El corazón se aviva


Una cucharada de azúcar y un ligero chorro de leche condensada sobre un café caliente. Ondas de un marrón claro se formaron en el núcleo de la superficie oscura, y finalmente se rompieron, para mezclarse en un torbellino beige contra el borde de cerámica. No demasiado rápido, como para saborear el delicado aroma. Detalles pequeños que hacían parte quintaesencial de una rutina diaria. En ocasiones cuando el trabajo parecía interminable, Ichika siempre podía contar con el rico sabor de un café para llegar al final del día. Aunque ya se había acostumbrado al sabor y aroma que disfrutaba durante sus muy necesarios días de descanso fuera del trabajo. A veces, lo disfrutaba con algo extra en la forma de crema batida, o polvo de chocolate. El calor se apoderaba de ella. Envuelta en un cómodo chal, se inclinó contra los suaves cojines de su sofá en la sala, dejando salir un ligero suspiro.

- Estás durmiendo mucho más de lo usual. No estás esforzándote demasiado, ¿verdad, Ichika? – Miku tomó un asiento junto a ella, cargando su propia taza de té de matcha caliente.

- ¿Yo? – Ichika estiró los brazos. – No, yo diría que no. El trabajo sigue siendo trabajo, después de todo. Solo me alegra estar de vuelta en casa.

- Se siente como si las últimas semanas te la has pasado yendo de ida y vuelta de este lugar. Sabes, realmente se siente muy callado cuando te vas. Ese último viaje a Shiga fue quizás el más largo que hayas hecho.

- No tienes que recordarme... – gruñó Ichika. – Fue una pesadilla de horario de principio a fin. La directora tuvo suerte que termináramos a tiempo. – Echó atrás su cabeza, dejando que su cabello rosa se deslizara sin cuidado alguno tras sus orejas. – Fue demasiado ajetreo. Apenas tuve tiempo de visitar la ciudad, o de hablar con todas ustedes y Fuutarou-kun. Pensé que no podría volver a relajarme después de eso. – Echó una mirada a la mesa detrás de ellas. – Aunque, hablando de no relajarse, ¿qué están haciendo esas dos por allá? ¿Han estado así toda la mañana?

Miku asintió. – Se la han pasado sentadas allí, refrescando la página prácticamente cada cinco minutos. Deben estar muy impacientes.

Sentadas en la mesa se encontraban Itsuki y Nino, cada una a un lado de una laptop. Tenían los cejos fruncidos y los nudillos apretados contra las mejillas, murmurando ruiditos de fastidio tras otro click en el teclado y el ratón.

- ¡Eso es fácil para ti decirlo, Miku! – gritó Nino desde el otro lado de la sala. – ¡Tú estuviste allí para la premier de la película de Ichika, hace tres semanas! Si tan solo Itsuki y yo no estuviéramos tan ocupados con la escuela. Nunca nos perdíamos ninguna de las películas de Ichika...

- ¿Refrescando la página...? Oh, ¿acaso ya se levantó el embargo de reseñas hoy? – Ichika tomó otro sorbo de su café. – Casi me olvidaba.

- Sí, así es, ¿y cómo puedes estar tan despreocupada con eso, Ichika? – respondió Itsuki, clickeando otra vez en la página. – Diablos. Todavía no hay nada... ¿Por qué se tardan tanto?

- Yo ya aprendí a no preocuparme mucho por ese tipo de cosas. Quiero decir, no es que me pueda ofender si a una película en la que estuve no le fue bien con los críticos. Yo no soy la directora ni nada, y muchas en las que he estado han tenido reseñas bastante desfavorables. Pero ya saben cómo es, las actrices deben comenzar en alguna parte.

- ¡Pero este ha sido tu papel más grande hasta ahora! ¡Primera vez que tienes tanto tiempo de pantalla! – replicó Itsuki. – Ninguno de tus otros papeles pequeños se puede siquiera comparar con esto. ¿No estás al menos un poco preocupada?

- Solo está haciéndose la humilde de nuevo. – Nino cruzó los brazos de nuevo. – Yotsuba no podía cerrar la boca al menos por una semana entera. No dejaba de parlotear sobre la película, y aunque le dije explícitamente, todavía se fue de lengua con ese...

- ¡Basta, basta, basta! – Itsuki se cubrió los oídos. – ¡Nada de spoilers! ¡No quiero escucharlos!

- ¡Si a mí me tuvieron que spoilear, a ti también! ¡No es justo que tú seas la única que no lo sabe!

- ¡¿Y cómo es eso justo?! No es culpa mía que...

- ¡Aguanta un segundo, aguanta un segundo! – Con los ojos muy abiertos, Nino se acercó más a la pantalla. El reflejo de los títulos en negrita casi aparecía en sus pupilas. – Eso es... ¡ahí está! ¡Acaba de ser publicado!

- ¿De verdad? ¿Dónde? – Itsuki se acercó también. Hoy era el último día del embargo de reseñas para El Acertijo Carmesí, la película en la cual Ichika había estelarizado y que se estrenó exclusivamente en la región de Tokio. Gracias a los rumores y las redes sociales, la película había ganado mucha atención de los aficionados de las películas, especialmente los adultos jóvenes. Blogueros populares, canales de video reseñas de películas, posts compartidos de sus conocidos, y eventualmente, el ojo de la crítica especializada por todo Japón. El Acertijo Carmesí eventualmente se ganó su lugar en varios teatros más, tanto locales de Tokio como de las prefecturas vecinas, así como funciones extendidas para acomodarse a su popularidad en ascenso.

Desde hacía semanas, Itsuki y Nino se habían anticipado con mucha tensión a que se levantara el embargo, y que las reseñas se vieran en público. La popularidad sin precedentes hizo que la película de un estudio pequeño se viera más aprehensiva en darles copias de la película a sus actores. No mientras todavía se encontrase en los teatros, de cualquier manera. Sin más opciones, Nino e Itsuki solo podían esperar las reseñas profesionales de fuentes de alta reputación. Cualquier cosa para satisfacer esa sensación de urgencia, por algo fuera de su alcance, y también para darles algo de perspectiva de lo que esperar cuando finalmente pudieran ver la película en unas pocas semanas.

- ¿Qué dice por fin?

- Aguanta, todavía estoy leyendo. – Nino se mordió la uña. Sus ojos se movían de izquierda a derecha mientras movía la página de arriba abajo. – Wow... hay muchas reseñas bien puntuadas aquí. Mira esto: 8.2 de 10... 8.4 de 10... 4 de 5... 89 de 100.

- Yusa Masaki... – Itsuki leyó en voz alta de uno de los artículos. – Se ajustó el marco de sus gafas mientras sus ojos bajaban más por el resto del artículo. – ...sin ninguna duda, una de las directoras jóvenes más prometedoras de la última década... El Acertijo Carmesí resultó ser una gran sorpresa para los aficionados al cine por toda la región de Tokio, mientras la película era exhibida en los teatros de... Yusa Masaki logra traernos magistralmente una historia emocionante y atrayente. Su ingenioso uso de ángulos de cámara, banda sonora, y más importante, del libreto, se encuentran muy por encima de otros del género en años recientes. – Itsuki se aclaró la garganta. – Muchas de estas reseñas parecen estar alabando a la directora de la película. ¿De verdad es tan impresionante para estar iniciando?

- Aparentemente. – respondió Miku. – La premier en Tokio estaba sorprendentemente llena a reventar. Ha estado zumbando mucho en las redes sociales, canales de video, y blogs de películas. Fuutarou mencionó que fue una kohai del manager de Ichika.

- ¿De verdad? ¿Es así de increíble? Aquí dice que la directora solo tiene...

- Bla, bla, bla. – murmuró Nino. – ¿A quién le importa lo que dicen de una directora? ¿Qué están diciendo sobre Ichika? ¡Eso es lo que realmente nos importa! Presta, déjame ver. – Se abrieron páginas y pestañas rápidamente, luego fueron ordenadas y cerradas rápidamente con cada click bajo el dedo de Nino. – ¿Por qué todo mundo habla sobre la directora y la trama?

- ¿No se supone que por eso es que va la gente a ver las películas...? – preguntó Itsuki.

- Bueno, sí... pero digo, tiene que haber más que eso. Tiene que haber al menos alguien allá afuera que esté hablando de lo increíble que fue la actuación de Ichika.

- Nino, tú ni siquiera has visto la película. – dijo Nino. – ¿Cómo sabes que estuvo grandiosa?

- Sigue restregándomelo, ¿quieres, Miku?

- Chicas... – Ichika se acurrucó más dentro de su cálida manta. Era difícil determinar si la mirada en su rostro era de pura satisfacción por una mañana relajante, o un pobre intento de ocultar una sonrisa arrogante. – Ya deténganse, le sacan los colores a su hermana mayor. Además, realmente no conseguirán nada de ese modo. Sigue siendo una película de un estudio pequeño. Los artículos no van a ser tan profesionales o profundos como las películas a nivel nacional. No encontrarán ninguna...

- ¡Ya encontré una! – gritó Nino.

- ¡¿Dónde?! – Ambas, Itsuki y Miku se colocaron rápidamente hombro a hombro junto a Nino. Los tres pares de ojos se fijaron sobre la pantalla, acompañados de algún que otro comentario respecto a donde estaba su atención individual, y quién debía controlar el cursor del ratón.

- ¿También tú, Miku? – gruñó Ichika, presionando la palma contra su frente. – Chicas... ¿acaso alguna me está siquiera escuchando?

- ¡Esta reseña de aquí! – Nino presionó su dedo contra la pantalla. – Hay una más larga aquí que habla sobre las actuaciones del reparto. Bájalo un poco. ¡Allí, justo allí!

Con la cara flotándole por encima del hombro, Miku se acercó más para poder observar la pantalla. – Es una puntuación de A-. De un crítico de películas independiente. Casi un millón de suscriptores. ¿Qué cosas está diciendo?

- ... lo que realmente me sorprendió (y que siento que no muchos críticos han hablado) fueron las actuaciones de algunos de los más nuevos y recientes miembros del reparto de El Acertijo Carmesí... – Nino citó del artículo. – Parece casi apropiado que una nueva directora en ascenso traiga algo de talento nuevo y fresco para que haga su debut en escena. A pesar de ser un reparto mayormente de actrices en edad universitaria (la más joven de ellas parece haberse graduado apenas de preparatoria), me llevé una agradable sorpresa con sus actuaciones. Misako Morioka comoNatalia Rustfield, Misao Yuuma como Vincent Chambers, Ichika Nakano como Charlotte Lilia...

- ¡Mencionaron su nombre! – Itsuki hizo el mayor esfuerzo por ahogar un gritillo. – ¿Dijeron algo más?

- Aguanta, aguanta, todavía estoy leyendo... – Nino se salteó algunas líneas describiendo a los otros actores y actrices.

Y no puedo hablar del desempeño del reparto sin mencionar el cautivador rol de Charlotte Lilia, interpretada por Ichika Nakano. Desde su introducción y por todo lo que dura la película, la presencia de Charlotte añadió una inconmensurable capa de profundidad a una historia que ya de por sí estaba bellamente estructurada. Su actuación fue a nivel tan profesional, que me encontré profundamente enamorado de este... personaje ficticio, y al final de la película no me quedaba sino puras emociones. Fue tan... enigmático, místico, que no puedo expresarlo con palabras sin arruinarles toda la trama. Y esto no es una hazaña fácil. El rol de Charlotte en la historia fácilmente se podría venir abajo si se le diera a la persona equivocada, y en las películas independientes de hoy en día, podría ser un verdadero reto que se le otorgue a una novata. Uno de los mayores placeres de participar de las películas independientes es poder encontrar algunos diamantes en bruto a cada tanto. Así que, parece que tendré que mantener los ojos abiertos para futuras actuaciones de Ichika Nakano en el futuro. Porque creo que acabo de encontrar a otro de esos diamantes.

Nino se aclaró la garganta. – Eso es lo que dice...

- No es posible... – Itsuki leyó algunas de las líneas otra vez, y luego miró al otro lado de la pantalla. – ¡¿Escuchaste eso, Ichika?! ¡¿Escuchaste lo que estaban diciendo?!

- Oh... bueno, es una sorpresa. – Ichika tomó otro sorbo de su café. – No me esperaba algo como eso. Eso... realmente es muy halagador de escuchar. Oh, por cierto, ¿quedan algunas sobras del desayuno? Todavía no he comido y me muero de hambre.

- ¡¿Cómo puedes pensar en el desayuno en un momento como este?! ¡Vamos al menos emociónate más! Esto es algo grande, ¿no? Olvídate de las sobras, deberíamos celebrar con algo, deberíamos...

Ichika se rio. – De verdad no es la gran cosa, en serio. Estoy segura que han escrito cosas buenas de mis colegas allí también. Solo estaba dando mi mejor esfuerzo. Estaré feliz si eso significa que lograré conseguirme nuevos roles en el futuro.

- Humilde hasta el final, ¿eh? – dijo Nino, mezclando una sonrisa entre alegre y burlona. – Más bien terca, si me lo preguntas. Te ganaste el derecho de alardear un poco, Ichika. Nadie te juzgará por eso.

- Ya, ya, no estoy diciendo que no me sienta halagada. En serio lo estoy. Pero no debo dejar que se me suban a la cabeza unas pocas reseñas positivas. Eso haría que fuera más difícil soportar las críticas y las reseñas negativas, ¿sabes? Es decir, se me ocurren algunas cosas en las que pueda mejorar, así que quiero mantener los pies sobre la tierra. Después de todo, dijo que estuvo bien "para una novata".

- Pues... supongo...

Miku continuaba mirando la pantalla mientras ellas conversaban junto a ella. Tenía las manos en el ratón, clickeando de una página a otra en la web. – ¿Qué estás haciendo, Miku? – preguntó Itsuki.

- Oh, no mires a la pantalla. – le advirtió Miku. – Encontré algunos tópicos de discusión donde hablan sobre la película. Quizás haya spoilers para ustedes. Me dio curiosidad de ver lo que dice la gente online.

- ¿También tienen de esos?

- Sí. Bastantes, de hecho. Mira, encontré algunos que no parecen tener spoilers. Échale un vistazo a algunos de esos. – Miku señaló a la sección de comentarios.

Luuna_1 :"La actriz de Charlotte estuvo grandiosa! Es decir, wow. Estaba muy metida en su personaje, y la actriz es preciosa. A veces se me olvida que es una novata."

Gorillalala : respuesta a DarkDarkness12"¡Al fin, alguien que menciona al reparto! La vi una segunda vez con algunos amigos que no vieron la primera, y hubo muchas cosas que no noté la primera vez. ¡Especialmente con la actriz de Charlotte! ¿Alguien sabe si hay más películas con ella?"

TheViciousHopper : respuesta a Gorillalala"Casi todos los actores en esta película son nuevos y no tienen nada. La actriz de ella, Ichika Nakano, no tiene página de wiki por ninguna parte, pero hay un sitio de database [aquí] que tiene algunos de los roles que ha hecho. Un montón de películas menores de las que nunca escuché. ¿De verdad se acaba de graduar de preparatoria?"

Greyy_X : respuesta a TheViciousHopper"Oh dios, ahora me siento tan viejo LOL"

RainFilmz :"¡¿Es idea mía, o la actriz de Charlotte está [censurado] SEXY?! ¡Me quiero casar con ella! "

JeLL012345 :"En cuanto a producción y trama estuvo genial. Pero honestamente algunos de los actores se me hicieron bastante planos y amateurs en ciertas escenas que realmente importaban. Mis amigos también lo pensaban. La única que de verdad me convenció fue la actriz de Charlotte. Puntos para ella."

myUsername77 :"Algo sobre la actriz de Charlotte realmente me golpeó, cielos. No me malentiendan, toda la película fue fantástica! Solo que no puedo evitar pensar... wow. De verdad se robó el show."

silverDRUID :"Estoy un poco confundido. Estuvo buena para una película independiente, pero todo me parece algo... ¿sobrevalorado? Quizás estoy siendo algo exigente, pero traer un reparto completo de novatos parece haberle hecho más daño que bien a la película. El actor de Vincent, por ejemplo, parecía estarse esforzando de más y luego de eso la ilusión se rompió. Solo doy mi opinión. No hace falta que me funen, por favor."

UesugiFuutarou : respuesta a silverDRUID "Te recomiendo que vuelvas a verla, y esta vez enfocándote más en el personaje de Charlotte. Nakano-san es una actriz increíblemente talentosa, y puedes ver cuánto de su corazón y alma le pone a sus escenas. Aunque sea una novata, demuestra un claro dominio de todas las variedades de roles en los que ha actuado. Solo échale un vistazo a algunos de sus trabajos pasados. No serías capaz de ver que es la misma persona. Así de talentosa es, y solo está mejorando. Para elaborar en algunos puntos de El Acertijo Carmesí, creo que una de sus mejores escenas se encuentra a la mitad, donde se revela que... [Click para expandir comentario]"

filmjunkEE117 : respuesta a UesugiFuutarou "Whoa, de verdad que conoces, ¿eh? ¡Suena a que eres un fan muy dedicado! Aunque sí estoy de acuerdo, no tengo ninguna queja con ella. Mayormente es con los demás. ¿Sabes de alguna otra película de Nakano-san? ¿Alguna recomendación?"

- ...todo eso y un poco más. – continuó Miku. – Parece que Ichika está comenzando a atraer un montón de atención. ¿No es gran—?

- ¡Momentito, MOMENTITO! – Itsuki se abrió paso entre Miku y Nino casi a empujones. – ¿Estoy leyendo bien esto?

- ¿Huh? ¿Leyendo qué?

- Ese comentario larguísimo de allí, ¿no lo ves? El que hay que clickear para expandirlo, mira.

- Wow. – dijo Miku. – Parece un ensayo completo.

- ¿Y qué pasa con él? – Nino miró la pantalla. – Cielos, ese sujeto de verdad le puso su corazón en ello, ¿eh? Mejor ándate con cuidado, Ichika, podrías estar atrayendo a algún acosador ra... – Hubo una breve pausa de silencio, seguida por el fuerte ruido de unas manos golpeando el cable. – ¡Espera, NO PUEDE SER! ¡¿Esto es una broma?!

Sorprendida por la repentina conmoción, Ichika miró a sus tres hermanas. – ¿Qué pasa? ¿Sucede algo?

- Ese nombre de usuario... – Nino se llevó la palma de la mano a la frente. – ... eso es... pero qué estúpido...

Itsuki suspiró. – Eso mismo pensé yo. Honestamente no me sorprende, ahora que lo pienso.

- ¿Alguien me quiere explicar por qué todo el jaleo? – preguntó Ichika.

- UesugiFuutarou... – leyó Miku en voz alta, apenas conteniendo la risa. – D-de-de verdad... de verdad utilizó su... ¡utilizó su nombre real como su nombre online! ¡Eso es hilarante! ¿Quién hace eso?

Allí estaba, al frente y al centro de la pantalla de esa pequeña laptop. Con una longitud de 3,182 caracteres. 522 palabras. Tecleadas con una gramática y formato tan meticulosamente ordenados que parecían salidos de una tarea escolar. Párrafos de texto que cuidadosamente expresaban los pensamientos de su antiguo tutos, y su análisis de algo tan trivial. En resumen, halagos. Palabras de admiración y adoración de un lado de Fuutarou al que ninguna de ellas estaba acostumbrada, tanto que Miku, Nino e Itsuki no pudieron evitar soltarse en carcajadas, mientras leían su bien documentada y cuidadosamente escrita discusión sobre lo que parecía ser, y citando textualmente "La actriz más talentosa y bella que jamás haya visto."

Durante un rato, Ichika solo pudo quedarse estática. La mirada perdida en sus ojos, mientras se sujetaba el chal que servía de manta alrededor de sus hombros. – Fuutarou-kun... – murmuró quedamente. – ¿Él de verdad escribió eso? ¿Sobre mí?

- Ichika, tienes que echarle un vistazo a esto. – Miku se limpió una lágrima del ojo. – De verdad es muy dulce. ¿Desde cuándo era un experto en cinematografía?

- No lo es, no creo que... – añadió Itsuki. – O al menos, no debería. ¿Recuerdan cuando lo invitamos por primera vez a ver una película en la que estaba Ichika? Se veía muy poco interesado la primera vez, y dijo algo de que "no es de los que van a ver películas" y que eran "entretenimiento demasiado caro". Pero lo que estoy leyendo ahora, de verdad parece que sabe de—¡OH NOO! ¡Y-ya creo que me acabo de llevar un enorme spoiler! – Itsuki golpeó la cabeza y los puños sobre la mesa. Su voz se vio reducida a un quejido bajo y frustrado. – ...incluso estando allá en Tokio, ¡Uesugi-kun se las arregla para arruinarme el día! ¡UGH! ¡Jamás lo voy a perdonar!

- ¿Y quién se cree que es? – dijo Nino. – ¿A qué está jugando, saliendo así de la nada y hablando como si fuese un crítico de películas profesional? Hablando de subírsele a la cabeza. ¿Acaso sabe de lo que está hablando?

- Fuutarou-kun probablemente solo está siendo algo... parcial. – Ichika se abrazó con fuerza las rodillas, acariciando suavemente la cálida cerámica de su taza de café con la otra mano. – Digo, Fuutarou-kun no sabe mucho sobre películas en primer lugar. Eso fue lo que me dijo. Ni siquiera le gustan mucho las películas. Es decir, apenas sí puede dar el nombre de una actriz, así que tiene sentido que piense y diga algo como eso, considerando que soy su novia y todo. Tiene sentido. Y, y... ¿quién sabe? Tal vez el apellido y nombre de pila no sean exactamente tan raros. ¿Seguras que lo leyeron bien? Tal vez, solo sea...

Nino levantó una ceja, espiando por encima de la pantalla de la laptop. – Estás murmurando demasiado, Ichika. Eso no es propio de ti.

- ¿Y-y-yo? ¿Murmurando? ¿Qué cosas? No, no, solo estaba— Esperen, aguarden un momento. ¿Por qué te levantas de tu asiento? No te me—

Al otro lado de su sofá, Nino ya se había vuelto a sentar. Se inclinó más cerca de la cara desviada de Ichika. – Oye, Ichika. Mírame por un segundo, ¿quieres?

- ¿Para qué? Tenemos la misma cara, así que puedes vérsela a Miku o Itsuki. Jaja... ja...

- Incluso Yotsuba podría fingir mejor que eso. Ven... ¡aquí! – Nino alargó las manos, jalándole las mantas a Ichika, y al hacerlo, jalándola a ella también.

- ¡Espera, espera!

Exponiendo un rojo brillante de una mejilla a la otra, Ichika se sentó con ambas manos cubriendo pobremente su rostro. Ligeros trozos de sus ojos azul oscuro (que miraban desesperadamente a la distancia) eran visibles entre las rendijas de sus dedos. El calor de la sangre que le subía al rostro tiñó las puntas de sus orejas para igualar a sus mejillas. – ¿Q-qué? ¿Por... por qué todo mundo me está mirando raro...? – La estructura de sus palabras fue casi como una gelatina, deshaciéndose con cada sonido adicional que salía de su boca. – S-solo estaba algo... sorprendida. Eso es todo. No hay por qué pensar tanto en...

- ¡Ichika, estás sonrojada! – Itsuki se levantó de su asiento. – ¡Nunca antes te había visto tan roja!

- Entonces, no te basta con los críticos volviéndose locos por ti, ¿eh? – Nino sonrió traviesamente. – ... ¿pero algo dicho por Fuu-kun logra subírsete a la cabeza? ¿Estoy en lo correcto?

Miku se rio. – Ichika es mucho más orgullosa de lo que aparenta, ¿huh?

- Ahh... – gimió Ichika. – Chicas...

- ¡Rápido! – Nino se dio la vuelta, señalando al resto de ellas. – ¡Que alguien le saque una foto! ¡Yo la sujeto!

- ¡Miku! ¡¿Has visto mi teléfono en alguna parte?!

El sonido de la puerta siendo abierta del otro lado de la sala, acompañada por el ruido de bolsas plásticas y pisadas de zapatos recién llegando. – ¡Ya llegué! – gritó la voz alegre haciendo eco desde el salón. – ¿Qué está pasando aquí?

- ¡Yotsuba! ¡Justo a tiempo! – la llamó Nino. – ¡Rápido! ¡Ven y échale un vistazo a la cara de Ichika!

- ¡CHICAS!

Tras un corto (aunque Ichika protestaría de lo contrario) período de burlas, el resto de la mañana en el apartamento Nakano fue más o menos lo mismo. Sus hermanas habían vuelto a sus rutinas diarias. Nino e Itsuki se habían marchado a estudiar a un café cercano, y Miku y Yotsuba se habían ido con Ebata para dar vueltas por la ciudad en busca de los últimos utensilios de cocina y el uniforme de chef que Miku necesitaba antes de su primer día de la escuela culinaria. En cuanto a la propia Ichika, se había dado cuenta que Miku tenía algo de razón. La fatiga de su ocupado itinerario finalmente le había pasado factura, y nada le sonaba mejor que la idea de una tarde de holgazanear en su apartamento. Un café helado hecho con las sobras de la mañana, su tableta digital sobre el regazo, y el ruido de fondo de música clásica llenando el vacío espacio.

Aunque las últimas horas no habían sido exactamente algo que Ichika podría describir como relajante. Por alguna extraña razón, el pensamiento de esa mañana le había se le había acomodado demasiado bien en su cabeza, y todo en lo que podía pensar era en Fuutarou. Entre su trabajo de medio tiempo y diligencia con los estudios, ¿de dónde había sacado Fuutarou el tiempo de hablar tan apasionadamente, como si conociera de las películas, actores y cinematografía? Fuutarou nunca había dejado escapar ninguna implicación de conocer mucho sobre el tema. De hecho, parecía más lo opuesto. Hubo muchas ocasiones en las que tuvo que explicarle los aspectos fundamentales que separaban a un amateur de un profesional, a una buena actriz de una grandiosa. Hubo veces cuando vieron películas juntos durante sus citas online, y ella siempre tuvo que retroceder la película, porque Fuutarou no entendía ciertos aspectos de una escena específica.

Viéndolo en retrospectiva, ¿cuánto tiempo había pasado desde entonces? Más específicamente, ¿cuán rápido había pasado el tiempo? Entre su ocupado horario, las filmaciones constantes, y viajar de una locación a otra, Ichika siempre había tenido el mal hábito de no disfrutar una vida tranquila y sedentaria. Ya habían pasado meses. Meses de estar avanzando constantemente, mirando al frente en busca del siguiente hito, al punto que no había tiempo de apreciarse a sí mismo y a todos a su alrededor. Estos breves mensajes de texto y llamadas entre ella y Fuutarou reflejaban sus vidas muy acordes con ello.

Y con todo, había ese pequeño detallito. Esa pequeña cosilla que ni Ichika ni sus hermanas habrían notado de otra manera. Pero era más que suficiente para saber que, a pesar de estar tan lejos, Fuutarou siempre estaba pensando en ella, incluso en momentos de ocio.

Ichika suspiró cansada. Por alguna razón, Fuutarou siempre tuvo esta costumbre de pillarla desprevenida. Desde darle palmaditas en la cabeza inesperadamente, pasando por ver a través de las mentiras que ella trató de montar, hasta lograr ser el único que lograba hacerla sonrojar tanto como lo estaba ahora.

Y en ese momento, el repique de su teléfono la sacó de sus pensamientos cuando su cara estaba a tope de timidez.

- Buenos días, Fuutarou-kun. – saludó Ichika.

- ¿Buenos días? Ya sabes qué hora es, ¿no? Parece que alguien ha estado disfrutando mucho su día libre.

Ichika se rio. – Me pillaste.

- Bueno, no te puedo culpar, Ichika. Has estado muy ocupada últimamente. ¿Segura que estás durmiendo lo suficiente? ¿Estás comiendo bien? No te sobre exijas si es demasiado.

- Miku dijo lo mismo. ¿De verdad es tan obvio? No es como que puedas verme o algo. – Pulsó un botón en su pantalla. – Mira, te envié una petición de video.

- Creo que oigo algo. ¿Se supone que pulse algo en la pantalla? – Ichika oyó un gruñido cansino al otro lado del auricular. – Diablos, nunca logro hacer funcionar esta cosa tan complicada. ¿Puedes enviarla de nuevo?

- Pensándolo bien – Ichika se acurrucó contra una rodilla levantada, enterrando su nariz y su mejilla contra su muslo – ya nos arreglaremos otro día. La verdad no quiero que veas mi cara en este momento.

- ¿Pasó algo?

- Mm... nada en particular. Dime... Fuutarou-kun, tengo una pregunta para ti... – Ichika explicó los eventos que sucedieron en la mañana. Le dijo lo mucho que necesitaba un día para descansar del trabajo, y de las nuevas recetas para el café que había estado probando. Le dijo también, muy divertida, de la impaciente anticipación de sus hermanas con las reseñas públicas de la película, deteniéndose a cada tanto mientras recordaba los detalles más graciosos. Luego cuidadosamente desvió la conversación al pequeño descubrimiento con respecto a Fuutarou. Ichika se aseguró de incluir tantos detalles y descripciones como podía, sacado de los extractos que sus hermanas habían leído en voz alta. Aunque algunos fueron más fáciles de decir que de hacer, pues la propia Ichika dudaba un poco en leer su sinopsis de nivel académico.

- Oh, ¿así que viste todo eso? – replicó Fuutarou. – No sabía que ninguna de ustedes visitaba ese sitio web. Es una sorpresa...

- ¿Eso es todo lo que tienes que decir? Pensé que te sentirías al menos un poco avergonzado, viendo que te atrapamos abriendo tu corazón por tu querida novia que es una en un millón. Me imaginé que al menos tratarías de negarlo o algo así. Bueno, eso no tendría sentido, ya que utilizaste tu nombre real.

- ¿Por qué iba a hacerlo? Admito que no esperaba que ustedes lo encontraran, pero tampoco es que haya mentido en nada de lo que dije, ¿así que por qué iba a avergonzarme?

Ahí estaba de nuevo. Parecía que por más que lo siguiera intentando, Ichika rara vez le podría ganar alguna vez a Fuutarou. ¿Se estaba oxidando un poco? Imaginar su cara avergonzada era una de las cosas que lo hacía tan adorable en primer lugar. ¿O era, de cierta manera, una forma de Ichika para vengarse por haberla avergonzado, lanzándole un poco de su propia medicina?

- ... y hasta fui a verla de nuevo una segunda y tercera vez. – continuó Fuutarou. – Realmente te abre los ojos, te hace darte cuenta de muchas cosas que no notas a la primera.

- ¿Oh? ¿La viste varias veces? – dijo Ichika. – Honestamente estoy sorprendida. Bueno, en realidad no es rara la gente que va a ver una película dos veces. ¿Pero tres veces? ¡Seguramente debes haberte vuelto un gran fan!

- La segunda vez, admito que me sentí algo confundido con algunas cosas. La tercera... bueno... no estoy seguro si debería decir algo porque (conociéndote) te burlarías de mí, pero... – Fuutarou se rio suavemente. – Yo... la verdad extrañaba verte, así que por eso fui otra vez. Eso era todo.

Okay. Dos veces en un período de tiempo tan corto era totalmente injusto. Fuutarou no debería haber sido capaz de robarle todos los pensamientos que corrían por su mente, y aun así aquí estaba, ya totalmente en posesión de su cabeza y corazón. Simplemente injusto.

- Eres demasiado dulce, Fuutarou-kun. – Ichika tuvo que hacer acopio de fuerzas para mantener un tono cariñoso y juguetón. En este momento fue que se alegró de que no tenían sus cámaras encendidas. – Pensar que mi actuación fue suficiente para hacer que el Fuutarou Uesugi que conozco gastara en tres boletos, cuando tu billetera suele estar prácticamente blindada. De verdad debes extrañarme mucho, ¿hmm? ¿Qué pasará cuando finalmente nos volvamos a ver, después de todo este tiempo? ¿Qué te imaginas?

Fuutarou se rio desde el otro lado, como si tuviera dificultades para enmascarar el titubeo en su voz. Bien. Ese tipo de reacciones nunca dejaban de ser divertidas, y le alivió un poco ver que no estaba tan oxidada con sus provocaciones. Hubo un corto silencio entre ambos, hasta que Ichika volvió a hablar. En un tono más quedo, cauteloso, a pesar de que era la única en el apartamento. – ... Yo... también te extraño, Fuutarou-kun. Te extraño... muchísimo.

- ... yo también te extraño, Ichika.

- ¿Qué estás diciendo? ¡Ya me dijiste eso, bobo! – se rio Ichika, mucho más fuerte y largo de lo que anticipó. Rastros de una sensación extraña y desconocida le llenaron el estómago, y los bordes de sus pómulos comenzaron a sentirse algo irritados. – ¿Y cuándo aprendiste tanto sobre películas? Creí que no te gustaban este tipo de cosas.

- Oh, eso es cierto. Olvidé mencionarlo, pero me enrolé en un curso sobre estudios cinematográficos. Los estudiantes de primero tienen de requisito inscribirse en cursos de Representación Cultural, pero aparte de eso, encontré esto bastante interesante. Hasta conseguí algunos libros que mi profesor me recomendó. Supuse que era tiempo de educarme un poco en el tema, ya que, después de todo, conozco a una actriz increíble.

- Tus halagos se han vuelto mucho mejores, Fuutarou-kun. ¿También has practicado en eso?

Más que mejores, pensó Ichika para sí misma. Se sentía muy bien. Muchas veces, Ichika había tomado el rol de una jovencita enamorada. Una colegiala ingenua, una romántica soñadora, una admiradora con esperanzas. Era un rol común, especialmente dada su apariencia y edad. Una actriz solo era aquella capaz de mostrar muchos rostros, y a través de esas ocasiones, Ichika solo podía interpretar esos sentimientos. Así era, antes de conocer a Fuutarou. ¿Cómo fue que esas palabras que salían del otro lado del teléfono eran suficientes para convertirla en ese personaje enamorado que Ichika solamente había podido imitar?

- A decir verdad, me siento un poco culpable. – continuó Ichika. – Estás haciendo tanto por mí, y también iniciaste un trabajo a medio tiempo, ¿verdad? Las cosas deben estar mucho más ajetreadas para ti, y aun así te tomas el tiempo para...

Hubo una breve pausa en su conversación. Al otro lado de la línea, Fuutarou miró su teléfono, tratando de nuevo de comunicarse. – ¿Hola?

- Perdón, es que recibí una llamada del trabajo. Aunque es mi día libre...

- Oh, adelante, mejor contéstala. No me molesta.

- Pero... – Ichika dudó. Por supuesto, el compromiso con su trabajo era una de las cosas más importantes para ella en este momento. Tal vez no era el mejor hábito al cual acostumbrarse, pero a Ichika no le importaba recibir llamadas ocasionales en sus días libres si era para algo importante. Pero en este momento, realmente quería pasar este breve período de tiempo libre con Fuutarou.

- ¿Hola? ¿Todavía estás ahí?

- Lo siento. Otra vez era Oda-san llamándome. Odio tener que cortar esta conversación... después me podré desquitar con él.

De nuevo, hubo una breve pausa. Desde el otro lado del teléfono, Fuutarou pudo oír el chasquido en los dientes de Ichika y el toque de su pulgar contra la pantalla.

- Suena a que debe ser algo importante si siguen llamando, ¿no? No me gustaría interferir con una llamada para un trabajo importante. Podemos ponernos al día más tarde.

Ichika suspiró. Ese tipo de actitud venía de alguien que no tenía problemas en matarse trabajando, y honestamente, no le sorprendía nada viniendo de Fuutarou. Solo por un poco más, deseaba poder pasar algo más de tiempo siendo la holgazana de siempre. – Ya veré qué es lo que quiere, y después te llamaré, ¿de acuerdo?

- Sí, no hay problema. Nos vemos, Ichika.

- Bye-bye, Fuutarou-kun."

Ichika volvió de nuevo su atención a la cuarta repetición de ese molesto zumbido. Admitiéndolo, había cosas que sacaban de nuevo esa naturaleza infantil suya dentro de ella. Como una mocosa malcriada a la que le decían que no podía tener algo, subrayada por la molestia en su tono que lo demostraba. – Hola, Hello, Oda-sa—

- ¡ICHIKA-CHAN! – El impacto vocal de su voz fue suficiente para desarmar totalmente sus pensamientos. – ¿Estás allí? ¿Hola?

- ¿Oda-san? ¿Qué pasa? Suena a que te quedaste sin aliento. ¿Todo está bien?

- ¡Ichika-chan! – repitió Oda. – Perdón, perdón, no era mi intención llamarte en tu día libre, pero es que recibí unas noticias y tenía que contarte. Me disculpo si te causé molestias.

- Está bien, Oda-san, solo baja la velocidad un poco. Ahora dime, ¿qué sucede?

- ¿Has visto alguna de las reseñas online? ¿Para El Acertijo Carmesí? ¿Las has visto?

- ¿Reseñas? Ya... he visto algunas de ellas. Mayormente las puntuaciones, y parece que nos fue bien. ¿Qué con eso...?

- Bueno, s-sí, pero más importante aún... Había algunos ruidos de fondo en el lado de Oda. Golpes de una silla de oficina, murmullos de la hija de Oda pasando cerca, y sus dedos deslizándose mientras ajustaba el teléfono. – A-acabo de recibir una llamada de Masaki-san.

- ¿La directora?

- Sí.Oda se tomó el tiempo para recuperar su aliento. – La película ha recibido mucha prensa. Apenas pude ordenar mis pensamientos cuando me llamó. Masaki-san quería informarme que... ¡q-que fuiste invitada, Ichika-chan! ¡Masaki-san, y el resto del reparto principal, han sido invitados a un programa de entrevistas en la noche en Tokio! ¡Los han invitado a todos! ¡Para una entrevista en vivo!

Los ojos de Ichika se ensancharon de golpe. – Una... ¿entrevista...?

Esta historia continuará...

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