SAMANTHA

Cuando animaron a su hijo a ir y conquistar a Audrey en ningún momento se le ocurrió que fuese a iniciar ese tipo de relación.
Era sin duda algo que no esperaba.
Puso los ojos en blanco al ver a su marido golpear al pobre Chris.
¿Pobre? Tyler es menor. Esto no está bien.
Pero entonces miró a su hijo y lo que vio... la dejó sin palabras.
Tyler sentía algo por Chris Harrison.
Y lo que fuese que sintiese, era correspondido.
Una mano apretó la suya y se volvió para ver a su cuñada y mejor amiga que estaba tan sorprendida como ella.
-No puedo creer que Audrey...
-Lo entiendo. Y podremos hablarlo con más calma cuando ella se recupere.
Casi como si la hubiesen escuchado, la puerta abatible que abrió de nuevo y Audrey se presentó ante ellos.

ARIN

Mi niña...
-Cariño,¿que te pasó mi vida?
Nunca habia tenido tan mal aspecto.
Sus ojos se cristalizaron cuando tanto Tyler como Chris dieron un paso hacia ella.
-No os acerquéis a mi. Por favor...
-Lo saben, nena-escuchó que murmuraba Chris agachandose a su lado.
Tyler se agachó también.
-No te rindas, sirenita. No nos dejes.
La voz rota de Tyler les afectó a todos.
Este la besó suavemente en los labios y luego Chris hizo lo mismo.
Tenían que detener esa locura, ¿pero como hacerlo cuando ellos mismos podian ver lo mucho que se amaban?

Buscó con la mirada a su marido.
Jones siempre era objetivo y Audrey era su niña por mucho que creciese.
Sin embargo lo que vio en sus ojos la confundió.
-Lo hablaremos con calma en casa. Ahora solo me preocupa que Audrey esté bien.
Ella asintió no muy convencida.
A pesar de todo ninguno de los que estaba alli pudo moverse.
Todos miraban como tres personas completamente distintas, se amaban.