Capítulo 24
Christopher
Me miro en el espejo y observo mis marcadas ojeras, son terribles. No es para menos, prácticamente no he podido pegar la cabeza a la almohada, y cuando lo hacía, esas pesadillas me interrumpían. Han pasado siete días desde ese momento, pero aún mi cabeza no deja de pensar en ello, es insoportable.
Ya prefiero no intentar dormir, tengo miedo de recordar cada detalle de lo sucedido. Ha sido una tortura, he tenido que soportar todo esto para mí solo. Ashley ha estado llamándome durante la semana, cada día, no entiendo cómo no se puede cansar de ello.
No tengo deseos de hablarle, necesito borrar mi mente antes de hacerlo, aunque no sé si sea posible. La casa está horrible, mi ropa se encuentra por todas partes, no me he tomado el mínimo cuidado de recogerla. Y es que así estoy, jodido en mi interior, con el corazón roto.
No obstante, he decidido que no puedo quedarme cerrado por más tiempo, estoy contrarreloj. Aún cuando no quiera ni mirar a Ash, estoy consciente que no puedo dejarla morir, después de todo aún la quiero. Impediré cueste lo que cueste su muerte, incluso si tengo que hacerle daño a mi padre.
Suena el timbre de la casa, seguramente serán los miembros del equipo, les he pedido que vengan para conversar sobre el tema.
—Entren— digo abriendo la puerta.
Los sigo hasta la sala, preferí traerlos aquí antes que ir yo al cuartel, se me hacía más cómodo.
—Pues bien, ya les he dicho por qué están aquí, así que iré directo al punto— digo con ganas de terminar rápido esta reunión— Dentro de pocas horas se cumple el plazo que me dio mi papá para matar a Ashley, no sé si será hoy, mañana o el siguiente día, pero no duden que tratará de asesinarla él—
El solo hecho de no tener certeza sobre cuándo actuará, me pone los pelos de punta. Es por eso que seré el primero en dar un paso al frente, necesito llevarle ventaja si quiero terminar venciéndolo.
—Jefe, ¿está seguro de todo esto?— pregunta Mathew ingenuamente.
—¿Acaso eres tonto? Si no hubiese sido así, ¿entonces qué están haciendo sentados aquí ahora?— mi voz suena cruel, no tengo la capacidad para aguantar preguntas estúpidas.
—Es verdad, ese muchacho hace preguntas fuera de lugar, no le haga caso— oigo decir a Robinson a mi lado.
—Continúo... Es por eso que no puedo esperar a que él haga algo, sino que debo dar el primer paso. He estado dándole vueltas a este asunto durante varios días y a mi manera de ver las cosas, lo primordial es poner a salvo a Ash, después nos concentraremos en qué haremos con mi padre—
—¿Cómo nos aseguraremos de que la agente esté bien?— exclama Ronald interrumpiéndome.
—Bueno, si me dejases continuar te enterarías—
—Vale, lo siento— musita y baja su mirada.
—Para eso he alquilado una casa fuera de la ciudad, en Cleveand. Necesitaré que la lleven a ese lugar sin que le pase nada—
La verdad es que no llevo días, sino semanas pensando en nuestro plan, ideando una estrategia. Tuve que hacer unas llamadas para hacerme de ese lugar, me pareció muy adecuado, ya que no presenta muchos lujos, lo cual mantendrá a mi padre lejos de ella.
—¿Cómo? ¿Y usted qué hará? Vendrá con nosotros, ¿cierto?— vuelve a hablar el joven cibernético, aunque esta vez no hizo una pregunta tonta.
—Claro que iré, pero luego de encargarme de mi papá—
—¿Cuándo será eso?— indica Robert interesado por saber.
—Pronto, trataré de convencerlo para que no mate a Ashley, pero si no acepta, me temo que no tendré más opción— conozco el peso de estas palabras, no me anima ni un poco el hecho de asesinar a mi propio padre.
Confío en que escuchará, a fin de cuentas es solo una agente, no entiendo el por qué de su insistencia por verla muerta.
—¿Cuándo piensa hablar con él?— indaga Robinson.
—Quería llamarlo ahora, aunque no sé...— la indecisión corre por mis venas, no estoy seguro de que sea lo mejor hablar con él en estos instantes.
—Llámelo, si acepta dejar en paz a Ashley no tendremos que llevarla a Cleveand, si dice lo opuesto, nos iremos con ella en la noche— propone Taylor, lo cual no me parece mala idea.
—Vale, esperen un minuto—
Antes de poder marcar su número, mi pantalla recibe una llamada entrante de parte de él. Enseguida me pongo nervioso, no entiendo el motivo de su llamada.
—¿Hola?— saludo incrédulo.
—Hola Chris, ¿sabes que ya se te ha acabado el plazo para deshacerte de la agente?— me esperaba esta pregunta, claro que lo sabía.
—Sí, tenemos que hablar de eso, no es tan fácil— necesito contarle sobre mi relación con ella, así como mi propuesta para dejarla en paz.
—Debo decirte que no me esperaba esto de ti, pensé que ibas a ser capaz de cumplir, pero no fue así—
Es muy fácil decirlo para él, que nunca ha estado enamorado en su vida, nunca ha conocido lo que es el amor.
—Mira, seré claro. Estoy enamorado de esa agente, no pude evitarlo. No permitiré que le hagas daño, así que será mejor que te alejes de Ashley padre, sino lo siento, pero no me queda otra opción que ponerme de su lado—
Ya no tengo dudas, estoy decidido a estar con Ash hasta el final, incluso si es necesario estar en contra de mi papá.
—Vaya, entonces no queda más opción, porque no pienso cambiar de idea, la mataré—
Sus palabras provocan en mí un mayor odio hacia su persona, me encuentro cansado de su deseo por asesinar, estoy exhausto de sus ganas locas por la muerte.
—Pues entonces a partir de hoy, seremos enemigos— temía llegar a este momento, pero ya no hay vuelta atrás, se ha negado a escucharme.
—Si eso quieres...
—Sí, no tengo dudas, te deseo buena suerte— me dispongo a colgar, aunque soy detenido por su voz.
—Espera, creo que deberías de ver algo—
Enseguida me entra un vídeo al teléfono, aunque no sé qué será. Al reproducirlo, mis ojos se quedan pegados a la pantalla, no soy capaz de entender cómo ha sucedido. Ashley se encuentra sentada sobre una silla con las manos amarradas, el lugar es oscuro, prácticamente no se puede visualizar su rostro. Aún así, tenía claro que mi mayor miedo se estaba haciendo realidad.
—Si tanto la quieres salvar, te quiero dentro de quince minutos en la dirección que te voy a enviar al celular—
La adrenalina corre por mis venas, el pánico de perderla ahora me inunda, entiendo lo tonto y estúpido que fui por estar alejado de Ash durante esta semana. Quisiera estar a su lado en estos momentos, decirle cuánto lo siento, pero ya no sé si pueda hacerlo, no quiero enfrentarme a la opción de verla muerta.
Sabía que se acercaba el final de esta historia.
***
Ashley
Necesitaba salir de casa, me estaba ahogando en mis pensamientos y recuerdos. Solo iba y venía del trabajo, incluso regresaba antes de tiempo, algunas veces por mi estado de salud. Mi padre me preguntó en innumerables ocasiones qué me pasaba, aunque siempre daba como excusa que había tenido una mala noche.
Lo más doloroso fue el rechazo de Chris, le marcaba en momentos que necesitaba su apoyo, pero nunca contestó. No puedo decir que he dejado de quererlo, porque no es así, solo estoy un poco decepcionada, esperaba superar todo esto a su lado, en vez de estar aquí sola.
Son casi las ocho de la mañana, tengo que apurarme si no quiero llegar tarde al trabajo. Mientras camino hasta el coche, me pregunto cómo se sentirá él, si seguirá sintiendo ese amor que una vez me confesó, o tal vez, ya se habrá olvidado de mí. Intento no hacer alusión a ese pensamiento, todavía guardo esperanza de que un día regresará y solucionaremos todo.
Al entrar, no soy capaz de reaccionar, para cuando me doy cuenta, dos sujetos con máscaras me están apuntando con sus armas. No entiendo cómo entraron al coche, pero se escondieron en el asiento trasero esperando por mi llegada. Enseguida, pienso que me van a disparar, después de todo, aún me queda el trauma de aquel incidente.
—Escucha bien, maneja hacia la dirección que te vamos a indicar, si intentas pasarte de lista, no dudaremos en apretar el gatillo—
No reconozco la voz del individuo, estoy convencida de que no es alguien conocido. Asiento levemente con la cabeza, por lo que empiezo el recorrido que no se a dónde me llevará. Las indicaciones del hombre detrás de mí me guían hasta el lugar.
Es una casa remota, eso sí, alejada de cualquier residencia, no estoy segura sobre lo que vaya a ocurrir, pero esto ya me da una pista de que no es nada bueno. Me deslizo hacia fuera del auto y rápidamente soy agarrada por ambos hombres, los cuales me arrastran hasta el interior.
Adentro del hogar, está todo vacío, se supone que deberían haber mesas, sillas, muebles y otros objetos propios de una casa. Esto no hace más que confundirme, ¿me habrán traído para ejecutarme? Si es así, solo pido ver una última vez a Chris, aún en esta situación sigo pensando en él.
Sin embargo, no tardo mucho en comprenderlo, ese chico siempre ha estado ahí para mí en los momentos más difíciles, me ha librado de la muerte en dos ocasiones. Entiendo lo ilógico que suena, pero aún guardo esperanzas de que aparezca como ha hecho siempre.
No obstante, muchas cosas han cambiado, desde aquel terrible día ya no hemos conversado, siento que ha perdido su interés en mí. Uno de los dos muchachos viene proveniente de otra habitación, trayendo consigo una silla y precinta.
Al instante, soy obligada a incar mis rodillas para sentarme, quedando atada con las manos a mis espaldas. Esto me trae recuerdos, todos malos, no me hace ningún bien estar aquí. Pero... cuando todo se volvía más negro y difícil de comprender, apareció él, alguien que no esperaba encontrar en este lugar.
—Hola— dice con su voz ronca.
Hace una breve inspección del sitio, quizás esperando una respuesta de mi parte, una que nunca llegará.
—Bueno, créeme que sé muy bien quién es, agente Ashley Brown— hace contacto visual conmigo, sus ojos expresan maldad— Pero seguro se preguntará a que se debe tu visita hoy—
Está claro que se cree superior, aunque no es más que un criminal sin sentimientos ni compasión. Deseo con todas mis fuerzas poder levantarme de esta silla y arrestarlo, un hombre como Richard Jefferson no debería estar en libertad.
—No obstante, todo tiene su explicación, solo debemos esperar a que una persona llegue—
Aguardo en silencio durante casi media hora, las cuales han parecido una eternidad, ese estúpido hombre me hizo un vídeo a pesar de que evité mirar a la cámara. Dada mi imposibilidad por moverme, pasé el resto del tiempo observando las paredes y la ventana pequeña, que está al frente de dónde estoy sentada.
—Ups, me informan que ya llegó— enuncia al parecer colgando una llamada.
Me hallo confusa, no tengo la remota idea sobre quién esté esperando, aunque posiblemente sea uno de esos miembros de su organización. Las dudas se acumulan, los miedos aumentan, tenía nervios por lo que podría ocurrir a continuación.
Casi no soy capaz de creer lo que mis ojos reflejan, se aparece en esta habitación la última persona que pensaría ver, ésa que tanto ha estado evitándome durante toda una semana. Reina en mí la confusión, es imposible entender que puede estar haciendo aquí Chris.
Tal vez solo vino a rescatarme, sacarme de aquí con vida, aunque en mi interior comprendo que no es una idea lógica. Se encuentra desarmado, es imposible esa probabilidad. Si no es así, entonces no le encuentro la menor explicación a esta situación.
Nuestras miradas chocan por un leve instante, pero instantáneamente retira la suya, intentando no observarme. Me duele su rechazo, quería verlo una última vez, y así ha sido, solo espero que no me dé la espalda en este momento, lo necesito.
—Hasta que al fin ha llegado nuestro invitado— indica con voz teatral ese cruel hombre que se encuentra al lado de Christopher.
Me pregunto si mi chico conoce quién es en realidad esa persona que está junto a él, ¿acaso sabrá lo peligroso que es?
—Pues... sin nada más que añadir, que empiece la función. Hace demasiado que estaba esperando este día, hoy por fin saldrá a la luz todos los secretos de esta historia—
¡Boom boom! ¡Boom boom! Mucha tensión, el final se asoma por la ventana y muchas mentiras han de ser reveladas. ¿Cuáles creen que puedan ser estos secretos? Os digo algo, quedarán impactados. Y esto aún se va a poner mejor...
Pd: Ni tiempo me dio a saludarlos, hay demasiada emoción de por medio.
Ahora sí. ¡Buona giornata para ustedes!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top