.

—¿Aló?—dije dudosa

—¡Gracias a Dios contestaste!—me decía una voz conocida.

—¿Daniel?— pregunté sorprendida. No me cabía en la cabeza una razón para que él me llamara.

—Si soy yo—respondió agitado—. ¿Estas ocupada?

—No creo, ¿porque?—yo estaba más que intrigada.

—Amanda me dijo que trabajabas a las seis—comentó él—, por lo tanto vas a estar desocupada hasta esa hora.

—Sí parece que sí, ¿porque lo dices?

—Es que tengo un pequeño problema—me respondió él—, y al parecer tu eres nuestra única salvación.

—¿La salvación de ti y quien más?—algo me decía que el otro implicado era Chris.

—Yo y Chris—respondió él—, y antes de que cuelgues por haber escuchado su nombre ...

—No voy..—yo quise interrumpirlo.

—Sí, ya sé que estas enojada con él. Pero quiero que me escuches, por favor—me rogó aun agitado.

—No te voy a colgar, no te preocupes—me apresuré a decir—. Ahora dime en que cosa están metidos y que como entraría yo en ese problema.

—Cómo iba diciendo, tú tienes algo que nos puede ayudar—me afirmó.

—¿Algo como qué?

—Pues tus eres la única con una habitación independiente de padres y familia—me respondió. Pude escuchar varios gritos al otro lado—. ¡Aby, necesito que nos prestes tu habitación!

—¿Mi habitación? ¿porque?—dije extrañada— La verdad es que no te entiendo nada, y prefiero ahorrarme malos pensamientos.

— ¡¿Esa es Aby?!  —decía lejana la voz de Chris— ¡Aby perdóname, no quería dejarte plantada!- Chris de pronto se empezó a reír.

—Cállate tonto—se quejó Daniel.

—¡No, tengo que aprovechar que me está escuchando!— escuché que gritó Chris— ¡Así que dile, que si no me contesta la voy a ir buscar, así sea metiéndome por su balcón!—su voz sonaba extraña, como si estuviera resfriado.

—Mejor cállate y no empeores más las cosas—replicó Daniel.

Exasperada no saber que estaba pasando, volví hablar. 

—¡Oye responde ya! ...¿para qué quieren mi cuarto?—insistí nerviosa.

—Para meter al idiota de Chris y obligarlo a dormir en tu cama...

—Mi respuesta es un no definitivamente, ¿que diablos te hace pensar que yo lo quiero a él en ...?

—Lo que te quiero decir es que lo dejes dormir un rato en tu cama, hasta que se le pase la borrachera.

¡Borrachera!

Aquella palabra se repetía una y otra vez en mi mente. Ese sin duda sería un nuevo lado que vería en Chris. Ni siquiera sabía que pensar al respecto.

—¡¿Esta borracho?!— exclamé sorprendida—¿Es en serio?

—El muy idiota de Paúl se lo llevo a beber en un bar—me respondió Daniel—y creo que se les paso la mano.

—¡Voy a matar a Paúl!—murmuré furiosa. 

—Yo también, pero por ahora necesito que me ayudes—me rogó Daniel— Chris no esta tan mal, si esta consiente y eso. Aunque lo veo mas feliz de lo normal—él soltó una risa —.   ¿Entonces nos vas ayudar?

Yo me quedé muda, no tenía una respuesta clara. Pero algo dentro de mi, decía que el conocer esa faceta de Chris, iba a ser algo muy divertido, así que me decidí a aceptar. 

—Bueno... pero... ¿pero precisamente tienes que traerlo aquí?—pregunté incómoda, al pensar que el ver a Chris después varios días iba a ser incómodo, sobre todo por el hecho, de que yo aun tenia el corazón ligeramente roto por él. Pero ese era mi secreto.

—Pues es el único lugar donde tenemos a una amiga que vive sola y que no tiene padres que vayan con el chisme a los otros padres—dijo Daniel con simpleza—. Por favor Aby, yo sé que no quieres que la mamá de Chris nos mate a todos, y creo que hasta a ti te va a querer matar. Lo pondría a dormir en el parque, pero igual puede que lo vean los vecinos chismosos, y eso no seria conveniente.

—Dani, no creo... es que...— no quería estar cerca de él aun, pero en vista de las circunstancias, tendría que hacerlo—. Bueno, está bien, tráelo para acá.

—¡Eres una ternurita!—dijo mandándome un beso por el teléfono—. Ya vamos para allá.







¿Que tal les pareció el nuevo capitulo? jaja, espero les haya gustado

Bueno este es el ultimo capitulo de este maratón, espero poder hacer otro pronto. Gracias a las chicas que comentaron y votaron. Son unas lindas.

¿Les cuento un chisme?

Desde ahora, la historia entre este par se va a volver mas interesante. Digamos, que ambos van a empezar a descubrir cosas que ni ellos mismo sabían. 

Ahora si ya me despido jeje, nos vemos en la próxima. 


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