Christopher

El error de mi padre fue muy simple, haberme subestimado, algo que le ha costado la vida. Los guardaespaldas que me rodean no tienen tiempo a sacar sus armas, son, al igual que su jefe, ejecutados por balas que atraviesan la ventana.

Hay un total de cinco francotiradores a casi 100 metros de este lugar, los cuales estaban listos para mi señal. Les había ordenado disparar en el momento que me agachara, y así lo han hecho.

—Ashley, ¿estás bien?— digo tocándole las mejillas.

—No me toques, ¿cómo me puedes hablar después de lo que hiciste?—

—No es todo como piensas, déjame explicarte—

A veces me molesta su testarudez, da las cosas por hecho sin oportunidad a explicarme.

—¿Qué explicación me vas a dar? Para mí todo está muy claro—

Sin importar sus reproches, le quito el amarre que le impide levantarse.

—Algún día te lo podré explicar—

—¿Por qué algún día y no ahora?— esperaba esta pregunta, no se le escapa nada.

—Es solo que debes escapar en este preciso instante, seguramente más gente de mi padre vendrá dentro de poco—

—¿Y tú no vienes?— me alegra que a pesar de todo, aún se preocupe por mí.

—Claro, solo que antes debo ir a un lugar—

Aún me resta terminar un asunto pendiente, algo que no le puedo decir en este momento.

—Vale, no te demores. Tenemos que hablar—

Dice mientras camina lentamente hacia la salida.

—Ashley— digo haciendo que se voltee.

—¿Sí?— pregunta mirándome a los ojos.

—Nunca dudes que te amo, cada cosa que hago y haré será por tí, porque te quiero y no te puedo perder—

Debía dejar esto claro, de lo único que no puede dudar esa chica es de mi amor por ella.

—Vale—

Su frialdad me mata por dentro, aunque soy capaz de entenderla.

—¿Me das un beso antes de irte? Solo uno—

—No creo que sea lo mejor ahora— responde secamente.

Comprendo que no debe ser fácil, pero lo necesito.

—Solo uno por favor— intento convencerla, de verdad se me hace necesario ese beso.

—No Christopher, parece que no eres consciente de lo que hiciste—

—Vale, toma mi auto y sal de aquí, yo me iré en el tuyo— indico antes de que se me olvide.

—¿Por qué?—

—Solo hazlo, confía en mí. Ronald y los demás chicos del grupo estarán esperándote fuera, ellos te cuidarán mientras no esté— en este momento no puedo decirle nada.

Sale dándome la espalda por la puerta, dirigiéndose hacia el exterior. La sigo hasta afuera y observo cómo entra a mi auto, donde los demás la estaban esperando.

Dejando de lado mis pensamientos, me adentro en el coche de Ash. Debo salir de aquí ahora, antes de que los demás hombres lleguen. En medio del camino, detengo el vehículo en un semáforo.

Saco el teléfono para llamar a Ronald, debo informarme sobre cómo marcha la situación.

—Jefe, ¿todo bien?—

—Sí, ¿Ashley está bien?— pregunto como si fuera lo único que me importara en este mundo.

—Sí, lo pondré en altavoz para que te pueda escuchar—

—Ash, ¿estás bien?— exclamo a sabiendas que me está escuchando.

—Sí, ¿y tú?—

Justo cuando termina de arrastrar esas palabras, un pitido retumba en mis oídos. No necesito mucho tiempo para entender qué es, ya he escuchado este sonido antes.

—Una bomba...

—¡Christopher, sal de ahí!— oigo los gritos desgarradores de Ash al otro lado del teléfono, pero ya no había nada que pudiera hacer, esas serían las últimas palabras que escucharía de mi chica, ésa que siempre llevaría en el corazón.

👀¡BOOM! Un capítulo para el final y yo soy tan bueno que no os diré nada. TIC TAC TIC TAC...
¡Buona giornata para ustedes!