Día 19
Los animales del pesebre, no solo duermen,
sino que sueñan sueños, mágicos y profundos.
El buey, con aliento cálido y mirada serena,
sueña con prados verdes, bajo un cielo diáfano y pleno.
Ve pastos infinitos, donde el rocío se posa,
y siente la caricia del viento suave que le arrulla y le mima.
El asno, con orejas largas y paso firme y lento,
sueña con caminos estrellados, bajo la luna creciente.
Recorre desiertos dorados, donde el sol besa la arena,
y siente el calor de la amistad, en cada paso que da.
Ve oasis misteriosos, con palmeras que se mecen,
y escucha el canto de los pájaros, en un silencio que le llena.
Pero no solo ellos dos, en la noche mágica y santa,
sueñan los animales del pesebre, cada uno a su manera.
La oveja blanca, sueña con pastos tiernos y dulces,
y con el calor del rebaño, bajo la luz de las estrellas.
El cordero pequeño, se acurruca en su sueño profundo,
y sueña con la leche materna, y con el suave arrullo de su madre.
Y todos juntos, en ese pesebre encantado,
sueñan un mundo mejor, un mundo lleno de paz y de amor.
Un mundo donde reine la armonía, la justicia y la verdad,
y donde todos los seres, vivan en libertad.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top