Odiaba el invierno.

Aunque con el calentamiento global que estábamos provocando había días que te congelabas y otros que estabas cómodo sin abrigo.

Apenas había gente en la calle a esas horas, y mucho menos un sábado por la mañana en este pequeño pueblo.

Todo el mundo estará en su cama durmiendo calentito, trabajando, despertándose... y yo era la idiota de turno.

Llevaba recorridas diez calles y no encuentré ni sentí nada que me animara a escribir una mísera palabra en el Word que creé ayer en mi escritorio.

La paciencia era una cualidad que debía trabajar bastante.

***

9:17

Aún seguía vagando por el pueblo, muerta del asco.

No sabía qué hacer con mi vida. Tal vez debiera rendirme y buscar otro trabajo.

Sólo me apetecía callar a mi estómago, no he tomado nada desde que abrí los ojos hace horas.

La cafetería más próxima que encontré estaba frente a un parque. El letreto era de madera y las letras estaban casi descolgadas, pero se podía leer.

Cafetería Lork.

Empujé la puerta ligeramente con mi mano libre y entré.

Tras la barra, había una mujer que rondaba los 60/70 años, limpiando los estantes.

Giró su cabeza en mi dirección al escucharme y sonrió ampliamente, provocando que la edad golpeara fuertemente sus facciones.

"Buenos días," me dio la bienvenida.

La respondí con igual amabilidad y tras inspeccionar las cinco únicas mesas del local, opté por sentarme en la del fondo.

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Happy Bday Harry♥22