Capítulo VII: Nuestro Pasado Juntos

Pokemon y sus personajes no me pertenecen, esta historia no tiene otro fin más allá de el de entretener.

TITÁN

Capítulo VII: Nuestro Pasado Juntos

El tiempo desde aquella muestra de amor había pasado, exactamente nos encontramos en una de las claras madrugadas en Pueblo Paleta, en la región de Kanto, conocido por sus sitios gastronómicos y por ser la sede de estudios del Profesor Oak. En esa misma calle, algunos metros a la distancia, una casa apartada de todo de color marrón al estilo victoriano, de 2 pisos y un amplio jardín se erguían las plantas que lo decoraban, el cerramiento sencillo de madera blanca y las piedras delineando la entrada.

Con un garaje aparte de la infraestructura principal, 2 autos, un Cadillac Escalade color vino tinto y un BMW M3 GTR negro se encontraban con el ronroneo de sus motores acallado, los rayos entraban por los cristales volatilizando las pequeñas partículas de polvo que se pueden encontrar dentro.

En uno de los cuartos de la residencia estaban sus habitantes empezando sus rutinas, el desayuno estaba por iniciar y allí, estaba el joven flamante de una nueva corta cabellera negra, peinada hacia atrás levemente, y con ojos rojos agente de 20 años del cuerpo de operaciones extraoficiales del país, además de intentar lidiar con ser el actual campeón de Kanto por su rato libre. Ash Ketchum con su novia May Balance, tomaban su café mientras miraba el encabezado del periódico local a la par que disipaba con su soplido el exceso de calor del café.

-Escucha esto Píkachu "El cuerpo de operaciones del país ha desplegado a sus máximos agentes para hacerle frente a las más formidables amenazas, desde hacía años que no encontrábamos un esfuerzo así de la juventud en la lucha contra las amenazas de la nación, de Kanto destacamos la participación de nuestros jóvenes de Kanto, Michael H, Ernest V, Vinice B, Ash K. Saludamos a sus familias deseando que la suerte acompañe a estos jóvenes en el prometedor cuerpo de operaciones especiales" –

El moreno le enseñó una foto grande de un día muy especial, en ella vio en la página principal estaba él con su novia May tomándolo del brazo y saludando a la cámara vestían elegantemente, él con su uniforme azul marino formal y ella con un hermoso vestido negro y zapatillas elegantes, con paciencia guardó esa página, quería tener esa fotografía de la castaña con él.

Sonrió suavemente para ver hacia las escaleras, dentro de sí esperaba ansioso a que la dormilona de su novia deje los aposentos e inicien nuevamente un día juntos, ella aun dormía, después de todo ella era la que más sufría en su ausencia así que cuando volvían y se encontraban podrían pasar horas conviviendo y amándose. Además la joven coordinadora se encontraba en el nivel de coordinadores adultos, es decir, ya competía casi profesionalmente, por ende, dedicaba su tiempo a entrenar en los flamantes concursos de Kanto.

Con una sonrisa el moreno vió una foto de May acompañado de muchos niños, con gran esfuerzo ella hizo la primera clase de coordinadores en la ciudad, de Pueblo Paleta ahora muchos niños salen con la meta de ser grandes coordinadores de eventos Pokémon, lo cual, era un logro personal de la castaña.

-Y pensar que hace 4 años yo era alguien normal, una vida como entrenador, ahora soy un humano muy diferente, campeón y soldado, además de que sin May...quizá no fuera nadie-

Con una sonrisa después de acabar su desayuno se puso a reflexionar intentando descansar en casa, ella lo apoyó aquel día que terminaba San Valentín, aquella fecha donde ellos estaban en Petalburgo, en sus recuerdos se encontraba totalmente feliz, amaba mucho a May y ahora vivía una etapa de su vida que nunca esperó creer, pero lo estaba viviendo con la persona correcta.

Se levantó con rumbo hacia la sala, la casa que habían elegido no era la más cara, pero era un hogar con May, la castaña le daba un toque hogareño único y muy especial, era allí donde en la sala principal antes de subir una foto llamó su atención, él con su uniforme de recluta se encontraba con la maleta al hombro, en ella May lo abrazaba sonriente sosteniendo su parte del listón, la foto la tomó su madre Delia en el aeropuerto antes de salir hacia Alola para el entrenamiento básico.

Ella le prometió esperarlo mientras él estaba en Alola bajo entrenamiento intensivo, y de ahí estaría haciéndole frente a las mayores amenazas, sería un héroe, como su padre antes de él, ante sus ojos así se sentía grande y no por el ego, sino porque podría siempre sentirse digno de May, de la hermosa castaña que le hacía la vida una dulzura.

En cuanto a May, él era el centro de su universo y ella era dueña del suyo, por ella es que Ash tomaría cualquier riesgo para que el mundo estuviera a salvo, nunca permitiría que nadie lastime a May, ¡Nadie tocaría a su May!, eran sus pensamientos cuando terminó de ver las fotos que adornaban ese pasillo.

Su amigo Pikachu lo sacó de sus pensamientos al saltar a su hombro mientras le señalaba con su patita a la puerta que daba a la parte trasera de la vivienda, donde pasando un jardín de flores estaba unos árboles. El moreno al dar una rápida mirada a la chimenea está estaba sin madera, Ash salió con su ropa de descanso, deportiva y sin la gorra, una camiseta negra, un cuerpo ligeramente marcado, en rápido movimiento lanzó su chamarra y se acercó a un árbol mientras soltaba aire.

Respiró despacio, concentró toda su energía mientras tomaba pose de pelea, lanzó golpes de puño cerrado con su puño, destruyendo así parte de la corteza a la altura de mitad del árbol, luego de que estuviera debilitada Ash tomó un impulso con su brazo derecho y con la palma abierta derribó el árbol, antes de tocar el suelo Ash alzó su pie y con su talón partió en dos la parte que caía, calentando un poco su cuerpo sonrió, desde afuera, en la puerta al voltear era observado por una cabellera castaña que con mucha felicidad en su camisón cruzaba sus brazos esperando.

-Pikachu, coma de hierro- ordeno su entrenador y su pokemon logró crear trozos de leña que eran útiles para poder emplear la chimenea, al caer el fresno y la madera, procedió a acomodarlo, en pequeñas pilas, agarro todo para llevarlo dentro, lo colocó en su lugar, mientras que cuando terminó unas manos rodearon su cuello, y una cabeza se hundió en su espalda.

-Buenos días amor- dijo el joven y de una vuelta miró a su novia quien le dio un besito de buenos días, ahora que May estaba con él no le molestaba en lo absoluto consentirla, si discutían y todo pero ellos sabían cómo irse a la cama sin estar enojados.

-Buenos días Ash, cariño, es lindo verte en casa- dijo ella mientras lo abrazaba- y ¿A qué se debía ese ruido en el jardín? - preguntó la curiosa coordinadora a la par que recibía en sus manos una taza de café recién preparada.

Él le sonrió para besarla, para decirle:

-Bueno, necesitábamos madera y yo quería medir mi fuerza...- dijo mientras colocaba su mano detrás de su cabeza intentando ser sincero, lamentando internamente el sentirse culpable de despertar a su novia.

Ella sonrió y lo llevó de la mano a la cocina de piedra y madera sumamente preciosa, como agente del gobierno Ash se daba el lujo de un sueldo elevado por parte del gobierno, además de que como campeón también tenía una fuente de ingresos considerable, sumado al dinero que ella aportaba se encontraba que todo marchaba sobre ruedas.

El matrimonio aún no estaba en sus planes. May estaba preparando sus wafles, su arte culinario mejoró mucho, todavía tenían unas fotos en la sala, juntos se sentaron con su comida a mirar la tv, allí mientras ella comía él encontró una foto llamó mucho la vista a Ash, era el día que juntos fueron a la feria en Petalburgo, un sueño y el amor los dominó al día de ser novios, era una fecha que viviría en sus recuerdos permanentemente, porque desde ellos, al estirar su brazo y abrazar a la castaña que hinchaba sus mejillas con el waffle, encontraba toda la felicidad que iba a necesitar.

CONTINUARÁ

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